EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



lunes, 11 de julio de 2022

CERCA DE LA COLA

 

Con la temporada ya iniciada fichó Chaves, un delantero centro de calidad

 

Derrota en Córdoba y empate casero del Recreativo ante el Jerez

            En la segunda jornada de la 50-51 el Granada viajó a Córdoba y en el Arcángel cayó derrotado 3-2 en un partido en el que fue mejor que su oponente y que llevaba franco en el marcador, 0-2, pero no supo amarrar la ventaja y acabó sin sumar punto alguno. Las crónicas, todas de periodistas foráneos, dicen que el Granada erró en cerrarse a la defensiva a conservar la ventaja, y que de haber sido más ambicioso habría ganado sin duda. Gaspar Rubio dispuso su cerrojo a base de una defensa de cuatro en la que Barnet, con el número 9 a la espalda, era otro central más. Debutaron los recién incorporados, cedidos por el At. Madrid, Verde y Callejo, y el segundo fue el autor de los dos tantos granadinistas. También debutó el medio Rubio. A pesar de la derrota quedó el Granada clasificado en la tercera posición de la tabla.

            El lunes 18, a la vuelta, el Granada paró en Villanueva de Córdoba donde disputó un amistoso frente al cuadro local en el que se impuso 2-7. Actuó a prueba un nuevo jugador, Chaves, delantero centro procedente del Valladolid, de 19 años, que gustó bastante e inmediatamente fichó por el Granada por dos temporadas.

            Por su parte, el Recreativo en su debut casero y con una entrada muy buena, no pudo pasar del empate ante el Jerez en Los Cármenes (3-3). Los visitantes, gallitos del grupo, con un equipo bastante veterano formado por varios futbolistas que jugaron en primera, fueron muy superiores a los canteranos y faltó poco para que vencieran, pero el entusiasmo de los blanquiazules hizo que sumaran su primer punto en categoría nacional.


También con la temporada ya iniciada vino Martín, veterano y buen portero


Se va Luiqui, viene Martín           

        Después de jugadas las dos primeras jornadas, la plantilla rojiblanca sufrió una baja y una nueva incorporación. La baja fue la de Luiqui, que siempre fue titular en las dos temporadas anteriores pero que no contaba para Gaspar Rubio, con quien había tenido algún roce; se había publicado en prensa que iba a jugar esta temporada en el Recreativo, pero esta medida no fue aceptada por el jugador, que recibió la carta de libertad para fichar acto seguido por el Jaén de Cholín y Trompi. Y casi simultáneamente fichó por el Granada Martín, veterano portero proveniente del Alcoyano, con el que ascendió la temporada anterior a primera y que antes había pertenecido a un sinfín de equipos, entre ellos el At. Madrid y el R. Madrid. Desde la marcha de Candi andaba algo coja la portería con sólo Carbelo para la demarcación. Con la intermediación de Paco Bru, el míster del debut primerdivisionista del Granada, ya retirado de los banquillos pero dedicado a la representación de futbolistas, quedó Martín contratado por dos temporadas y fue un buen fichaje que pronto se hizo con la titularidad.

 

Debut canario en Los Cármenes con victoria mientras el Recreativo es goleado en Tánger

            La tercera jornada supuso para el Granada un choque del todo inédito con la visita del Las Palmas. Por primera vez un equipo canario se enfrentaba al Granada. No existía precedente de ningún tipo pues ni siquiera un amistoso había disputado nuestro equipo hasta el momento frente a algún club canario ni nunca una expedición rojiblanca había pisado las islas. El Las Palmas estaba recién fundado y se había formado con la fusión de hasta cinco clubes distintos de la isla de Gran Canaria, de ahí su denominación: unión deportiva, confeccionándose como una especie de selección de jugadores de su cantera, todos muy jóvenes. También por primera vez en la historia del fútbol español un club de ese lugar tan lejano como las Islas Canarias militaba en categoría nacional. Así que estábamos ante algo del todo inédito por estas tierras.

            Esto ocurrió el 24 de septiembre de 1950, último domingo de este mes, razón por la cual la hora de comienzo del encuentro fue fijada para las cuatro de la tarde con objeto de que el público pudiera acudir a la procesión de la Virgen de las Angustias. No hubo entrega de banderines ni recuerdos de ningún tipo a pesar del estreno canario en estos predios. Los visitantes venían como líderes invictos ya que sus dos partidos anteriores los habían ganado, pero en Granada fueron ampliamente derrotados por 4-1 en un buen partido rojiblanco que no se decidió hasta el último cuarto de hora en que llegaron tres de los tantos del Granada, en el que debutaban ante su público los cedidos del At. Madrid Callejo y Verde, más el ariete recién fichado Avelino Chaves.

