EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 27 de enero de 2010

OTRA GOLEADA




La liga andaluza 71-72 nos ofreció algunos grandes partidos granadinistas. Como el del miércoles 29 de diciembre. En una tarde lluviosa y con algo menos de media entrada, jugaron: Moncaleán; Falito (De la Cruz), Barrenechea (Jaén), Lorenzo; Ochoa, Manolín; Gruart, Juárez, Barrios, Vicente y Garre. La liga nacional, en descanso navideño, ofrece la oportunidad de que Joseíto alinee hasta a cinco titulares: Falito, De la Cruz, Jaén, Barrios y Vicente, si bien Vicente en esos momentos estaba todavía cumpliendo la sanción que le cayó tras la batalla del Bernabéu, de dos semanas atrás. El Granada está dispuesto a asegurarse este primer trofeo regional y no se fía de los suplentes de un Sevilla que está el cuarto y aspira a todo. En realidad toda la plantilla granadinista (con la única excepción de Aguirre Suárez), más algunos recreativistas y también algunos jugadores a prueba, llegaron a alinearse en al menos una ocasión en el campeonato andaluz.

Quién les iba a decir a los hispalenses que lo que en diciembre pintaba tan bien iba a acabar como acabó. Para el Granada la 71-72 merece letras de oro, pero para el Sevilla seguro que es un mal recuerdo porque, tras una nefasta segunda vuelta, a mediados de mayo descendió a Segunda.

Con Vicente de maestro el Granada borró por completo del terreno al Sevilla, mayoritariamente integrado por jugadores de su filial, de Tercera. Cinco le endosó y pudieron ser bastantes más. Abrió la cuenta Barrios a los cinco minutos y al cuarto de hora Juárez ampliaba el marcador. La protesta del central sevillista Toñanes le costó la expulsión, cosa que influyó en la goleada ya que su puesto pasó a ocuparlo el ex granadinista Ramoní, que en ningún momento pudo frenar el ataque granadino, por eso poco después llegaba el 3-0, obra de Juárez, que dejó sentado al gordinflón Ramoní para anotar un auténtico golazo. Sólo dos años atrás el Granada había cambiado al Barça a este jugador por Pedro Fernández (además del gaditano Juanito y unos cuantos millones); no cabe duda de que salimos ganando con aquel cambio.

Por su parte, el delantero argentino Víctor Domingo “Chivo” (o “Grillo”) Juárez tiene una historia peculiar. Fue uno de tantos falsos oriundos (como Aguirre Suárez) que se enrolaron en nuestro balompié en los años de prohibición de extranjeros. Con pasaporte paraguayo había llegado al Granada la temporada anterior. En su partido de debut consiguió un gran gol ante el Valencia y apuntó muy buenas maneras. Esa temporada Joseíto lo prefirió a Porta, y jugó de forma más o menos regular aunque sólo consiguió cinco goles. Pero en la 71-72 estuvo claro cuál de los dos era mejor y sólo fue alineado en dos ocasiones para marcharse después traspasado al Murcia junto con Lorenzo, donde le fueron bastante mejor las cosas. Parece ser que años después huyó precipitadamente del país cuando, como español, fue reclamado para cumplir el Servicio Militar. En 2000 falleció en su tierra, Formosa, Argentina.

Todavía faltaban dos goles. Los que vimos en la segunda parte. El 4-0 fue obra de Vicente, al transformar un penalti que le hicieron a otro de los destacados, Barrios. Y este mismo jugador cerró la cuenta con el quinto, rematando desde cerca un rechace del meta sevillista. Total, un nuevo arrollador triunfo granadinista que afianzaba a los nuestros como líderes, a tres puntos y un partido menos del Huelva, que aunque es el único andaluz de Tercera se ha colocado segundo. Van siete partidos, la mitad del total, y el Granada va embalado, ha ganado seis y ha empatado uno, y además hemos visto varias goleadas.

Sólo cuatro días después, el 2 de enero de 1972, hay un nuevo enfrentamiento sevillano-granadino, pero en este caso en liga de Primera y en el Sánchez Pizjuán. El resultado para nada se pareció al del campeonato andaluz ya que los nuestros fueron derrotados 2-1, derrota en la que tuvo gran protagonismo el nefasto arbitraje del catalán Fores, que pitó dos inexistentes penaltis en contra que valieron los dos goles sevillistas, y dejó toda la segunda parte en inferioridad a los rojiblancos por expulsión de Juárez, además de aplicar muy distinto rasero a la hora de enseñar tarjetas a unos y otros. Esto, claro, según las crónicas de los medios granadinos, porque las de los sevillanos resaltan la excesiva dureza rojiblanca y hablan de triunfo merecido y de penaltis clarísimos. El caso es que la derrota escoció muchísimo y se habló durante la semana siguiente de persecución arbitral como secuela de las declaraciones de Di’Stéfano y del partido del Bernabéu y la trifulca en que acabó la cosa, que ya sí que tuvo repercusión nacional. A partir de este momento y para todos los partidos de fuera el Granada solicitó la presencia de un delegado federativo.

