Hace falta monetario
Tras el
amistoso de presentación frente al Recreativo y a menos de una semana del
comienzo de la liga, se planteó a la directiva un peliagudo problema (otro más)
ya que los futbolistas, muy lejos de estar al día en sus emolumentos, amagaron
con protagonizar un plante y dejar de entrenar. Todo se resolvió de la única
manera posible, esto es, con nuevas aportaciones de los directivos quienes
entre todos y en la medida de sus posibilidades reunieron 175.000 pesetas con
las que pagar parte de lo que se adeudaba a los futbolistas, y así todo volvió
a la normalidad. En la misma reunión se calculó que para poder saldar todo lo
debido a los jugadores en sueldos y fichas, sólo referido a la primera vuelta,
se necesitaban 460.000 pesetas (descontando lo ya aportado por los directivos),
y se acordó iniciar una nueva suscripción pública y que la comisión económica
visitara industrias y comercios tratando de allegar recursos. Días después, aprovechando
la euforia del primer triunfo en la jornada uno en Cartagena, se puso en marcha
esa suscripción popular para aportaciones de los aficionados en todas las
oficinas bancarias de la ciudad y en la secretaría del club.
La comisión
económica ideó un procedimiento con objeto de allegar más socios protectores
(de los que pagan su cuota de una vez) consistente en visitar a las empresas y
ofrecerles la compra de tantos carnés como aficionados al fútbol figuraran en
sus plantillas, y posteriormente estas mismas empresas irían descontando mes a
mes los correspondientes importes hasta completar el total, de esa forma
quienes no pudieran hacer el desembolso que significa abonar en una sola
entrega el total de la cuota, podrían beneficiarse, y también el club. Otra
medida ideada fue disponer que los socios de número (los de pago mensual) voluntariamente
abonaran una cuota extraordinaria de 25 pesetas. Otra iniciativa fue solicitar
ayuda económica del Ayuntamiento.
Como otras
muchas veces que se ha recurrido por las directivas del Granada en distintas
épocas histórica a pulsar la generosidad de los hinchas, el producto obtenido
bien escuálido fue y apenas unas 4.500 pesetas recaudó el club por la vía de
las 25 pesetas voluntarias, y sólo unas cien personas fueron “generosas”.
Alhambra y Andaluz filiales del
Granada
Esta
temporada el Granada volvió a contar como filial, además del Recreativo, con el
Alhambra (que vestía camiseta verdiblanca), y a éste se unió un tercero, el
Andaluz, ambos de primera regional, aunque normalmente en la información
deportiva de los periódicos locales se le llama tercera regional, la quinta
categoría, integrada por equipos todos de la provincia. El Alhambra ya había
ostentado la condición de equipo filial del Granada en 1942, varios años antes
de que se fundara el Recreativo, y de sus filas salió algún jugador para el
primer equipo.
Los
partidos de estos dos filiales menores como local tendrán como escenario Los
Cármenes en sesiones matinales, imponiéndoseles la condición de que el terreno debe
quedar en perfectas condiciones después de cada encuentro, y se han de marcar
las líneas.
Fue fructífera esa relación de filialidad mientras duró, recordemos que del Alhambra salieron para el Recreativo esta misma temporada o en anteriores: Cuerva, Garrido, Toto, Guerrero, Rafa, Lorenzo y Lozano, de ellos casi todos llegarán a jugar en el primer equipo, y andando las jornadas otros alhambristas y andalucistas darán el salto al Recreativo, como Orantes, Lopera y los hermanos Navarro. Ya en mayo, los jugadores de la primera plantilla Malia, Pérez, Requena, Cea y Mas (el único que quedaba todavía de los años de primera) serán cedidos al Alhambra para la disputa del trofeo no oficial que se conoció con el nombre de Copa Delegación de Granada.
Drástica reducción de clubes en
segunda y tercera
La
temporada 1951-52 se presentaba especialmente difícil porque estaba prevista
por la Federación una drástica reducción de equipos de segunda y de tercera. La
Segunda División quedaría formada por un solo grupo, de 16 equipos, y la tercera
categoría la formarían solamente tres grupos de 18 equipos. Esto se traducía en
que los seis últimos clasificados de cada grupo de segunda bajaban sin más a
tercera, pero los dos colistas, esto es 15º y 16º, aún podrían empeorar su
clasificación descendiendo dos categorías, teniendo que disputar una
eliminatoria entre ellos, de los que el perdedor caería a regional. También
estaba dispuesto que los clasificados 8º, 9º y 10º de cada grupo de segunda
disputaran entre sí una liguilla de promoción de permanencia, de la que sólo
dos de ellos conservarían la categoría.
O sea, que
para estar a salvo de toda contingencia, el Granada debía quedar clasificado al
menos el 7º de su grupo, y el Recreativo por su parte necesitaba clasificarse no
más abajo del 5º. Nada de eso ocurrió y así al llegar al mes de abril y
finalizar oficialmente la liga, los dos equipos granadinistas resultaron
oficialmente descendidos una categoría al quedar clasificados respectivamente
13º y 11º. Menos mal que la Federación decidió, ya en julio, volverse atrás y
dejar sin efecto la reestructuración prevista.