Los canarios, con un fútbol de toque al que por aquí no estábamos acostumbrados, causaron una magnífica impresión y se adelantaron en el marcador, y parecía que el partido y los puntos serían suyos, pero al filo del descanso el debutante Chaves hizo el empate. Y en una segunda parte muy bien jugada por los nuestros, Licker deshizo la igualada de un gran remate pasada la media hora y después, muy cerca del final, llegaron dos goles más de Callejo y La Rubia. El Granada no obstante, según las crónicas, volvió a evidenciar falta de conjunto. La victoria valió el segundo puesto de la clasificación, pero se dio un séxtuple empate a cuatro puntos en la cabeza.

            Por su parte, el Recreativo, que estaba en su cuarto año de vida, se convirtió en equipo con recorrido internacional. Y es que en el grupo VI de tercera figuraban cuatro equipos marroquíes pues por entonces España mantenía el protectorado sobre el norte del país. Así, en la tercera jornada le tocó al filial viajar a Tánger, ciudad abierta por entonces, esto es, que no pertenecía a ningún estado aunque su vinculación con Marruecos y con España era evidente. En la ciudad del norte de África le tocó al Recreativo jugar contra el Maghreb el Aksa, equipo de la parte alta de la clasificación que derrotó a los canteranos concluyentemente: 4-1. Se adelantaron en el marcador los recreativistas pero en la segunda parte acusaron bisoñez y falta de forma física y sucumbieron ante un equipo mucho más hecho.


El Granada que derrotó al Las Palmas en la tercera jornada. De pie: Licker, La Rubia, Chaves, Verde, Mas, Toñín y Carbelo; agachados: Urquízar (suplente), Méndez, Rubio, Mompeán y Callejo

Jornada de descanso mientras el Recreativo cae frente al Jaén

            La cuarta jornada, a principios de octubre, fue de descanso para el Granada. El segundo grupo de segunda o Sur contaba con sólo quince equipos (17 el Norte) al haberse cuadrado así la categoría por la Federación, y se había dispuesto que la jornada de descanso sería a continuación de enfrentarse al Las Palmas, ya que desplazarse a Canarias en 1950 no era precisamente un viaje cómodo y rápido.

            El que no descansó fue el filial, que recibió en Los Cármenes a otro de los gallitos, el Jaén de Cholín, por completo profesional, toda la temporada en los puestos altos aunque finalmente no ascendió. Ganaron los del Santo Reino 0-2. Con una gran entrada y más de mil jiennenses en las gradas, los visitantes, un equipo veterano y muy bien conjuntado, aprovecharon la falta de experiencia de los recreativistas para, sin jugar mejor que los locales, llevarse los dos puntos con dos goles muy tempraneros y casi seguidos. Jugaron los ex granadinistas Unamuno, ya establecido permanentemente en la defensa, y Luiqui, que fue el mejor de los blancos, pero no Trompi, lesionado en esos momentos. La derrota dejó al Recreativo en el farolillo rojo, con sólo un punto en su casillero. El cronista de La Prensa, José de Vicente, dice que es necesario reforzar el equipo si no queremos que el paso por categoría nacional sea efímero.

Le hicieron caso al plumilla y a los pocos días llegaron varias novedades. El primero fue el granadino Rivera, más propiamente un re-fichaje porque ya había jugado en el primer equipo las cuatro temporadas anteriores, pero fue incorporado al Recreativo; le siguió el defensa madrileño Arroyo, cedido después al Gabia, de categoría local; y también fichó el portero Marañón, estudiante en nuestra Universidad. De los tres sólo el primero jugará regularmente esta temporada de blanquiazul, mientras que Marañón únicamente intervendrá en un partido y el defensa ni siquiera llegará a estrenarse. Más adelante y con la intermediación de Paco Bru vinieron, para probar por el Recreativo, un extremo, García Domínguez, que anteriormente había jugado en el Jaén y que quedó fichado; un delantero, Barcelobre, que no llegó a fichar; y también un antiguo conocido de la afición recreativista, Tobalina, que sí se quedó, defensa valenciano que ya vistió de blanquiazul dos temporadas atrás, cuando el ascenso del filial a Preferente, y que dejó buen recuerdo siendo siempre titular. Los fichados de todas maneras jugaron muy poco con el filial.


Recorte de Ideal con los equipos del Jaén y del Recreativo

Goleada al Cartagena y nueva derrota (en Cádiz) del farolillo rojo Recreativo

Después de la semana de descanso volvió el fútbol para la primera plantilla con el partido en Los Cármenes frente al Cartagena de la jornada cinco. Fue una nueva victoria rojiblanca y, como en las tres anteriores, también hubo abundancia de goles, 5-2. Las crónicas no obstante dicen que la victoria no fue fácil y que el Granada no jugó bien, en especial sus interiores y medios, sobre todo Toñín, de quien comenta Seudónimo que por más que se empeñe el míster, su puesto es la defensa y no la media; del húngaro Licker dice que cada día va a menos en su rendimiento. Según La Prensa, el partido se ganó más por la excelente labor de las individualidades, en especial el delantero centro Chaves, que marcó dos goles, y el eterno Paco Mas, en un extraordinario momento de forma, quien marcó un gol de antología. Según Fernández de Burgos en Ideal, sigue sin haber armonía en el once rojiblanco y la zona ancha no funciona.

