Fichajes y bajas
Para encarar
la tercera temporada del Granada CF en máxima categoría, 1943-44, antes de
estar finiquitada la anterior ya se habían cerrado algunos fichajes. El primero
fue Safont, cumplidor interior izquierdo catalán procedente del Castellón, que
jugará bastantes partidos esta temporada. Otro fichaje fue Melito, medio centro
canario que se lesionará en pretemporada y no podrá ser utilizado hasta la
segunda vuelta; fue el más destacado del equipo del Ceuta que eliminó al
Granada a doble partido en Copa recientemente. Había militado en el Betis años
atrás.
Puesto que
Paco Bru no continuará a pesar de las dos permanencias conseguidas, a mediados de
junio quedó cerrada la contratación de nuevo técnico. Se había barajado la
vuelta de Valderrama pero finalmente fichó Esteban (o István) Platko, hermano
del famosísimo Franz Platko, el de la Oda
a Platko de Rafael Alberti, y también hermano de Carlos (o Karoly) Platko,
el míster del Valladolid al que se acababa de superar en la promoción por la
permanencia. Aunque húngaro, la mayor parte de su carrera como técnico la había
desarrollado en España, habiendo pasado por el banquillo del Valladolid en
varias ocasiones y también por el del Arenas de Guecho, éste en máxima
categoría.
Las bajas de
Pérez, Mújica, Maside, Gaspar Rubio (que se marchó a entrenar al Linense),
Alejandro, Uría y Gárate, ninguno titular, ya se conocían pero quedan
confirmadas a principios de julio. Y se completa la relación de bajas con dos
que no estaban incluidos en esa relación y que sí que eran titulares, Bonet y
Conde, que compraron su libertad. Las bajas se han dado mirando más que nada la
edad de los que salen, buscando la renovación de una plantilla bastante
veterana.
El veterano y terrible Euskalduna (aunque erróneamente aparece en este cromo con el nombre de Aparicio), otro fichaje rojiblanco para la 43-44 |
Euskalduna
Aunque para
veterano, especial mención merece otro fichaje, el del defensa vasco Pedro
Aurrecoechea Echeandía, de nombre de “batalla” Euskalduna. Se trataba de la más
famosa pareja de baile del también defensa vasco Deva, salidos ambos del Alavés
pero que alcanzaron su mayor nombradía jugando en el Sevilla de antes de la
guerra, terrible pareja de la que en sus buenos tiempos dijo aquel reportero
muy vehemente y muy hincha del Recreativo que firmaba como Martinenc en El
Defensor (y que como el medio para el que trabajaba no sobrevivió a la guerra),
que formaban una trinchera salvaje. Por
su parte, Fernández de Burgos, de Ideal, que seguía en activo, también en los
tiempos del Recreativo dijo de la fiera pareja Deva-Euskalduna que eran unos «mastodontes duros y violentos».
Euskalduna,
con 32 cumplidos, venía de haber jugado unos pocos partidos con el Jerez la
temporada anterior después de haber estado inactivo desde antes de la guerra,
desde 1936. Sólo se alineará de rojiblanco en un partido de liga de la 43-44 pues ya no era ni sombra del que fue.
Casafont, portero catalán, el único aprovechable del lote |
Un lote catalán
En el capítulo de fichajes para la
43-44, punto y aparte merece el curioso “lote” de cuatro futbolistas,
fruto del viaje a Barcelona del dúo Becerra-Cristiá, vicepresidente primero y
secretario técnico respectivamente. Los cuatro fichados procedían del Europa:
Casafont, Navarro, Martín II y Rosselló,
un portero, dos medios y un delantero.
Como ocurrirá en ocasiones futuras con
otros lotes fichados por el Granada, de los cuatro sólo uno resultó
medianamente utilizable, el meta Casafont, que empezó de titular y estuvo ésta
y las siguientes tres temporadas en el Granada aunque no jugó demasiado. A los
otros tres casi hubo que traérselos a rastras como aquel que dice pues, a pesar
de tener firmado contrato con el club, no querían venir. Martín, Rosselló y
Navarro se incorporaron a principios de octubre, cuando ya se habían disputado las
dos primeras jornadas, y estuvieron nada más que un mes en Granada porque en
noviembre fueron devueltos al Europa después de haber jugado algún amistoso y
haber acreditado su falta de nivel para Primera.
Pero
lo que ya sí que entra en el terreno de lo muy singular como anécdota,
posiblemente única en el fútbol nacional, es lo que le ocurría al tal Navarro,
que resulta que tenía ¡una pierna más larga que la otra!, o sea, era
funcionalmente cojo, algo insólito en un futbolista profesional fichado para un
club de Primera División. A pesar de todo, el míster Platko, a quien nadie
consultó sobre estos fichajes, anteriores a su venida, decía que Navarro era el
más capacitado del lote.