miércoles, 20 de enero de 2010

EL MEJOR ANDALUZ



Disputadas cinco jornadas de la Liga Andaluza 71-72 el Granada CF es líder destacado e imbatido (cuatro victorias y un empate). Tras un intervalo de casi un mes vuelve la competición, que en la sexta jornada trae al Cádiz, por entonces en Segunda, que fue ampliamente superado por un Granada más que sobrado que alineó a: Izcoa; Jaén, Barrenechea, Lorenzo; Ochoa, Manolín; Gruart, Porta, Juárez (Gregorio), Chirri y Garre (Lasa). Jaén, recuperándose de una lesión, volvió a ser alineado de lateral. En lo que más se diferenció este partido de los anteriores fue en el escaso público que asistió a Los Cármenes esta granadina fría tarde de diciembre, día de las Inmas, de 1971.

Los que no fueron se perdieron un nuevo gran partido mandado de principio a fin por el equipo rojiblanco y sazonado con abundantes goles, 4-1. A los cinco minutos ya ganaba el Granada dos a cero por mediación de Juárez, de falta directa, y de Barrenechea, que volvía a acreditarse como gran lanzador de penaltis; y al filo del descanso llegaba el tercero granadinista, obra de Porta de cabeza a centro medido de Gruart. En la segunda parte consiguió Chirri un bonito gol en plancha a rechace del poste tras remate de Juárez.

El gol gaditano fue obra de su mejor hombre aquella fría tarde, Abelenda, que casi en los mismos vestuarios quedó fichado por el Granada a partir de ese momento, y es que otra de las cosas positivas de esta competición era el descubrimiento de nuevos valores. Jugaba de extremo izquierdo y no parecía malo, pero estuvo dos temporadas ligado al club y sólo jugó en el Recreativo. También vistió de amarillo medio tiempo (y no demostró nada) aquel Ferreira paraguayo que vino a Granada a prueba a principio de esta temporada, acompañando a Aguirre Suárez, y que no llegó a fichar.

La siguiente jornada, la séptima y última de la primera vuelta, tenía que haberse disputado en La Rosaleda frente al rival que quedaba, el Málaga, pero a petición de los vecinos quedó aplazado el enfrentamiento entre los dos mejores equipos de esta competición. Por eso el siguiente partido fue el que correspondía a la jornada octava y suponía devolución de visita del Sevilla, para lo que se aprovechó el descanso navideño de la liga de verdad, la de Primera, y se disputó el 29 de diciembre. El conjunto sevillano era en teoría un rival temible pues marchaba en esos momentos cuarto clasificado y teniendo a tiro la cabeza de la tabla, y en el campeonato andaluz era tercero.
Mientras el Sevilla va muy bien, el Granada, que llegó a estar sexto después de ganarle hace un mes al Valencia, cuando el mosqueo de Di’Stéfano, desde entonces ha perdido varios puestos en la clasificación. La doble salida al Nou Camp y al Bernabéu han deparado sendas derrotas y el siguiente partido, en casa ante el Coruña, ha supuesto ceder en Los Cármenes el tercero de los únicos cuatro puntos que se escaparon esta magnífica temporada granadinista. Porque, efectivamente, la temporada fue muy buena, pero en estos precisos momentos está el Granada más cerca de los puestos de descenso (a sólo dos puntos) que de los de arriba, y arrastra un negativo.

Pero el gran Granada 71-72, el mejor de Despeñaperros para abajo, sigue intratable en la competición andaluza y en otro gran partido derrota 5-0 al Sevilla.

