EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



martes, 26 de abril de 2011

CON SABOR ANTIGUO, CÓRDOBA






El próximo compromiso rojiblanco nos lleva a Córdoba, a jugar un partido con sabor antiguo, como aquellos de otras épocas mejores para los dos contendientes, en tiempos de trenes “botijo” y tortilla en la fiambrera y fuertes contingentes de hinchas granadinistas desplazados.


Como el que en 1967, día de San José y Domingo de Ramos de tiempo espléndido, enfrentaba en el viejo Arcángel por primera vez como equipos de máxima categoría a blanquiverdes y rojiblancos. Con los graderíos abarrotados el Córdoba de Marcel Domingo alineó a: García; Rafaelín, Navarro, López; Simonet, Martí; Luis Costa, Alfonso, Riera, Juanín y Jara. Y el Granada de Ignacio Eizaguirre formó con: Ñito; Tinas, Datzira, Lorenzo; Santos, Sande; Lara, Almagro, Miguel, Eloy y Flores. A falta de seis jornadas para terminar la liga los cordobeses marchaban en la mitad de la tabla y no veían peligrar la permanencia en Primera a pesar de arrastrar dos negativos mientras que el Granada era el tercero por la cola, en puesto de promoción, con seis negativos y a sólo tres puntos del descenso directo.


Según las crónicas, no iban ni cinco minutos disputados cuando en una jugada en el área cordobesista en la que se pidió penalti, un espectador, uno de los aproximadamente seis mil granadinos desplazados, saltó al terreno y agredió y derribó al colegiado internacional Gardeazábal, que fue defendido por uno de sus auxiliares hasta que al energúmeno se lo llevó detenido la Policía Armada. Fue la única nota negativa en un partido jugado a bastante buen ritmo y en el que predominó la corrección en el terreno y en las gradas. Se adelantaron los locales con gol de Riera pero empataron los rojiblancos por medio de aquel gran interior, el armillero Eloy Matute, uno de los mejores productos de nuestra cantera. Antes del descanso volvieron a adelantarse los cordobesistas con un segundo gol de Juanín. En la segunda parte el Granada se puede decir que jugó con dos menos por las lesiones de Rafa Almagro y Miguel, pero este último, lesionado y todo como estaba, consiguió el empate a dos de magnífico cabezazo en un córner. Con ese resultado acabó el choque. La victoria de una semana antes frente al Valencia más este empate, más la victoria a la jornada siguiente frente al At. Madrid mejoraron bastante la situación del Granada, pero no se pudo evitar finalmente la promoción en la que un Betis superior nos mandó de nuevo a Segunda casi al año justo del ascenso de Málaga.


Ésta de la 66-67 fue la primera de las tres veces en las que el Granada ha visitado al Córdoba CF como equipo de máxima categoría. También lo ha hecho en otras cuatro como equipo de Segunda y tres más en Copa. Pero el grueso de los enfrentamientos entre cordobeses y granadinistas se da en la categoría de 2ª B, con trece visitas granadinas al Arcángel. Aparte hay otras diez ocasiones (entre 1935 y 1953) en que los nuestros jugaron en Córdoba, pero fue contra el Racing de Córdoba (posteriormente llamado CD Córdoba), club antecesor del actual, más otras dos veces para jugar contra otros clubes cordobeses que tampoco existen ya, el Córdoba FC y el Ferroviaria, que datan de la temporada 32-33. Entre unas cosas y otras la historia registra hasta 35 partidos de los nuestros a orillas del Guadalquivir, y son casi la mitad, dieciséis, las veces que el Granada no se vino de vacío.


El mayor triunfo granadinista en El Arcángel es de la temporada 96-97, 15 de diciembre de 1996, jornada 16 del grupo cuarto de 2ª B, con el resultado Córdoba 0 Granada 3. El Córdoba jugó con: Viña, Ortega, Javier Prieto, Juanito, Dani, Puche, Barajas (Moreno 18’), Gallego (Torres 46’), Loreto, Algar y Quero. Y el Granada de Lucas Alcaraz: Ignacio, Santi (Hilario 88’), Antonio, Matxón, Lucio, Torres, Roberto Valverde, Edu García, Roberto Martínez (Berruezo 80’), Molina (Germán 82’) y Pascual. ABC titula su crónica «El Granada pasó en El Arcángel como una apisonadora sobre el equipo cordobés». A los diez minutos ya ganaban los nuestros 0-2 con goles de Roberto Martínez y Torres, y en la segunda parte nuevamente Roberto Martínez hacía gol estableciendo el definitivo 0-3. Fue un partido completo de los rojiblancos que incluso pudieron haber conseguido una victoria todavía más amplia.