El árbitro, Campos Santín, el mismo que la lio en Los Cármenes la temporada anterior en el partido frente al Linense de copa, volvió a tener una desafortunada actuación y señaló dos penaltis en contra de los rojiblancos (los dos goles forasteros) aunque en honor a la verdad hay que decir que el segundo fue muy claro, una mano de Méndez a un balón que ya entraba. A pesar del descanso de la semana anterior, continuó el Granada encaramado a la segunda plaza de la clasificación, si bien empatado a puntos con otros tres equipos.

La otra cara de la moneda fue la derrota, 3-0, ya la cuarta (de cinco partidos jugados) del farolillo rojo Recreativo en el campo de Mirandilla frente al Cádiz. El filial causó una buena impresión y ofreció un juego bien trenzado pero carente por completo de peligro de cara a la portería contraria, lo que viene a coincidir con lo visto en los partidos ya disputados por el filial. En el Cádiz se alinearon hasta nueve futbolistas catalanes fichados por los amarillos del Lérida.


Revista Penalty con los húngaros Licker y Otto

Derrota en Mestalla. El Alhambra CF. Primera victoria del Recreativo

Su partido de la sexta jornada lo jugó el Granada entre semana, el jueves 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad o de la Raza en todo el territorio nacional. Le tocó desplazarse a Valencia para enfrentarse al filial valencianista, el Mestalla, y en el estadio del mismo nombre sucumbieron los rojiblancos por el tanteo de 4-1.

Las crónicas dicen que no mereció perder por tan amplio margen nuestro equipo y que un gol mal anulado por fuera de juego posicional al Granada que hubiera supuesto el empate a un gol, más un penalti en contra riguroso tuvieron la culpa. En el Mestalla se alinearon tres futuros internacionales como Mañó, Sendra y Sócrates, y también dos jugadores que en la temporada siguiente militarán en el Granada, Salvador e Ibáñez, que marcó tres de los cuatro goles. Por su parte, en el Granada volvía a la alineación Sosa, ausente desde su lesión en la primera jornada, en sustitución de Toñín, y en la portería debutaba Martín, que paró el primer lanzamiento en el penalti pero no pudo detener el segundo tras su rechace. El Granada bajó al cuarto puesto de la tabla, alejado dos puntos del segundo.

Por su parte, el filial escribió una página histórica el domingo 15 de octubre de 1950 puesto que ese día, en Los Cármenes, partido de la jornada 6 del grupo VI de tercera, consiguió su primera victoria en categoría nacional, derrotando al Almería por 2-1, y además con esos dos puntos abandonó el farolillo rojo subiendo un puesto, si bien empatado a tres con el España de Tánger. Con un gran Cea de director del filial, el Recreativo jugó un magnífico partido, pero adoleció una vez más de escasísimo remate, y lo que debió ser un amplio triunfo se quedó en una victoria por la mínima y con bastantes apuros. Debutó en la portería el recién fichado Marañón, pero no estuvo afortunado en el gol de los almerienses y ya no volvió a ser alineado. También actuó por primera vez esta temporada el extremo reingresado Rivera, y en el puesto de delantero centro se alineó Moleón, otra de las recientes incorporaciones, que consiguió el gol de la victoria a cinco minutos del final.

Por otra parte, este año el Granada C o tercer filial de la temporada anterior, no salió a competición, pero hubo otro segundo filial rojiblanco, ahora en la categoría tercera regional, el Alhambra, que contó con varios de los jugadores del desaparecido Granada C, como Esturla y Millán II más el fichado a principios de temporada Palomino, y además empezaron a foguearse en sus filas otros futuros recreativistas que posteriormente pasarán al primer equipo como Rafa, Guerrero y Cuerva. Los partidos del Alhambra como local se jugaban en Los Cármenes y los socios del Granada tenían derecho a presenciarlos con el correspondiente carné puesto al día de pagos. El Alhambra ya fue filial del Granada en la 42-43.


