EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



lunes, 30 de mayo de 2022

FINAL MEDIOCRE

La alineación titular del Granada 49-50 en cromos: Candi, Toñín, Millán, Rey, Almagro, Sosa, Megino, Trompi, Morales, Luiqui y Mas

 

Dos palizas, en Albacete y frente al Coria

A finales de febrero se disputó la jornada 24 de segunda división 49-50. Desde el primer partido de la segunda vuelta, cuando venció el Granada en Castellón, todas las salidas rojiblancas habían sido derrotas. Lo mismo ocurrió con ésta, pero con el agravante de que se perdió de paliza, 6-1 en Albacete, equipo de la zona media de la tabla. Se adelantó el Granada con un gol de Morales al cuarto de hora, pero después el conjunto no existió y fue barrido del campo, y aún pudo ser mayor el escardón ya que Candi detuvo un penalti. Se pudo recuperar a otro titular, Almagro, una vez cumplidos los cuatro partidos de sanción que le cayeron, pero las crónicas salvan de los rojiblancos únicamente al lateral derecho Toñín, y resaltan que en el Granada se dedicó cada uno a hacer la guerra por su cuenta, de manera que el resultado no pudo ser más que el que fue. Volvió el Granada a ocupar la séptima plaza de la clasificación, pero ya a cinco puntos del segundo.

            También hubo paliza en Los Cármenes, pero ésta a favor, la que le endosó el filial, 4-0, al Coria, filial a su vez del Sevilla. En un gran partido del lateral Atanasio y de Trompi, que reforzó al segundo equipo y volvió a ser el de sus buenos tiempos, el Granada B pasó por encima de su rival ofreciendo un fútbol como hacía muchos partidos que no se veía en Granada.

 

Récord de goles frente al Linense

            Después del palizón sufrido en Albacete no parecía una buena decisión la que adoptó la directiva, esto es, señalar el siguiente partido como día del club, pero es que la situación económica de la entidad era del todo preocupante y en breve había que hacer frente a importantes pagos. El Granada recibía la visita del Linense, la tercera vez ya esta temporada en que iban a verse las caras ambos equipos. Los dos partidos ya disputados, el de liga de la primera vuelta y el de copa en Los Cármenes, arrojaron el mismo resultado, victoria linense por 3-2, pero lo peor no fueron las derrotas en sí, sino el hecho de que, con sus grandes incorrecciones y excesiva dureza, los de La Línea en sus dos partidos fueron causantes de las lesiones de importantes hombres en la alineación granadinista, sobre todo en el segundo de los choques, momento por todos señalado como el comienzo de la gran decadencia del equipo rojiblanco en la segunda vuelta liguera. En el aire flotaba cierto aire de revancha por tanto.

            El Granada CF y su eterna precariedad en lo crematístico. La directiva en la semana previa decidió nombrar una comisión con el objeto de pulsar a los poderes públicos y a las fuerzas vivas para que colaboraran con el club. Lo primero que hizo esta comisión fue visitar al gobernador civil, Fernández-Victorio, y al alcalde, Gallego Burín, y de ambos obtuvieron palabras de apoyo, cada uno en la medida de sus posibilidades. Pero lo más tangible obtenido fue el regalo que el cotizado pintor Soria Aedo hizo de un cuadro suyo para que de él dispusiera el Granada como mejor considerase.

            Llegados al domingo 5 de marzo de 1950, ese día escribió el Granada una página histórica al obtener su segunda mayor cifra de goles a favor, récord aún vigente, tras aquel lejano 11-0 al Jerez de 1932. En Los Cármenes, jornada 25 (de 30) endosó al Linense un palizón de 9-2. Desde luego, si los jugadores salieron con ánimo de vendetta por los dos partidos perdidos ante este mismo rival en la temporada en curso, éste quedó plenamente satisfecho.

Según Seudónimo en La Prensa, la clave estuvo en que los visitantes creyeron erróneamente que podían repetir lo hecho en el partido de copa en el mismo escenario, cuando eliminaron al Granada del torneo del KO, esto es, un juego ofensivo y sin marcaje a sus oponentes, y esto se tradujo en que los atacantes rojiblancos encontraron más facilidad que nunca para acercarse a la portería contraria y golear a placer ante una defensa muy deficiente como la linense, equipo por encima del descenso sólo un punto. En Ideal Fernández de Burgos señala que gracias al árbitro Casal, que estuvo muy bien cortando cualquier brote de juego duro, no pudo el Linense desplegar su juego sucio, como en los anteriores choques contra los rojiblancos, y eso le costó la aplastante goleada.

Con el Linense venía como interior derecho Juanito Vázquez, el mejor de los visitantes, quien casi diez años después será un valor determinante para la buena campaña copera granadinista de 1959.

Volvió el Granada a la sexta plaza de la clasificación, pero la distancia con el segundo seguía siendo de cinco puntos y sólo quedaban por jugarse cinco jornadas, así que no había demasiadas esperanzas de que los nuestros dieran alcance a los puestos de privilegio.


El palizón al Linense versión Maolico Hincha

Victoria del filial, otra vez en la pelea por el ascenso. Eliminación en Copa Aficionados

El Granada B tenía que haber jugado su partido el mismo domingo en el que el primer equipo apalizó al Linense, pero como el miércoles 8 de marzo era fiesta local, en conmemoración del cuarto centenario de la muerte de San Juan de Dios, se trasladó a dicho día su partido de la jornada 24 (de28) frente al colista Calavera de Sevilla. El resultado fue de victoria también por paliza, 5-0 a favor del filial.

Gracias a los resultados negativos de rivales directos en la clasificación, el Granada B volvió a entrar de lleno en la pelea por uno de los dos puestos de liguilla de ascenso y se colocó a sólo un punto del filial malaguista, que seguía de líder. Después de este partido quedaban por jugarse cuatro jornadas, pero en una de ellas, la siguiente, tocaba a los nuestros descansar porque era contra el retirado Olímpica Valverdeña. Unamuno, actuando como defensa derecho, y Fraga, autor de tres de los goles, reforzaron al filial.

Dos días después de vencer al Calavera sevillano, el viernes 10 de marzo, y en vista de que al filial le tocaba descansar en liga, se aprovechó para disputar el partido de devolución de visita en su eliminatoria de Copa de Aficionados, en Algeciras frente al Castañeda. La ida se había disputado en Los Cármenes dos meses antes, en enero, y el resultado fue de empate a un gol. Ahora en tierras algecireñas el Granada B perdió por el resultado de 3-2 y quedó eliminado de la competición sin poder ni siquiera acercarse al gran papel desempeñado en la edición anterior, cuando llegó hasta semifinales. La expedición granadinista, que viajó en tren a Algeciras ya que el autocar lo necesitaba el primer equipo para desplazarse a Cartagena, tenía previsto el domingo llegarse a Córdoba para disputar la ida de la siguiente eliminatoria frente al filial cordobesista, pero no pudo ser y a Granada se volvieron directamente.

 

Derrota bajo el huracán de Cartagena y adiós a toda posibilidad

Tras la aplastante victoria sobre la Balompédica Linense parecía que el Granada se había recuperado, pero la siguiente jornada de liga, la 26, en Cartagena, con la misma alineación de los nueve goles, nuestro equipo volvió a ser derrotado (3-0, los tres en la primera mitad, cuando el fuerte viento era favorable a los locales), como ocurrió en todas las salidas de la segunda vuelta a excepción de la primera de ellas, en Castellón. El Cartagena, vicecolista que salvó la categoría en promoción, con sólo poner entusiasmo y aprovechándose del viento a favor, derrotó a un Granada que a pesar de la derrota dejó buenas impresiones, pero adoleció una vez más de remate, según la crónica de El Noticiero de Cartagena.

En ese periódico cartagenero se publicó al día siguiente una amplia crónica del partido en la que, feliz por el resultado, el plumilla de turno con mucha sorna hace referencia a unos supuestos comentarios cargados de prepotencia del míster Cholín en la previa en el diario Marca; Cholín venía a decir que el Cartagena era equiparable al Arosa, el colista del grupo norte de segunda que acabaría descendiendo, y lo dicho por el entrenador rojiblanco sentó pésimamente mal en la afición cartagenera. Pero el propio Cholín a la terminación del partido negó rotundamente que él hubiera dicho lo que Marca puso en su boca.

La derrota colocó al Granada en el puesto más bajo ocupado durante toda la liga, a excepción de la primera jornada, el octavo, ya casi fuera de toda opción pues quedaban solamente cuatro jornadas y eran ya seis los puntos que nos separaban de la segunda plaza.


 El míster Cholín no pudo sacar más rendimiento del equipo


El Granada B suma y sigue

El domingo siguiente a la derrota en Cartagena, 19 de marzo, significó jornada de descanso para el Granada ya que en esa fecha se disputó la siguiente eliminatoria de copa y nuestro equipo había quedado eliminado en el mes de enero. Por esa razón se organizó un partido de entrenamiento con público en Los Cármenes entre el primer equipo y el B que terminó con el resultado de empate a cinco goles. El parón se prolongó una semana más, ahora para que la selección jugara un amistoso con Portugal.

No se paró la competición para el segundo equipo, ya en la recta final de su liga, y así el último domingo de marzo venció en Los Cármenes a un rival muy cualificado como era el Ronda, al que derrotó de paliza, 6-1, actuando de blanquiazul hasta cuatro titulares del primer equipo: Méndez, Almagro, Luiqui y Cea, más Carbelo, Unamuno y Ros. La victoria sirvió para no perder comba en la clasificación, manteniendo la diferencia respecto del líder, el Malagueño, de sólo un punto.