Este partido tuvo también la nota para el recuerdo, trágico en este caso, de que pudo acabar muy mal porque faltando poco para el final el pundonoroso defensa Santi Martínez Ramos sufrió traumatismo craneoencefálico y quedó con la lengua obstruyéndole la faringe cuando su cabeza impactó con la de su rocoso compañero Matxón en un choque fortuito. La rápida intervención del fisio cordobés José Anguita evitó males mayores, pero la expedición granadinista regresó de Córdoba sin Santi, que quedó ingresado en el hospital Reina Sofía.

lunes, 18 de abril de 2011

PAZ MERENGUE




Granada 3 R. Madrid 3


24 de noviembre de 1974


Estadio Los Cármenes, lleno a rebosar, unos veinticuatro mil espectadores que dejaron en taquilla casi nueve millones de pesetas en tarde nublada, fresca y neblinosa. Partido correspondiente a la jornada nueve de liga de Primera División 1974-75. Terreno resbaladizo


Granada CF: Izcoa; Toni (Sierra 70’), Castellanos, Ederra, Falito; Santi, Grande, Montero Castillo; Lorenzo (Quiles 46’), Dueñas y Parits


R. Madrid: Miguel Ángel; Camacho, Pirri (Touriño 24’), Benito, Rubiñán; Breitner, Netzer, Grosso; Aguilar, Santillana y Macanás


Goles: 0-1, min. 10, Aguilar; 1-1, min. 23, Lorenzo; 2-1, min. 24, Grande, de penalti de Camacho sobre Lorenzo; 2-2, min. 38, Rubiñán; 2-3, min 42, Rubiñán; 3-3, min. 81, Grande


Árbitro: Canera Coscolín, muy bien. Amonestó con tarjeta blanca a Ederra y a Macanás



Desde la 71-72 en los partidos entre el Granada y el Madrid solía haber más que palabras, y el momento álgido de este contencioso se alcanzó justo en la anterior aparición merengue por Los Cármenes, hacía cinco meses, cuando lo de Fernández sobre Amancio y lo que ocurrió en Madrid en la devolución de visita. Por eso los madridistas fueron recibidos esta tarde de noviembre con la bronca más ruidosa y más prolongada que se recuerda en Granada. Pero dos horas después los pitos iniciales se habían convertido en grandísimas ovaciones como tampoco se recuerdan, dirigidas a los veintidós y a los técnicos, Joseíto y Miljanic, mientras todos se abrazaban camino de los vestuarios.



La buena disposición de todos los protagonistas por acabar con el clima bélico de los Granada-Madrid produjo un espectáculo futbolero digno de ser recordado por siempre. Las crónicas locales y nacionales de lo que se vio en Los Cármenes coinciden en que fue algo fuera de serie: “Choque de antología” (Mundo Deportivo); “Bravo Granada, Madrid bravísimo” (Hoja del Lunes de Madrid), “Lección de fútbol” (Hoja del Lunes de Granada). Y no exageran ya que este partido es para muchos el mejor que vieron en su vida. Fueron noventa minutos de alegre juego ofensivo («fútbol puro, neto y noble». según Miljanic), rápido y pleno de entrega por los dos contendientes, con constantes alternativas en el marcador y sobre todo, muy limpio. En fin, todos los ingredientes para que se pueda decir que fue un partido de los que hacen afición.



El recital del alemán internacional Günter Netzer (su mejor actuación en España según sus propias palabras) conduciendo a su equipo y dando sus tres goles fue digno de figurar en los tratados de lo que se debe entender por buen fútbol. A su lado también destacó su compañero de equipo y de selección, Breitner. Claro que por los nuestros tampoco se quedó atrás el enorme buen trabajo de Grande, bien secundado por Parits.



El Madrid era en esos momentos líder invicto y acabó ganando la liga. El Granada marchaba cuarto con dos positivos y sólo había perdido un partido, en Sarriá, aunque la categoría se salvó por los pelos. Con este antológico partido fueron a firmar la paz de la mejor manera posible.