Al final,
de segunda sólo descendieron a tercera los tres últimos clasificados de cada
grupo para hacerles sitio a los ascendidos de cada uno de los grupos de la
inferior categoría. En tercera no hubo finalmente ningún descenso.
Dos positivos en Cartagena para empezar
La liga de
segunda echó a andar el domingo 9 de septiembre y en esa primera jornada el
Granada se trajo los dos puntos y dos positivos de su viaje a Cartagena al
vencer 1-3. La crónica del periódico El
Noticiero de Cartagena dice que el resultado fue justo porque el Granada
puso mucho más entusiasmo, pero no es que los granadinos dieran impresión de
buen equipo, sino que los suyos la dieron de no serlo, y jugaron rematadamente
mal.
El ex
granadinista Sosa, recién fichado por el club murciano, fue alineado de defensa
central y la misma citada crónica dice que no pudo en ningún momento con el
delantero centro rojiblanco Chaves, autor de un gol. El único gol cartagenero
lo consiguió el futuro granadinista Amaro, y bajo palos jugó el muy veterano y
ex rojiblanco Valero. Para Hoja del Lunes de Granada todo el equipo funcionó
bien, pero especialmente brillante estuvo la defensa, sobre todo el recién
fichado Japón I. A la vuelta de la ciudad departamental Cholín dijo a Ideal que
la delantera rojiblanca había sido la línea más floja del equipo, y que se
siguen necesitando refuerzos. En la misma caseta del estadio cartagenero les
fue distribuida a los rojiblancos la prima conquistada por la victoria y
felices se volvieron a Granada.
La crónica del partido del Noticiero de Cartagena y la de Ideal están firmadas por la misma persona, un periodista local que firma Jorquera. Casi una semana más tarde, concretamente el sábado 15 de septiembre, volveremos a tener noticias suyas pero esta vez como víctima ya que el autobús de la expedición cartagenera en el que el mismo viajaba junto a los futbolistas y otras personas camino de Córdoba, sufrió un accidente en la Venta del Molinillo del que resultó muerto por aplastamiento el ayudante del conductor, y lesionado el plumilla cartagenero Jorquera. El presidente del Recreativo, Jiménez Callejas, se desplazó al lugar del accidente y atendió a la expedición. Días después se recibió en la sede del club un telegrama del club murciano agradeciendo los servicios prestados y sugiriendo la posibilidad de que el Recreativo se desplazara a Cartagena para la disputa de un amistoso.
El Recreativo la de arena: derrota en
casa frente al Algeciras en la primera jornada
El estreno
liguero del primer equipo no pudo ser mejor, pero en cambio el Recreativo
debutó en la liga perdiendo en Los Cármenes su primer envite frente al
Algeciras. Para Jovi de Hoja del Lunes, el filial evidenció falta de
entendimiento entre sus componentes, recién ensamblados puesto que la mayoría
jamás habían jugado juntos, pero a pesar de todo no actuaron mal y además
tenían enfrente a un gran equipo como el algecireño, renovado por completo y
hecho con mucho dinero para buscar el ascenso de categoría; encima el filial no
tuvo suerte y desperdició dos penaltis que le fueron señalados.
En el Recreativo se alinearon los fichados para la primera plantilla: Santi, Japón II, Bosque y Álvarez, y debutaron en la categoría hombres que pronto van a pertenecer al primer equipo y van a jugar muchos partidos de rojiblanco: Vicente, Rafa, Guerrero y Cuerva; menos el primero (Vicente Díaz, fichado del Arenas de Armilla), los otros tres proceden del segundo filial, el Alhambra. Los cuatro merecen los mejores elogios de Fernández de Burgos en Ideal, que dice de ellos que pueden ser la nueva savia del Granada. No se equivocaba el periodista.
El Alcoyano se lleva los dos
positivos mientras el Recreativo cae en Cádiz
Poco
duraron los dos positivos conquistados en Cartagena ya que en la segunda
jornada, en Los Cármenes frente al recién descendido Alcoyano, el Granada
resultó derrotado 0-1. Las crónicas dicen que el Granada tiene (o lo parece)
buen equipo de la media hacia atrás, pero la delantera, formada en este choque
por Ortega, Miro, Chaves, Cea y Mas, fue un completo desastre y le echan la
culpa de la derrota. Hubo que recomponer la defensa porque Japón I vino
lesionado de Cartagena (se perderá los cuatro partidos siguientes) y su puesto
lo ocupó Mompeán, dando entrada en la izquierda al canterano Requena.
Fernández
de Burgos en Ideal saca la conclusión de que el cincuenta por ciento de los que
componen la plantilla rojiblanca sólo sirven para hacer número en los
entrenamientos y para elevar la nómina, y pide urgentes refuerzos. También dice
que el Alcoyano ganó justamente y que los delanteros del Granada mostraron una
preocupante falta de coraje.
