Se van Almagro, Candi y Trompi
En el capítulo de bajas para
la 50-51 hay que señalar tres muy importantes. La primera, la de Candi, que no
llegó a un acuerdo para renovar al pedir unas cantidades a las que el Granada
no podía llegar y se marchó al Zaragoza, del grupo norte de segunda. Sus
primeros pasos en las filas del Granada no fueron muy afortunados, pero poco a
poco había conseguido Candi convencer a sus detractores y convertirse en
insustituible. El guardameta se despidió de la afición insertando una carta en
los medios locales en la que decía que «Si
en algún momento me creéis nuevamente necesario, acudiré a vuestra llamada».
No hace falta comentar que ese “momento” se repetirá en muy numerosas ocasiones
en la historia rojiblanca.
Otra sensible baja fue la de Manolo
Almagro, que a día de hoy sigue siendo considerado como el futbolista más
técnico que salió de nuestra cantera en toda su historia y que se había
convertido en titular indiscutible y en cerebro del equipo. Se fue traspasado
al Murcia, recién ascendido a primera, que pagó por él la importante cifra para
la época de 115.000 pesetas.
La siguiente baja
importante fue la de Trompi, traspasado por el Granada al Jaén, de tercera, por
la cantidad de 45.000 pesetas. Llegado a Granada a finales de 1939 de la mano
del míster Valderrama, con sólo 19 años enseguida se convirtió en ídolo de la
afición con su juego malabarista y de gran clase, y fue un pilar básico en el
ascenso a primera y en la permanencia en máxima categoría, llegando a ser el
jugador más mediático de todas las plantillas rojiblancas en aquellos años. El
descenso a segunda en 1945 también supuso un descenso en su rendimiento, no
obstante, en sus dos últimas temporadas parecía que había vuelto por sus
fueros. Sin duda Cholín, nuevo míster del equipo de la ciudad vecina, influyó
mucho en su fichaje por el Jaén. Todo un ciclo terminaba con su marcha. Un
ciclo de once temporadas como granadinista del genial Trompi, el segundo máximo
goleador de toda la historia rojiblanca, sólo superado por el granadino Rafa.
Morales se marcha al Zaragoza
A primeros de agosto
tuvimos “caso Morales”. El ariete, según sus propias declaraciones a la prensa
local, había renunciado a las dos últimas mensualidades, mayo y junio, que el
club le debía, y además había aportado de su bolsillo 4.000 pesetas, con lo que
entendía que, de acuerdo con lo pactado en su día con la directiva, había
quedado en libertad, por lo que acababa de fichar por el Zaragoza, también en
segunda por entonces. En cambio, el Granada CF consideraba que su contrato
estaba en vigor al quedar retenido ya que su acuerdo con la directiva anterior
no tenía validez en esos momentos. Finalmente, el caso Morales se resolvió
rápidamente abonando el jugador otras 5.000 del ala a lo ya aportado, y al
Zaragoza se marchó con la carta de libertad en el bolsillo.
Terminaba así una
estancia de este jugador en nuestra tierra que había durado cuatro temporadas.
Siempre fue bastante discutido por la afición y también por la crítica
periodística el goleador de Cieza, pero lo cierto es que, números en mano, su
rendimiento en sus cuatro campañas rojiblancas no fue nada mediocre,
proclamándose máximo goleador del Granada en cada una de esas cuatro temporadas
y arrojando su saldo final la cifra de 67 goles que lo sitúan en el tercer
puesto de la lista de realizadores históricos de nuestro equipo, sólo superado
por Rafa y por Trompi. Al Zaragoza se marchó y con el equipo aragonés ascendió
a primera en la temporada 50-51, a punto de comenzar, pero ya jugó más bien
poco y nunca repitió unos números que se acercaran a los logrados en Granada.
Caso Megino
También hubo “caso
Megino”. A este jugador, uno de los más destacados la temporada pasada y con
contrato en vigor todavía por dos más, se le debían unas cantidades y el club estaba
dispuesto a pagar, pero el futbolista se empeñó en obtener la carta de
libertad, que fue tasada por el Granada en 100.000 pesetas. El resultado fue
que no se incorporó en agosto a los entrenamientos junto con el resto de la
plantilla y fue declarado en rebeldía. Megino por su parte presentó recurso
ante la Federación y ésta, ya en noviembre, falló a favor del Granada. No le
quedaba a Megino más remedio que reincorporarse a la disciplina rojiblanca y
así lo hizo ya bien avanzado el mes de noviembre. Pero pronto, mediados de
diciembre, se marchó traspasado por el Granada al Oviedo, del grupo norte de
segunda, que pagó por el extremo 40.000 pesetas.