DEBUTANTE NUMANCIA




Después del atraco “Prieto” del Mini Estadi toca jugar en casa contra el primero de los tres rivales inéditos en esta plaza (¿tendrá preparado nuestro club el banderín rojiblanco de rigor que exige la cortesía?), el CD Numancia de Soria, club fundado en 1945 y que hasta los años noventa se puede decir que fue muy modesto y su palmarés se reducía a dos temporadas en Segunda división (grupo Norte) a caballo de las décadas cuarenta y cincuenta. Por eso mismo no hay precedente alguno del que echar mano y en el que se entrecrucen las respectivas historias de Granada y Numancia, aparte de la derrota 3-2 del Granada en Los Pajaritos en noviembre pasado. No hay en este caso ni siquiera un amistoso del que tengamos noticia. Sólo hay algunos datos, más circunstanciales que otra cosa, que atañen a profesionales que pasaron por uno y otro club.


Consultando las páginas históricas del Numancia, vemos que en la temporada 1955-56, militando en Tercera, su banquillo lo ocupó parte del calendario Trompi, que en sustitución de Montoya clasificó a los castellanos en sexta posición. Saltando a la 64-65, otro granadinista de los cuarenta, Antonio Bonet, fue también entrenador numantino y consiguió un tercer puesto en su grupo de Tercera. Por último, ya en la 74-75, ahora en categoría regional, fue otro granadinista de los cuarenta (aunque sólo como jugador frente a los otros dos que fueron también entrenadores), Modesto Maside, quien entrenó a los sorianos, aunque sólo consiguió un muy discreto 15º puesto final.


La nómina de jugadores que militaron en ambos equipos es más amplia. En primer lugar es destacable que hay determinados futbolistas de cuyo paso por el Granada no se puede decir que dejara grandes cosas para el recuerdo y que sin embargo dieron buen rendimiento en Soria, como aquel defensa, Docando, que sólo estuvo unos meses en el Granada a principio de la 96-97 sin llegar a disputar un solo minuto de rojiblanco para recalar en el Numancia (previo paso por el Sestao) y ser titular e incluso ascender a Segunda. Allí coincidió con otro defensa, López Bravo, que en Granada estuvo sólo un año y no jugó mucho pero en el Numancia fue titular. Un lateral, Gustavo De la Parra, pasó por nuestra tierra con más pena que gloria pero a la vera del Duero llegó a jugar incluso en Primera. También tenemos a Fernando Cuenca, que vino al Granada en la 91-92 desde el Numancia y sólo jugó seis partidos, aunque en este caso ignoramos si le fue mejor en tierras castellanas.


El caso de los anteriores no es el de Rubén Blaya, que vino al Granada como refuerzo de invierno en la 98-99, cortado precisamente por el Numancia, que ese mismo año ascendió a máxima categoría por primera vez en su historia; no parecía malo este delantero cartagenero al que sólo vimos en 18 partidos en los que consiguió ocho goles. Esa misma 98-99 también militaba en el Numancia un defensa que años después lo haría en el Granada, Suárez, aunque sólo jugó nueve partidos en el Numancia. Otro defensa, éste de rendimiento notable tanto aquí como allí, es el sevillano Antonio José González Santos, Antonio, que en Granada estuvo entre 1995 y 1998 y consiguió pasar del centenar de partidos de rojiblanco (124) y en Soria jugó también en Primera.


Finalmente hay hasta dos granadinos que han militado en el Granada y en el Numancia. Tenemos al delantero Sergio Cruz, de Purullena, granadinista de 1997 a 1999, 68 partidos y 16 goles, que en Soria no jugó mucho pero llegó a debutar en Segunda. Y por último, en esta nómina en la que hay abundancia de defensas, encontramos otro más, Pavón, de Santa Fe, el único que en la actualidad juega en el equipo castellano, en el que lleva varios años como titular, tanto en Segunda como en Primera, y que vino al Granada cedido precisamente del Numancia y jugó poquísimo en la 2006-07, sólo quince partidos. Seguramente habrá habido más futbolistas que podrían engrosar esta lista, pero yo los desconozco.