El Alhambra CF, segundo filial del Granada. Forman de pie: Huete, Miguel, Callejas, M. Millán, Blanco y Palomino; agachados: Esturla, Herrera, Guerrero, Rafa y Cuerva. Los tres últimos serán titulares en el Granada poco tiempo después

Ficha Vecino. Derrota en El Calvario. Segunda victoria del Recreativo

Tras diez días de inactividad volvió el Granada a la liga con un nuevo desplazamiento, ahora a Salamanca, equipo integrado en el grupo sur de segunda al igual que el año anterior para tratar de cuadrar los participantes en la categoría de plata, en la que eran más abundantes los clubes norteños y por eso mismo esta temporada se habían dejado ambos grupos cojos. Con la expedición granadinista viajaron dos directivos, Ramón-Laca y Espada, que se entrevistaron con las autoridades para tratar de dar solución al larguísimo caso Otto, pero el primero de ellos, muy bien relacionado con el Atlético de Madrid, aprovechó también el viaje para cerrar un nuevo fichaje, el de Vecino, que tenía en esos momentos varias “novias”, medio defensivo de 23 años perteneciente al club colchonero que la anterior temporada lo había cedido al Zaragoza. Fue un buen fichaje pues este jugador será titular indiscutible las dos temporadas que permanecerá en el Granada. De esta manera quedaba reforzada la media, que era la línea donde se venían apreciando las mayores carencias.

Precisamente a la media y a los interiores achacan las crónicas la causa de la nueva derrota (2-1) que cosechó el Granada en la jornada siete, en su visita al Calvario de Salamanca. La nueva lesión de Sosa obligó a incluir en el once a Toñín, al que vuelven a señalar como jugador flojo, y también recibe críticas negativas el húngaro Licker, al que se le viene viendo últimamente algo apático. Los mayores elogios los merece el delantero centro Chaves, autor del tanto granadino, con el que ya llevaba cinco en cuatro partidos.

La derrota descolgó bastante al Granada de los puestos altos, pasando a ocupar la séptima plaza, a cuatro de primero y segundo, pero sin perder de vista los puestos bajos, sólo distanciados en dos puntos, dada la gran igualdad existente entre los quince componentes del grupo.

Simultáneamente en Los Cármenes, el Recreativo sumó su segunda victoria y remontó tres puestos en la clasificación en su zona baja. Nos visitaba el Español de Tetuán, otro de los cuatro clubes marroquíes incluidos en el grupo VI de tercera, equipo que era la primera vez que visitaba Granada, razón por la cual se le entregó un banderín de recuerdo en los prolegómenos. Según las crónicas, el partido se pareció mucho al de hacía una semana frente al Almería: el Recreativo fue mejor y pareció que podía ganar ampliamente, pero, una vez más, evidencio falta de pegada y la victoria fue agónica, 1-0 con un único gol, de Cea, conseguido bien avanzada la segunda mitad. Durante la semana previa había cerrado el Recreativo distintos fichajes, pero el único debutante en este partido fue el meta Julio, un re-debut en realidad ya que ésta era su tercera temporada en el filial, un buen portero que por motivos laborales no había podido incorporarse hasta el momento.  


Otro fichaje de calidad con la temporada ya empezada, el medio Vecino

El At. Tetuán se lleva un punto mientras el Recreativo cae derrotado en Algeciras

En la jornada ocho volvió el Granada a Los Cármenes, donde recibió la visita del At. Tetuán, en esos momentos situado en la zona media de la tabla pero que acabaría la liga como campeón del grupo sur y ascendería a primera. La visita de los norteafricanos supuso inaugurar esta temporada la cuenta de negativos (-1) ya que el partido acabó en empate a un gol. Las crónicas dicen que los visitantes sólo exhibieron entusiasmo y lucha, y que el Granada jugó muy mal y sigue sin tener ligazón entre sus líneas, es decir, sique sin tener un conjunto y sólo hay alguna buena individualidad, y que los interiores (Licker y La Rubia) actuaron muy deficientemente, aunque la media mejoró con la inclusión del debutante Vecino, llegado a Granada junto a la expedición que volvía derrotada de Salamanca. Vecino y el portero Martín, debutante en Los Cármenes, hicieron un buen partido. El tropiezo costó un puesto en la clasificación, bajando al octavo, pero sólo dos puntos por encima de los puestos de descenso.

Por su parte el Recreativo, en el que debutaron sus recientes fichajes Tobalina y García Domínguez, salió derrotado (2-0) de su visita al Algeciras. Las crónicas dicen que los locales se dedicaron a la caza del hombre y de esa forma el defensa Paquito tuvo que abandonar el campo por lesión (que lo va a tener apartado de los terrenos dos meses) dejando a su equipo en inferioridad. Una vez más el Recreativo adoleció de total falta de remate. La derrota le hizo caer al penúltimo puesto de la tabla, empatado a puntos con el farolillo rojo, el Larache.