Por su parte el Recreativo cosechó una segunda derrota y pasó a ocupar el puesto de vicecolista, 2-1, ahora en el campo gaditano de la Mirandilla y frente al Cádiz, uno de los gallitos del grupo. El filial viajó sin portero suplente al no disponer de otro distinto al meta Malia. Las crónicas no obstante dicen que, a pesar de perder, los jóvenes del filial jugaron un buen partido y merecieron al menos el empate, siendo muy aplaudidos por el público cuando se retiraban a vestuarios. Guerrero, que marcó el gol recreativista, estrelló un balón en el larguero que hubiera supuesto el empate.
Un lote valenciano
La derrota
frente al Alcoyano dejó claro que en el equipo existían serias carencias, sobre
todo en la delantera, por lo que se reanudaron enseguida las gestiones para
nuevos fichajes. A los pocos días llegó De la Vega a prueba, extremo de 26
años, que venía de jugar en primera con el Murcia y antes con el Sabadell. Le
acompañaba otro jugador de nombre Garcés que no superó la prueba. Ambos venían
recomendados por Trompi. De la Vega sí que gustó y aún sin haber suscrito
contrato por faltar algunos requisitos que se pensaba se podrían solventar al
paso por Murcia, viajó con el equipo dispuesto a debutar en el partido del
Granada de la tercera jornada, en Valencia frente al Mestalla, pero finalmente
no pudo jugar.
Nada más
llegar a la capital del Turia la expedición rojiblanca, el delegado directivo
Jiménez Amposta junto con Cholín, entraron en negociación con el secretario
general del club che, Luis Colina, y con el míster blanco, Jacinto Quincoces, y
fruto de ese encuentro el Valencia CF cedió al Granada cuatro jugadores de una
tacada: Salvador, interior derecha de 23 años que pertenecía al filial Mestalla
y antes había militado en el Levante; Ibáñez, extremo izquierda de 24 años,
también perteneciente al Mestalla; Sáenz, defensa central ya veterano y con
amplia experiencia en primera con el Valencia, el Alcoyano y el Castellón, 29 años;
y otro veterano, Morera, 32 años, delantero que había jugado en un sinfín de
equipos de primera, entre ellos Valencia y Barcelona, y últimamente en el
Murcia. Los tres primeros venían cedidos y el cuarto con la carta de libertad.
Un lote en toda la regla. De todos ellos sólo el último no jugará con
regularidad esta temporada en el Granada. El lote valenciano podría haber
ascendido a cinco ya que de la vera del Turia se vino también el portero
Izquierdo, así mismo del Mestalla, pero con éste no hubo acuerdo y no fichó.
Los cuatro
venían entrenando con normalidad en la plantilla che y se encontraban en
condiciones de jugar en cualquier momento, como pretendía hacer Cholín al día
siguiente frente al filial valencianista, pero la premura de tramitación de fichas
ante la Federación impedía que fueran alineados de rojiblanco en el partido frente
al Mestalla.
Amplia derrota en Mestalla
Cuatro
fueron los nuevos jugadores que se trajo de Valencia el Granada y también
fueron cuatro los goles encajados por los rojiblancos (por uno a favor) en su
partido de la tercera jornada adelantado a la tarde del sábado 22 de septiembre
frente al filial valencianista, un equipo muy joven y plagado de futuros
internacionales (Sendra, Mañó, Fuertes, Sócrates) que completarán una
sensacional temporada en la que acabarán segundos y jugarán liguilla,
clasificándose campeones pero sin poder ascender por su condición de filial.
Un ilustre
veterano, el defensa Juan Ramón (quien en 1934 jugaba en el Gimnástico de
Valencia que eliminó al Once Fantasma en la accidentada eliminatoria de
ascenso en el Parral madrileño), ex internacional, formaba a sus 39 años en el
eje de la defensa y en un encontronazo lesionó a su joven portero, que hubo de
ser sustituido.
A pesar de
la amplia derrota, las crónicas dicen que el Granada fue víctima de un
arbitraje muy casero que dio validez a los dos primeros goles valencianos,
conseguidos ambos en claro fuera de juego. Según esas crónicas, los dos goles
irregulares desmoralizaron a los rojiblancos, que se habían adelantado en el
marcador, y a partir de ese momento bajó mucho su juego. En las filas del
Granada debutó Felipe Martín, que pasó desapercibido. La derrota dejó al
Granada clasificado en el puesto 11º.
Paliza del Jaén al Recreativo en Los
Cármenes
No le fue
mejor al Recreativo en Los Cármenes, que en la tercera jornada recibió un serio
correctivo del mejor equipo de su grupo, el Jaén, que ganó 0-4 y dejó al filial
descolgado en el farolillo rojo con 0 puntos. Tres de los goles llevaron la
firma de Arregui, que en la capital vecina tiene hasta una calle dedicada.
Sólo quince
minutos aguantaron los jóvenes blanquiazules a los expertos jienenses que,
dirigidos por el futuro míster rojiblanco Bracero y apoyados por cientos de
hinchas desplazados, se anotaron los dos puntos con toda justicia y aún
pudieron marcar más goles.
De los cedidos de la primera plantilla sólo actuaron Japón II y Álvarez, que estuvieron mal, y reapareció Díaz Cara, quien estaba recién vuelto de su servicio militar. El entrenador recreativista Manolo Ibáñez comentó al término del partido sobre la superioridad del Jaén que los blanquiazules son chiquillos de la escuela a los que les han puesto a resolver un problema de álgebra.