Por otra parte, no deja de ser curioso que exista un club de fútbol, granadino por los cuatro costados, que responda al nombre de CD Numancia. Y además resulta que este club es el decano de los que existen en Granada. Es más antiguo que su homónimo de Soria y que el propio Granada CF ya que se fundó en 1928. El espíritu numantino de supervivencia que quizás quisieron imbuirle sus fundadores cuando le pusieron ese nombre puede ser el que haya conseguido que llegue a cumplir los 83 años de existencia y ser el único que queda de aquellos otros históricos y recordados clubes granadinos como el Betis Cruz Blanca, el Júpiter, el Alhambra, el Albaicín... En la actualidad a su primer equipo muy mal tendrían que irle las cosas para que se le escape el ascenso a Regional Preferente, pero su principal labor en su larga vida siempre ha sido la de formar jugadores y en ese sentido hay numerosos ejemplos de futbolistas que salieron del Numancia y jugaron después en el Recreativo e incluso en el Granada, como puede verse en la magnífica web de D. Antonio Lasso, Fútbol de Granada.

lunes, 11 de abril de 2011

LA TRANSICIÓN, MEGIDO Y EL BARCELONA B




El once de septiembre de 1976 fue una fecha inolvidable en Barcelona y en toda Cataluña. Por primera vez después de casi cuarenta años los catalanes podían celebrar en libertad y con todos los pronunciamientos oficiales su fiesta nacional, la Diada. Ese mismo día, en la tarde-noche, nuestro Granada comparecía en Barcelona para jugar un partido de fútbol. La Transición política española había empezado una vez desaparecido el dictador, pero también había empezado la particular transición (a menos) de este club nuestro que en esa señalada fecha catalana volvía a Barcelona, pero ahora no era para jugar contra el Barça, como en las dieciocho ocasiones anteriores, los tiempos habían cambiado pero no para bien, y ahora tocaba jugar contra el filial.


En alguna pancarta se podía leer Llibertat, amnistía, estatut d’autonomía en el Nou Camp, que registró una entrada cercana a los diez mil espectadores, con nutrida presencia de granadinos en la emigración que se dejaron notar aplaudiendo y animando a los rojiblancos, todavía con camisetas de rayas horizontales. Era un Granada recién descendido de Primera que con Héctor Núñez en el banquillo y conservando prácticamente el mismo equipo de la temporada anterior jugó con: Izcoa, Calera, Ederra, Falito, Benítez, Fernández, Megido, Angulo, Lorenzo (Lis), Santi y Quiles (Parits). Estos mismos hombres con el único cambio de Megido por Denis Milar no habían empezado con buen pie su andadura en la nueva categoría y habían sucumbido una semana antes en Los Cármenes (2-3) en la primera jornada ante el Alavés de Joseíto, en el que fue el partido de debut de Valdano en el fútbol español.


El resultado final fue de empate a cero y la ocasión más clara fue rojiblanca, con un disparo al poste de Quiles recogido en rechace por Lorenzo que volvió a disparar a la madera. Lo más positivo de aquel partido es que por primera vez (y última ya que el Granada no ha vuelto a jugar en este escenario), después de catorce visitas, no salieron los nuestros derrotados del Nou Camp, aunque, claro, no es lo mismo jugar contra el Barça que contra su filial, en el que se alineó el granadino Paco Martínez y también un jovencísimo “Lobo” Carrasco, que salió en la segunda parte.


La crónica de Mundo Deportivo, que se queja de la excesiva dureza de los rojiblancos, dice también que Megido “jugó contra el Granada”. El papel del extremo fue bastante menos que mediocre ya que solamente se le vio cuando poco antes del descanso protestaba airadamente ante el árbitro porque éste no había señalado como falta una entrada sufrida, y veía la amarilla ante la que reaccionaba aplaudiendo con sorna al trencilla que acto seguido le mostraba la roja. Este menosprecio al árbitro fue sancionado con dos encuentros, por lo que ya nunca más volvió a alinearse con el Granada porque antes de dos semanas era traspasado al Betis por doce millones. Un año antes había sido fichado por algo más de quince millones y después de una temporada de más sombras que luces, este jugador, que había sido internacional absoluto y pretendido por todo un Barça, jugaba esta tarde su último partido de rojiblanco y los cuarenta minutos frente al Barcelona Atlético fue su única aportación al equipo esta temporada ya que no había podido ser alineado en la primera jornada por estar cumpliendo una sanción que arrastraba desde la temporada anterior.


