El partido que anuncia el bonito cartel, gentileza de Jesús Hurtado Navarrete, es digno de evocación por varias cosas. Fue una goleada rojiblanca (5-1) a la que no le cuadra ese titular periodístico tan tópico que dice que el resultado lo explica todo. Y no lo explica porque todos los goles llegaron en la segunda parte, y faltando sólo un cuarto de hora el resultado era de empate a uno. En los quince minutos finales, un Granada sensacional con Orihuela en figura, marcó cuatro y casi pudo hacer otros tantos. Esos últimos quince minutos valieron por el resto, pero no fue una victoria cómoda.
Con Ben Barek repitiendo en el banquillo después de haberse escapado con sospecha el ascenso a Primera en la última jornada en el Villamarín, sólo cuatro meses atrás, el Granada, en este octubre de 1979, jornada ocho, está muy lejos de parecerse al de hace un año, pero al menos en casa no ha dejado escapar ni un punto. El presidente Manuel Anel, agobiado por las deudas ha traspasado casi todo lo traspasable: el goleador José Luis al Huelva, y el defensa internacional juvenil Francis al Betis. El Betis será poco después también el destino de Gerardo Castillo, que convenció a sus “espías” cuatro partidos atrás, con dos goles al Celta en su puesto de carrilero derecho con mucho recorrido. Queda en la recámara Gustavo Benítez, con varias novias, incluido algún grande.
Izcoa; Calera, Santi, Lina (Aguilera 82’), Fali; Angulo, Planas, Antonio; Serrano (Jorgoso 46’), Alberto y Orihuela jugaron de rojiblanco. Entre los trece hay ocho granadinos, y si incluimos a Santi son ya nueve. Pero sólo son novedad, aparte del mallorquín Planas, los dos sub 20 a que obliga la ley, ambos en edad juvenil: Lina, en la primera de sus doce temporadas, y Alberto, hermano del recién traspasado Francis, que debuta ante su público y que, actuando de delantero centro, consiguió el primero de los cinco goles del Granada. Jorgoso marcó el segundo y el tercero; Planas en gran jugada con Orihuela hizo el cuarto y Aguilera, regresado a su tierra para jugar su última temporada como profesional, cerró la goleada al rematar un córner. Antes, todavía con el 1-1, Planas desperdició un penalti.
El rival, el Levante, un recién ascendido a la categoría de plata, se había reforzado con numerosos veteranos ya de vuelta, como Jaén y Barrios, que están en la foto del mejor Granada de su historia de ocho años atrás. El delantero canario no jugó en Los Cármenes, pero sí lo hizo un Rafa Jaén metido en carnes por el que pasaba todo el juego valenciano. Además venía Sierra, un lateral izquierdo ex rojiblanco también de los años de Primera, aunque aquí no jugó mucho. Y también presentaba el Levante el debut de Gregorio, un delantero madrileño que perteneció varias temporadas al Granada CF pero que actuó siempre en el Recreativo. En el banquillo se sentaba Pachín.
A partir de este partido enlazará el Granada varias jornadas sin perder que le colocarán como aspirante al ascenso. El final de la primera vuelta es también el final de la buena racha hasta acabar la liga en el puesto trece. La huida de Benítez para evitar ir a la trena, faltando todavía dos meses de competición, influyó sin duda en los malos resultados y a la vez frustró la última posibilidad de reducir algo la losa del club.
Esta temporada se puede considerar de transición. Sólo que el tránsito fue a peor.
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