Mínima victoria ante el Salamanca
El Granada
se anotó los dos puntos frente al Salamanca en la cuarta jornada, en Los
Cármenes, con mucha dificultad al vencer por un solitario gol del delantero
centro Chaves y gracias a la magnífica actuación del portero Martín, que salvó
hasta tres claros balones de gol de los salmantinos. El Granada presentó ante
el Salamanca una alineación muy distinta a las tres anteriores, con los cuatro
del lote valenciano en el equipo titular: Sáenz, Morera, Salvador e Ibáñez, de
los que los dos últimos convencieron mientras que no gustaron los primeros. Aparte,
no era un debutante pero casi: Otto, prácticamente un desconocido para la
afición, también salió en el once inicial (porque jugar, lo que se dice jugar,
eso ya es otra cuestión).
El húngaro Otto
volvió a ser el centro de las iras de los aficionados. En el primer minuto y
sin que nadie lo tocara empezó el húngaro a cojear ostensiblemente, retirándose
a continuación para reaparecer en la segunda mitad, pero convertido en figura
decorativa (sólo tocó unos cuatro o cinco balones). Ya nunca más volvió
Otto a jugar de rojiblanco.
En toda la
historia del GCF, puede ser el tal Otto el paradigma del fichaje que, después
de levantar grandes expectativas, a la hora de la verdad sale rana por
completo. No tiene desperdicio lo que puede leerse en el apartado jocoso de
Ideal titulado Quisquilleos deportivos,
con la firma Montoro: «La jugada de
“cabeza” de Otto nos dejó maravillados. ¿No la recuerdan…? Fue, exactamente, a
los cuarenta segundos de comenzar el encuentro: Salvador había recogido un
balón de la media; avanzó, dribló y envió a Otto, entonces éste… sacó a relucir
una hermosa cojera, modelo de ejecución, que fue la apoteosis. Los graderíos se
venían abajo… pidiendo su cabeza».
El Recreativo, de derrota en derrota,
farolillo rojo
El
Recreativo por su parte se reafirmó en el farolillo rojo al ser nuevamente
derrotado, 4-1, en Tánger ante el Maghreb, aunque éste fue un partido cuyo
resultado acabaría siendo anulado porque el equipo marroquí abandonó a mitad de
competición la liga española para integrarse en la del Marruecos francés. El
Recreativo empataba a un gol a falta de un cuarto de hora, pero en ese periodo
llegaron tres goles de los magrebíes.
Reapareció
Toto y fue uno de los destacados blanquiazules. Los jóvenes del filial causaron
una magnífica impresión y no merecieron perder a pesar de lo abultado del
resultado, según el plumilla granadino José de Vicente, que viajó con el equipo
a tierras norteafricanas.
Cholín deja el banquillo y le
sustituye Espada
Tuvo mucha
más trascendencia el partido contra el Salamanca por lo que sucedió fuera del
terreno que por el resultado en sí. La controversia se desencadenó porque desde
la directiva impusieron a Cholín que alineara a un determinado jugador frente a
lo que el míster tenía previsto, cosa que, lógicamente, no fue aceptada de buen
grado por el técnico, y todo dio lugar a una discusión a voces en los
vestuarios minutos antes de comenzar el encuentro, repetida en el descans en
presencia de los jugadores, de manera que Cholín abandonó su puesto y vio toda
la segunda parte desde la banda, pero en lugar distinto al foso. Parecía que
Cholín había dimitido, pero días después manifestó a la prensa que había sido
expulsado por un directivo, y que no volvería a hacerse cargo del equipo si no
era con plenas atribuciones como entrenador.
Pocos días
después fichó Espada para ocupar el banquillo rojiblanco, que ya había sido
pretendido en pretemporada. Algún tiempo después, Cholín pasó a ocupar el cargo
en la directiva de vocal delegado deportivo, actuando en todo de acuerdo con su
sustituto y decidiendo entre ambos las alineaciones. Pero no duró en el cargo
ni dos semanas y dimitió a finales de noviembre. Así terminaba su aportación
técnica al Granada CF el que a día de hoy sigue siendo con 96 encuentros el
entrenador que más partidos ha ocupado el banquillo rojiblanco de las 33
temporadas que nuestro equipo ha militado en segunda (34 con la actual). Años
después, en 1959, figurará oficialmente como entrenador del Granada, pero será
un mero aportador de su carné para que el húngaro Kalmar, todavía sin título,
pudiera dirigir a los rojiblancos y llevarlos a lo máximo de su palmarés.
A
principios de esta misma temporada existieron conversaciones con José Espada
Virgós para que se hiciera cargo del equipo, pero después se decidió contratar
a Cholín cuando éste se ofreció desinteresadamente y todavía no acababa de
estar clara la continuidad del equipo. Era Espada catalán, de Gerona, y había
pasado por el banquillo del Español y últimamente había dirigido al Alcoyano,
al que ascendió a primera para continuar una temporada más sin poder evitar el
descenso de los alicantinos. Se encontraba en su tierra y quedó de acuerdo con
el club en que se integraría a la disciplina rojiblanca en Alicante, donde
comparecía el Granada para disputar ante el Hércules su partido de la jornada
cinco. Mientras tanto Mas se hizo cargo provisionalmente de los entrenamientos
y fue quien marchó a Alicante al frente del equipo.