Era la primera visita granadina al filial barcelonista del total de cinco que registra la historia, todas de Segunda menos una que fue de Copa, con un balance de tres empates y dos derrotas. De Copa del Rey fue la siguiente visita, casi un año exacto después, en la que un Granada muy renovado perdió 2-1 en el minúsculo Fabra y Coast, pero pasó a la siguiente ronda al derrotar en la vuelta 3-1 al Barcelona At. que había descendido y militaba en 2ª B.


Las siguientes tres comparecencias granadinas al campo del filial barcelonista fueron al Miniestadi. La primera de la 83-84 fue una derrota por un único gol que conseguiría el futuro granadinista Manolo, y se disputó a falta de sólo cinco jornadas, cuando ambos equipos ya no se jugaban nada. Un año después tocaba nuevamente jugar en el Mini Estadi dentro del calendario de Segunda, y ya cuando quedaban pocas jornadas, pero en esta ocasión sí era muy importante el resultado para los nuestros que, con Pellejero en el banquillo, luchaban por rebajar la cuenta de -6 que teníamos a estas alturas, heredada de Naya, cosa que se consiguió con un empate sin goles. La última vez que el Granada ha jugado en el Miniestadi fue en la 87-88, en el último partido de la primera vuelta, cuando todavía no se había cometido la torpeza de despedir a Peiró; el Granada hizo méritos para anotarse la victoria, pero un fallo garrafal del portero Toni supuso el gol del Barça At. en el que jugaban Milla y Amor (el mejor con diferencia), contrarrestado después por un remate de cabeza de Leo a saque de córner con el que se pudo conquistar un punto en esta última visita al filial barcelonista.


Aparte hay un precedente de visita del Granada a Les Corts para jugar contra un equipo filial del Barcelona que respondía al nombre de España Industrial. La visita es de la 55-56, en la jornada 3, grupo II de Segunda. El Granada jugó una más que aceptable primera parte y llegó al descanso mandando con un gol de Rafa, pero en la segunda parte se impuso la enorme clase de este filial culé que lo formaban varios que pronto pertenecerían a la primera plantilla. Esta misma temporada ascendió a Primera este equipo filial y tras desvincularse del Barça cambió su nombre por el de Condal, aunque su paso por máxima categoría fue efímero.

miércoles, 6 de abril de 2011

CUENTA PENDIENTE




Granada 2 Cartagonova 0


7 de octubre de 2001


Estadio nuevo Los Cármenes, unos tres mil espectadores en tarde de agradable temperatura. Partido correspondiente a la sexta jornada de liga del grupo IV de 2ª B 2001-02. El entrenador visitante, Felipe Mesones, fue recibido con una sonora pita


Granada CF: Linares, Garrido, Figini, Moya, Antonio Díaz, Alberto, Fran Álvarez (Iván Nuevo 68’), Nacho Jara, Dezzoti (Miguélez 81’), Diego Camacho y Benavides


Cartagonova FC: Trujillo, Vacas, Cordero (Diego 72’), Brau, Dani, Sanromán, Alberto García, Imanol (Artigas 65’), Marcos, David Franch (Íker) y Cordón


Goles: 1-0, min. 35, Moya; 2-0, min. 83, Miguélez


Árbitro: Hevia Obras, madrileño. Expulsó al visitante Marcos (30’) y a los locales Figini (57’) y Camacho (64’). Amonestados: Moya, Nacho Jara, Miguélez e Imanol


El partido en sí dio muy poco para la crónica histórica. Casi nada se decidía a estas alturas de principios de temporada y encima bien feo fue y el juego de ambos contendientes dejó mucho que desear. Lo mejor, los tres puntos que se sumaron y los goles rojiblancos, en especial el primero, conseguido por el argentino Carlos Moya de gran lanzamiento de golpe franco al borde del área. En la segunda parte y tras quedarse el Granada en inferioridad numérica por expulsión de Figini y Camacho, peligró el resultado hasta que Miguélez acertó con la meta contraria en el primer balón que tocaba, llevando la tranquilidad a la despoblada grada. Era la sexta jornada y con los tres puntos el Granada se afianzaba en el cuarto puesto. Lo malo es que ésta fue la última de las cuatro únicas victorias que consiguió el técnico Manuel Ángel Muñiz, que no llegaría a comerse los turrones en nuestra tierra aunque su sustituto, Ramón Blanco, poco mejoró los resultados de aquel triste Granada 01-02, en la última temporada antes de la debacle del descenso administrativo a Tercera.