 

Victoria de trámite ante el Elche

La siguiente jornada tras dos semanas de parón, la 27, trajo a Los Cármenes el 2 de abril al Elche, de la zona baja, y el Granada no tuvo excesivos problemas para anotarse dos nuevos puntos al vencer 3-1. Cholín sustituyó al defensa izquierdo, Rey, que venía realizando actuaciones flojas, y en su lugar colocó al refuerzo de invierno, el que vino como delantero del Jaén, Unamuno (los cronistas locales dicen de él que por más que se empeñe, no es defensa), ése fue el único cambio en el once, y en un partido flojo e insulso, el Granada se impuso sin complicaciones a su rival con dos goles tempraneros que hicieron que el resto sobrara. A estas alturas de la liga los dos contendientes tenían prácticamente nulas posibilidades de mejorar o empeorar su situación en la tabla, ambos por la misma razón, porque los puntos que los separaban de la zona de ascenso o de la de pérdida de la categoría eran lo suficientemente amplios. Por eso mismo, se puede decir que fue un partido de trámite.

Según los cronistas, fue tanto el aburrimiento del personal que hubo mucho más interés entre los hinchas por el resultado del partido de clasificación para el Mundial de Brasil 1950 que simultáneamente se jugaba en el nuevo Chamartín entre España y Portugal, que por lo que podía verse sobre el verde, y el público que casi llenaba Los Cármenes sólo despertaba del sopor ante los goles de la selección, cada vez que la megafonía informaba de un nuevo gol; la selección española ganó su partido 5-1.


Toto, artista del balón


El Granada B otra vez líder al vencer al Triana en Sevilla

Lo mejor para el granadinismo ocurrió en Sevilla, donde el Granada B ganó 0-2 al Triana, filial bético, y ayudado por los tropiezos de rivales directos reconquistó el liderato del grupo en la jornada 27 y penúltima de su calendario. José de Vicente se desplazó hasta el campo del Subcomité sevillano y desde allí manda sendas crónicas (una para La Prensa y otra para Ideal) en las que dice que el filial es ya virtualmente campeón. El delantero Toto, un artista, fue la figura y marcó los dos tantos blanquiazules. Reforzado con Carbelo en la portería, con Rey en la defensa y con Fraga en el ataque, el filial realizó un extraordinario encuentro y se impuso con toda justicia.

Ideal dedica más espacio a la crónica del partido en Sevilla del filial que a la del primer equipo, e informa que a Sevilla se había viajado, además de con la intención de anotarse los dos puntos, también con la de aclarar si en caso de clasificarse el equipo para liguilla, que jugaban los dos primeros, podría aspirar al ascenso o quedaría excluido por el simple hecho de llamarse igual que su equipo nodriza, cosa que, por lo visto y según la legislación vigente por entonces, no estaba permitida a pesar de que las categorías que separaban al A y al B eran dos.

De la sede de la Federación sur se volvió la expedición con buenas palabras, pero la realidad era que la cosa seguía sin estar aclarada. José de Vicente en Ideal dice que los federativos han comunicado al club que haciendo las gestiones necesarias durante la semana que empieza, puede quizá (quizá, luego…) quedar todo reducido a un simple cambio de nombre, volviendo a la denominación de Recreativo de Granada antes de que acabe la competición (sólo quedaba ya un partido). Parecía que todo estaba resuelto, pero ya veremos que no.

Durante la semana la directiva anduvo diligente y mandó un escrito a la Federación Sur solicitando que el filial fuera denominado a partir de ese momento de nuevo como Recreativo de Granada, exponiendo las razones por las cuales no se había hecho antes este trámite. No lo explica la noticia, pero creemos que esas razones no eran otras que las de que hacía sólo dos semanas no existía confianza alguna en que el Granada B consiguiera clasificarse, pero, a falta de una última jornada, en Granada frente al Puerto Real, tenía ya asegurada el filial su clasificación como primero o como segundo.

 

Derrota en el nuevo Chamartín

En la jornada 28 y antepenúltima, el Granada compareció en Madrid para jugar frente al filial merengue, el Plus Ultra, partido que supone que por primera vez en su historia nuestro equipo actuara en el Bernabéu, inaugurado en diciembre de 1947, que todavía no se llamaba así sino que se seguía conociendo como Chamartín, aunque no era el mismo campo ni estaba exactamente en el mismo lugar que el viejo estadio de ese nombre. La liga de primera seguía aplazada desde hacía un mes y ese mismo domingo, 9 de abril de 1950, la selección española devolvía visita a la de Portugal en Lisboa (la Roja empató a dos, 5-1 de la ida, y se clasificó para el Mundial de Brasil).

No fue bueno ese estreno rojiblanco y de Madrid el Granada se trajo una nueva derrota, 2-1. No obstante, los rojiblancos vendieron muy cara la derrota y se lo pusieron muy difícil a los jóvenes madridistas, uno de los mejores equipos del grupo, que estuvo toda la temporada en los puestos altos para acabar la liga en la tercera plaza. Reapareció Barnet una vez cumplida su sanción por ocho encuentros, y Unamuno repitió en la defensa. El público llenó a medias el estadio y se mostró más interesado por lo que se contaba por megafonía acerca del partido de España en Portugal, radiado íntegro, que sobre lo que acontecía sobre el césped.


 El entrenador Manolo Ibáñez, hizo campeón de Preferente al filial


El Granada B campeón de Regional Preferente

Nuevamente la alegría para la hinchada vino de parte del filial, que se impuso 4-0 al Puerto Real en el último partido de su liga de Preferente y de esa manera se proclamó campeón. Carbelo y Rey reforzaron al filial, que recuperó al ariete Requena, ausente más de dos meses por una lesión. Pero el auténtico triunfador fue Toto, autor de tres goles, quien empezó la temporada jugando en el segundo filial, el C, pero sus grandísimas actuaciones y sus muchos goles le valieron una plaza fija en el B. En una tarde soleada y de excelente temperatura acudió poco público porque a la misma hora había toros y se radiaba el Portugal-España.

Todavía no se sabía si el filial iba a poder luchar en liguilla por dar el salto a categoría nacional, pero en cualquier caso hay que alabar su magnífica trayectoria en sus escasos tres años de vida, en los que consiguió un campeonato y un subcampeonato de Andalucía aficionados más una semifinal nacional, además de un ascenso y, lo más importante, promocionar a varios de sus jugadores a la primera plantilla.

 

Despedida de Los Cármenes con un empate sin goles frente al Alcoyano

El Granada se despidió de la temporada en Los Cármenes, jornada 29, con un empate a cero ante el Alcoyano, única vez en toda la liga en que nuestro equipo alcanzó ese resultado. Según las crónicas, fue un partido muy aburrido en el que las defensas se impusieron a los ataques y de ahí que no hubiera goles. De esta manera voló el único positivo que aún le quedaba a los rojiblancos de los cuatro que llegaron a tener.

El Alcoyano era el líder del segundo grupo de segunda y con el empate quedó matemáticamente clasificado para promoción, aunque no tenía aún asegurado ser campeón, cosa que consiguió en la siguiente y última jornada, ascendiendo después a primera en la liguilla que disputaban primero y segundo de cada grupo, sistema vigente esta temporada para decidir los ascensos. Finalmente ascendieron los cuatro clubes al decidirse la ampliación a 16 equipos de la primera división.

Por su parte, en el Granada, que ya nada se jugaba al quedar definitivamente descartado tanto para el ascenso como para el descenso, lo más destacable fue la reaparición de Millán, ausente desde el primer partido de la segunda vuelta. Precisamente Millán, una vez más sumado al ataque como era norma por entonces cuando el resultado no era favorable para los rojiblancos, tuvo en sus botas el gol que en la última jugada del partido hubiera dado la victoria, pero lo impidió con una gran parada el magnífico portero que era Martín, que la temporada siguiente defenderá la meta granadinista. También venía con los alicantinos otro futuro rojiblanco, el defensa Cata, y su entrenador era José Espada, que también dos temporadas después será míster del Granada.


Millán se recuperó de su lesión para los últimos partidos, pero ya poco había que hacer

Derrota en Vallejo para terminar

Se acabó la liga y la temporada oficial para el Granada en el campo de Vallejo, del Levante, de donde salió derrotado 3-2. No hubo vendetta por el 8-1 endosado a los locales en la primera vuelta en Los Cármenes. Total, 9º clasificado, con 30 puntos, sin positivos ni negativos. Ninguno de los dos contendientes se jugaba nada en el choque y éste fue bastante aburrido, con el único aliciente de los goles. La principal novedad en el Granada fue el debut de dos canteranos, el medio y defensa Paquito y el delantero Toto, que marcó uno de los goles rojiblancos. Justo una semana antes se habían alineado en las filas del Granada C, de lo que se llamaba primera categoría local, en la que todos los participantes eran equipos de la provincia. Méndez volvió al centro de la defensa, dando descanso a Millán, que acababa de ser padre.

 

 

CALLEJEANDO

 

Gabriel Morcillo pinta a Franco

            El ya muy ilustre pintor granadino Gabriel Morcillo Raya, en marzo de 1950 se encontraba en Madrid en su condición de director de la Escuela de Artes y Oficios de Granada y como miembro del tribunal que examinaba a los aspirantes a formar parte del profesorado de este tipo de centros. Estando allí fue llamado a El Pardo para hacer un retrato al mismísimo Franco en persona y uniforme de almirante de la mar océana. También le fueron encargados otros de distintas personalidades del régimen, entre ellos Luis Carrero Blanco, por entonces Subsecretario de la Presidencia.