Derrota en el Bardín alicantino
Con Espada
presenciando en la grada el partido, el Granada sucumbió ampliamente, 4-1, en
el estadio de Bardín frente al Hércules. Las distintas crónicas, todas de
periodistas alicantinos, no se ponen de acuerdo. Para unos el Granada no jugó
nada mal, pero tuvo enfrente a un equipo pletórico al que le salió todo. Pero
para otros, el Granada dio una lamentable imagen de exagerada veteranía,
desmoralización y deficiente preparación física, y de no ser por Martín, la
goleada podría haber sido mucho más amplia.
Iba el
Hércules mal clasificado en esos momentos pero, como todas las temporadas, había
partido como uno de los favoritos. Formaba en el eje de la defensa el muy
veterano (35) Álvaro Pérez, futuro entrenador rojiblanco, en su última
temporada en activo después de jugar muchos años en el Valencia. También jugó
otro futuro granadinista, el medio Galvis. El Granada quedó 12º clasificado.
El Recreativo estrena su casillero
con un empate ante el Huelva
En Los
Cármenes y en día del club, el Recreativo en su quinta jornada sumó el primer
punto de esta liga al empatar a dos goles con el Huelva, otro más de los
gallitos del grupo, muy reforzado buscando el ascenso. El filial, con una
alineación en la que sólo figuraba el defensa Santi como representante de la
primera plantilla, siendo canteranos los demás, dio un gran partido y le faltó
poco para anotarse los dos puntos. En una sensacional primera mitad, los
blanquiazules se retiraron al descanso dominando en el marcador por 2-0, pero
en la segunda parte los onubenses hicieron valer su veteranía y se llevaron un
empate que no merecieron, según las crónicas.
El
Recreativo continuó como colista, pero el punto, además de elevar la moral de
los jóvenes recreativistas, sirvió para recortar distancias con los que iban
por delante.
Victoria ante el Baleares en el debut
de Espada
La sexta
jornada del grupo sur trajo a Los Cármenes a un debutante en la categoría y que
también era la primera vez en la historia que se enfrentaba a nuestro equipo,
el Atlético Baleares, entrenado por Gaspar Rubio, quien después de acabar su
relación con el Granada la temporada anterior había recalado en este conjunto
de Palma de Mallorca, consiguiendo el primer ascenso a segunda de su historia.
Otros debuts se produjeron en las filas rojiblancas, el del nuevo técnico José
Espada y el de Japón I, que por primera vez actuaba ante su público una vez
recuperado de su lesión. También volvió al equipo La Rubia, inactivo desde la
grave lesión que sufrió la temporada anterior, un re-debut que fue
simultáneamente despedida porque este jugador, que consiguió uno de los goles
granadinistas, volvió a lesionarse y ya sólo actuará de rojiblanco en algún
amistoso. En el banquillo balear estuvo como portero suplente un jovencísimo
Piris que no llegó a actuar.
Con entrega
de un banderín del Granada a los visitantes por ser la primera vez que nos
visitaban, se inició este choque de debut del nuevo entrenador, debut
afortunado porque el Granada consiguió sumar dos nuevos puntos al vencer 2-1,
pero la victoria costó excesivos sudores a los rojiblancos y no estuvo clara en
ningún momento. Los plumillas locales dicen que el Granada jugó muy mal, y que
lejos de progresar e ir a más, está peor en cada partido y su futuro es muy
incierto, salvándose de la quema sólo el meta Martín, el defensa Japón y el
delantero Chaves. Las mayores críticas las recibe el colegiado alavés Díaz Argote,
que no tuvo autoridad para cortar las violencias, incluso agresiones, de unos y
otros.
Gaspar
Rubio fue abucheado en más de una ocasión por entender el público que alentaba
a los suyos para que se emplearan con dureza; al final del partido dijo que el
Granada está viejo y que sufrirá de lo lindo esta temporada.
Con la
victoria ascendió el Granada hasta el puesto 11º, un punto por debajo del que
ocupaba la séptima plaza, que en esta temporada marcaba el descenso al estar
previsto dejar la categoría formada por un único grupo.
Derrota del Recreativo en Larache en
un partido que no sirve
Mientras
tanto el Recreativo, luciendo las camisetas del tercer filial, el Andaluz, por
coincidencia de colores, caía derrotado en Larache por 3-0, precisamente ante
el rival más directo que tenía en esos momentos porque era el que le precedía
en el vice farolillo rojo. De todas maneras, al igual que ocurrió con el
partido de su anterior salida, en Tánger, el resultado de este choque será
anulado más adelante al retirarse este equipo marroquí de la competición en la
jornada 27, ya en marzo, cuando ocupaba muy descolgado el farolillo rojo del
grupo VI.
