EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



jueves, 11 de marzo de 2010

LOS JERSEYS DE TABALES




Fue el primer guardameta pinturero de los que han pasado por nuestra tierra. Coqueto y preocupado por dar bien en las fotos, era garantía de espectáculo, volando en sus plomgeones (léase palomitas) y deleitando a la concurrencia. Era más bien bajito para ocupar la portería, pero es que por entonces el español medio era un tipo que no alcanzaba el metro setenta y de su tiempo hay numerosos porteros de parecida estatura, como el mismo Floro. Pero sobre todo era un guardameta todo agilidad y espectacular en sus acciones. Hablamos de Fernando Tabales Prieto (Sevilla 1919- 1983).


En sus datos biográficos que circulan por la Red debe estar equivocada la fecha de nacimiento (1919) ya que de otro modo tendríamos que cuando fichó por el Recreativo (1933) contaría tan solo con catorce años. Desde luego aquí vino muy joven pero seguramente tendría algunos años más.


Al Recreativo Granada llegó para la temporada 1933-34. Es un Recreativo presidido por el pintor Gabriel Morcillo que acaba de ascender a Tercera pero que no quiere quedarse en la nueva categoría y está decidido a dar el salto a la Segunda, y eso pasa por reforzarse con fichajes de relumbrón. En primer lugar el míster, Antonio Rey, el primer entrenador propiamente dicho en la historia granadinista ya que hasta ese momento la labor la venían desempeñando distintos jugadores. Y después hombres importantes, como el portero Tabales, los defensas Tomé y Carreras, el medio Itarte y los delanteros Victorio, Gomar y Luque: el “Equipo Fantasma”, en palabras de Escartín. Importantes refuerzos que conseguirán el ascenso a Segunda, aunque no será en esta temporada sino ya en la siguiente, la 34-35.


En Granada permaneció tres temporadas, las dos primeras como titular, hasta que en la tercera Lippo Hertza prefirió la sobriedad de Rodrigo, cosa mal encajada por este sevillano. De sus años como recreativista queda para el sepia de las añejas fotos sus vistosos jerseys a cuadros de diseño propio (se decía). 39 Partidos oficiales e infinidad de amistosos es su aportación a la historia granadinista.


Al llegar el final de la 35-36 y quedar el Recreativo en malísima situación, se volvió a su Sevilla donde estaba cuando empezó la escabechina entre hermanos que conocemos como Guerra Civil. De ahí al equipo Aviación Nacional, fusionado tras la guerra con el At. Madrid y del que nació el Atlético Aviación. En el equipo del Régimen desarrolló lo mejor de su carrera futbolística, al proclamarse dos veces campeón de las dos primeras ligas tras la contienda y ser el portero menos goleado de Primera en la 39-40.


Mi madre, forofa rojiblanca en su juventud, siempre destacaba entre sus recuerdos rojiblancos la primera visita a Granada del At. Aviación, el día de San Cecilio de 1942, que fue la siguiente vez que por esta tierra pudimos ver a Tabales. En una Granada literalmente ocupada por miles y miles de forasteros que querían ver de cerca a los aviadores, todos de uniforme militar y graduación de sargentos, dirigidos por Ricardo Zamora, con la estrella de alférez, por la mañana popular y masiva subida al Monte, y a las cuatro de la tarde el viejo Los Cármenes se quedaba pequeño para acoger a tantos como querían ver cómo el invencible equipo madrileño se imponía al Granada por un solitario y postrero gol de Campos, muy protestado por una mano previa. Los más destacados de un partido más bien malo fueron los dos guardametas Alberty y Tabales.

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