            Varios meses después, ya en verano volvemos a saber de la labor de Morcillo, recién vuelto del Pardo. A estas alturas ya ha conseguido plasmar las partes esenciales del retrato y tiene terminada la cabeza. Lo que falta será completado en Granada, en el estudio del pintor, en su carmen de Plegadero Alto, adonde viajará el lienzo desde Madrid en unión de un uniforme de capitán general con charreteras y la banda de la Laureada de San Fernando (que el propio Franco se autoconcedió). Cuando acabe sus vacaciones el general superlativo, que se encuentra satisfechísimo de la obra de nuestro paisano, comenta la noticia, posará de nuevo en El Pardo para terminar el detalle de las manos, portando en la derecha la bengala como generalísimo de los ejércitos. El propio Gabriel Morcillo, que ha convivido en la intimidad de Franco durante una larga temporada, relata una anécdota: cuando el jefe del Estado da por concluida su jornada, sobre las tres de la tarde, antes de sentarse a la mesa tiene por costumbre consultar el barómetro; un día dijo el Caudillo alegremente «Buen tiempo», pero el meteoro, contumaz, lo contradijo y llovió bastante.


 Morcillo en su estudio con el retrato de Franco

            Un año después, ya en 1951, el cuadro, casi terminado, sigue en Granada en el estudio de Morcillo, al lado de un bodegón, también casi terminado, que el artista piensa regalar a doña Carmen. Marino Antequera en Ideal, una de las pocas personas que han podido verlo, dice que su mayor encanto es la sinceridad. Para Antequera, Morcillo es uno de los grandes retratistas de todos los tiempos y aquí lo demuestra; en su lienzo no está adulando al retratado, a pesar de la alta categoría del modelo, sino que es un sincero retrato hecho por un gran maestro. El pintor, ya totalmente consagrado, vive en el envidiable retiro de su carmen y hace de la modestia su bandera huyendo de los reclamos y las vanidades que a tantos artistas seducen -dice- y, ajeno a las vanguardias, es un artesano de la pintura y vive de los encargos que le van haciendo, cada vez mejor retribuidos.

            Comenta además Marino Antequera que en el estudio del pintor también se ve, listo para viajar a Málaga, uno de los más característicos cuadros del maestro, un lienzo en el que están representados dos príncipes orientales, de aquellos que -dice Antequera- inspirados en los cuentos de Washington Irving y en la música de Borodin y de Rimsky Korsakov, pertenecen a una determinada etapa evolutiva en la obra de Morcillo. En el museo de Málaga lucirá en breve esa obra de Morcillo, uno de los cuadros más representativos de este pintor, una escena de efebos a la moruna y semidesnudos, que pertenece a una etapa en la carrera del artista que algunos han denominado “homoerotismo” (esto último ya no lo dice Marino Antequera), y que desarrolló en los años de la República, dentro de la corriente designada como orientalista o alhambrista. Sustituirá ese lienzo a otro, también de Morcillo, que allí estaba, en Málaga, uno de sus más aclamados retratos, el de Carulla, aquel vate ripioso que vivía en la plaza de los Lobos y que escribió la Biblia en Verso (aunque no pasó del Éxodo); el retrato de Carulla fue descolgado del lugar que ocupaba en el museo de Málaga y trasladado a Granada hace meses para su museo de Bellas Artes, pero ahí sigue, arrumbado y dentro de su embalaje porque esa pinacoteca granadina sigue siendo por el momento una entelequia. Hasta 1958 no podrá ser desembalado ese cuadro de Morcillo junto con otros muchos, que serán colgados y expuestos en el Palacio de Carlos V, donde permanece.

Aparte de gran pintor, Gabriel Morcillo, uno de los Cien Granadinos del siglo XX para Ideal, fue el tercer presidente de la historia de nuestro equipo, tras Julio López y Enrique Carmona Ros. El 19 de julio de 1932, en una importantísima asamblea para la historia del club, sustituyó a Carmona y junto a Morcillo entró en la directiva del, por entonces Recreativo Granada, Ricardo Martín Campos, que después también será presidente y conducirá al equipo a primera división. La nueva directiva de 1932 le dio la vuelta al club y de alegre reunión familiar lo convirtió en una entidad en permanente crecimiento y dispuesta a llegar pronto a lo más alto, y así uno de sus primeros propósitos fue construir un nuevo campo, digno de Granada. Durante el mandato de Morcillo, en noviembre de 1933, se firmaron las escrituras de compra de los terrenos donde un año después, diciembre de 1934, se estrenaba Los Cármenes, aunque para entonces ya había dimitido de la presidencia y había sido sustituido por su vicepresidente Matías Fernández-Fígares. De sus años al frente del club es también el primer fichaje bomba de la historia granadinista, el ex internacional Manolo Valderrama, así como el ascenso a categoría nacional, tercera división.


José María Carulla pintado por Gabriel Morcillo


Conciertos bancarios

             A finales de marzo de 1950, un pintoresco incidente ocurrido en Granada es ampliamente tratado por periódicos de otras provincias e incluso del extranjero. En tono jocoso, informan los diarios que en Granada, calle Reyes Católicos 48 bajo (en un edificio que en la actualidad no existe, justo al lado de donde estaba Correos), hay una oficina del Banco de Bilbao cuyos empleados tienen una guerra declarada al propietario del inmueble donde se ubica la sucursal. Resulta que ese propietario vive en la misma casa, primera planta, y sus ventanas interiores dan al patio de operaciones de la oficina bancaria, y desde que ésta se abre al público comienza la gramola del vecino del primero a tocar diana reiteradamente, y después continúa el concierto de música estridente y poco variada que les impide concentrarse en su tarea, por lo que los descuadres son infinitos a la hora del cierre. Los trompetazos y los tamborazos los traen a mal vivir y los bancarios, de patio a ventana, han increpado de viva voz al melómano y hasta han recurrido a avisar a la pareja de guindillas sin que nada haya dado resultado, y ahí siguen con su permanente dolor de cabeza. La cosa ha llegado hasta el gobernador civil de la provincia.

            Los probos empleados están muy hartos. Dicen que, si para brevemente la música a toda pastilla, son las fámulas de la casa las que se encargan a voz en grito de continuar el recital con aquello de la Bien Pagá y otras coplillas. Y cuando las criadas dan una tregua en su desafinados desgañitamientos, nunca falta el potente ladrido de un perro, aunque tampoco son escasas las ocasiones en que las tres cosas se dan revueltas. Y continúan los bancarios desgranando sus pesares y dicen que ese señor, el dueño de la casa, lejos de buscar la paz, en una ocasión contrató a diez músicos ambulantes que se encontró por la calle, cada uno con su correspondiente instrumento de metal, y aquello ya fue la repanocha.


Los empleados de la sucursal granadina del Banco de Bilbao en guerra contra el dueño del inmueble

            Según los sufridos trabajadores, todo obedece al hecho de que el banco estuvo en conversaciones con ese señor para adquirir el inmueble, pero no hubo acuerdo económico y ahora el dueño quiere desalojar los bajos y por eso organiza la que organiza.

            Ideal pregunta acerca de la cuestión al propietario de Reyes Católicos 48, Francisco López Luque se llama, y éste explica que es su propósito fomentar la afición musical en Granada y para ello quiere formar una orquesta de cámara que dé conciertos con regularidad y pueda actuar también en otras ciudades, para lo cual hace unos quince días que ha establecido en su vivienda una academia para la enseñanza de música, a la que va a bautizar con el nombre de Falla. Y añade que ha presentado querella por los graves insultos que desde el patio de operaciones se le dedicaron, y que las conversaciones para la venta del inmueble quedaron interrumpidas hace más de tres años porque él no quiere vender.

            La réplica de los bancarios no tardó en llegar. Según ellos, difícilmente puede darse credibilidad a lo de organizar una orquesta clásica de cámara ya que las melodías que, no una sino diez, quince, veinte veces seguidas, pueden oírse, son tales que La Raspa, Los Voluntarios, La Vaca Lechera, y otras del estilo.

            Periódicos nacionales como Hoja del Lunes de Madrid, El Alcázar o Solidaridad Nacional, de Barcelona, se ocuparon de la trifulca en un tono humorístico y con la ocurrencia de López Luque sonrió media España durante una semana más o menos. En algún periódico se informó del hecho diciendo que lo de los conciertos había tenido lugar «en la tierra donde con tanto salero se resuelven las cosas», aunque lo de salero no sabemos si lo dice con retintín porque desde luego la salida de López Luque ocurre a escasos cien metros del que según Ladrón de Guevara es el kilómetro 0 de esa cosa negativa que dicen que abunda en Graná. Poco tiempo después la cuestión quedó olvidada y seguramente solucionada puesto que ya no se volvió a hablar más del asunto.

            El último capítulo de la singular historia se escribió en junio de 1952, dos años después del incidente, en una caroca del Corpus cuya quintilla decía: «¡Vaya cosa con salero!, / a mi prima doña Petra, / que necesita dinero, / el Banco paga la letra / y la música el casero». Obsérvese que ha transcurrido ya bastante tiempo, pero es que no hubo carocas en feria desde antes de la Guerra Civil y durante todo el mandato de Gallego Burín, a quien por lo visto no gustaba nada esta tradición chistosa de nuestras fiestas mayores. A partir de ese año, 1952, ya con Ossorio Morales en el sillón de la Plaza del Carmen, volverán puntualmente cada Corpus las caricaturas y las quintillas jocosas a Bib-Rambla.