Lo más noticiable del partido no ocurrió dentro del rectángulo verde del nuevo Los Cármenes, sino en sus inmediaciones. El míster visitante Felipe Mesones, ausente de Granada desde el “Murcianazo”, fue recibido de uñas y con pancartas alusivas a su supuesto comportamiento poco honesto en la pérdida del ascenso de poco más de un año atrás. Con ese panorama, apenas asomó la cabeza de su banquillo en esta ocasión, él que siempre vivía intensamente los partidos, y tuvo que oír las constantes puyas que le dirigía la escasa parroquia. A la finalización declaró a la prensa que no entendía el enfado de la afición granadinista y que no tenía nada que decir al respecto de lo del Murcia.


El gran chasco del 25-J 2000 fue excesivamente cruel y estaba todavía muy vivo en la memoria de la afición. Si es que algún protagonista no se comportó como es debido aquella asfixiante tarde de junio, seguramente nunca lo sabremos a carta cabal. El caso es que la grada tenía una cuenta pendiente y puso mucho más empeño en acordarse de toda la parentela del técnico que en animar a su equipo o seguir las incidencias del juego, por otra parte bastante ramplón y anodino. D. Felipe y la expedición murciana tuvieron finalmente que abandonar el estadio bajo protección policial.

OTRO CARTAGENA




Cuando nuestro Granada CF cayó a Tercera en 2002 muchos lo dieron por muerto y enterrado, hasta el punto de que algunos empresarios granadinos decidieron crear un nuevo club que vendría a suplantarlo. Es algo muy parecido a lo que pasó en Cartagena unos años antes, cuando el club de fútbol más representativo de aquella ciudad descendió al cuarto nivel, también por problemas económicos, momento en que nació un nuevo club para tomar el relevo porque se pensaba que los días del histórico estaban contados. Ni en la población murciana murió el equipo de toda la vida, que milita ahora en Tercera, ni aquí en Granada tuvimos tampoco entierro del Granada CF, del que hoy y después del milagro Pozzo-Pina se puede decir que está más vivo que nunca. La diferencia entre Cartagena y Granada es que allí el nuevo equipo prosperó y en la actualidad es el primer club cartagenero mientras que en Granada el llamado a ser la alternativa acabó desapareciendo tras sucesivos fracasos deportivos.



Ese nuevo club de la ciudad departamental es el próximo rival del Granada en Los Cármenes, club que nació en 1995 con el nombre de Cartagonova FC y que después cambió su nombre por el actual de FC Cartagena. Tres veces ha venido hasta el momento por nuestra tierra, las tres como equipo de 2ª B, obteniendo una derrota y dos empates.



De sus visitas a Granada, todas al nuevo Los Cármenes, es destacable la primera de ellas, que se produjo el día 7 de octubre de 2001, en la jornada sexta, grupo IV de 2ª B. Pero si lo destacamos no es por sus bondades futbolísticas, que de éstas hubo poca cosa, si no por el morbo que lo rodeó ya que como técnico del todavía llamado Cartagonova venía Felipe Mesones, a quien no se había vuelto a ver por estas tierras desde el veinticincojota 2000. Mesones fue recibido y despedido de uñas, y en medio aguantó flemáticamente todo tipo de constantes insultos y alusiones a su presunta falta de honestidad en aquella fatídica fecha. Por lo demás, el Granada de Manuel Ángel Muñiz 2001-02 marchaba en estos primeros compases bien clasificado (cuarto) y sólo había perdido un encuentro, y aún con notables deficiencias, aquella tarde volvió a cosechar una victoria, 2-0, con espléndido golazo de Moya de golpe franco al borde del área y con remate de aquel delantero torpón que era Miguélez, de corto paso por nuestro equipo. Pero para ver el siguiente triunfo granadinista hubo que esperar diez jornadas, y quien se lo anotó ya no fue el técnico asturiano, defenestrado en la jornada catorce, sino su sustituto, Ramón Blanco, que terminaría la temporada más mal que bien dejando al equipo en el décimo puesto. Después, como de sobras sabemos, la falta de monetario condenó al Granada CF a cuatro años de purgatorio en Tercera.



