¡Qué triste por pueblos y campos sin grama!
imitar, parecen, mi cabeza calva.
Nunca fui al Granada.
Mi cabeza monda ¡oh, rizos perdidos!,
sólo por las sienes queda algún pelillo.
Nunca vi al Granada.
Dadle al club un presi de bolsillo largo
y un cofre repleto, de doblones, claro.
Nunca entré al Granada.
¿Qué odio canino hiere a sus forofos?
¿Quién les pone negros, que trinan, furiosos?
Nunca fui al Granada.
¿Quién hoy sus laureles niega y quita, y quiere
verlo siempre hundido y herido de muerte?
Nunca vi al Granada
Venid los que nunca visteis al Granada
jugando en primera, repartiendo pana.
Nunca entré al Granada.
Hay hambre de fútbol del bueno de antaño,
hambre, hermanos míos, de treinta veranos.
Nunca fui al Granada.
Hambre de un ascenso, hambre de elefante;
hambre por el Darro, por el Genil hambre.
Nunca vi al Granada.
Si alta es la primera, la moral es alta.
Venid por estadios, taquillas y gradas.
Me uniré al Granada.
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