El gran Pepe Millán se va gratis
Pero para baja sensible,
trascendental cabría decir, hay que anotar la de Millán, otorgada por la
multitudinaria asamblea general de socios celebrada el 17 de agosto en los
salones del Liceo, en los bajos del teatro Cervantes, plaza del Campillo. Fue
el último de los puntos de debate, que se inició con la exposición del dato de
que el propio Millán había ofrecido 50.000 pesetas de su bolsillo para comprar
su libertad. Varios de los presentes se opusieron de palabra a tal posibilidad,
pero la intervención de otros socios acabó de convencer a los que llenaban la
sala de que Millán se merecía obtener la carta de libertad y que además ésta
debía de concedérsele gratis. Eso mismo fue lo que ocurrió y el presidente
Serrano cerró la asamblea diciendo que la baja a Millán se concedía sin
condiciones en premio a los meritorios servicios prestados al club, y todo
terminó entre abrazos de felicitación a Millán mientras éste derramaba algunas
lágrimas en agradecimiento.
Seguramente lo ocurrido
con Millán, el concederle gratis la carta de libertad, es algo sin precedente y
que después tampoco ha vuelto a darse. Con ello la afición quiso tener un gesto
de agradecimiento a quien, todo pundonor no exento de calidad futbolera como lo
prueba su internacionalidad, siempre fue un ejemplo para sus compañeros. En la
hora de su adiós fue entrevistado por Ideal y manifestó que nunca podría jugar
en contra del Granada porque no tendría fuerzas para ello y que en el contrato
que firmara con su nuevo club incluiría una cláusula por la cual él no
figuraría en la alineación en ese partido. En esos momentos la oferta más
apetecible que tenía Millán sobre su mesa, según propias manifestaciones, venía
del Murcia, recién ascendido a primera, pero finalmente se decantó por
marcharse al Coruña, también de primera, donde le esperaba una sustanciosa
ficha, mucho más alta (más del cuádruple de lo que cobraba en el Granada) de lo
percibido en sus once temporadas granadinas. Era, no obstante, no un adiós sino
un hasta luego ya que dos años después volverá por donde solía y todavía dará
muchas tardes de gloria a los colores rojiblancos. De todas maneras, su baja
parecía bien cubierta por otro granadino, Méndez.
La asamblea autoriza a la directiva para hipotecar Los Cármenes
Según las cuentas que se
aprobaron en la asamblea, el Granada cerró su ejercicio con superávit de algo
más de 250.000 pesetas, sin duda a ello contribuyó bastante la gran primera
vuelta de campeonato 49-50, que se tradujo en buenas entradas en Los Cármenes.
Superávit al que habría que sumar las cantidades de los traspasos ya cerrados
de Trompi al Jaén (45.000 pesetas) y de Almagro al Murcia (115.000), más el que
estaba en esos precisos momentos gestándose de Luiqui al Jaén y cuya cuantía
exacta desconocemos. Sin embargo, en el transcurso de la asamblea el presidente
Serrano puso de manifiesto la gravísima situación económica por la que
atravesaba el club, motivo por el cual la única solución que él y su junta
veían viable era la de ir pensando en la realización de algún tipo de operación
bancaria con la garantía del campo de Los Cármenes, de lo contrario habría que
despedirse de cualquier pretensión de ascenso y olvidarse de fichajes de
relumbrón. A continuación y de viva voz el presidente interpeló a la
concurrencia si votarían a favor de una operación de esta naturaleza y la
respuesta inmediata de los presentes, casi unánime, fue la de, a mano alzada,
en medio de un calor asfixiante, apoyar la propuesta de Serrano.