Las otras dos visitas a Granada de este nuevo Cartagena pertenecen ya a fechas recientes, temporadas 2006-07 y 2007-08, es decir, después del otro 25-J, el bueno, el de 2006. Ambos se jugaron a poco de iniciarse la liga y los dos se saldaron con empate. El primero de ellos fue un gran partido del Granada en el que el magnífico gol de Bordi no bastó para apuntarse una merecida victoria. El segundo ya no fue tan bueno y acabó sin goles, y lo mejor lo aportó un pequeño jugador cartagenero que incordió bastante la portería de Félix Campo y que respondía al nombre de Lafuente, que a la temporada siguiente vestiría de rojiblanco. Aquella tarde debutaba como granadinista el gran Gorka Pintado.



Con el otro Cartagena, sí que hay abundantes casos y cosas dignas de destacarse en la historia del Granada CF y aun en la historia de la ciudad misma. Será cosa del destino pero el caso es que cercanos en el tiempo a partidos frente a los murcianos ocurrieron sucesos que en su momento dieron mucho que hablar, como cuando en enero de 1951 la expedición del Melilla sufrió un accidente mortal en Loja, o como cuando en ese mismo año, pero en septiembre, reventó el Darro en Puerta Real. Pero no acaba ahí el muestrario puesto que trasladándonos al año 1963, la víspera del partido del Granada en Los Cármenes frente al Cartagena, 16 de febrero, fue uno de los días más lluviosos del siglo XX, vamos, que llovió más que cuando enterraron a Zafra, en expresión granadina castiza, lo que produjo, sólo en la capital, numerosos hundimientos de casas y de cuevas del Sacromonte y de otras zonas, y el desbordamiento del Genil en el Humilladero después de llevarse por delante el puente de las Brujas, en las Titas. Esa misma tarde se casaba muy cerca de allí, en las Angustias, el maestro de historiadores granadinistas, José Luis Entrala, que casi se vio obligado a trasladar a sus muchos invitados en barquilla.



Las inundaciones y desbordamientos de ríos fueron generales por toda la provincia, y la capital estuvo varias horas incomunicada, por ello la expedición cartagenera pasó toda una odisea para poder llegar a Granada ya a las cuatro de la madrugada del mismo domingo después de haber tenido que dar rodeos y más rodeos hasta encontrar un acceso que no estuviera cortado. Era la jornada 21 del grupo II de Segunda y el Granada de Álvaro Pérez (en su segunda etapa granadinista) se impuso por 2-0 con un gol de Arsenio, que fue el mejor, y otro de Vargas, en un partido malo, muy condicionado por el barrizal de Los Cármenes. Otra cosa destacable de aquel partido fue el debut de Mariano Santos, que con veintiún años jugaba su primer partido del total de 281 que en once temporadas de rojiblanco lo convierten en el sexto futbolista que más partidos ha jugado con el Granada.

viernes, 1 de abril de 2011

JEREZ, VIEJO CONOCIDO




El próximo rival, el Xerez deportivo, es un viejo conocido del Granada CF con el que se ha visto las caras numerosas veces, concretamente 35, de las que 17 se han jugado en Jerez (en seis ocasiones militando en Segunda y en once en Segunda B), con el balance de tres victorias y tres empates granadinistas.



El Granada se estrenó en la población gaditana frente al Jerez Deportivo el 15 de noviembre de 1953, con visita al desaparecido estadio Domecq en la jornada nueve de la 53-54, del grupo II de Segunda, y a pesar de jugar un buen partido y ser mejor que su oponente, al que dominó y encerró en su área hasta el punto de botar doce saques de esquina por sólo uno su rival, acabó derrotado por la escasa puntería que exhibieron sus delanteros, aunque también influyó la pésima actuación del colegiado asturiano Kiercheben, quien, según las crónicas, por seguir el juego de lejos no vio cómo un tiro de Cea lo sacaba el guardameta desde detrás de la raya de gol.



Las cuatro visitas granadinistas a Jerez de los años cincuenta, todas de Segunda división, fueron derrotas y en casi todas hubo polémica e incidentes. La de la 56-57 tuvo además consecuencias importantes para los rojiblancos pues al perder 4-0 produjo el efecto de agotarse la paciencia de la directiva de José Bailón, que destituyó al míster Álvaro Pérez y lo sustituyó por Pasarín. El Granada había empezado lanzado la competición y se había colocado líder desde las primeras jornadas, pero al comenzar la segunda vuelta una racha de seis encuentros consecutivos sin ganar supuso la pérdida del liderato. En medio se había desatado la polémica acerca de si el jugador Pahíño, postergado por Álvaro, debía ser alineado o no, después de unas duras declaraciones del delantero a una emisora local en las cuales había despotricado públicamente del míster y por las que había sido sancionado. Esa derrota en Jerez precipitó la decisión de despedir al míster, cosa que trajo también el final de la mala racha y con ella la recuperación del primer puesto y finalmente el segundo ascenso a Primera.