sábado, 16 de enero de 2010

DI'STÉFANO Y LA LEYENDA



La Liga Andaluza de Reservas, dominada por el Granada, sufrió un parón de casi un mes a partir de mediados de noviembre. En ese intervalo ocurrieron algunas cosas dignas de recordar. Como la de la fecha histórica del miércoles 24 de noviembre de 1971 en que Los Cármenes se vestía de gala al convertirse por primera vez en su historia en escenario de un partido de la selección española absoluta, el que le enfrentaba a Chipre dentro de la fase clasificatoria para la Eurocopa 1972. Jugaron por España: Iríbar; Sol, Gallego, Hita; Tonono, Claramunt; Lora (Gaztelu 80’), Amancio (Aguilar 46’), Quino, Pirri y Rojo, que no tuvieron ni el menor problema para golear (7-0) a la débil selección chipriota. Marcaron Pirri dos (uno de penalti), Quino dos, Aguilar, Lora y Rojo. A estas alturas ya España no tenía nada que hacer pues los malos resultados de encuentros anteriores nos habían dejado fuera de toda opción, por lo que se trató de un partido de mero trámite. Pero no importó demasiado. A diez duros la General, Los Cármenes registró un lleno hasta la bandera y el público granadino tuvo la oportunidad de acreditar ante todo el país su sobresaliente condición de jugador número 12, animando a los rojos sin descanso. Es la única ocasión en los sesenta y un años de existencia del viejo Los Cármenes en que la selección jugó en su césped un partido oficial.

Un pero. El seleccionador Kubala no tuvo la deferencia para con el público granadino de alinear a algún jugador local, aunque sólo fuera testimonialmente, y más teniendo en cuenta la debilidad del oponente y el que nada nos jugábamos. En esos momentos todavía Porta no aspiraba al Pichichi y sólo había conseguido cuatro goles, pero en las filas granadinistas había en esta temporada varios jugadores que nada hubieran desentonado aquella noche, como De la Cruz o Falito, por entonces en gran forma. Cualquiera de los dos hubiera desempeñado mucho mejor papel que el de Hita, único lunar español en el partido. De la Cruz debutaría con la selección absoluta en esta misma temporada, pero eso fue ya en abril. Otros granadinistas que muy bien podrían haber sido internacionales eran Vicente y Jaén. Pero no, no pudo ser. Y es que Kubala rara vez se acordaba de los modestos a la hora de confeccionar sus equipos.

Otro hito histórico es el famoso partido Granada 1 Valencia 0, de la jornada 11, disputado el 28 de noviembre, que se puede considerar como prólogo o primer capítulo de la malhadada leyenda negra rojiblanca. Ya saben, cuando Di’Stéfano, técnico de un Valencia imbatido (hasta ese día) y vigente campeón de liga, no quiso quitarse el sombrero como había prometido y reconocer la superioridad granadina. El enfado de D. Alfredo le llevó a extralimitarse en sus declaraciones a la prensa y a ser sancionado por ese motivo.

«-Ayer, Alfredo, usted nos dijo que se quitaría el sombrero si ganaba el Granada. ¿Lo ha hecho? -¡Imposible… ¡ - ¿No mereció, pues, el Granada ganar? –Mire, cuando un equipo va con mala intención, con la preconcebida idea de lastimar a un jugador de fútbol, no se puede aceptar. A Quino no le rompieron la cabeza de milagro y Adorno estuvo a punto de perder la pierna»… «…lo de hoy no lo he visto yo en ningún campo en todo el tiempo que llevo en España»… «No he visto nada más que mala intención y sé de donde proviene porque el Granada nunca ha jugado así». Son algunas de las cosas que Di’Stéfano declaró a Gave de Ideal tras el partido.

Ideal también entrevistó al delegado valencianista, Vicente Peris, que estuvo comedido y sólo manifestó que le había gustado el Granada, salvo su brusquedad. Pero dos días después aparecían unas declaraciones suyas en el semanario valenciano “Deportes” en las que se explayaba diciendo que el árbitro Pascual Tejerina les había robado el partido: «Fíjate si se ha alegrado de que marcara el Granada que incluso ha dado saltos de alegría» (¿?)… «Aguirre Suárez, un argentino que no es precisamente un ángel, ha lesionado intencionadamente a Quino: conmoción cerebral. Y después a Adorno. ¡No ha sido ni siquiera amonestado por Pascual Tejerina! Pero Sol sí».

Lo cierto es que el Granada, mejor que el Valencia, fue justo vencedor e incluso mereció algún gol más, fundamentalmente por el corazón que puso en un partido jugado de poder a poder que resultó muy emocionante. El gol de Barrios, a menos de diez minutos del final provocó un delirio colectivo de alegría del granadinismo, que abarrotaba las gradas y que no paró de animar. Los dos puntos colocaban al Granada sexto en la clasificación y eran premiados por Candi con prima extra de 15.000 ptas. Estábamos entrando entonces en la mejor versión del mejor Granada de su historia, el que ganaba a todos los grandes y en cada partido recibía el apoyo constante de una afición muy identificada con su equipo. Pero también estábamos empezando a sufrir en propias carnes el sambenito de equipo fiero y tramposo que gana sus partidos vulnerando el reglamento. El caso es que de Los Cármenes salimos radiantes los veinte mil que presenciamos aquel partido para recordar. Bueno, todos menos los pocos que se quedaron a ver al Recreativo en su partido contra el Motril, de Primera Regional, que empezó a continuación.

