EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 23 de febrero de 2011

PONFERRADINA Y EL ALA JAMÓN



De la gran abundancia de antecedentes históricos pasamos otra vez a la escasez. Nuestro próximo rival, la SD Ponferradina, no nos es totalmente desconocido, pero casi, porque tan modesto es su palmarés y tan lejos nos pilla Ponferrada que sólo tenemos como precedentes históricos los dos partidos por el campeonato de Segunda B de la temporada pasada y el que nos enfrentó en Los Cármenes en la jornada cuatro de este mismo ejercicio, que supuso el estreno del casillero de victorias rojiblancas. Nunca, como vemos, hemos perdido con los bercianos. Aparte de esos tres partidos también hay un enfrentamiento que data de los años cuarenta, pero fue un amistoso.

El año pasado, en momentos muy felices, nos tocó viajar al Bierzo para dilucidar el campeón de la tercera categoría del fútbol nacional 2009-10, inaugurando de esta manera la historia de los Ponferradina-Granada. Es algo parecido a lo que ocurrió en la 67-68, cuando el Granada, recién ascendido a Primera como campeón del grupo Sur de Segunda jugó con el Coruña, campeón del grupo Norte, en disputa del campeonato absoluto de la categoría. El primer partido se jugó en Los Cármenes y en él se impuso el Granada 4-2. En la vuelta en Riazor ganó el Coruña 3-0. Pero ese título de campeón absoluto que ganaron los gallegos hay que considerarlo oficioso, no oficial. Así mismo, aquellos dos enfrentamientos no se pueden considerar como partidos oficiales disputados por el Granada y no cuentan en el número total de cara a la estadística. No es el caso del doble enfrentamiento frente a la Ponferradina de la 2009-10, que se disputó bajo los auspicios de la RFEF, que incluso premió al ganador con una copa (réplica a menor escala de la que se lleva el campeón de liga de Primera) que pasó a engrosar la vitrina de trofeos granadinistas unido al título, oficial cien por cien, de campeón absoluto de 2ª B para añadir al palmarés rojiblanco.

Referirse al único precedente de los Ponferradina-Granada es rememorar un momento de especial alegría para la hinchada rojiblanca. Justo una semana después del maravilloso ascenso de Alcorcón y en plena ola de felicidad compareció nuestro equipo en El Toralín por primera vez en su historia. Los acontecimientos están todavía demasiado recientes como para que sea necesario detallarlos. Fue un partido jugado sin demasiada intensidad por ambas partes en el que un Granada de suplentes fue mejor y ganó con un solitario gol de Berrocal a poco del final. Triunfo ratificado una semana después en Granada con empate a cero en el partido que cerraba una temporada granadinista digna de ser recordada para siempre.

Aparte, hay otro precedente histórico en la visita a Ponferrada que realizó el Granada el 6 de enero de 1944. Por entonces las comunicaciones en España no se parecían en nada a las actuales y para viajar desde Granada a Galicia o a Asturias se empleaban varios días. Por eso ante una doble salida forastera, a Vigo para cerrar la primera vuelta y a Oviedo como primer partido de la segunda, tras la disputa del primero de los partidos, ante el Celta, la expedición granadinista se quedó por aquellas tierras en lugar de regresar a Granada, de no ser así habría resultado que al momento de llegar tendrían inmediatamente que ponerse nuevamente en marcha camino de Oviedo. Y en esa semana de no regresar a Andalucía fueron contratados para disputar un amistoso el día de Reyes en Ponferrada.

El día siguiente al que el Granada jugaba (y ganaba 0-1, Aparicio) en Balaídos, 3 de enero, ocurrió muy cerca de Ponferrada, en Torre del Bierzo, el accidente con más víctimas de la historia del ferrocarril en España, en un terrible choque de trenes dentro de un túnel. La censura del régimen franquista impidió saber con certeza cuál fue el número de fallecidos, pero se manejan cifras de varios cientos. Si las infraestructuras de 1944 poco se parecen a las actuales menos aún se parecían los trenes, porque fue una rotura de frenos a la bajada de una pendiente lo que provocó la catástrofe. Al saberse en Granada la noticia hubo cierta inquietud entre la directiva y aficionados al pensar que el Granada podía viajar en uno de los trenes siniestrados, cosa que afortunadamente no ocurrió. No así sucedió con la expedición del modesto Betanzos, de Tercera, que perdió a varios componentes de su plantilla.

En el amistoso de Ponferrada jugaron: Floro; Millán, González; Sosa, Conde, Ramos; Sierra, Trompi, Nicola, Safont y Aparicio. Es la misma alineación que había conseguido los dos puntos en Vigo, con la única variación de Ramos por Marín y con Sierra de improvisado extremo. El partido acabó con el resultado de Ponferradina 2 (por entonces Ponferrada) Granada 9, con goles de Nicola 2, Safont 2, Sierra 2 y el Trompi 3. Los locales, recién ascendidos a Tercera, no fueron rival para un Granada que por entonces atravesaba su mejor momento de la temporada al encadenar tres victorias seguidas (0-2 en el Sequiol al Castellón; 4-0 al Español en Los Cármenes; 0-1 al Celta), todas sobre rivales directos, que le habían servido para escapar de la cola y acercarse a la mitad de la tabla, aunque la racha se vio interrumpida al domingo siguiente en Buenavista, donde perdimos 2-0 con el Oviedo. Con el gran ala derecha, Marín-Trompi (a quienes un redactor del diario Pueblo bautizó como el “Ala Jamón” tras su triunfo en Balaídos), en lo mejor de su periplo granadinista, y con la gran seguridad que aportaba atrás el trío Floro-Millán-González, el Granada de su tercera temporada entre los grandes, con Platko en el banquillo, conseguiría su mejor clasificación histórica hasta ese momento, al finalizar octavo.

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