Soy cancerbero,
vulgo portero,
juego al foot-ball;
guardo el Averno,
o sea, el infierno:
evito el gol.
de mí ha salido.
¡Señor, qué cruz!
Y es que mi equipo
te quita el hipo:
da repelús.
cada jornada,
quieras que no,
por fas o nefas,
entre mil befas
me llevo yo.
(no es para tanto),
¡pobre de mí!
y por mal mote
el “Karaoke”
me han puesto allí.
que en
que en Albuñán,
goles sin cuento
entran a ciento,
¡esto no es plan!
(no es culpa mía),
en Talará,
fuerte nos dieron:
cinco cayeron
en un pis-pas.
hace muy poco,
que aquel balón
que parecía
que fuera iría
¡vana ilusión!
como una anguila
se fue a la red;
vi con espanto
caer el tanto:
el cero-tres.
¡Lerdo es con ganas!
gritaba Andrés.
¡Vaya petardo!
rugía Gerardo,
¡qué malo es!
-ya no hay paciencia-
mi entrenador
me ha relegado
y anda apenado
un servidor.
ya es que da grima,
señor doctor.
Diga usted algo,
es muy amargo
ser perdedor.
¿Me pongo a dieta
de vegetal?
¿Qué medicina?
¿”Benzoazepina”
o Nembutal?
de romería
a
¡Me hago horquillero,
o costalero!
No se hable más.
¿qué me aconseja?
Conteste ya.
No ve que imploro,
que sufro y lloro,
tenga piedad...
eso es tremendo,
¡vaya por Dios!
Que no es galeno,
¡rayos y truenos!
que no es doctor...
de «Kongeladoz»
repartidor.
Metí la pata,
su blanca bata
me confundió.
No doy ni una
bola con pie.
Yo me retiro.
Adiós le digo
al balompié.
No hay comentarios:
Publicar un comentario