Decí por Dios qué ha pasao
que estoy desnortao.
No sé qué he hecho yo.
El forofaje, esquillao,
me insulta por Internet,
me llama otario y fulé
(yo no sé por qué),
malevo y gilón.
Si es que yo lo he molestao
(u lo he amolao)
hoy pido perdón.
¿Será, quizás, que no hablo tagalo?
¿Será que nunca estuve en Luzón?
Ni allá, en Manila, saben de mí,
ni en Zamboanga, Cebú ni Quezón.
¿Será, quizás, que no gasto incienso?...
¿Será que menda no es un jetón?...
¿Que estoy piantao?... No sé qué será...
¡Será que es lunga mi malafollá!
En mi bulín de arrabal,
penando por mi Graná,
una milonga trencé:
un atorrante, obcecao,
trata a mi vieja de tal,
quiere quitarme el carné,
piantarme de un puntapié,
amasijarme el percal;
su lista grane ha morfao:
me quiere mudo o finao.
Decí por Dios qué he hecho yo.
¿Será que damen no es igorrote?
¿Será que damen no es un jetón?
¿Que está piantao?... No sé qué será..
¡Será que es lunga su malafollá!
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