CALLEJEANDO
Llueve a más no poder
A
mediados de septiembre de 1951 en Granada y en todas las provincias del sur de
España llovió a mansalva. Fortísimas tormentas con pedrisco provocaron graves
daños en las cosechas y cortes de carreteras y de vías férreas, y también
alguna conducta heroica, como la de la señora Josefa Vargas Fernández, que
vivía entre las estaciones de Baúl y Gor y que al descubrir un desprendimiento
de tierras que había cegado un largo tramo de vía, en plena noche y bajo un
aguacero, armada de un farol hizo señas al automotor que venía de Valencia
hasta conseguir que parara poco antes del lugar taponado, evitando así una
tragedia.
Casi
simultáneamente, la misma oscura y lluviosa noche del día 10 de septiembre, un
ciclista que bajaba sin frenos por la Cuesta del Chapiz no pudo tomar la curva
hacia el Paseo de los Tristes y acabó estrellándose contra el pretil y dio con
sus huesos en el agua, una caída de veinte metros, siendo arrastrado por la
fuerte corriente del Darro, muy crecido, y salvándose de milagro al ser pescado
sin lesiones a la altura del Carmen del Granadillo por los vecinos de la zona
en un rescate dramático que ellos mismos narraron en una carta al Ideal. Tuvo
suerte este ciclista anónimo. La que le faltó a otro ciclista sin frenos en el
mismo sitio pero más de un mes después y no por causa de la lluvia, que resultó
muerto del choque con el pretil del Darro.
Revienta el Darro
Un tormentazo de final de verano, una
gota fría típica de esas fechas, produjo en Granada el 12 de septiembre de 1951
uno de esos sucesos de los que se habla sin parar y se sigue hablando cuando
han pasado muchos años. La Bóveda que cubre el Darro en Puerta Real saltó por
los aires al no poder soportar la presión ejercida por la fuerza de los
inmensos raudales de agua que corrían bajo el velo de piedra.
Todo
ocurrió en escasos tres cuartos de hora. A las siete menos cuarto de la tarde
empezaron a caer granizos del tamaño de huevos de paloma, y así más de diez minutos,
y después eran auténticos ríos los que se desbordaban desde el cielo durante
algo más de media hora. A eso de las siete y media los respiraderos del río en Puerta
Real eran un geiser del que manaba un agua lodosa de color marrón que alcanzaba
varios metros de altura. Poco después el pavimento se agrietaba y se movía como
si estuviera ocurriendo un terremoto, e inmediatamente vino el espectacular
reventón: se abrió un enorme cráter y de él salió con violencia una ola de más
de diez metros de altura que arrastraba volando por los aires adoquines del
pavimento, troncos, rocas y también los sillares de piedra de más de una
tonelada del antiguo Puente de la Paja, que existió en ese lugar antes del
cubrimiento.
Durante
unos cinco minutos estuvo el gran boquete vomitando un inmenso torrente de agua
y escombros sin parar. El hotel Victoria y el popular establecimiento de
comestibles Casa Brieva recibieron de forma directa el turbión y resultaron
inundados y con grandes destrozos. Toda la superficie del Embovedado hasta la
Fuente de la Batallas quedó sembrada de barro, piedras de gran tamaño y trozos
de árboles. El torbellino siguió su curso por la Carrera arramblando con todo
lo que encontraba hasta llegar al Humilladero, a los pies del monumento a la
reina Isabel y Colón, donde se formó una balsa de casi un metro de profundidad
en la que flotaban decenas de mesas y sillas plegables de las terrazas de los
bares que estaban en el camino de la riada.
El agujero gordo, de más de 80 metros
cuadrados, se produjo, como queda dicho, en plena Puerta Real, en el recodo
donde el Darro tuerce hacia la izquierda, pero la bóveda cedió en dos sitios
más: en la calle Reyes Católicos a la altura del Corral del Carbón, con una
fisura de escasa importancia, y en la Acera del Darro, en la confluencia de la
calle Verónica de la Virgen, ésta ya de varios metros.
El gran
diluvio previo a la explosión evitó que el suceso causara daños personales,
porque todo el mundo estaba a cubierto. Pero también la previsión de los
guardias municipales que regulaban el tráfico en ese sitio, que oyeron el ruido
sordo subterráneo y vieron el agua salir por las rejillas y cómo el pavimento
temblaba, e inmediatamente cortaron la circulación rodada y la de viandantes, y
dieron aviso a los taxistas de la zona para que se pusieran a salvo ellos y sus
vehículos, y de ese modo se pudieron evitar algunas desgracias.
Llovió
más que cuando enterraron a Zafra, dice el dicho popular granaíno, perfectamente aplicable a
lo que caía del cielo la tarde del 12 de septiembre de 1951. Aparte de los
daños al patrimonio público causados por el reventón y la riada, también fueron
cuantiosos los que sufrieron los comercios de la zona, que prácticamente todos
quedaron inundados y con sus mercancías averiadas. Y, como siempre que llovía
con intensidad, a algunos vecinos del Barranco de la Zorra, Sacromonte y ribera
del Beiro la riada los dejó con lo puesto o directamente hasta sin lo puesto y
en la calle, al hundirse sus cobijos, un drama más que añadir al de estas
personas, habitantes de las zonas más miserables de la ciudad.