No deja de llamar la atención el
hecho de que, en la asamblea de hacía un año y por la cual Joaquín Serrano fue
proclamado presidente del GCF, su propuesta de hipotecar Los Cármenes mediante
la emisión de obligaciones amortizables fue rotundamente rechazada. Así mismo,
no hacía ni un mes que en el semanario La Prensa (la Hoja del Lunes por
entonces) habían venido publicándose distintas cartas de socios rojiblancos en
las que, de forma unánime, todos coincidían en que de ninguna manera debía
hipotecarse el patrimonio del club ya que mientras éste existiera no
desaparecería el Granada. Por otro lado, tampoco sorprende demasiado que la
asamblea, cual veleta, pronto se contradijera pues nunca fueron estos foros
escenarios serenos de debate y reflexión sino todo lo contrario. No obstante, a
pesar de la autorización del órgano soberano del club, o sea, sus socios,
finalmente no se realizó durante el mandato de Serrano ninguna operación
financiera con la garantía del estadio ya que, como en la propia asamblea se
puso de manifiesto, esa facultad se la reservaba la directiva como último
recurso.
Otro de los acuerdos
tomados por la asamblea fue la designar al vicepresidente Alfredo Ramón-Laca
Primo como presidente del Recreativo, club que, esto fue remarcado, seguía
siendo filial y teniendo total dependencia del Granada, pero gozaría de
administración propia. Días más tarde quedó compuesta la directiva del filial
en la que se incluyeron Carlos Tomás Romero, como secretario, y José Amigo
Vico, el socio número uno, el único con antigüedad de abril de 1931, como
tesorero. Otros históricos, como Francisco Jiménez Calleja y Jesús Osorio de
Gregorio, se convirtieron en vocales. Ramón-Laca permaneció como presidente del
Recreativo hasta que finalizó la temporada, y en abril dimitió por no disponer
del tiempo necesario que el cargo le exigía.
El grupo sur de segunda tendrá sólo quince integrantes
En la temporada
anterior, 49-50, hubo cierta dificultad para confeccionar los dos grupos de
segunda al existir más norteños que sureños, situación que se solucionó
finalmente incluyendo al Salamanca en el grupo sur. En esta temporada, la
50-51, fue aún más acusado el problema al ser más todavía los clubes geográficamente
situados al norte de la capital Madrid. Volvió el Salamanca a ser integrado en
el grupo sur, pero en esta ocasión se adoptó la decisión salomónica de dejar
ambos grupos cojos, es decir, el grupo I o norte, quedó definitivamente
integrado por 17 clubes, mientras que el II o sur se quedó en 15 equipos. De
esta manera, cada jornada habría un club de cada grupo que descansaría. La gran
novedad para el Granada y los demás equipos del grupo sur es que esta
temporada, por primera vez en la historia de la liga, había que viajar a
Canarias al haber ascendido el Las Palmas, y la Federación dispuso que la
jornada de descanso para cada club del segundo grupo fuera la siguiente a jugar
con el equipo canario ya que el desplazamiento a las islas era en aquellos años
largo e incómodo, además de muy caro.
Amistoso en Águilas. Muñoz Calero socio de honor del GCF
A mediados de agosto
comenzaron los entrenamientos sobre el maltrecho terreno de juego de Los
Cármenes, con abundantes hoyos producidos por haber tenido lugar recientemente
sobre su césped varias veladas de boxeo.
La primera cita de
pretemporada, el 20 de agosto de 1950, fue un amistoso en Águilas. A la
localidad murciana llevaron a nuestro equipo sus buenas relaciones con el que
seguía siendo presidente de la RFEF, Armando Muñoz Calero, quien una semana
después fue nombrado socio de honor del Granada CF. Muñoz Calero es famoso en
la historia del fútbol español también porque fue el que dijo aquella frase dirigida
al Caudillo de las Españas: «Excelencia,
hemos vencido a la pérfida Albión…», tras la victoria ante Inglaterra en el
reciente Mundial de Brasil 1950. En esos momentos le quedaba muy poco como
presidente de la RFEF y se puede decir que ya estaba arrancando el fatídico
motorista con el sobre de su cese. Era natural de esta población murciana en la
que veraneaba.
