EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 28 de septiembre de 2011

DOS LEYENDAS







Granada 1 Osasuna 0

28 de diciembre de 1958

Estadio Los Cármenes, casi lleno, catorce mil espectadores en tarde soleada y de buena temperatura. Partido correspondiente a la jornada quince de Primera División 1958-59

Granada CF: Carlos Gomes; Vicente, Méndez, Larrabeiti; Becerril, Baena; Olalla, Arsenio, Benavídez, Pellejero y Ramírez

C At Osasuna: Eizaguirre; Egaña, González, Ciáurriz; Pachín, Glaría II; Cerdán, Marañón, Andrés, Félix Ruiz y Areta III

Goles: 1-0, min. 55, Benavídez de penalti

Árbitro: Asensi, Colegio Centro. Buena actuación


Jugar mal y ganar es lo mejor que puede suceder, y mucho más cuando el adversario demuestra ser batallador, con sentido de juego y con ansias de victoria». Son palabras textuales del míster rojiblanco Alejandro Scopelli en su colaboración semanal para Hoja del Lunes referidas al partido que nos ocupa. En la soleada tarde con la que se clausuraba en Granada el año 1958 y el calendario de la primera vuelta en esta temporada que iba a terminar con la mayor proeza rojiblanca de su historia, los rojillos visitantes jugaron mejor que los nuestros y no merecieron la derrota.

El Osasuna, un cuadro joven y muy compensado, formado en su mayoría por jugadores de su cantera, exhibió brío, entusiasmo y genio, que son las mejores virtudes que pueden decirse de este ya clásico de nuestra primera liga, aplicables tanto al actual como a aquel que nos visitaba a finales de 1958, pero con el plus respecto a éste de que por entonces atravesaba una de sus mejores épocas históricas y sus dos últimas ligas en máxima categoría las había saldado con un sexto y un quinto puesto respectivamente, tanto es así que acababa de regresar de Venezuela de disputar un cuadrangular internacional al que había sido invitado como equipo de moda, aprovechando un parón en el calendario .

Esta tarde ocuparon las respectivas porterías dos leyendas del fútbol mundial: Ignacio Eizaguirre por los forasteros, muchísimas veces internacional con nuestra selección, con 38 recién cumplidos pero en plena forma y en gran parte responsable del buen papel de los osasunistas de la época. Y Carlos Gomes por los locales, más de treinta veces internacional por Portugal.

El portugués Carlos Gomes fue un fichaje de sensación en pretemporada (el más caro de la historia hasta entonces) que vino a Granada apadrinado por Scopelli. Junto a actuaciones verdaderamente meritorias, sobre todo al principio, tuvo otras que no lo fueron tanto. Aparte, parece que en lo personal el luso no era mínimamente modesto, lo que le acarreó frecuentes enfrentamientos. Peleado con todo Portugal llegó y asimismo peleado con media Granada y con media España acabó. Tenía todavía un año de contrato, pero en mayo y mientras el equipo disputaba IV de Copa, se consiguió su traspaso al Oviedo, que pagó por él –se dijo- casi lo mismo que había costado. Así concluyó la estancia en nuestra tierra de este famoso futbolista, que no consiguió el pase a un grande como ambicionaba.

La victoria ante el Osasuna fue la última que Scopelli conseguiría dirigiendo al Granada. Cinco partidos después fue despedido y sustituido por Kalmar, con el intervalo en dos jornadas de González, míster del filial. Con el húngaro Kalmar el Granada en junio de 1959 llegaría a lo más alto de su palmarés como subcampeón de España.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

PRIMERO DEL MILENIO






Granada 1 Villarreal 1

2 de enero de 2001

Estadio Nuevo Los Cármenes, menos de seis mil espectadores en fría tarde de martes festivo. Terreno en pésimo estado por las lluvias. Partido correspondiente a dieciseisavos de Copa del Rey 2000-01 celebrado a un solo choque