Pero la verdadera
tragedia se desencadenó en la Lancha de Cenes, sorprendida por otro torbellino
de agua y piedras descendiendo desde el Cerro del Sol y arramblando con todo a
su paso. Dos niños de dos y cuatro años, hermanos, murieron ahogados en el
interior de su modesta vivienda de una planta cercana al santuario de la Virgen
de Fátima, donde hasta cinco casas construidas por el Patronato Virgen de las
Angustias resultaron completamente arrasadas y sólo quedaron en pie algunos
muros.
Como es
fácil imaginar, toda Granada desfiló por Puerta Real para ver de cerca el
estropicio darrianesco y durante mucho tiempo fue el suceso tema de
conversación principal. La frase más repetida era que nadie en su vida vio cosa
igual, pero lo cierto es que llovía sobre mojado, y en este caso no se trata de
una frase hecha puesto que este reventón del Darro era el segundo desde que se
tomó la desafortunada decisión de convertirlo en prisionero perpetuo y se le
tapó alegando razones de salubridad. El Darro es más arroyo que río, pero tiene
sus cosillas y cíclicamente nos “obsequia” con una salida de madre. En los
anales históricos de la ciudad hay constancia de varios estropicios causados
por el aprendiz de río, alguno muy serio y que está bien a la vista, como es el
Tajo de San Pedro, amenaza perpetua de la Alhambra. Es el pequeño volcán
granadino que lo normal es que esté inactivo pero que de vez en cuando dice
aquí estoy yo, como el reventón en Puerta Real de 1951 y otro de 64 años antes
en el mismo sitio, en 1887. Por esa misma razón, en el siglo XIX existió un
proyecto de desvío de su cauce para evitar su paso por el centro de la ciudad,
consistente en cavar una gran trinchera en Jesús del Valle y hacer desembocar
al Darro en el Genil a la altura de Cenes.
Ideal, días
después del suceso entrevistó a un testigo presencial del otro reventón, el ocurrido
el 14 de mayo de 1887, también provocado por una tormenta descomunal. Juan
Alarcón, de 80 años y profesión peluquero, con establecimiento en Acera del
Darro, esquina a Puente de Castañeda, quien a la sazón contaba con 16 años y
era aprendiz de barbero, cuenta que desde la puerta del café Suizo vio cómo
algunos sillares de piedra de la bóveda salían volando y aterrizaban en la
puerta de la iglesia de San Antón, pasando por encima de la posada de las
Imágenes, que estaba en el mismo sitio que el hotel Victoria pero era una casa
de bastante menos altura. En la desaparecida posada murió ahogado un arriero,
lo mismo que todas las caballerías que se encontraban en las cuadras, y hubo
además otras víctimas mortales, una anciana que tenía un puesto de cacahuetes, a
la que se llevó el torrente y no la encontraron hasta varios días después, y
también una mujer enferma que no podía valerse y murió ahogada en su casa del
Matadero, el barrio granadino entre Acera del Darro y San Antón, cercano a la
desembocadura, cuyas míseras casas quedaron prácticamente todas inundadas.
Hacía muy
poco que por fin llegaba el agua potable a todas las casas, salvo al Albaicín,
pero la gran tormenta dejó una semana entera a toda la ciudad sin agua
corriente al destrozar dos sifones de suministro en Lancha de Cenes, y además
todas las acequias que de siglos abastecían de agua a Granada, quedaron cegadas
en varios puntos por toneladas de tierra y piedras desprendidas, y también la
Alhambra y el Generalife se quedaron en seco.
Enseguida
comenzaron las obras de reparación que duraron un mes a fuerza de trabajar de
noche y de día. Los trabajos de limpieza no pudieron reanudarse de inmediato
porque no había agua a presión y también porque previamente había que limpiar
todos los imbornales, atascados por infinidad de escombros desde la riada. En
ese periodo, unas dos semanas, todo el centro estuvo envuelto en grandes nubes
de polvo al secarse el barro, lo que afectó a los cultos de la Virgen de las
Angustias.
Desde este
septiembre de 1951 el Darro ha permanecido más o menos tranquilo, aunque
también ha tenido algunos amagos de desbocarse otra vez sin que pasaran del
susto. En la actualidad la parte urbana del Darro que permanece al descubierto
está poblada de una abundantísima vegetación, incluso algunos grandes árboles
han crecido en su cauce. Nada garantiza que otra gran tormenta en la Sierra de
Huétor no pueda en el futuro volver a repetir sucesos como los narrados.
Juan Ossorio Morales, nuevo alcalde
de Granada
Casi un mes después de quedar vacante
la alcaldía de Granada al ser nombrado Gallego Burín director general de Bellas
Artes, el 22 de septiembre de 1951, Granada tuvo nuevo alcalde: el catedrático
de Derecho Civil y decano de esa facultad Juan Ossorio Morales. En ese mes de
interregno fue alcalde accidental Santiago González Sola.