 

Nada en La Línea

La siguiente jornada, ya la 9, llevó al Granada a La Línea, donde cosechó una nueva derrota, 2-1. Por el momento iban cuatro salidas y otros tantos chascos, pero éste dolió más que los anteriores por darse ante un equipo de la zona baja y además acercó muy peligrosamente los puestos de descenso, quinto por la cola con sólo un punto de ventaja sobre dichos puestos de pérdida de categoría. Las crónicas, todas de periodistas linenses, vienen a coincidir con lo que venía opinando sobre el equipo la prensa local, y dicen que el Granada jugó muy mal, sólo ocupado en defender, y que no tiene equipo para aspirar a nada, con alguna individualidad, pero con un conjunto frío, sin vida y sin médula. La crónica para Ideal, que firma el periodista granadino pero afincado en La Línea, Jorge de Arlés, dice no obstante que el Granada tiene un jugador excepcional, Méndez, que reúne intuición, dominio de la pelota y el vigor y la prestancia física necesarios, y añade que sin Trompi el Granada es un cuadro vulgar y sin alma.

Volvió al equipo Santacréu, ausente desde la primera jornada, en detrimento de Mas, algo tocado, pero se echó de menos al goleador Chaves, sustituido por un desangelado Botella. El húngaro Licker volvió a merecer malas críticas. El Granada, en prevención de lo que pasara en este mismo campo la temporada anterior al sufrir un nefasto arbitraje secundado en lo erróneo por jueces de línea locales, había solicitado liniers neutrales, pero el partido fue en todo momento jugado por unos y por otros con deportividad y no hubo lugar para la polémica.


El Recreativo que derrotó al Betis en Los Cármenes. De pie: Malia, Montilla, Tobalina, Julio (suplente), Jaime, Díaz Cara, Ríos y Rivera; agachados: Sueza, Cea, Ros y Requena

Gran victoria del Recreativo sobre el Betis

A la misma hora, pero en Los Cármenes, el Recreativo logró su tercera victoria en categoría nacional y lo hizo a lo grande, ante el enrachado y clarísimo favorito Betis, al que derrotó 2-0. El Betis, el mismo que ganó una liga en los años de la República, atravesaba en esos momentos su peor época histórica y militaba en tercera, categoría a la que había caído tres temporadas antes y en la que aún le quedaban otros tres años que purgar.

El campo registró una gran entrada y los blanquiverdes, arropados por varios cientos de hinchas, que en su salida anterior habían derrotado en su campo a otro de los favoritos, el Jaén, en Los Cármenes parece ser que salieron con aires de superioridad y cuando quisieron acordar llevaban ya en contra dos goles que no pudieron contrarrestar a pesar de dominar y tener oportunidades. El Recreativo imprimió de salida un fuerte tren y con este arma consiguió sus dos goles, dedicándose la segunda parte con una firme defensa a conservar lo logrado. El mejor fue Requena, devuelto a la defensa tras la lesión de Paquito, por contra, el recién fichado Tobalina, jugador más de contención, actuó de delantero centro. Fernández de Burgos alaba el juego del filial y dice que está muy por encima del de su “papaíto”. Gracias a los dos puntos el Recreativo dio un salto de tres puestos en la tabla.

 

Dos puntos frente al Plus Ultra. El Recreativo derrotado en Larache

La jornada 10 volvió el Granada a reencontrarse con la victoria después de cuatro jornadas de resultados negativos. El Plus Ultra, filial del R. Madrid fue su oponente, al que se pudo derrotar (2-0) gracias a dos genialidades del mejor jugador local esta temporada, el joven cedido por el At. Madrid Callejo, que en sendas jugadas individuales muy parecidas sirvió balones en bandeja a Santacréu y Mas para que éstos amarraran la victoria. Por lo demás, nuevamente las crónicas vuelven a incidir en que el Granada sigue sin conjunto y jugando muy mal. Fernández de Burgos en Ideal dice que la causa de esa falta de juego de conjunto hay que buscarla en los entrenamientos, lo que supone el primer comentario negativo de un plumilla local hacia la labor del técnico.

Ensayó Gaspar Rubio una nueva delantera, prescindiendo del desdibujado húngaro Licker y prefiriendo para el puesto de ariete al incombustible Sosa, pero sin que esto mejorara el rendimiento del equipo. Con la victoria el Granada dio un pequeño salto en la tabla y distanció en dos puntos los puestos de descenso.

Los futbolistas del filial madridista tuvieron que actuar en Los Cármenes con botas y espinilleras prestadas porque la noche previa al partido los cacos les robaron de su autobús, aparcado en la calle Ganivet, a la puerta del hotel donde pernoctaban, una cesta con gran parte del material deportivo que traían. Días después fueron recuperadas las botas por un transeúnte que las encontró tiradas por el suelo en la Cuesta de Rodrigo del Campo, donde fueron abandonadas por sus raptores.