Granada CF: Pindado; Garrido, Tabuenka, Moya, Cervián; Torres, Pascual, Gonzalo (Óscar Fernández 80’), Pedro Vega (Puntas 67’); Róber (Nacho Sierra 70’) y Huegún

Villarreal CF: López Vallejo; Galván, Unai, Quique Medina, Arrubarrena; Jorge López (Jaime 74’), Xabi Gracia, Cagna, Escoda; Moisés (Marioni 62’) y Craioveanu (Gaitán 68’)

Goles: 0-1, min. 77, Cagna; 1-1, min. 89, Nacho Sierra

Penaltis de desempate tras la prórroga: Gaitán, para Pindado; Cervián, gol; Marioni, gol; Nacho Sierra, gol; Unai, gol; Huegún, gol; Xabi Gracia, para Pindado; Torres, gol. No hubo necesidad del quinto lanzamiento. Total, 4-2 gana el Granada y pasa a VIII

Árbitro: Losantos Omar, vasco. Amonestó con amarilla a los locales Torres y Moya; y al visitante Galván

Un nuevo siglo y un nuevo milenio acababan de comenzar, aunque los varios miles de paisanos congregados en la Plaza del Carmen no pudieron celebrar su llegada con las uvas y el cava ante la tozudez del reloj municipal, tan parado como la misma corporación tripartita que habitaba bajo el tejado y que no mucho después colaboraría con su inacción al “instante preciso” en que nuestro Granada tocara fondo, dejando casi simultáneamente y para la posteridad el “Instante Preciso” (el de Pérez Villalta) como testimonio de su no muy celebrado paso –al menos en lo futbolero- por el antiguo convento del Carmen. Algo más de diez años después todo es muy distinto, así que congratulémonos con el ahora mismo y digamos con Antonio Carvajal «feliz quien ve sus horas en dorado presente».

Ismael Díaz, el de las retóricas frases de “afluentes” y meandros futbolísticos para tratar de explicar porqué su equipo no convencía, duró menos de media liga. Manuel Torres Molina sólo fue tolerado por el presidente Jimena cinco partidos. Lalo, por entonces director deportivo, en su (por ahora) última etapa de servicios al club rojiblanco, acababa de convertirse en el nuevo míster.

Esta tarde el Granada disputaba su primer partido del siglo XXI y del milenio. El rival era de los cualificados, el Villarreal de Víctor Muñoz, recién ascendido a 1ª pero ya convertido en el club puntero de nuestra liga que es desde esta temporada. No obstante, el fatídico y todavía reciente “murcianazo” había despoblado bastante las gradas y no se llegó ni a media entrada. Y a pesar de la distancia en categoría entre unos y otros, los amarillos no evidenciaron su superioridad y siempre tropezaron con la grandísima tarde de Pindado, que lo paró casi todo, incluso dos de los penaltis con los que en la tanda el Granada pudo pasar a la siguiente ronda.

En liga no se puede decir que este más bien desangelado Granada brillara, pero en copa y tras hacerse cargo del equipo Lalo, se consiguió llegar hasta IV. Después José Ángel Moreno se convertiría en el cuarto técnico de la temporada.

viernes, 9 de septiembre de 2011

TRES POR TRES







Granada 3 Betis 0


30 de enero de 2011


Estadio Nuevo Los Cármenes, lleno, dieciséis mil espectadores con presencia de un millar de béticos en tarde soleada y fría. Partido correspondiente a la jornada 22 de Segunda División 2010-11


Granada CF: Roberto; Nyom, Íñigo López, Máinz, Siqueira; Lucena, Mikel Rico, Abel Gómez, (Óscar Pérez 73’); Carlos Calvo, Dani Benítez (Collantes 80’) y Geijo (Ighalo 82’)


R Betis B: Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Arzu (Jonathan Pereira 62’), Iriney, Beñat (Ezequiel 57’), Salva Sevilla; Rubén Castro y Jorge Molina (Juanma 77’)