Uno no recuerda especialmente las marrullerías granadinistas de que se quejaban los valencianos. Sólo al final, cuando el Granada apretaba de firme y logró ponerse por delante, hubo sus cosas entre unos y otros, pero sin nada de particular. A partir de este partido y del que se jugó en el Bernabéu dos semanas más tarde nació la mala fama que iba a acompañar a los nuestros durante tres temporadas.

martes, 5 de enero de 2010

LÍDER DESTACADO



La tercera jornada de la liga andaluza de reservas deparó una nueva victoria rojiblanca, en esta ocasión ante el Jerez Deportivo, por entonces en Segunda. Jugaron: Moncaleán; Falito, Barrenechea, Lorenzo; Ochoa, Pla; Garre, Chirri, Porta (Juárez en el descanso), Manolín y Lasa (Paco). El Granada ganó 3-0 con goles de Lasa, Barrenechea de penalti y Juárez (este último ayudándose de la mano, acción muy protestada por los visitantes) y se reafirmó en el liderato en solitario del campeonato andaluz. Este partido se jugó el domingo 24 de octubre, aprovechando el parón en liga ante el compromiso de la selección en Sevilla frente a Rusia en fase de clasificación para la Eurocopa, y volvió a reunir a casi veinte mil espectadores en Los Cármenes. El Granada fue muy superior y lo más destacado fue la alineación de Lasa, que era claramente titular pero había sido expulsado en el partido de la jornada seis en el Manzanares y sancionado con cuatro partidos de los que hasta ese momento sólo había cumplido dos. En aquel partido en campo del At. Madrid el Granada cosechó la segunda derrota (1-0) y el árbitro Canera tuvo una desastrosa actuación en contra de los nuestros pues dio validez al gol, conseguido tras clara falta a Ñito, y expulsó a Lasa cuando el único expulsado debía haber sido el central atlético Ovejero.

La cuarta jornada de la liga andaluza volvió a traducirse en una nueva victoria granadinista, en esta ocasión a domicilio, en El Arcángel cordobés. El nuevo parón en la liga oficial por otro compromiso de la selección en Copa de Europa hizo que el partido se disputara en domingo y en jornada matinal (7 de noviembre de 1971) en lugar de entre semana como era habitual. Jugaron: Izcoa; De la Cruz, Barrenechea, Falito; Ochoa, Pla; Gruart (Gregorio), Chirri, Juárez, Manolín y Garre. En el rival, el Córdoba, se alineó el jovencísimo Del Bosque, cedido por el R. Madrid. Los dos goles granadinistas fueron obra de Ochoa, defensa cántabro muy joven fichado este año, que estuvo dos temporadas sin disputar ni un solo encuentro oficial y que acabó cedido al Recreativo. El gol cordobés lo marcó Garrido, que había pertenecido al Granada pero que también jugó sólo en el Recreativo. Debutaron en el Granada dos recién fichados, el extremo Gruart, que venía del Gerona, y el delantero centro madrileño Gregorio, que pasó a jugar en el filial.

A la semana siguiente, en liga oficial, podemos hablar de la consagración definitiva de Enrique Porta, que con sus tres goles al Sabadell en la jornada nueve acabó por convencer a los pocos que todavía ponían en duda su valía. De los tres goles de Porta merece destacarse el tercero, de gran volea tal como le venía, que clavó el balón en la escuadra, golazo largamente aplaudido y saludado con los cánticos de rigor. Marcar ese tercer gol y ser sustituido por Manolín fue todo uno, por lo que ya no hubo más goles. Con los dos puntos de la fácil victoria ante el Sabadell (3-1) de un Granada muy superior, se colocaba el equipo en su mejor clasificación de la temporada, el sexto puesto, que sería el mismo que ocuparía al finalizar la liga, pero tras varios altibajos a lo largo del calendario, como por ejemplo el de la semana siguiente, jornada diez, cuando en Bilbao se cosechó la tercera derrota (1-0).