Mientras tanto el Recreativo, en una nueva salida al norte de África, cayó derrotado 3-0 en la ciudad marroquí de Larache, sobre una superficie de tierra, más bien arena de playa, y llena de hoyos. El redactor de La Prensa y de Ideal, Jovi (José de Vicente), acompañó al filial en su desplazamiento y firma las crónicas de que disponemos, y en ellas dice que el Recreativo jugó fatal la primera mitad, en la que encajó los tres goles, para en la segunda hacerse con el mando, pero sin efectividad alguna. También dice que apreció cierta desgana en los blanquiazules. El Larache era el colista y la expedición se las prometía muy felices después de su buen partido de una semana antes frente al Betis, pero los jóvenes canteranos volvieron a evidenciar una total falta de remate. El Recreativo quedó cuarto por la cola a sólo un punto del farolillo rojo.


El Granada que derrotó al Plus Ultra en Los Cármenes. De pie: Méndez, Santacréu, Mas, Verde, Rubio, Callejo y Carbelo (suplente); agachados: Martín, La Rubia, Vecino, Sosa y Mompeán

 


 

CALLEJEANDO

 

 

Procesiones rurales y dos sucesos

El mes de octubre de 1950 fue pródigo en manifestaciones del más irreductible nacionalcatolicismo. Primero viajaron a Granada desde Portugal, donde habían estado un tiempo a préstamo, las cenizas de San Juan de Dios, acompañadas del Legado luso y los ministros de asuntos exteriores del país vecino y de España. También vinieron el ministro español de agricultura y los embajadores de los dos países (el de España era el hermanísimo Nicolás Franco). Con ambiente de fiesta mayor, una larguísima procesión desde la estación de Andaluces hasta la Catedral ocupó toda la ciudad, una procesión que tuvo su octava dos días después, ahora con el traslado hasta la basílica del santo. Apaciguadas las calles, pronto se vieron de nuevo repletas de procesionistas, ahora para recibir a la Virgen de Fátima, con la que se llevó a cabo una especie de bolos por todas las parroquias, iglesias y ermitas de la capital y de la provincia, en un sin parar que duró algo más de un año. 

            En la España del nacionalcatolicismo las procesiones eran algo muy común, casi cotidiano. No hay nada más que hojear los diarios de aquellos años para encontrarse con desfiles religiosos a porrillo (católicos, naturalmente) de todo tipo. Dentro de este despliegue de imágenes a hombros, son destacables las traídas y llevadas de la que llamaban la Virgen de Fátima Peregrina. De parroquia en parroquia fue transportada una réplica pequeña de la que se venera en Portugal por toda Granada, y una vez visitados todos los rincones de la capital le tocó a la provincia.

            De norte a sur y de este a oeste, la imagen de la Virgen recorrió todos los pueblos, anejos, alquerías, cortijadas, aldeas y parajes campestres, y en ese peregrinar incansable se produjo un incidente digno de figurar en el Celtiberia Show de Luis Carandell cuando a comienzos de julio de 1951 andaba la imagen por el Valle de Lecrín. El traslado de la Virgen de Fátima de Saleres a Restábal despertó eso tan carpetovetónico que es el odio visceral al vecino, y por un quítame allá ese hombro de las andas, que ahora les toca a los de mi pueblo, casi tiene que intervenir la Benemérita para evitar que los restabeños y los salerenses se enzarzaran a velazos unos con otros.

Por otra parte, en la semana posterior a la visita a Salamanca del Granada, una noticia de sucesos que extraemos de Ideal nos llama la atención: el joven de 16 años Sebastián Pérez Linares (futuro subjefe provincial del Movimiento en Granada durante una eternidad de años) fue agredido por varias vecinas; atendido en la casa de socorro, presentaba erosiones y contusiones en cabeza y cara; las causas de la agresión no las especifica la escueta noticia.

Es en realidad un sucedido sin importancia. Más la tienen las muchas noticias de sucesos aparecidas en los diarios granadinos durante todo este mes de octubre, en el que hubo dos mujeres ahogadas en aljibes albaicineros, una en el de Trillo y otra en el de la Cruz de Piedra, al parecer por suicidio. Tampoco faltó un asesinato, el de un anciano trapero de la calle Elvira, muerto en su covacha para robarle; fue un caso que trajo cola y que acaparó espacios en las secciones de sucesos y vida judicial de los diarios granadinos.


La Virgen de Fátima en el Paseo de la Bomba


Casting de guapas granadinas

Mientras el Granada descansaba en la jornada tres por aquello de haberse confeccionado un calendario cojo, a base de quince componentes, a primeros de octubre las granadinas de buen ver andaban ilusionadas y soñando con hacerse famosas en el mundo del celuloide.

En la prensa local se podía leer el siguiente anuncio en un recuadro de considerable tamaño: «Para hacerse famosa en el CINE MUNDIAL se le presenta una gran ocasión, señorita». Y bajo este titular: «Esta tarde a las seis llegará a Granada, hospedándose en el hotel Alhambra Palace, el famoso productor cinematográfico inglés Sir Alexander Korda y el triunfante director Carol Reed, que vienen a nuestra capital con el exclusivo objeto de elegir entre el elemento femenino de esta ciudad la protagonista de su próxima película EL DESTERRADO DE LAS ISLAS, que empezará a rodarse en Londres el próximo día 15». Y continúa el reclamo diciendo que buscan morenas de entre 20 y 30 años, esbeltas y con marcados rasgos de eso que es tan habitual ver en nuestras calles, eso tan característicamente andaluz, mezcla de árabe y gitano. No es imprescindible ser artista ni saber inglés. Las interesadas deben presentarse de seis a ocho en el hotel.