En el amistoso actuaron a prueba
varios futbolistas, entre ellos un jovencísimo delantero granadino de nombre
Palomino, salido del Numancia (el de Granada, no el de Soria) y que quedó
incorporado al Recreativo. El Granada perdió 3-2 frente al Águilas, que
militaba en la regional murciana, pero la razón es que los locales jugaron
reforzados con varios futbolistas profesionales para que pudieran ser probados
con vistas a un posible fichaje.
Tres de los que actuaron en el
conjunto local acabarán fichando por el Granada pocos días después: Mompeán,
Botella y Rubio. En el amistoso de Águilas gustó especialmente el central
murciano Mompeán, que dos temporadas antes había militado en el Murcia, y pocos
días después quedó fichado por el Granada por tres temporadas. También lo haría
el delantero centro Botella, que venía del Castellón y antes del Betis, y que
es el mismo que en la temporada 46-47 en el campo bético y frente al Granada
(ganó el Betis 2-0) sufrió una grave lesión (fractura abierta de tibia) en un
choque con Floro que, muy sentimental como éste era, le dejó anonadado y así
recibió dos goles de verbena. Este Botella militará ésta y la siguiente
temporada en el Granada y apenas jugará diez partidos entre ambas. Sin embargo,
se desechó el fichaje de otro delantero que actuó también a prueba en ese
partido, en este caso como rojiblanco, Pitarch, que no gustó y se fue al
Zaragoza, con el que consiguió diez goles y contribuyó al ascenso maño a
primera, que era más joven y prometedor y seguramente hubiera dado mejor
resultado.
Amistosos de pretemporada
Una semana más tarde, 27
de agosto, nuevo bolo de pretemporada: se presentaron en Los Cármenes Granada y
Recreativo ante bastante público atraído por la pareja de húngaros Licker-Otto
recientemente incorporados, a los que por primera vez iba a poder ver en
acción. La directiva quiso hacer una buena recaudación aprovechando la
expectación que los húngaros habían despertado entre el futbolerismo local y,
para más reclamo, en principio se anunció que con la entrada se adquiriría el
derecho a participar en el sorteo de ¡una pareja de mulos! donados por alcaldes
de los pueblos cercanos, pero el día anterior, en una nota oficial se comunicó
por la directiva que lo de los mulos se dejaba para otra ocasión y que no
habría rifa. Ganó el primer equipo, 9-0 (dos goles de Otto), en un partido sin
historia en el que además de los húngaros se presentaron también La Rubia,
Mompeán y Botella, pero los absolutos triunfadores fueron los magiares, y todo
el personal salió convencido de que se trataba de dos magníficos fichajes.
Continuó la pretemporada
al domingo siguiente con un amistoso en La Rosaleda frente al Málaga, todavía
en primera, de donde salieron los rojiblancos vapuleados 7-1. El Granada acudió
a Málaga con buena parte de sus recientes fichajes, y además actuaron a prueba
dos futbolistas: Manchado, hermano del de igual apellido que perteneció en los
años treinta al Recreativo y que jugaba en Gibraltar, que no gustó; y Sanz
Martín, jugador que procedía del Atlético de Madrid y era uno de los nombres
que barajaba la prensa como posible cesión del equipo colchonero. Este segundo
futbolista sí que interesaba, pero unos días después comunicaron desde Madrid
que estaba retenido por su anterior club, el Sporting de Cubilla, portugués, y
que éste se había descolgado pidiendo nada más y nada menos que 750.000 pesetas
por su libertad, así que no pudo fichar y a Portugal se volvió. Lo más
significativo fue que, con el antecedente de algunas temporadas atrás, donde en
un partido igual que éste, o sea, de pretemporada, frente al Málaga en La Rosaleda
y en puertas del inicio de una nueva liga, varios granadinistas sufrieron
lesiones que lastraron el comienzo de campeonato; para curarse en salud en esta
ocasión las dos “perlas” recién fichadas, los dos húngaros, fueron reservados y
sólo viajaron a la Costa del Sol como turistas. Las crónicas del partido dicen
que el Granada adoleció de falta de acoplamiento entre sus componentes.
