EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



domingo, 26 de abril de 2009

MURIÓ JOSÉ LUIS VARA


24/04-09

José Luis Vara Oliveira, nacido en Esteiro Muros, provincia de La Coruña, el 5 de octubre de 1958, de nombre futbolístico José Luis, se inició en la filas del Fabril, filial del Coruña, de donde dio el salto al primer equipo en la temporada 79-80. Era un Coruña todavía muy lejos del llamado Superdépor que aquella misma campaña descendió a 2ª B. Recuperada pronto la categoría de plata, en el equipo gallego permaneció, siempre en Segunda pero siempre luchando por dar el salto a la máxima categoría, hasta finalizar la temporada 86-87, en que lo fichó el Betis por una sustanciosa suma.

Con el Betis consigue por fin jugar en máxima categoría durante dos años. Tras el descenso bético en la 88-89 juega una temporada más de verdiblanco ayudando a la recuperación de la máxima categoría. Pero una vez cumplida la tercera temporada contratada, no es renovado a sus treinta años y con la baja en el bolsillo ficha para la 90-91 por el Orihuela, debutante en Segunda y que dirige Nando Yosu. El club alicantino completa una gran campaña y queda quinto clasificado, pero el impago a sus jugadores lo lleva a perder la categoría. De esta forma, a sus casi treinta y tres años, lo ficha el Granada a comienzos de la temporada 91-92. Es un Granada que después de la espantá del mecenas de turno por entonces, que ha dejado el club como un solar, acaba de superar in extremis una muy comprometida situación y con José Aragón en la presidencia se ha reforzado con jugadores muy veteranos, entre ellos José Luis y Antonio Álvarez.

En sus inicios jugaba como centrocampista de proyección atacante, consolidándose como goleador. Pero en Granada fue utilizado como medio centro defensivo. Tres temporadas permaneció entre nosotros, siendo muy apreciado de la afición (a pesar de que cuando militaba en el Betis, en un partido del Trofeo Granada 1987 fue abroncado por su excesiva dureza; cosas y colores del fútbol). Siempre fue titular, 99 partidos como rojiblanco lo atestiguan. Su gran trabajo en la zona ancha en labores de contención -no exenta de dureza- y su gran clase de pelotero que cubre mucho espacio fueron claves para que el Granada de la 92-93, su segunda temporada rojiblanca, con Yosu en el banquillo, protagonizara una espectacular remontada que lo llevó a jugar la primera de las malhadadas liguillas de ascenso con las que intentar escapar de la maldita 2ª B.

Este gran futbolista, que dejó en Granada numerosos amigos, acaba de fallecer en su domicilio coruñés a la muy temprana edad de cincuenta años. Descanse en paz este magnífico rojiblanco, uno de los mejores jugadores que por aquí pasaron mientras nuestra categoría fue la 2ª B.

miércoles, 8 de abril de 2009

LA BALSA DE LA MEDUSA ROJIBLANCA

05/04/09

Esta caroca tiene firma, José de la Torre Calvín, y es de 1983. En la quintilla se lee: «Al “hincha” hay que pedir / que al “Graná” hay que salvar. / Igual se debía exigir / a quien lo llegó a hundir / en temporadas atrás». Han pasado veintiséis años de avatares rojiblancos, pero lo que está aquí con mayor o menor arte representado es perfectamente traíble a la rabiosa actualidad.

Lo que en mayo de 1983 se podía ver y leer en plaza Bibarrambla hace referencia a la por entonces reciente campaña promovida por el presidente, D. Cándido Gómez, por la que se pretendía captar tres mil socios que pusieran 200.000 (palco), 100.000 (tribuna) o 75.000 (preferencia) pesetas, a cambio de disfrutar de un abono por las siguientes veinte temporadas. Poco después de deshacerse la operación, ya cerrada, de venta del viejo Los Cármenes a Inonsa por 425 millones, Candi, con la pertinente aprobación de los socios, recurrió a esta medida extraordinaria para hacer frente a deudas acuciantes de la entidad, en especial la ya rancia con la entidad Bancreco (Banco de Crédito Comercial), 115 de los 324 millones que se estimaba era la deuda real del club. Los que respondieron al SOS fueron finalmente algo menos de mil, pero con lo que aportaron se consiguió salir del mal paso en espera de tiempos mejores, aunque fue a cambio de hipotecar el futuro hasta la 2002-03.

El autor de esta granaína crítica bufa de cada Corpus se inspiró en el famoso óleo del romántico Géricault, La balsa de la Medusa, para plasmar lo que se vivía en esos momentos en el granadinismo. Entonces, como ahora, la continuidad del club estaba muy en el aire y se recurrió a una medida a la desesperada.

Aparte de que por entonces al menos el club tenía todavía una finquilla con que ir tirando, hay una cosa que ocurría en este Corpus y sí que es verdad que, para nuestra desgracia de hinchas, no es nada equiparable a la actualidad rojiblanca. Porque a finales de mayo de 1983 anda el granadinismo eufórico celebrando la muy reciente recuperación de la Segunda A después de un plácido viaje de hermandad a Algeciras.

El famoso cuadro representa la tragedia real de los náufragos del barco La Medusa, abandonados en una balsa improvisada en mitad del Atlántico. Dos semanas a la deriva hicieron que de 149 sólo quedaran los 15 que para sobrevivir recurrieron al canibalismo. Extrapolando situaciones del pasado a la actualidad y después del naufragio Sanz, esperemos que no tengamos los granadinistas que llegar tan lejos para que nuestro equipo siga con vida. Ya saben, no muerdan al prójimo y tiren de alcancía. ¡Yo también me sumo!