Chiste publicado en El Alcázar sobre la guerra musical de Granada. A la derecha, aspecto exterior de la casa 48 de la calle Reyes Católicos, pared con pared de la casa de Correos


Ilustres visitas de primavera

            Granada, que ya rozaba los 175.000 habitantes, en la primavera de 1950 recibió la visita de distintas personalidades además de decenas de miles de viajeros, casi todos venidos sólo para ver nuestros monumentos. Los hoteles estuvieron a rebosar de turistas de calzón corto de todas las nacionalidades.

Por cierto que contra las pilosidades al aire de los guiris es frecuente leer en los diarios diatribas de condena y escándalo, algunas con buena pluma y con una sorna que uno diría que podría inscribirse por derecho propio en una antología de esa cosa tan genuinamente granadina, de la malafollá, ¡vamos!, como “Z” en Ideal. El “tarzanismo” no es español, dicen indignados los guardianes de una moral puritana que nada tiene que ver con la que es propia de la gente de la calle, aun en pleno nacionalcatolicismo. Mientras, el gobernador Fernández-Victorio, ha dictado un bando, fijado en los hoteles para que lo lean los visitantes en su idioma, en el que se prohíbe el descoco de los foráneos, que no podrán pasear por la ciudad en calzones cortos ni las mujeres en “pantalones masculinos”, prohibiciones que nos consta nunca fueron plenamente observadas. Al mismo tiempo la máxima autoridad provincial mediante otro bando, ha mandado retirar de las calles y poner a disposición del Tribunal de Vagos y Maleantes a los muchísimos pordioseros y pedigüeños que pululan por toda Graná, sobre todo por los alrededores de los monumentos y los hoteles.

A primeros de abril llegaba un ilustre visitante, el último y breve rey que tuvo Italia, Humberto II de Saboya (Re di Maggio), errante por la Europa de finales de los cuarenta. Venía de riguroso incógnito, dice Ideal, y el motivo de su visita era presenciar las procesiones granadinas de Semana Santa, cosa que hizo en compañía de su hija, la princesa María Pía Sarre, y de la señorita Paladichino, se lee en la prensa. Estuvo sólo el Domingo de Ramos y continuó viaje a Sevilla con el mismo fin de ver los desfiles de allí.

 Una semana más tarde vino el novelista, poeta y dramaturgo británico Cecil Roberts, acompañado de su esposa. En su tiempo fue un aclamado escritor, pero en la actualidad está más bien olvidado. No debió dejarse ver demasiado y tampoco era alguien conocido en España, por eso los periódicos sólo informaron de su llegada.

Mucho más popular fue la visita en las mismas fechas de Carmen Sevilla en plena y rozagante juventud, por entonces ennoviada con el torero mejicano Carlos Arruza. El rodaje de los exteriores de su película “Cuentos de la Alhambra”, basada en dos de esos cuentos de Washington Irving, era lo que la había traído hasta aquí. El director de la película, Florián Rey, fue entrevistado para Ideal aprovechando la suspensión temporal del rodaje por causa de la lluvia, y manifestó que de su filmografía, la película de la que más orgulloso se sentía era “La Aldea Perdida”. Se trata de un error de transcripción ya que el nombre correcto es “La Aldea Maldita”. Con argumento y dirección de Florián Rey, existe una primera versión de La Aldea Maldita, muda, estrenada en 1930, un melodrama rural con cierta carga de denuncia social, para muchos la obra maestra del cine español mudo; y en 1942, también con guion y dirección de Florián Rey se estrenó con el mismo título una segunda versión, un remake, ahora ya sonora, pero, según las muchas webs de cinematografía, la censura desfiguró bastante la historia y quitó hierro a cualquier planteamiento de denuncia, dando como resultado un film que, aunque le falta la fuerza de la primera versión, sigue ocupando un lugar destacado entre las buenas producciones hispanas del séptimo arte. Algún premio internacional obtuvo.  

Una semana más tarde un futuro premio Nobel de Medicina (en 1952) vino a Granada, el doctor Waksman, descubridor de la estreptomicina, el segundo antibiótico tras la penicilina. Llegó en el coche oficial del gobernador civil de Sevilla, de donde provenía, acompañado del también doctor Florencio Bustinza y de sus respectivas esposas. En el Alhambra Palace lo esperaban el alcalde y el rector, más un grupo de profesores universitarios. Visitó la Alhambra y el Generalife y al día siguiente la Real Academia de Medicina, del distrito de Granada, lo nombró académico de honor después de que el sabio pronunciara una conferencia -en francés- en el aula magna de la Facultad de Medicina, a la que asistieron las primeras autoridades provinciales, bajo el lema «La investigación orientada al descubrimiento de nuevos agentes antibióticos». Al día siguiente hizo una excursión a la Silla del Moro y el Llano de la Perdiz, y por la noche fue homenajeado por la Universidad con una cena en la Escuela de Estudios Árabes de la Cuesta del Chapiz, rematada con la asistencia a una zambra del Sacromonte. Otro día más estuvo Waksman, en el que su acompañante, doctor Bustinza, pronunció asimismo una conferencia en Medicina, y después partieron todos camino de Madrid.

El rodaje de otra película, “Debla”, dice Ideal, fue el que trajo a Granada a Alfredo Mayo, en la primera semana del mes de su apellido, en unión del director del film Ramón Torrado y también Paquita Rico y Lina Yegros, protagonistas femeninas. Harka, Raza, A mí la Legión, sus tres películas preferidas, según dijo a Ideal el propio Alfredo Mayo, lo consagraron como el héroe por excelencia de lo que algún crítico calificó como el cine fascista español, característico de la primera posguerra. Como todos los famosos que pisaban nuestra tierra, se quejó del agobio padecido por los miles de pedigüeños de autógrafos que tuvo que esquivar, y también dijo que Granada le encantaba y que ahora, en los veinte días que iba a durar el rodaje, aprovecharía para conocerla a fondo. Ramón Torrado, sin embargo, era la primera vez que nos visitaba, pero dice que no sabe qué admirar más, si la Alhambra o la propia ciudad. Anteriores películas suyas, como Campeones (con Zamora, Quincoces y Gorostiza, entre otros) o Botón de Ancla, era lo que más sonaba a los paisanos. Pero la que aquí rodaba, que se estrenó ya en 1951 con el título Debla, la Virgen Gitana, seguro que no está entre sus mejores producciones (ni siquiera aparece en su filmografía en Wikipedia). Es más destacable esa película por razones técnicas que artísticas ya que se trata de una de las primeras películas españolas en color, por el sistema autóctono y casi artesanal que se llamó “cinefotocolor”, por lo demás, es un claro exponente de lo que abundaba por entonces en la cinematografía hispana, un melodrama musical folclórico a base de gitanos cantarines y danzarines quenosepuéaguantar.

A primeros de junio, comenzando las fiestas del Corpus, fue Carmen Polo quien se dejó ver en Granada. Sin su marido, pero acompañada de los marqueses de Huétor-Santillán, fue huésped de honor de Granada durante unos días que dedicó a una salve en la Virgen de las Angustias y un sarao en la Real Sociedad de Tenis, en su primera jornada. En su segundo día de estancia granadina, aun siendo quien era, no pudo salir en la procesión del Corpus porque por aquellos años, sorprendentemente no se admitían mujeres en ese desfile, ni siquiera si eran religiosas, así que tuvo que ver el cortejo desde un balcón en Reyes Católicos de la casa del Banco Español de Crédito, acompañada del alcalde y del capitán general; por la tarde estuvo en los toros, y por la noche en el Palacio de Carlos V para asistir al espectáculo de bailes españoles de Marifé Torres. En su tercera jornada se dio un garbeo por las tiendas de antigüedades y continuó con una visita a un taller de máquinas de coser para productoras y un comedor subvencionado, de la Sección Femenina, y más toros por la tarde, para terminar con una cena de gala en el Ayuntamiento y una zambra. En su cuarto día visitó las escuelas del Ave María de la Cuesta del Chapiz, también el asilo de la Divina Infantita en la Cuesta de Santa Inés, más la Catedral y la Capilla Real. Y después de almorzar volvió a Madrid.

Otros ilustres estuvieron también en estas fechas en Granada, como José María Pemán, aunque éste solía venir bastante para visitar a una hija suya, monja en un convento de clausura granadino.

Antes que todos, no en primavera ni de turismo, a finales de febrero, Pilar Primo de Rivera, eterna mandamás de la Sección Femenina de Falange, se dio una vuelta para inspeccionar el funcionamiento de la delegación granadina. Venía de Almería por la costa y hasta el Suspiro del Moro se acercó el gobernador civil a recibirla, y después, en su alojamiento del Parador de San Francisco, fue cumplimentada por el alcalde entre otras autoridades locales. Cinco o seis días permaneció en nuestra tierra y una de sus jornadas la dedicó a la entrega personal de cuatrocientos lotes de ropa de abrigo a los pobres, dentro de lo que se denominaba Campaña de Invierno, una campaña de caridad organizada por Acción Católica y con la participación de Auxilio Social en la que, mediante suscripción pública, se costeaba la entrega a los sin recursos de ropas de abrigo o el desempeño de las suyas propias, además de comedores sociales y más cosas.

¿Justicia social o caridad? El azul mahón obrerista de la Falange de primera hora hacía ya muchos años que había desteñido, y la ausencia de justicia social la suplían los de los 27 puntos con el celeste angelical de las damas de buena sociedad que practicaban la caridad. Aquello que proclamaban los puntos 9 al 16 del beligerante programa fundacional de Falange hacía mucho tiempo que los gerifaltes de boinilla roja lo habían olvidado a cambio del plato de lentejas que suponían las migajas de poder que caían de la mesa del dictador.