Una plantilla de un millón
El Granada hizo
finalmente fichajes por valor de cerca de un millón de pesetas, según declaraciones
del presidente Serrano a Ideal en la víspera del primer partido de liga, en Los
Cármenes frente al Mallorca. En la misma entrevista dice Serrano que se ha
buscado fundamentalmente rejuvenecer el equipo y se ha conseguido sin necesidad
de realizar ninguna operación bancaria con la garantía del campo y sin tener
los directivos, salvo aportaciones puntuales, que suscribir ninguna letra, sino
que se ha hecho con el importe de los traspasos de futbolistas, y con donativos
y la taquilla del amistoso frente al Recreativo. Cerraba la entrevista haciendo
un llamamiento a la afición para que acudiera a Los Cármenes pues eran todavía
múltiples los pagos que quedaban pendientes. Todavía faltaban por incorporarse
cuatro nuevos futbolistas.
A los pocos días la directiva
insertaba en la prensa local una nota oficial diciendo que se necesitaban
200.000 pesetas para atender a pagos urgentes y dejar al día toda la economía
del club y que éste pudiera afrontar la temporada con las recaudaciones por
taquilla, y que dicha cantidad debía de salir de las aportaciones de los
aficionados, del comercio y la industria, y de entidades y organismos oficiales
mediante donativos, y para recabar las cantidades necesarias acababa de nombrar
una comisión que se encargaría de visitar los negocios pulsando la generosidad
de los granadinos. Al mismo tiempo Ideal publica la que era la primera lista de
generosos aportadores, encabezada por el gobernador civil y presidente
honorario del Granada CF, Fernández-Victorio, con 30.000 pesetas, y seguido del
alcalde de Motril con 1.000 del ala. En la misma primera lista figura también
Juan Alonso Roda, futuro presidente del Granada, con 2.600. También destaca la
aportación de toda la directiva rojiblanca en conjunto: 10.000. Con esta
primera lista se alcanzó un total cercano a las 50.000 pesetas.
Para empezar, victoria sobre el
Mallorca
Comenzó la liga para el
Granada el domingo 10 de septiembre recibiendo en Los Cármenes en la primera
jornada al Mallorca. Acudió bastante público deseoso de comprobar la actuación
de las muchas novedades. Y el comienzo no pudo ser mejor puesto que ganó el
Granada 4-0 en un partido brioso y entusiasta, según La Prensa, aunque evidenció falta de acoplamiento entre tanto
debutante. De rojiblanco actuaron: Carbelo; Mompeán, Méndez, Barnet; Toñín,
Sosa; Santacréu, Licker, Botella, Larrubia y Mas. Sólo quedan de los años de
primera Sosa (que se lesionó y tuvo que deambular por un extremo) y Mas, que
fue uno de los destacados y, como se ve, es un Granada muy renovado, sobre todo
en su línea delantera, con cinco novedades que casi se puede decir que fueron
seis ya que el portero Carbelo estaba prácticamente inédito pues toda la
temporada anterior fue suplente de Candi. El triunfador fue La Rubia, autor de
tres de los goles, que era la primera vez que jugaba ante el granadinismo.
Sorprende que la crónica del semanario granadino no dedique ni una palabra a
juzgar la actuación del húngaro Licker, a quien se menciona sólo en la
formación del once granadinista.
Fernández de Burgos para
Ideal coincide en líneas generales con el juicio de La Prensa y dice que el
Granada puede tener un buen equipo cuando pasen unas semanas y estén los
futbolistas nuevos más acoplados, y que al término de la primera vuelta el
Granada tendrá seguramente uno de los mejores equipos del grupo. Dice también
que parece que se ha acertado con los fichajes y que el Granada puede aspirar
al ascenso. Respecto del húngaro Licker, Fernández de Burgos dice que no tuvo
su tarde y no fue el mismo que se pudo ver en las sesiones de entrenamiento.
Debut en La Rosaleda del Recreativo en categoría nacional
Simultáneamente el
filial Recreativo se estrenaba en categoría nacional en La Rosaleda de Málaga
ante el filial boquerón, saliendo derrotado 2-1. De siempre se ha dicho que
Granada y Málaga, en lo futbolero, fueron almas gemelas y tuvieron vidas
paralelas (al menos hasta los años noventa) y una vez más viene a confirmarse
este aserto puesto que sus dos filiales debutaron en categoría nacional en la
misma fecha y sus ascensos se produjeron de la misma manera. Recordemos que la
temporada anterior el Recreativo, todavía llamado Granada B, fue el campeón
andaluz de regional y el At. Malagueño fue segundo. Al Recreativo le negaron la
posibilidad de disputar liguilla de ascenso a tercera, no así al Malagueño, que
la disputó pero fracasó. Pero en el mes de agosto y ante la existencia de
vacantes en el grupo VI de tercera, ambos equipos consiguieron un ascenso de
despacho y aquí los tenemos, estrenándose de la mano en la categoría más alta
para ambos en esos momentos.