Nació
Ossorio en Manila (Filipinas) donde su padre, militar de carrera, se hallaba
destinado, pero el bachillerato lo cursó en Cambridge (Reino Unido) para
licenciarse en Derecho por la Universidad de Granada y afincarse
definitivamente en nuestra ciudad. En el momento de su nombramiento como
alcalde era concejal del Ayuntamiento granadino. También ostentaba la
presidencia de la Caja de Ahorros de Granada.
La democracia
orgánica franquista ya había entrado en juego por medio de los tres tercios que
se consideraban órganos naturales de participación de los ciudadanos en
política: familia, municipio y sindicato. Por el primero de esos tercios, el
familiar, en noviembre de 1948, urnas por medio, había accedido Ossorio Morales
al Ayuntamiento como concejal, ostentando de entrada la primera tenencia de
alcaldía, de la que dimitió en abril de 1951. Ahora era promovido a alcalde de
la forma que se hacía en aquellos años, es decir, nombrado a dedo por el ministro
de gobernación a propuesta del gobernador civil, porque el simulacro de
democracia no alcanzaba al primer edil, que siguió siendo nombrado por la
primera autoridad provincial durante todo el franquismo y hasta las primeras
elecciones municipales, ya en democracia, en 1979.
A un
historiador del arte de prestigio como Gallego Burín le sucedía un civilista,
también de prestigio, como Ossorio Morales, autor de diversos tratados sobre derecho
privado y también litigante de éxito en bufete muy cotizado en grandes pleitos.
Famoso fue el pleito que ganó en nuestra Audiencia, llena a rebosar como si se
enfrentaran Madrid y Barcelona, en marzo de 1952, al cuñadísimo de
Franco, Ramón Serrano Súñer, por un desahucio de una finca rústica en Andújar.
Fue tanta la expectación levantada en aquella ocasión que la Policía Armada
tuvo que cargar para restablecer el orden en Plaza Nueva. Otro pleito famoso
también saldado en éxito para Ossorio Morales, éste de repercusión
internacional, fue el que en representación de la marca de licores malagueña,
Larios, le ganó a la marca británica de ginebra Gordon`s, que se había
querellado contra la compañía española porque decía que le había copiado la
etiqueta de sus botellas, según se lee en el libro “De la Granada sitiada a la
Granada del hambre”, de José Luis Entrala.
En su
faceta política, Ossorio fue falangista y en la Guerra Civil se formó en el
bando vencedor como alférez provisional para licenciarse con el grado de
teniente, obteniendo varias condecoraciones.
Como queda
dicho, accedió a la corporación municipal por el tercio familiar en las
seudo-elecciones municipales de noviembre de 1948 (el segundo más votado de los
siete de la lista, por detrás de Miguel Guirao Gea), y fue primer teniente de
alcalde de Gallego Burín. Como primer edil, su mandato, de poco más de dos
años, se puede considerar como de transición entre los dos pesos pesados que
son en la política municipal granadina su antecesor, Antonio Gallego Burín, y
su sucesor, Manuel Sola Rodríguez-Bolívar.
Antes de
finalizar la presente temporada futbolística asumirá Ossorio Morales la
presidencia del Granada CF en momentos muy comprometidos para la continuidad
del club, inmerso en una gran crisis económica y oficialmente descendido a
tercera. Será el presidente número doce de la historia.
Nuevo Rector Magnífico
Como si sus
destinos fueran de la mano, menos de un mes después de cesar Gallego Burín como
alcalde, últimos de septiembre de 1951, dejaba también de ser rector de nuestra
Universidad Antonio Marín Ocete, que llevaba en el cargo desde los tiempos de
la Guerra Civil aunque ya lo había sido antes, cuando la República. Le
sustituye Luis Sánchez Agesta, catedrático de Derecho Político.
Fiestas de otoño
Mientras
el primer equipo derrotaba al Salamanca en el último partido dirigido por
Cholín (a medias) y el Recreativo caía ampliamente derrotado en Tánger, en
Granada estábamos en fiestas de otoño. Desde los tiempos de la República no se
celebraban estas segundas ferias mayores, coincidentes con las festividades de
la Virgen de las Angustias y de San Miguel.
Tuvieron
lugar los días 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre, sábado, domingo y lunes.
El domingo, como último de septiembre, no faltó la tradicional procesión de la
patrona. Comenzaron las fiestas el día antes con una diana floreada llevada a
cabo por soldados de la guarnición, a lo que siguió una romería al Cerro del
Aceituno, y por la noche hubo castillo de fuegos artificiales y casetas de
baile en el Salón, iluminaciones extraordinarias en las principales calles y
columpios en la Acera del Darro. Los tres días hubo también feria de ganados en
el Violón, y tampoco faltó una corrida de toros con Carlos Arruza, Manolo
González y Miguel Báez “Litri”, finalizando todo con otro castillo en el que
trueno gordo dejó claro que se había acabado lo que se daba.
Estas segundas fiestas mayores fueron pensadas para que quedaran instituidas como una especie de segundo Corpus, pero la realidad fue que no tuvieron el respaldo popular necesario y ya no volvieron a organizarse, al menos de forma oficial y con las bendiciones municipales.
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