En el parador recibió Pilar Primo la visita para saludarla del por entonces director general de Turismo, Luis Antonio Bolín, también allí alojado, el mismo que alquiló el Dragon Rapide en el que viajó Franco desde Canarias hasta Tetuán para encabezar el golpe de estado contra la República. A su vez fue Bolín cumplimentado por las autoridades locales y manifestó a la prensa que venía de paso para Madrid después de haber estado en USA promocionando el turismo español.


 Ilustres visitantes recibió Granada en la primavera de 1950

lunes, 16 de mayo de 2022

LAS BAJAS CONDICIONAN LA MARCHA

 

En Los Cármenes se han sembrado ajos para acabar con la mala suerte

 

Empate casero del filial en Copa Aficionados

El día de Reyes de 1950, viernes y fiesta nacional, fue aprovechado por el filial Granada B para disputar el partido de ida de la primera de las eliminatorias de Copa de Aficionados, ya de la fase regional. Su rival fue el Castañeda de Algeciras, con el que en Los Cármenes empató a un gol.

El filial no pudo utilizar a sus más valiosos integrantes porque, como es lógico, en este campeonato todos los alineados tenían que ser forzosamente amateurs, así en la alineación blanquiazul figuraron varios integrantes del segundo filial, el Granada C, destacando la presencia del ex del primer equipo Carmona III (Antonio Carmona), que ya era bastante veterano, pero aún seguía pateando balones.

 

Dos positivos en El Sequiol

La jornada 17, segunda de la segunda vuelta, el Granada recuperó los dos positivos que se llevó el Córdoba derrotando al vicecolista Castellón en su estadio por el resultado de 0-2. Las muchas ausencias por lesión obligaron a improvisar un once en el que el puesto de defensa central lo ocupó el jugador del filial Méndez, que fue uno de los destacados y a partir de este partido se convirtió en titular indiscutible hasta el final de la liga; la baja de Sosa fue cubierta por el que normalmente venía jugando de interior o delantero centro Luiqui, y en el lateral derecho jugó Barnet. Por su parte, el ariete Morales volvió a la titularidad una vez repuesto. El recién fichado Unamuno volvió a marcar, que era para lo que se le fichó; lo malo es que ya no volverá a hacer más goles en todo lo que quedaba de liga.

En el Sequiol los rojiblancos fueron muy superiores a un rival que acabaría descendiendo como colista y no tuvieron grandes dificultades para traerse los dos puntos, pero esa victoria no les devolvió al liderato, aunque sí sirvió para reducir la distancia respecto del segundo clasificado, ahora ya a tiro de piedra de un punto.

La víspera, algunos directivos y aficionados fueron a Los Cármenes y plantaron una cabeza de ajos con objeto de acabar con la mala suerte que, decían, venía persiguiendo al equipo en los últimos partidos; quizá con esta medida se alejaron los duendes malignos y se pudo ganar en Castellón, no nos atreveríamos a negarlo.

A la misma hora del domingo 8 de enero de 1950 tenía el filial que haber disputado su primer encuentro de la segunda vuelta, ante el Peñarroya en Los Cármenes, pero los cordobeses no comparecieron alegando falta de medios económicos para sufragar el desplazamiento. La directiva granadinista les había ofrecido 3.000 pesetas para ese fin, pero fue rechazado el ofrecimiento por insuficiente y a la hora de disputarse el choque hubo incomparecencia, extremo puesto en conocimiento de la Federación Sur por el club.


Recorte del diario Línea de Murcia y de la revista Vida Deportiva sobre el Murcia-Granada
Recorte de Hoja del Lunes de Murcia sobre la derrota del Granada en La Condomina

Las bajas por lesión pesan mucho y traen una derrota en Murcia

Continuó la liga de segunda con la disputa de la jornada 18 que, para el Granada, supuso un nuevo desplazamiento a la zona levantina, a Murcia. En La Condomina fue el Granada derrotado 2-0, cayendo a la cuarta plaza, a tres puntos del líder, ahora el Murcia precisamente, y a dos del segundo clasificado, el Mestalla, equipo que por ser filial de un primera en principio no podía acceder a la promoción, así que nada estaba perdido porque el tercero, el Plus Ultra, un punto por encima en la tercera plaza, también era filial (del R. Madrid) y estaba en el mismo caso que los valencianos. Por detrás, a un punto, venía el Alcoyano.

Para Hoja del Lunes de Murcia, el Granada se mostró como un equipo débil en el que pesó demasiado la ausencia de varios titulares. Por su parte, el diario murciano Línea dice: «Con la justa victoria sobre el Granada por el satisfactorio margen de dos goles, gitanas, gitanos, brujos y brujas, habránse puesto crespones negros mientras las cabezas de ajo sembradas en la esponjosa tierra del campo de los Cármenes curan el “reúma” al ray grass y al trébol…», y continúa con una auténtica retahíla sobre aquelarres, maleficios y otras hierbas en un lenguaje plagado de lugares comunes y ya por entonces del todo desusado, no ya para hablar de fútbol, sino de cualquier cosa. Termina la crónica del diario murciano alabando el descubrimiento de Méndez, de quien dice que puede hacer olvidar al lesionado Millán.

Las muchas lesiones siguieron lastrando al conjunto rojiblanco, y a ellas vino a sumarse una nueva, la de Mas, lo que obligó a debutar esta temporada en el primer equipo al canterano Díaz Cara, recién salido de una lesión, que no estuvo afortunado y ya no volvió a contar para Cholín. El mejor granadinista, según todas las crónicas, fue nuevamente Méndez, consolidándose cada vez como muy digno sucesor de Millán. Por los locales destacó el ex granadinista Sierra, auténtico motor de los murcianos, que acabarán la liga como segundos clasificados, por detrás del Alcoyano, y ascenderán a primera.


El Granada B cae en El Puerto de Santa María

Por su parte el Granada B también salió derrotado de su visita al Puerto de Santa María, 4-1. La crónica de que disponemos dice que el de los del filial resultó un viaje accidentado. El autobús de los desplazamientos lo utilizó esta semana el primer equipo para viajar a Murcia, así que los del Granada B, doce jugadores más el míster Manolo Ibáñez, y el masajista Julio, se desplazaron en dos taxis que sufrieron más de una avería por el camino, de manera que los blanquiazules comparecieron en el Puerto de Santa María después de lo previsto, obligando a retrasar la hora de comienzo; consecuencia directa de esta contrariedad fue el cansancio de los del filial, que sólo aguantaron la primera mitad, a cuyo fin llegaron dominando en el marcador 0-1, pero en la segunda parte se derrumbaron por completo encajando cuatro goles. Además, esa misma crónica dice que, al parecer, el árbitro de la contienda fue agredido en su vestuario durante el descanso por un grupo de hinchas locales y eso hizo que en la segunda mitad saliera amedrentado y no quisiera ver todo lo censurable que ocurrió sobre el terreno.

 

Tropiezo del filial ante el Peñarroya

Aprovechando que la tarde del día 20 de enero, como venía siendo tradicional, cerraba el comercio para festejar a su patrón San Sebastián, se fijó ese día para que se disputara el partido que había quedado pendiente de la jornada 15 entre el Recreativo y el Peñarroya, al que la Federación no sancionó en modo alguno por su incomparecencia.

El mismo día Ideal publica una entrevista al entrenador del Granada B, Manolo Ibáñez, en la que expone su visión del equipo y considera muy probable que éste pueda ascender a tercera, para lo que debe quedar primero o segundo ya que esos dos puestos dan derecho a la disputa de una liguilla con los dos últimos clasificados del grupo andaluz de la tercera categoría. También en esa entrevista da Ibáñez la primicia de que el Granada B tiene su propio himno, recién compuesta su partitura por el aficionado Luis del Barco Cirre, con letra del propio Manolo Ibáñez.

Para ser viernes, aunque festivo, Los Cármenes registró una buena entrada, pero el Granada B, a pesar de jugar reforzado por los jugadores del primer equipo Carbelo, Fraga y Díaz Cara, ofreció un pésimo encuentro y no fue capaz de marcarle un solo gol al Peñarroya, acabando el partido como empezó, con empate sin goles que dejó la cuenta positiva del filial en +6. Lo peor de todo fue la lesión del delantero centro Requena, quien sufrió fractura de su brazo derecho que le obligará a estar de baja tres meses.

     

Recorte de Ideal sobre el Granada-Hércules


Tropezón ante el Hércules y bajada a la quinta posición

La siguiente jornada de segunda, ya la 19, traía al Hércules a Los Cármenes, equipo que seguía entrenando por tercera temporada consecutiva el ex granadinista Gaspar Rubio y que había partido en esta liga como favorito pero que a estas alturas estaba cercano al descenso. A lo largo de la temporada y ante los malos resultados había renovado el Hércules todo el equipo, dando entrada a jugadores jóvenes. También la directiva había sufrido cambios, en la que figuraba el periodista granadino que perteneció a Patria y que se dedicó a la información deportiva en el año del debut rojiblanco en primera, José Cirre Jiménez, trasladado a Alicante donde se había afincado y era el director del diario Información.