El Recreativo presentó
en Málaga un equipo en el que sólo era novedad el portero Malia, fichado del
Cádiz en la semana previa, y pudo alinear a todos los jugadores canteranos con
ficha en el primer equipo: Cea, Paquito, Montilla, Ros, Toto y Díaz Cara. Las
crónicas llegadas de la capital vecina dicen que causó nuestro filial una muy
buena sensación y que no sólo no mereció la derrota, sino que incluso a nadie
hubiera extrañado un triunfo recreativista. Los dos goles malagueños los
consiguió el futuro rojiblanco Padilla.
El Recreativo también hacía fichajes,
en este caso buscando veteranía en el ataque, y tras jugarse la primera jornada
incorporó al delantero centro granadino Moleón, que ya había pertenecido al
Granada en la temporada 46-47 y llegó a disputar dos partidos de rojiblanco.
CALLEJEANDO
Tolínez en la IX Vuelta a España
Organizada por la Unión
Velocipédica Española, organismo antecesor de la Federación de Ciclismo, y
también por el diario Ya, de la Editorial Católica, el 3 de septiembre de 1950
llegaba a Granada a las 14,50, con más de una hora de retraso sobre el horario
previsto, la etapa 17ª (de un total de 22) de la Vuelta Ciclista a España, Gran
Premio Iberia Radio, proveniente de Lorca, de donde habían salido los 26
supervivientes a la 6 de la madrugada. Era la IX edición de la Vuelta y, lo
mismo que la octava, tuvo final de etapa en Granada, aunque la anterior ronda
fue dos años antes, en 1948, porque por problemas económicos no hubo Vuelta en
1949. Y tal como en la anterior edición, en ésta también participó el corredor
de la tierra Guillermo Peregrina, “Tolínez” de apodo, el único andaluz que
quedaba de una carrera en la que los equipos participantes eran combinados
nacionales y no casas comerciales. Al frente de la selección española figuraba
Clemente López-Dóriga, que seleccionó a un total de 36 corredores nacionales
divididos en seis grupos de seis hombres cada uno; en el 5º se encuadraba
nuestro paisano Guillermo Peregrina junto a Pedro Machain, Francisco Expósito,
Julio San Emeterio, Luis Navarro y Antonio Sánchez.
Como en anteriores
ocasiones en que la Vuelta llegaba a Granada, la meta se situó en la entonces
Avenida de Calvo Sotelo, pero esta vez a la altura del Triunfo frente a la ubicación
de otros años en que fue la Cruz Blanca el sitio elegido. El Triunfo era un
hervidero de varios miles de personas, así como todo el recorrido desde el
Tambor por la carretera de Murcia. Por megafonía se iba dando a conocer al
público la marcha de la carrera y quién iba dominando. A la altura de Baza iba
el primero Tolínez, y por Guadix seguía encabezando el pelotón, así que la
expectación ante la posibilidad de triunfo del paisano crecía por momentos. En primera
posición llegó a Granada Tolínez, escapado en Huétor-Santillán en unión del
italiano Ridolfi, pero éste en la recta final le ganó al sprint y entró en la
meta con ventaja de media rueda. A diez segundos llegó el pelotón. No ganó
Peregrina, pero le faltó muy poco y sus paisanos se lo reconocieron entusiasmados,
siendo arrebatado por una multitud, se lee en las crónicas del evento, y
transportado a hombros y entre ovaciones desde la línea de meta hasta el hotel Victoria
en que se hospedaba.