Tres días después se jugó la quinta jornada del campeonato andaluz. En esta ocasión variaron las tornas y por primera vez el resultado no fue de victoria rojiblanca. Pese a disputarse en miércoles (17 de noviembre) y no en horario nocturno, la entrada en Los Cármenes volvió a ser bastante buena. El rival era el Betis y el resultado fue de empate a cero. Jugaron: Moncaleán; Jaén, Barrenechea, Lorenzo; Ochoa (Gregorio), Pla (Fernández); Gruart, Chirri, Juárez, Manolín y Lasa. El partido fue bastante malo y se echó en falta la ausencia de Porta, que como ya era titular participaba menos en esta competición de reservas. También es destacable la improvisada posición de lateral derecho que ocupó Jaén, puesto en el que cumplió. Lo peor fue la grave lesión del joven gerundense Pla, un defensa que apuntaba muy buenas maneras y que a partir de este partido ya no se pudo contar con él en toda la temporada. Pese al tropiezo el Granada seguía firme en el liderato, sólo inquietado por el Málaga.

Unos días antes había tenido lugar el estreno de la que a partir de ese momento es la sede del Granada CF, un flamante piso en el número 35 de la calle Recogidas adquirido en propiedad.

lunes, 4 de enero de 2010

GOLES SON AMORES



El debut granadino en la Liga Andaluza de Reservas, el miércoles 22 de septiembre de 1971, nos deparó una victoria rojiblanca (1-2) ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Formaron por el Granada: Izcoa; Martos, Barrenechea, Lorenzo; Ochoa, Pla; Paco (Chirri), Porta, Barrios, Santos y Manolín. Todos los alineados, a excepción de Barrios y Chirri, eran suplentes en esos momentos. Por su parte el Sevilla presentó una alineación en la que hasta ocho de sus componentes habían jugado en la jornada liguera de tres días atrás, entre ellos los ex granadinistas Ramoní y Eloy. Barrenechea en propia puerta abrió el marcador para los locales y ya en la segunda parte Porta aprovechaba un rechace del guardameta contrario para igualar, y acto seguido era Barrios el que establecía el definitivo 1-2.

Cuando se juega este primer partido de la liga andaluza ya se han disputado tres jornadas de la liga oficial en las que nuestro equipo ha cosechado una victoria ante el Málaga, una derrota en San Sebastián y un empate en casa ante el Español, en el partido de debut de Aguirre Suárez. Y hablar de la Liga Andaluza de Reservas, al menos en sus primeros compases, significa hablar de Porta, porque a nadie como a él le sirvió tanto para reivindicarse esta competición. Hasta ese momento Porta no ha sido alineado ni un solo minuto en liga oficial, pero ya empieza a hacerse notar con lo suyo, que son los goles, marcando el primero de los granadinistas de esta competición regional, lo que le va a valer para debutar al domingo siguiente en Las Palmas, de donde los rojiblancos se traen un empate a dos, y una semana después estrenar titularidad y gol oficial (el primero de los que le llevarán a conseguir el Pichichi) con que derrotar en Los Cármenes al Sporting de Gijón, 1-0.

El debut en Los Cármenes de esta competición no oficial tuvo lugar el miércoles 6 de octubre de 1971. A cinco duros la General, el campo registró una entrada que casi llegó al lleno. Izcoa; Santos, Barrenechea, Lorenzo; Ochoa, Pla; Garre, Porta, Paco, Chirri (Lasa) y Manolín se enfrentaron al Huelva, por entonces en Tercera, que salió derrotado por 4-2. Si Porta hasta ese momento no tenía muy clara su presencia en el primer equipo, después de este partido acabó por convencer a los que aún dudaban de sus capacidades pues fue el autor de los cuatro goles y el mejor sobre el terreno. Especial mención merece el cuarto, un golazo en el que Porta dribló en un pañuelo hasta a tres contrarios y el portero para mandarla al fondo entre el delirio de la hinchada.

Fue una gran noche de fútbol en la que los casi veinte mil espectadores disfrutaron con los cuatro goles de Porta y con la victoria que daba un liderato que ya no abandonó el Granada hasta la finalización del campeonato. Ya antes de este partido se podían haber escuchado en alguna ocasión los gritos del granadinismo reivindicando la presencia de Porta en las alineaciones titulares, pero a partir de este día se puede hablar de un verdadero clamor de la grada, rendida ante el mejor argumento que se puede exhibir sobre el terreno, el de los goles. Goles que un Porta en estado de gracia seguía consiguiendo a pares también en los amistosos, como el que en esa misma semana se jugó en Linares, donde anotó los dos rojiblancos que dieron la victoria sobre los locales. Y ya no a pares sino nuevamente cuatro goles en el amistoso que como homenaje a Joseíto en su tierra, en Zamora, ganó el Granada 0-8 unas semanas después. Como curiosidad, en ambos amistosos jugó Ñito varios minutos de delantero, y en Zamora marcó el octavo y definitivo.