Pero a pesar de la mala clasificación de los alicantinos, en Los Cármenes el Hércules ganó 0-2 y dejó los positivos rojiblancos nuevamente en sólo +1. El protagonista principal del choque fue el árbitro Santos López, otro de la nueva ola de trencillas y debutante esta temporada en la categoría. El del pito merece largos párrafos de la prensa local, que se pone de acuerdo en su pésima labor y en que ésta pudo desembocar en un altercado de orden público. Cuatro jugadores, dos por bando, se fueron a la ducha antes de tiempo, Almagro y Barnet por el Granada, al ser expulsados; precisamente el defensa rojiblanco Barnet fue protagonista pasivo de algo del todo insólito, nunca visto sobre el césped de un estadio, al menos en un partido de segunda, y ocurrió porque el trencilla recriminó al granadinista, no cuando su expulsión sino en otra jugada anterior, una entrada fuerte sobre un contrario ¡cogiéndolo por el cuello de su camiseta y zarandeándolo! (lo que produjo al defensa rojiblanco algunos arañazos en el pecho), según cuenta Seudónimo en La Prensa. 

El Granada a raíz de este partido fue multado por el comité de competición por arrojar almohadillas el público al terreno y, como reincidente, se prohibió el alquiler de las mismas en Los Cármenes durante tres meses. Pero lo peor fue la sanción de un mes a Almagro y de dos a Barnet. A pesar de la funesta actuación del de negro, también coinciden los plumillas granadinos en que el Granada jugó muy mal, con la única excepción de Méndez, y la derrota fue totalmente justa porque el Hércules estuvo bastante mejor.

Entre que el tono general de los rojiblancos fue bastante bajo, el peor de la temporada hasta el momento, y que Candi andaba también en baja forma y lo señalan como responsable de ambos goles, la derrota hizo perder al Granada otro puesto más en la tabla, bajando ahora a la quinta plaza, aunque seguía sin estar todo perdido porque sólo tres puntos lo separaban del segundo y en medio seguían estando los dos filiales Mestalla y Plus Ultra.

Las muchas bajas por lesión, sanción o enfermedad habían acabado con la que fue mejor virtud del Granada durante toda la primera vuelta, el bloque, a pesar de que para este partido se pudo recuperar a Megino, muy lejos todavía de volver a ser el rápido extremo de principios de temporada.

La anécdota del partido la proporciona el extracto de una carta dirigida a Ideal y firmada por José Antelo, propietario de la empresa de publicidad Publisol. Resulta que en el transcurso del partido Granada-Hércules, algunos energúmenos la emprendieron a golpes contra unos altavoces de esa empresa recientemente instalados en Los Cármenes, destrozándolos y sustrayendo algunos materiales de los que estaban compuestos; la razón del acto de vandalismo era que, según los cafres, ¡traían mala suerte al equipo desde que fueron incorporados! Cosas del fútbol y sus ciegas pasiones. También uno recuerda que cuando en la temporada 72-73 un moderno marcador luminoso, patrocinado por la firma de electrodomésticos Aspes, sustituyó al que existía desde casi veinte años atrás, gran parte de los hinchas rojiblancos de por entonces decían que era gafe el nuevo marcador, aunque no hubo ningún tipo de acción violenta contra el mismo (quizá por encontrarse fuera del alcance de los que así opinaban al situarse a considerable altura, todo hay que decirlo).


Maolico vio así en Ideal la actuación del árbitro del Granada-Hércules


Derrota del Granada B en Antequera y retirada de la Olímpica Valverdeña

No acabaron las desgracias en esta jornada para los granadinistas porque el Granada B también fue derrotado en su partido de este domingo, jornada 17, 2-0 en Antequera, y quedó relegado nuevamente a la tercera posición, pero ahora ya a seis puntos de segundo y primero, Morón y At. Malagueño.

Por otra parte, el equipo de la Olímpica Valverdeña, que sólo había ganado dos partidos y marchaba vicecolista y ya había incurrido en dos incomparecencias, decidió en esta fecha retirarse de la competición por motivos económicos, dejando la preferente andaluza compuesta por sólo 14 equipos. En consecuencia, quedaron anulados los resultados de todos los partidos jugados por el equipo onubense (en Los Cármenes fue derrotado 7-0 en la jornada 11), descontando en la clasificación los puntos obtenidos frente al retirado. El más perjudicado fue el filial malaguista, único que había jugado en dos ocasiones contra el Valverdeña, ganando ambos partidos.

 

Paliza en Salamanca

Las muy numerosas bajas por lesión, sobre todo las de titulares imprescindibles como Millán y Sosa, no cabe duda de que lastraron la marcha del Granada en la segunda vuelta de la liga por disponer de una plantilla muy corta. Encima las expulsiones y sanciones de otros dos titulares como Almagro (fue castigado con cuatro partidos sin jugar) y Barnet (le cayeron ocho) dejaron aún más en cuadro al equipo en vísperas de viajar a Salamanca para la disputa de la jornada 20. Y no acababan ahí las cosas porque para más inri, era evidente la baja forma de algunos jugadores también habituales en el once rojiblanco, como Candi. Precisamente este jugador, cercano a cumplir la segunda de las temporadas que tenía firmadas con el club, decidió entrar en conversaciones de cara a renovar su compromiso, pero pronto quedaron aparcadas éstas puesto que el portero se descolgó pidiendo por su renovación la muy astronómica cifra para la época de 200.000 pesetas.

En Salamanca el Granada, una vez más, se vio obligado a improvisar su once titular, dando entrada a Montilla y Sueza del filial, y con el cambio en la portería de Candi por Carbelo. Encima también tuvo que perderse el partido el delantero Morales, aunque se recuperó a Toñín una vez cumplida su sanción por cuatro encuentros desde el partido de copa, y a Mas, sin acabar éste de estar repuesto. Las ausencias pesaron bastante más de la cuenta y los sustitutos no estuvieron a la altura, y encima el recuperado Megino quedó inutilizado al cuarto de hora de partido. En consecuencia, en el campo salmantino de El Calvario, el Granada fue ampliamente goleado 5-0 en un pésimo partido de los rojiblancos. Una nueva derrota, la tercera consecutiva, que trajo la pérdida de otro puesto en la clasificación, pasando ya a la sexta plaza a cinco puntos del líder Murcia, pero todavía sin descolgarse definitivamente del segundo puesto, que ocupaba el Plus Ultra, tres puntos por encima.

A primeros de febrero de 1950 la Federación Sur decidió conceder la medalla al Mérito deportivo al añorado Millán, cuya baja por lesión venía pesando muchísimo en el equipo. Por parte del club se le estaba preparando un partido de homenaje.


Sueza y Montilla, dos canteranos más para el primer equipo


Dos amplias victorias del Granada B para seguir arriba

Simultáneamente y en Los Cármenes, el Granada B derrotó al Hércules Gaditano por 4-2. La alineación de circunstancias del primer equipo en Salamanca obligó al filial también a improvisar un once ante la falta de varios de sus titulares, pero esto no fue un obstáculo insalvable. Los blanquiazules pasaron a ocupar la quinta posición de la tabla, a cuatro puntos del líder. Destacó Toto, que marcó tres de los goles del filial.

El miércoles 1 de febrero, San Cecilio, fiesta local, aprovechó el Granada B para disputar el siguiente partido de su calendario, el que en la jornada 19 le enfrentaba en Los Cármenes al Écija, equipo de la zona media de la tabla. Como el partido se jugó entre semana pudo recuperar el filial a varios de sus principales hombres, recién regresados de Salamanca de actuar con el primer equipo: Méndez, Montilla, Sueza y Cea; el último no jugó en Salamanca pero viajó con el equipo. El Granada B se vio reforzado con la participación del delantero de la primera plantilla Unamuno, que marcó dos de los goles blanquiazules. Ganó el Granada B de paliza, 5-1, lo que le sirvió para no despegarse de los puestos de cabeza.

Como aperitivo a este segundo partido, al que acudieron varios miles de espectadores, se disputó el encuentro Granada “C”-Numancia, de la llamada primera categoría local. También en este caso los puntos se quedaron en casa al vencer el segundo filial 3-2. Los del C también pudieron beneficiarse de la jornada entre semana y disponer de varios de sus mejores elementos, requeridos en el partido anterior del B: Toto, Ríos, López y Esturla. Este segundo filial marchaba en esos momentos en mitad de la tabla de su categoría.

 

Dos puntos ante el Mallorca y derrota del filial en La Rosaleda

El 6 de febrero de 1950 se disputó la jornada 21 del grupo sur de segunda. El Granada derrotó en Los Cármenes 2-0 al Mallorca sin que los dos puntos sirvieran para recuperar puestos en la clasificación, y así nuestro equipo continuó en el sexto puesto. Los mallorquines, de la parte baja de la tabla, opusieron gran resistencia y al Granada le costó un trabajo extra deshacerse de su rival en otro mal partido de los rojiblancos, según las crónicas, sin trabazón entre sus líneas y sin ideas. Esas mismas crónicas insisten en que el equipo está muy mal y puede ser derrotado por cualquiera, como estuvo a punto de suceder, y en que la única solución es que vuelvan pronto todos los titulares.

Faltando un cuarto de hora, en el marcador lucía el empate inicial, pero en dos acciones individuales de Ros y Mas, este último casi sobre el pitido final, llegaron los dos goles, en los que tampoco faltó la cooperación del portero visitante. Volvió Candi a defender la portería ante la mala actuación de Carbelo en Salamanca, y también se pudo recuperar a Morales. Curiosamente el recién incorporado Unamuno, fichado para la delantera, acabó jugando de defensa lateral derecho al reajustar en la segunda parte Cholín las posiciones de los rojiblancos, que se mostraban inoperantes ante el gol.

Frente a partidos anteriores en los que los periodistas locales ponían el acento en los pésimos arbitrajes de esta temporada, al estar prácticamente todos en manos de colegiados debutantes, en esta ocasión el árbitro del partido, Delgado Luque, también nuevo en el oficio, merece todo tipo de elogios de los cronistas, que señalan que fue aplaudido por el público al retirarse a vestuarios en el descanso y al finalizar el partido.