En entrevista para Ideal
manifestó Tolínez que había llorado de rabia al ver que se le escapaba el
triunfo en su tierra por menos de un metro. El granadino, con una estampa de la
Virgen de las Angustias bien visible en el cuadro de su bici, contaba que había
estado reservándose en las últimas etapas para dar el do de pecho en ésta, y
que llevaba unos cien metros de ventaja al italiano Ridolfi, el único que cogió
su rueda al demarrar en Huétor-Santillán iniciando un vertiginoso descenso,
pero en la cuesta de los Cerdos (hoy Avenida de Murcia) tuvo que frenar ante la
vista de un quinto que salió del público y parecía querer cruzar, y ese frenazo
fue aprovechado por su perseguidor para alcanzarlo. También contaba sus
vicisitudes a lo largo de los muchos kilómetros ya acumulados y cómo sufrió una
caída en San Sebastián que lo dejó maltrecho, y también que una colitis le
había dejado a punto de abandonar, pero que había resistido ante la proximidad
de la llegada a su tierra.
Al día siguiente, muy
temprano, salió la carrera con destino a Málaga vía Motril. Sólo quedaban 26
corredores de los 42 que tomaron la salida (con 8 extranjeros: italianos y
belgas) algo más de dos semanas antes en Madrid, que también era el final de la
ronda, al que llegaron esos mismos 26. Emilio Rodríguez, maillot amarillo de primero
en la general (en años anteriores el líder se había vestido de rojo-naranja) desde
la 4ª etapa hasta la última, fue el ganador de esta IX edición. Nuestro paisano
Tolínez, 25º en la clasificación general cuando la Vuelta llegó a Granada,
consiguió completar toda la carrera, cosa que no logró en su anterior
participación, y acabó en ese mismo puesto, el 25º, sólo por delante de su
compañero Gonzalo Fuertes.
En 1985 fue entrevistado
Tolínez por José Luis Entrala para la serie que publicó Ideal “Hicieron
Historia en el Deporte”. Fiel representante de la magnífica cantera ciclista
granadina, Peregrina le contó al maestro Entrala cómo era el ciclismo de
competición por aquellos años, a los que les cuadra mejor que nunca el
calificativo de “heroicos”, y más teniendo en cuenta la grandísima dureza de
este deporte. En la etapa San Sebastián-Santander, contaba Peregrina, por causa
de la lluvia, las zapatillas nuevas de cuero que iba estrenando se quedaron sin
suela y tuvo el ciclista que improvisar dos soportes de madera cortados a
navaja y acoplarlos a los pedales para que éstos no le destrozaran los pies.
También refería cómo para ir a competir en una prueba en Burgos, por ejemplo,
la forma de viajar hasta allí para quien, como él, carecía de medios, era a
base de dar pedales en su pesada bicicleta Gaitán de llantas de madera y con un
solo plato. Asimismo, refiere Tolínez, la mayor satisfacción de su vida (y
también lo mejor de su palmarés) fue llegar segundo en esa etapa Lorca-Granada
de la 9ª Vuelta a España, una etapa que tenía ganada y que se le escapó por
auténtica mala suerte.
Petróleo en Pinos-Puente
El mes de octubre de 1950 se inició con una noticia que trascendió a
periódicos nacionales y extranjeros: se ha encontrado un yacimiento de petróleo
en el pueblo de Pinos-Puente. En la calle del Vadillo número 20, del pozo de la
vivienda propiedad de doña Esperanza Baena Ibáñez, viuda y sin hijos, no paran
de sacar cubos con un líquido de gran riqueza en gasolina, y con partes de
grasa y muy pequeñas de agua, dice la noticia que publican los diarios locales
en primera página. Es un líquido de color blanquecino y que arde con facilidad.
Un señor, José Crovetto Barrios, extrajo líquido del pozo y al ver que ardía
llenó con lo extraído el depósito de su moto y pudo viajar hasta Alcalá la Real
y vuelta. Hay quienes lo imitan y también se surten del pozo para llenar los
tanques de sus vehículos, y otros acuden en procesión a recargar sus mecheros
de martillo, convirtiendo la vivienda familiar en un continuo ir y venir de
vecinos provistos de cubos, botellas y toda clase de recipientes. Es gratis. Hasta
de Granada en tranvía y de los pueblos vecinos acuden las gentes en tropel, y
son tantos que ha habido necesidad de poner un guardia en la puerta de la casa.