El grueso de los enfrentamientos jerezano-granadinos pertenece a la categoría de 2ª B. Precisamente en Jerez se produjo el debut granadino en este tercer nivel del fútbol español. Fue en la primera jornada de la temporada 81-82, el 20 de septiembre de 1981 en el estadio Domecq. El Granada fue por delante en el marcador gran parte del encuentro con un gol de Vitoria para acabar derrotado 2-1 en los últimos momentos y de penalti.



Lo más destacable de las visitas granadinas a Jerez ocurrió ya en los noventa y en el nuevo estadio de Chapín, que es cuando abundan los resultados positivos para los nuestros en la población gaditana. Así, en el periodo que va de 1993 a 1999, todas las visitas a Jerez (cinco) se saldan con victoria o empate. Como la gran victoria granadinista 0-2 (Roberto Valverde y Quique Beltrán) el sábado 21 de octubre de 1995 ante las cámaras de Canal Sur, en el primer partido de Lucas Alcaraz al frente del primer equipo. La defenestración de Crispi dio la alternativa al joven técnico granadino, que en principio iba a ser una solución provisional pero que a la vista de los buenos resultados se convirtió en definitivo por esta temporada y las dos siguientes, hasta lograr situarse como el quinto entrenador que más partidos ha dirigido al Granada en toda su historia e iniciar después una exitosa trayectoria que lo convertiría en técnico de Primera.



Pero para magnífica victoria granadinista en Chapín a recordar tenemos la de la temporada inmediatamente posterior, la 1996-97, cuando el Granada se impuso a los jerezanos por el contundente resultado de 1-4. Jugaron por el Granada aquella tarde de domingo 23 de febrero de 1997: Ignacio; Lucio, Hilario, Juan, Arroyo; Torres, Edu García, Pascual (Germán), Berruezo; Roberto Valverde (Molina) y Manolo (Roberto Martinez). Las lesiones de Santi y Matxón y las sanciones de Quique y Antonio obligaron a jugar con una defensa inédita esta temporada. Se adelantaron los locales pero antes del descanso empató el Granada de penalti convertido por Berruezo. Antes del empate ambos equipos se habían quedado con uno menos por agredirse mutuamente el jerezano Manolo y el granadinista Torres, a los que el colegiado Pino Zamorano (muy protestado todo el partido) expulsó con roja directa. En la segunda parte Berruezo, con aquella derecha magnífica que tenía, marcó el 1-2 de golpe franco directo desde treinta metros. Molina pondría el 1-3 en un contraataque culminado con un espléndido remate del de Churriana. Pero quedaba la guinda, el 1-4, golazo conseguido por Germán en una acción individual plena de fuerza y calidad, con un último driblin al portero y remate a puerta vacía.



Aparte, en Jerez existió otro club cuyo nombre era Xerez FC, que desapareció en 1946 y del cual tomó el relevo el actual Deportivo, fundado en 1947, y contra ese fenecido club también jugó nuestro equipo en numerosas ocasiones, en diecinueve exactamente (nueve en Jerez), y lo hizo en disputa de liguillas de ascenso a Tercera y a Segunda, en campeonatos regionales y también en partidos de liga de Tercera y de Segunda divisiones y en Copa. El primer encuentro data de 1933 y es aquella vez famosa en que ganó el todavía Recreativo por 11-0 en las Tablas, que a día de hoy sigue siendo la mayor victoria rojiblanca de su historia en partido oficial. Casi todas las visitas granadinas a Jerez de aquella ya lejana época tienen en común que resultaron accidentadas y plagadas de incidentes, sobre todo la de la 33-34, en partido de liga de Tercera, en el que el Recreativo salió derrotado 3-1 en un encuentro varias veces interrumpido por invasión del terreno de juego por el público, donde hubo agresiones a futbolistas y árbitro, y como colofón apedreamiento de la expedición granadina, cargas de los de Asalto y el míster recreativista, Antonio Rey, detenido y puesto en libertad horas después.