            Mientras tanto en Málaga el Granada B se enfrentaba al líder, el Atlético Malagueño, en La Rosaleda, en día del club y con lleno. Era la oportunidad de darle caza o acercarse, pero el filial fue derrotado por su oponente merced a un solitario gol. Nuevamente hubo de recurrir el Granada B a varios del C para poder completar un once, aunque recuperó a Díaz Cara. El Granada B realizó un buen partido, pero no tuvo remate.


Escenas del Granada-Mallorca en Ideal


Derrota rojiblanca en Mestalla y empate casero del filial

            Previa parada en Alicante para pernoctar, el Granada compareció el sábado 11 de febrero en Valencia para por la tarde disputar su partido de la jornada 22 que le enfrentaba en el campo de Mestalla al filial valencianista del mismo nombre.

El Granada careció de rematadores y sufrió una nueva derrota, 3-1. Sobre un terreno excesivamente duro y casi por completo desprovisto de césped, el equipo rojiblanco tuvo fases de claro dominio, pero apenas inquietó la portería de los locales, que toda la liga estuvieron ocupando posiciones altas de la tabla. Como en anteriores derrotas, ésta supuso la pérdida de otro puesto en la clasificación, dejando a los nuestros los séptimos, ya a cuatro puntos del segundo, con lo que prácticamente se dijo adiós en este momento a cualquier posibilidad de ascenso pues ya quedaban solamente ocho jornadas por disputar.

            No le fue mucho mejor al filial en Los Cármenes en su partido de la jornada 21, y sólo fue capaz de cosechar un empate a un gol frente al Utrera. José de Vicente en La Prensa dice que el Granada B, desprovisto de sus mejores hombres, es un conjunto sin alma, juego ni compenetración y, lo mismo que los mayores, poco tiene ya que hacer para acceder a uno de los dos primeros puestos que son los que dan derecho a disputar liguilla de ascenso. El cronista carga las tintas contra el interior Sueza, al que acusa de apático, siendo como es un jugador que atesora técnica, y apunta que sería conveniente que por quien tenga autoridad para ello, fuera llamado al orden porque tanta falta de entusiasmo no es algo de ahora, sino que viene observándose desde hace varios partidos.


Otro canterano, Cea, que se hizo con la titularidad


Victoria ante el Atlético Tetuán y victoria del filial en Morón

            Dos nuevos puntos incrementaron la cuenta del Granada en la jornada 23, ya a falta de sólo siete para terminar la liga. Una victoria 3-1 sobre el Atlético Tetuán, equipo de la zona media, fue el resultado en un partido del que las crónicas hablan que no tuvo historia ninguna excepto que los norteafricanos opusieron una seria resistencia y se emplearon a fondo, y a los nuestros, como en el partido anterior casero frente al Mallorca, les costó mucho trabajo doblegarlos, cosa que no se consiguió hasta que faltaban menos de diez minutos para terminar el partido. No obstante, los plumillas locales coinciden en que el equipo ha mejorado actuaciones pasadas, pero todavía está muy lejos de parecerse al de la primera vuelta.

El canterano Cea, uno de los destacados, a partir de este partido se convirtió en titular del primer equipo en el puesto de interior derecho, desplazando a Trompi al izquierdo; volvió una vez recuperado de su lesión Megino, que también hizo un buen partido. Con la victoria el Granada recuperó un puesto y pasó al sexto en la clasificación, pero todavía con cuatro puntos de desventaja respecto del segundo.

            En Sevilla, en Morón, el filial venció a domicilio, 1-2, a uno de los gallitos. Toto marcó los dos goles blanquiazules y el portero Julio volvió a completar una magnífica actuación.

 

 

CALLEJEANDO


Colas de miseria para el desempeño de prendas de abrigo


Miseria empeñada

            Enormes colas podían verse cada día y durante una semana, mediado el mes de enero, ante la sede en la Gran Vía del Gobierno Civil. Una gran fila en pelotón se derramaba por la acera y se perdía tras la esquina más próxima, casi toda ella integrada por mujeres con el denominador común de la pobreza de sus ropas y su aspecto exterior.

Toda aquella pobre gente esperaba turno para que en las oficinas de los bajos de la máxima institución provincial les fueran selladas las papeletas de empeño que portaban, algunas en grandes puñados, y así poder acudir después al Monte de Piedad y, sin coste alguno por su parte, poder retirar sus pobres pertenencias, pignoradas varios meses o años atrás. El requisito principal era que cada una de esas papeletas de empeño no superara la cantidad de 15 pesetas, con lo que es fácil inferir que no eran precisamente joyas ni valores mobiliarios lo hipotecado, todo lo contrario, lo desempeñado obligatoriamente tenía que consistir en ropa de abrigo, porque ése era otro de los requisitos exigidos para obtener el sellado: ropas de cama, de mesa de camilla, mantas, colchones, abrigos y cosas por el estilo, lo que da una idea de la gran miseria que azotaba al pueblo llano, que se veía obligado a prescindir de objetos de primera necesidad a cambio de unas pocas pesetas con las que salir del paso. Unas cuatro mil papeletas se despachaban a diario durante toda la jornada y hasta bien anochecido.

Cada año, cercano a Navidad, se ponía en marcha lo que venía conociéndose como Campaña de Invierno, una llamada a la caridad de los granadinos que empezaba con una suscripción pública. Los aportadores y la cantidad que donaban la publicaba la prensa. Este invierno 49-50 había recaudado ya más de un millón de pesetas. Con esas sumas se financiaba, entre otras cosas, este desempeño masivo de ropas de abrigo, así como el reparto de lotes de este mismo género de cosas a los necesitados, además de comedores populares atendidos por Auxilio Social (el más conocido se hallaba en la calle San Antón) y más centros asistenciales.

Casi todas las mujeres (la presencia de hombres es rarísima, informa Ideal) presentan más de diez papeletas. La mayoría manifiestan al ser preguntadas por los informadores que son ellas las únicas que pueden acudir al sellado de papeletas porque sus maridos están trabajando, o sea, no se trata de familias en paro como podría parecer, sino que lo más sangrante de esta situación es que los salarios normales en aquella época no dan ni para subsistir. Algunas, mal informadas, pretenden que también les sean selladas las papeletas del empeño de sus cacerolas, planchas, velones, almireces…

Una estampa más de la gris, casi negra, España de aquellos años.

 

Ideal cumple 18 años y se muda

            En febrero de 1950 Ideal está a punto de cumplir 18 años desde que saliera a la luz en 1932. Para cuando tal aniversario llegue tiene previsto trasladarse a su nueva sede, una casa a punto de terminarse en la calle Compás de San Jerónimo, esquina a Gran Capitán. Con motivo de este evento el diario publica un reportaje con la historia de los avatares del periódico desde su fundación.

Expone cómo en mayo de 1931, cuando apenas tenía un mes de vida la República, unos disturbios, «cuidadosamente organizados y dirigidos desde Madrid» -dice-, provocaron el saqueo y la destrucción de la redacción y talleres del único diario católico por entonces existente en Granada, Gaceta del Sur era su cabecera, y ya no volvió a la circulación. También se publicaban a diario entonces: El Defensor de Granada, de significado matiz izquierdista; La Publicidad, republicano moderado; y Noticiero Granadino, independiente pero fuertemente influido por el ambiente de coacción izquierdista, dice el reportaje, y añade que era la tribuna del abogado y director político de la CNT, Benito Pabón, el mismo que defendió a los anarquistas en el proceso por los sucesos de Casas Viejas.

Ante la desaparición del único periódico de la provincia claramente derechista, Gaceta del Sur, granadinos de esa corriente política pensaron en volver a editarlo, pero finalmente se decidieron por la fundación de un nuevo diario, un periódico moderno, con abundante información gráfica y con las últimas innovaciones en tipografía. En esa empresa merecen mención: el catedrático de la UGR doctor Víctor Escribano; el que en 1950 es obispo de Jaén y futuro arzobispo de Granada, Rafael García y García de Castro, quien en 1932 era canónigo de la Catedral; y el párroco de San Justo y Pastor, Francisco Hayas Linde. También Julio Moreno Dávila, abogado y futuro diputado de CEDA además de periodista, quien se mudó a Granada para organizar la Unión de Derechas.

Dice Ideal en su reportaje que la reacción de los marxistas ante la fundación del nuevo periódico fue del tipo: «Los más moderados sonreían despectivamente diciendo: “¿Para qué trabajar tanto si lo quemaremos también?” Y los más exaltados aseguraban: “Arderá antes de salir”».  

Ideal se instaló en los mismos locales que habían pertenecido al periódico desaparecido, Gaceta del Sur, en la calle San Jerónimo. Vino al mundo encuadrado en Editorial Católica (perteneciente a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas), en cuya cadena se integraban unos pocos periódicos de capitales de provincia de toda España y que tenía como principal publicación el diario madrileño El Debate, dirigido por Ángel Herrera Oria, en 1950 obispo de Málaga. El 8 de mayo de 1932 salió el primer número de Ideal, convirtiéndose en ese momento en uno de los periódicos más modernos de España, el primero en disponer de teletipos telefónicos y con una rotativa que era entonces lo último de lo último (ninguno de los otros medios granadinos disponía de rotativa), aunque ésta ya había pertenecido brevemente al diario madrileño Crisol, publicación que, paradójicamente, era muy de izquierdas y anticlerical. Ideal se autodefine como un periódico que se incorporó a la información sin sectarismos ni apasionamientos pero que jamás pecó de tímido ni acomodaticio, y que publicaba objetivamente lo favorable y lo adverso.