¡Digo, un pozo de petróleo en plena
Vega! El fenómeno enseguida dio muchísimo que hablar y empezaron a tejerse mil
y una idea acerca de qué podía haberlo producido y de lo mucho y bueno que
podía aportar a la comarca si resultaba que nadábamos sobre oro negro. Algunos
ya veían un paisaje dominado por cientos de torres extractoras y transformado en
una nueva Texas, y soñaban con la prosperidad que sin duda traería la cosa.
Es que Sierra Elvira, en cuya ladera
se localiza el pozo petrolífero, es un volcán (no lo es en realidad, pero de
siempre en Granada así se ha creído) inactivo pero latente, se decía, del que
emanan vientos calientes y un manantial de aguas termales, y siempre está a
temperatura distinta, más caliente, que la de su entorno, como bien saben los
habitantes de la región y como lo prueba el hecho de que cuando cae una nevada
estas montañas siempre se ven libres del manto blanco porque la nieve no llega
a cuajar. Ésas y otras peregrinas elucubraciones se manejaron en un primer
momento.
Hace más de treinta años que en
Pinos-Puente el agua de algunos pozos huele y sabe a gasolina o a petróleo y a
otras cosas menos definibles, dice el alcalde, entrevistado por Ideal, por eso
nadie en el pueblo se sorprendió de primeras. Lo que sí constituye una
auténtica novedad es que lo sacado a cubos de ese pozo pueda arder, como ahora
sucede. Cauto el munícipe, añade que la situación de sequía que se vive puede
haber hecho aflorar ese líquido que mana, pero que un régimen de lluvias podría
devolver las cosas a como estaban. También apunta el edil que todo lo podría
haber originado un reciente terremoto registrado por el observatorio de
Cartuja, que sería el que habría provocado alguna fisura por donde se cuela el
combustible fósil.
En la sección jocosa de Ideal
titulada “Siluetas Animadas”, que se publicaba a diario en la última página y
firmaba “J”, le sacaron punta al acontecimiento. Bajo el título “Gasolina Indígena”,
un personaje habitual de esa columna, don Caralimpio, relata el sueño
que ha tenido en el que conversa con un natural del país al que pregunta qué
ciudad es ésa en la que se ven tantísimos surtidores de gasolina: -Es
Pinos-Puente, donde radican los únicos yacimientos de gasolina del mundo. -Querrá
usted decir de petróleo. -No señor, de gasolina. Porque estos
yacimientos son andaluces y españoles y por tanto no pueden ser como los del Cáucaso
o los de Venezuela o Arabia, que dan petróleo para que haya que refinarlo
después, lo cual es una pesadez. Estos producen la gasolina ya refinada. […]. Y termina: -Ahora
en Valderrubio ensayan una planta de tabaco que dará las cajetillas con
envoltura y todo.
La única explicación coherente y que
finalmente fue aceptada como más que probable causa del portento la dio Francisco
Vaquero Morales, propietario de una gasolinera en la zona, donde llevaba más de
30 años, desde antes de establecerse el monopolio de petróleos (Campsa). Según
Vaquero, hace unos diez años, cuando hubo que trasladar su surtidor al hacerse
la variante de la carretera para que ésta no atravesara el pueblo, se vio que
uno de los depósitos enterrados, situado a unos 800 metros de la casa de la
calle Vadillo, estaba perforado y que pudieron haberse filtrado a la tierra
unos 2.600 litros de gasolina, y de ahí debe de venir todo el revuelo. El
reciente terremoto podría haber provocado alguna fisura por donde se filtrara
el combustible al acuífero y de éste al pozo, después de haber estado en esos
años en una bolsa hermética.
Ni petróleo, ni gasolina, ni
inversiones ni prosperidad. Todos los gozos en un pozo (de agua, no de
carburante). Una filtración de gasolina para llenar unos cuantos bidones y pare
usted de contar. Lo más curioso de todo lo sucedido es que esa misma
explicación ya la había dado el boticario del pueblo después de haber sometido
el líquido a análisis en el primer momento de conocerse el asunto, pero no se
le hizo mucho caso. Se prefirió soñar con la abundancia y disparar las
imaginaciones antes que asumir la prosaica realidad y conformarse con tener que
lidiar con la escasez, y durante un mes fue esta cuestión portada de diarios y
tema de conversación, para al poco tiempo pasar al más completo olvido.
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