La película, una adaptación de una novela de Joseph Conrad del mismo título, se estrenó dos años más tarde, en 1952, y nada tiene que ver con Andalucía ni con España. Se desarrolla en una remota isla del Pacífico. Rodada en blanco y negro, se puede catalogar como un film de aventuras, con un viejo lobo de mar como protagonista, Trevor Howard, tramposo y egoísta, que se ve obligado a huir a un lugar perdido, una isla de la Polinesia, donde conocerá a Aissa, la hija del jefe de la tribu indígena que allí vive, y perderá la cabeza por ella hasta llegar a la autodestrucción. Es una película que merece en general buenas críticas, según se puede leer en Internet, aunque no es de las más destacadas de la filmografía de Carol Reed, cuyo mayor éxito fue El Tercer Hombre, estrenada un año antes.

No mentía la publicidad encaminada a la elección de alguien sin experiencia para el papel de protagonista femenino, la ya mencionada Aissa, hija del jefe de la tribu malaya. La elegida fue finalmente una morenaza, sí, pero francesa, una desconocida que con esta película se estrenó como actriz y a la que se bautizó para el cine con el escueto nombre (sin apellido) de Kerima, que sonaba a nativa de aquellos parajes exóticos en los que se desarrolla Outcats of the Islands, en su original inglés. Según se puede leer en Wikipedia, el director quería una mujer seductora, radiante, como el alma del país con sus misteriosos bosques, y durante un año buscó Reed por Egipto, Singapur y Borneo (nada se dice de España) viendo bailarinas, modelos, reinas de belleza…, hasta decidirse por la tal Kerima, a la que se presentó como nativa malaya pero que había nacido en Tolosa (la de Francia, Toulouse), cuyo debut cinematográfico fue mudo, esto es, sin pronunciar ni una palabra en todo el filme. Poco más de una docena de películas protagonizó Kerima, todas con ese mismo exótico y corto nombre.

En el Palace fue el casting, aunque ésta era una palabra no sólo desconocida en el lenguaje cotidiano, también proscrita, como todos los términos tomados de una lengua distinta de la del Imperio. Ninguna paisana fue del agrado de los cineastas y por tanto no alcanzó esa fama en el cine mundial que prometía el reclamo.

Ortiz de Villajos, que firmaba “Z” en su diaria sección de la primera página de Ideal, “El Día en Granada”, comentó que los dos peliculeros se habían marchado al día siguiente y que como despedida habían comentado a la prensa que no se encuentra en Granada el tipo de mujer que buscaban para su próxima película, «Lo cual, a nuestro corto entender -dice Z-, habrá servido de satisfacción en lugar de defraudarlas a las gráciles y opíparas morenitas o morenazas que acudieron a la revista. Las “granaínas” ya tienen bastante con ser “granaínas”. Nosotros entendemos que Korda y Reed deben ir a buscar una malaya… a la Malasia y demás islas oceánicas. Nos figuramos la cara de asombro o quizá de algo peor de una castiza albayzinera o de una garrida “greñúa” si de pronto Korda o Reed hubieran dicho: “¡Ya está! Aquí tenemos a la malaya que necesitamos”». […] «Las granadinas no necesitan parecerse nada más que a ellas mismas. La fama de su belleza es universal y universal también la de sus características propias y singulares en lo físico y en lo psíquico».


Cartelera de la película El Desterrado de las Islas


Cencerrada sangrienta

            Un juicio en la Audiencia Provincial de Granada por la muerte de una mujer en el transcurso de una cencerrada dio bastante que hablar en nuestra ciudad a finales de octubre de 1950, más que nada porque ya por entonces esta costumbre ancestral había dejado de ser eso mismo, una costumbre, y más raro aún resultaba que ocurriera en una ciudad y no en un pueblo.

            Una cencerrada se define como una reunión de personas provistas de cencerros, zambombas, almireces, latas, cacerolas y todo tipo de utensilios que sirvan para meter cuanto más ruido mejor, en especial recibe este nombre la que se hace con fines burlescos o festivos. O sea, una cacerolada, y más modernamente, un escrache. De los fines festivos se ha pasado de un tiempo a esta parte a los políticos o reivindicativos, y se usa para algún tipo de protesta o simplemente para dar la tabarra frente al domicilio o lugar donde un determinado personaje público se encuentra.