 Ideal se muda a esta casa en Compás de San Jerónimo

Apenas contaba el nuevo periódico con tres meses de vida, 11 de agosto de 1932, cuando fue suspendido y el edificio de su sede precintado por la autoridad por apoyar el pronunciamiento contra la República que encabezó el día antes el general Sanjurjo en Sevilla y que se conoce como “La Sanjurjada”; un mes sin publicarse estuvo Ideal por esta razón. El reportaje de Ideal refiere la confusión que en esa fecha se vivió a sus puertas y cómo casi milagrosamente se salvó de ser quemado, lo que sí que le ocurrió ese mismo día al edificio del Casino Principal, en la Acera del Casino, al colegio Divina Infantita, en calle San Antón, y a la iglesia de San Nicolás en el Albaicín.

Cuando no pudo escapar de las llamas fue el 10 de marzo de 1936. Ese día se vivieron en Granada unos gravísimos sucesos que arrojaron como saldo dos muertos. Fue una orgía de tiros y fuego por toda la ciudad en la que ardieron el teatro Isabel la Católica de Plaza de los Campos, el café Colón, en Puerta Real, el café Royal, en Plaza del Carmen esquina Reyes Católicos, las iglesias de San Cristóbal, el Salvador y San Gregorio (Alto y Bético, las dos) en el Albaicín y también la redacción y talleres de Ideal, además de otros edificios relacionados de algún modo con la derecha granadina. Según el susodicho reportaje de Ideal, se trató de una subversión organizada por las autoridades republicanas locales, con previo encerramiento de la fuerza pública en sus cuarteles, y el fuego que destruyó su sede se hizo por expreso encargo del Gobierno Civil. Los incendiarios pertenecían a organizaciones de izquierdas (con “infiltrados”), y los sucesos los habían provocado los incidentes ocurridos el día anterior a la conclusión de un macro mitin (en el estadio de Los Cármenes) y manifestación del Frente Popular en demanda de la repetición en Granada de las elecciones generales de 16 de febrero. El 1 de julio de 1936, pocos días antes del golpe de Estado contra la República, volvió a salir Ideal.

Durante la Guerra Civil, «lucha cruenta y terrible, pero al mismo tiempo y providencialmente gloriosa, reivindicadora de las esencias de la Hispanidad, crisol de heroísmo, flor de santidad salpicada de sangre como esos blancos claveles jaspeados en rojo de nuestros cármenes»…, «La jauría marxista aúlla en el reborde mismo de nuestra periferia urbana.», refiere Ideal cómo las bombas de la aviación republicana lo buscaban: hasta tres cayeron a escasos metros. Tras la guerra el propio Ideal se proclama defensor de los principios de la Cruzada: la religión, la patria, la familia, el bien común.

Cuando Ideal cumple 18 años, en 1950, es uno de los más importantes periódicos de España en información provincial y tira a diario ediciones para las provincias de Jaén y Málaga, donde mantiene redacciones propias. Ninguno de los otros tres periódicos de los años de la República sobrevivió al conflicto bélico y sólo tiene como competidor al diario del Movimiento Patria, surgido en 1937, de mucha menor tirada y difusión.

A finales de febrero comenzará el traslado de la rotativa a los nuevos locales de Compás de San Jerónimo, a espaldas del monasterio del mismo nombre, mientras la redacción permanecerá algún tiempo más en otro local de Acera del Casino.

 

Una aurora boreal

El día siguiente a la victoria del Granada en Los Cármenes sobre el Tetuán y de la del filial en Morón de la Frontera, el lunes 20 de febrero de 1950, se pudo ver en Granada un fenómeno natural muy poco frecuente por estas latitudes: una aurora boreal. Según el Observatorio de Cartuja, pudo ser observada entre las 21,30 y 22,30 en forma de resplandor rosado sobre el horizonte norte hasta unos 20 grados de altura, con alternativas de intensidad en el centro y en los extremos noroeste y sureste. La misma nota aclara que corresponde a un recrudecimiento de la actividad solar de carácter extraordinario que se viene manifestando desde hace algunas semanas, así como que estos fenómenos sólo son visibles en España cuando, excepcionalmente, como ahora ha ocurrido, se extienden algo más de lo ordinario hacia el sur.

Es exactamente lo mismo que ocurrió doce años atrás, el 25 de enero de 1938, en plena Guerra Civil y cuando ésta todavía estaba más o menos en tablas. En esos momentos el ejército de la República ha arrebatado a los sublevados la ciudad de Teruel y resistirá todavía un mes el asedio de las tropas de Franco. Aquel enero del “segundo año triunfal”, algunos, al ver el cielo granadino a las doce de la noche, rojo por la parte de Parapanda, gritaron: ¡la fin del mundo! Otros pensaron que un inmenso incendio avanzaba sobre la ciudad. Pero aquel resplandor que evocaba la sangre de los que morían en Teruel, era también una aurora boreal como la que se volvió a ver en febrero de 1950, algo rarísimo tan al sur. Por estos pagos se ven como mucho dos en un siglo, dicen los tratados sobre la cuestión.

Ideal del día siguiente despacha el asunto con un breve comentario en el que dice que la causa no era un incendio lejano, como creyeron muchos, sino un fenómeno atmosférico muy interesante y que fue visible en toda España menos en el norte. Al día siguiente, 27 de enero, amplía la noticia y comenta que el fenómeno no es otra cosa que una aurora polar (boreal por estar nosotros en el hemisferio norte), que se pudo observar a las 8,30 de la tarde y se repitió al filo de la media noche. Dice también que París se iluminó a las doce y parecía que había salido el sol, y que en Inglaterra mucha gente llamó a los bomberos. Incluso en el norte de África, en Argelia, vieron la aurora boreal.


Tal que así se veía el cielo granadino en 1938 y en 1950

Respecto de la aurora boreal que pudo verse durante la Guerra Civil, Ideal de 27 de enero de 1938, en primera página y con la firma de “Mariano”, a quien presenta el diario como uno de los grandes prestigios del mundo en estas cuestiones, aparece un artículo en el que se explica que el fenómeno es relativamente frecuente en latitudes nórdicas, poco habitual en las intermedias y extraordinariamente raro en la nuestra. El tal Mariano (Ideal no da apellidos), que se encuentra accidentalmente en nuestra tierra, dice que la tempestad magnética que produjo el efecto lumínico y las distorsiones radiofónicas que pudieron apreciarse, es inobservable científicamente desde Granada, y que «es inútil el pensar en hacer mediciones magnéticas delicadas, por [culpa de] las perturbaciones producidas por los chispazos de los trolleys de los tranvías». Termina su escrito Mariano diciendo que los antiguos guerreros interpretaban ese raro efecto lumínico como un augurio de triunfo, y que debemos asimismo tomarlo como una señal del cielo y confiar en la victoria del Divino Corazón. Y se despide con: ¡Viva España! ¡Arriba España! ¡Viva Franco, nuestro católico Generalísimo!

Esa aurora boreal en plena guerra ha sido la más intensa y de mayor duración en Granada de cuantas se tienen registros, y en aquellos momentos produjo pánico a no pocos, que creyeron ver en el cielo esas señales que precederán al momento en que el mundo se irá a hacer puñetas, según el libro de las Revelaciones del Nuevo Testamento. Por los páramos de España desde hacía casi dos años galopaban sin freno los cuatro jinetes del apocalipsis (guerra, hambre, peste y muerte), y este resplandor en el firmamento no podía ser otra cosa que una señal divina que anunciaba la ruptura del séptimo sello. Hasta hubo quien creyó oír el fragor de las trompetas previo al fin de los tiempos, según San Juan.

Se ve que esa segunda aurora boreal, la de febrero de 1950, pilló al personal más rodado en este tipo de fenómenos y no consta que nadie se pusiera de los nervios, así que, aparte de ese escueto comunicado del Observatorio de Cartuja a que ya hemos aludido, en la primera página de Ideal de 22 de febrero también viene un pequeño recuadro donde dice que en la frontera de la URSS con Turquía se había podido ver una nube roja de 15 km de longitud, pero según la misma nota, se trataría de experimentos con radioactividad. Y eso es todo. Era la víspera del Miércoles de Ceniza ese día, 20 de febrero, y en Granada, donde (como en toda España) estaba rigurosamente prohibida cualquier celebración de Carnaval, no trascendió si alguien se asustó más de la cuenta ni tampoco tenemos constancia de que, como ocurrió doce años atrás, se convocaran rogativas, triduos ni novenas extraordinarias aparte de los cotidianos en la Granada del nacionalcatolicismo, aunque también algunas noticias que llegaban principalmente del extranjero sonaran a apocalípticas: el asesinato a tiros del representante de Franco en Méjico (por dos rojos españoles, dice la prensa) José Gallostra y Coello de Portugal; la puñalada recibida en una reyerta por el diestro venezolano Diamante Negro, que lo situaba entre la vida y la muerte cuando estaba en la cresta de la ola de su carrera taurina, un torero especialmente vinculado a nuestra tierra puesto que tomó la alternativa en la plaza del Triunfo el día de la Raza de 1947, y también influyó de algún modo, aunque sea indirectamente, en la historia del GCF ya que su nombre inspiró al del Diamante Rubio cuando éste se dedicaba -con muy poca fortuna, por cierto- al toreo bufo; por otra parte, en el otro extremo del mundo, en Corea, la tensión crecía por momentos y se veía venir que el paralelo 38 iba a ser cruzado por los comunistas del norte de un momento a otro (ocurriría cuatro meses más tarde), lo que significaba la guerra con todo lo que ésta podía traer en plena era atómica.