Goles: 1-0, min. 51, Geijo; 2-0, min. 59, Dani Benítez; 3-0, min. 64, Geijo


Árbitro: Sureda Cuenca (comité balear). Amonestó a Nyom, Carlos Calvo, Geijo y Abel Gómez, por los locales; y a Rubén Castro, Roversio e Iriney por los visitantes


Menos de diez segundos desde la recuperación del balón cerca de su portería hasta que éste acabara dentro de la meta bética es lo que tardó el Granada en marcar cada uno de los tres goles con los que derrotó al líder en esta histórica tarde. En trece minutos mágicos (del 51 al 64) de la continuación, tres rojiblancos fabricaron tres magníficos goles y se hicieron con los tres puntos, presentando por derecho la candidatura del Granada al ascenso a máxima categoría con el que cinco meses después remataría una temporada para inscribir entre las mejores de su ya octogenaria existencia.


Los comienzos en el retorno a la división de plata después de veintidós años no fueron nada buenos. En las primeras jornadas andaban los rojiblancos ocupando el farolillo rojo, pagando el peaje de los novatos. Pero para mediados de liga ya estaban los nuestros ocupando plaza de promoción de ascenso que no abandonarían hasta el final. El Gimnástico de Tarragona junto a un ex primera, el Jerez, y junto a un gallito, el filial barcelonista, ya habían salido de Los Cármenes ampliamente goleados. Como el Betis, que no atravesaba sus mejores momentos pero seguía siendo líder cuando nos visitaba en la primera jornada de la segunda vuelta, y gracias a su planteamiento alegre y nada especulativo pudimos ver la mejor versión del gran Granada que Fabri supo acoplar y darle un patrón de juego ganador que iba a concluir en junio con el quinto ascenso a Primera,


En un ambiente inmejorable, con las gradas a rebosar, ya en la primera parte habíamos podido asistir a un gran espectáculo en el que aunque no se movió el marcador a punto estuvo de hacerlo a favor de los rojiblancos, con un disparo de Geijo que se estrelló en el larguero. En la segunda mitad y a poco de su comienzo íbamos a disfrutar con tres enormes goles del Granada, dignos de figurar en manuales para enseñar a principiantes lo que debe entenderse por el mejor fútbol de contraataque.


En menos de lo que se tarda en describirlo, la pareja Álex Geijo-Dani Benítez, o mejor, el trío Roberto-Benítez-Geijo o Abel-Geijo-Benítez, desarmaron por completo al equipo que acabaría ganando la liga y ascendiendo de forma directa en unión del Rayo Vallecano. El Betis acreditó su condición de favorito y siempre fue a por el partido, lo que facilitó bastante la labor de los rapidísimos atacantes locales. En plena vorágine de excelente juego rojiblanco a la contra todavía pudieron los béticos encajar algún gol más


Un portero seguro y que sabe poner el balón en largo como nadie, una magnífica labor de las líneas de recuperación y arriba la lujosa sociedad Geijo-Benítez, aquella tarde de sobresaliente ambos. Esos fueron los argumentos granadinistas para en dos años ingresar en división de honor desde tercera y para derrotar al Betis con toda justicia. Los mismos que, con algún inevitable altibajo, iban a traer a Granada después de treinta y cinco años otra vez el mejor fútbol. En una temporada, la 10-11, para recordar siempre, la inmensa tarde del dúo Geijo-Benítez fue apoteósica y merecedora también de ser recordada siempre, como el gol de Ighalo en Elche, el del ascenso.


El empate en Tenerife entresemana y la victoria sobre el Betis colocaron al Granada en el quinto puesto por primera vez en las veintidós jornadas disputadas. En las veinte restantes ya lo más que perderíamos sería un lugar en la clasificación para concluir la gran temporada rojiblanca en ese quinto puesto que trajo el triunfo en el play off y el salto a la Primera que hoy estrenamos en Los Cármenes.