Pero el sentido de la cencerrada a que nos referimos es distinto, es el que viene en el diccionario en la primera de las tres acepciones que aparecen. Cencerrada se define como el ruido desapacible que se hace para burlarse de los viudos la primera noche de sus nuevas bodas. Y es que parece ser que eso de que un viudo o una viuda volviera a casarse se interpretaba como algo indecoroso, sobre todo en los pueblos, como una traición al cónyuge difunto o como un colmo de lascivia del novio añoso (mucho menos frecuente era que la entrada en años fuera la novia), y había que recordarle al contrayente su felonía metiendo mucho ruido y a grito pelado, con puyas que solían entrar en el terreno de lo injurioso. En realidad, no era otra cosa esta costumbre que un pretexto para que los mozos se corrieran una juerga con cargo a los recién casados, que sólo podían librarse de la murga convidando a los alborotadores con unas cuantas arrobas de vino. Muchas veces y precisamente para evitar el guirigay, esas bodas entre maduros se celebraban de madrugada y a escondidas. Y en no pocas ocasiones la cencerrada empezaba como un alegre cortejo haciendo ruido y cantando coplillas por las calles de una aldea pero acababa disuelta manu militari por la Benemérita o en el arresto municipal o ante el juez de guardia, o peor aún, terminaba en tragedia, lo que se puede corroborar en las hemerotecas, donde abundan las noticias de escalabrados, lesionados y hasta muertos como resultado de una noche toledana de este tipo, con mucho alboroto, borracheras y broncas entre el mocerío de algún pueblo de la España profunda.

Desde antiguo los distintos códigos penales españoles han tipificado esta práctica como falta contra el orden público y han sancionado con multa pecuniaria y reprensión privada a «Los que promovieren o tomaren parte activa en cencerradas u otras reuniones tumultuosas, con ofensa de alguna persona o con perjuicio o menoscabo del sosiego público». Pero por mucho que se legislara contra estas juergas, esa costumbre ancestral (de siglos) duró muchísimos años en España, sobre todo en el ámbito rural, donde puede que aún perviva. En la actualidad se puede hablar de que ha muerto por causas naturales, por lo mucho de tradición bárbara que tenía.

En la literatura española, sobre todo en la decimonónica, hay abundantes testimonios de esta antigua usanza. Eugenio Noel en su libro “España nervio a nervio”,  escribe: «...a pesar de la distancia, el escándalo es monstruoso y se perciben los matices todos del aquelarre: los golpes dados con los hierros en las latas, los silbidos pastoriles lanzados con los dedos de la boca, las explosiones secas de los pedreros en las tablas, hondas que chascan, el singular martilleo de las manos de los almireces, las notas de bandurrias y guitarros, acordeones, sonajas de pandero, el pasodoble del organillo, y por encima de todo esto, descarga de mazos de cohetes, centenares de voces humanas que aúllan, berrean, que vomitan todo el repertorio de la chacota sangrienta y el insulto baboso; un concierto que haría salir la vergüenza a los hocicos de los rinocerontes e hipopótamos».

            El suceso ocurrido en Granada tuvo lugar a finales de los años cuarenta y fue enjuiciado el 23 de octubre de 1950. Dos encausados se sentaron en el banquillo como participantes activos en la cencerrada en que resultó muerta la mujer a la que iba dedicada. Una muchedumbre vociferante en la que era mayoría el elemento joven, se congregó ante la puerta de su vivienda: una cueva en la ladera del cerro de San Miguel. No hubo boda como tal, pero sí festejo de la unión de dos gitanos (dice la noticia que tomamos de Ideal) ya de bastante edad, que habían decidido vivir juntos en lo sucesivo: «…a media tarde, chiquillos, mujeres y muchachas, surgiendo de entre las pencas y las pitas y corriendo en tropel por las veredillas, arrastrando latas y chatarra, comenzaron con el brutal “obsequio”». La cosa pronto degeneró en pedrea generalizada contra la cueva y alguien gritó que había que apuntar a las personas y no a las macetas, con el resultado de que la mujer en cuyo “honor” era la bulla, María Martínez era su nombre, resultó varias veces alcanzada y hubo de ser ingresada en el hospital de San Juan de Dios, donde falleció dos semanas después víctima de un derrame cerebral.

            Finalmente, sólo una de las procesadas, Ana Garrido Fajardo se llamaba, de 16 años, resultó condenada. Fue su papel en realidad el de cabeza de turco y pagó por un hecho en el que intervinieron muchísimas más personas que no fueron identificadas. A ella la delató el llamativo vestido rojo que llevaba cuando los hechos. Le cayeron dos años de prisión menor como responsable de un delito de homicidio simple.


Una cencerrada

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez aprendo más cosas leyendo tus historias. Y eso que en los 50 ya era mayor y viví personalmente muchos de los acontecimientos que relatas. Pero escritos por ti tienen mucho más interés y gracia. Una vez más enhorabuena y un abrazo