Los Cármenes ampliado
Para el
estreno en Primera dos años antes, el terreno de juego de Los Cármenes había
sido reducido a indicaciones del entrenador Paco Bru. Ahora, marchado Bru, la
directiva estima conveniente volver a las medidas originales por lo que en
agosto comienzan los trabajos de supresión de la que se llamó pista de
atletismo, que no era otra cosa que un pasillo de tierra de unos tres metros de
ancho que rodeaba todo el verde, con lo cual aumentaron considerablemente las
dimensiones del terreno de juego de Los Cármenes.
Trofeos del Granada
En pleno
agosto, con la plantilla todavía de vacaciones, hay muy pocas noticias
futboleras, por eso aprovecha el diario Patria para en un reportaje dar a
conocer los trofeos que en su sede de Recogidas 4 guarda el Granada CF. Son
pocos, dieciséis en total (más doce banderines), y de ninguno de ellos se puede
decir que su conquista constituya un gran orgullo pues no se lograron en
competición oficial. Pero son nuestros trofeos, ganados en una corta pero limpia y brillante historia, como
dice el artículo de Patria.
Los trofeos del Granada en 1943 |
La
mayoría son premios conquistados en lo que durante bastantes años se denominó
Copa Granada, que habitualmente patrocinaba el Ayuntamiento -tanto de antes
como de después de la guerra- para las fiestas del Corpus, que podemos
considerar un precedente del Trofeo Granada, sólo que en lugar de jugarse en
agosto se celebraba en plena feria, en mayo o junio. También sobresale alguna
copa como la conquistada por el entonces Recreativo al Ferroviaria de Madrid, a
domicilio, y también la copa que el Ayuntamiento donó al equipo con motivo del
ascenso a Primera. Hay además tres trofeos que datan de los años veinte y que,
aunque el reportaje no lo aclara, fueron ganados por aquel Recreativo Español
de los Amigo-Vico, del que nació en 1931 el Recreativo Granada.
Pocos sirven, dice
Platko
A mediados de
agosto empiezan los entrenamientos cara a la nueva temporada. El nuevo míster,
Esteban Plattko Kopiletz, nada más llegar y sin apenas contacto con los que
serán sus pupilos, manifiesta a la prensa que está muy de acuerdo con el
licenciamiento de los veteranos, pero que no se explica cómo el equipo pudo
mantenerse en máxima categoría teniendo el plantel que tiene, tan falto de
profundidad y de conjunto, del que sólo salva a Millán, González, Marín, Trompi
y Aparicio, que son los que mantienen al equipo, los demás no pasan de ser
medianías para Platko.
González en un cromo |
Caso González
Si la pretemporada anterior hubo “caso
Millán”, en ésta hay “caso González”. El defensa madrileño, con contrato en
vigor para dos temporadas más, anuncia en julio que se retira del fútbol si no
le pagan como a los demás, y no esas 5.000 ptas. que recibe por temporada.
González en carta a los medios dice que en los cuatro años que aquí lleva es el
que menos ha cobrado del club, 14.000 ptas frente a sus compañeros, 30.000 el
que menos. A esto contesta la directiva, también a través de los diarios,
diciendo que nada de 14.000 en cuatro años, que lo que González ha cobrado por todos
los conceptos es 42.907 ptas, y eso sólo en los dos últimos años, y que no es
de dineros de los que hay que hablar, sino del cumplimiento de lo firmado en su
día.
El tira y
afloja se mantuvo hasta menos de una semana antes de comenzar la temporada,
cuando el defensa se reincorporó a la disciplina rojiblanca. González se alineó
de titular en todos los partidos de liga y se perdió sólo uno de Copa, para ser
junto con Sierra el jugador que más partidos disputó.
También hubo
otros “casos”, es decir, otros futbolistas de la plantilla, sujetos por el
derecho de retención pero que se negaban a renovar, siempre también por motivos
económicos: Floro, Trompi y Sosa. Todos acabaron por fin aceptando las
condiciones que el club les ofrecía, pero Sosa (como cada año por estas fechas)
y González fueron los más duros de convencer.
Los otros tres del lote catalán |
El Granada más catalán
La primera
actividad futbolera de pretemporada es la excursión a tierras catalanas para dos
amistosos frente al Europa, como parte del acuerdo por el lote de cuatro
fichados del club barcelonés. En Barcelona, en el mismo terreno donde sólo dos
meses atrás se preparaba para jugarse la Primera División a una sola carta
frente al Valladolid, el campo de la calle Cerdeña (hoy Sardenya), cosechó el Granada sendas derrotas (5-1 y 5-4) los días
15 y 16 de agosto frente al Europa, por entonces en Regional, en cuya portería
jugaba “el gato” Ramallets. Lo más curioso es que la expedición granadinista
que partió de nuestra tierra camino de Barcelona la componían sólo cinco
personas: el vicepresidente Becerra Entrambasaguas, el entrenador Platko, y
como futbolistas solamente tres, Camoto, Euskalduna y Melito. En Madrid se unió
a la expedición Neira, y ya en la misma Barcelona se sumarían Nicola, Martín,
Safont, Mas, Casafont, Rosselló, Martí y Navarro, todos catalanes, más al menos
cinco futbolistas más (también catalanes) que actuarían a prueba en los
amistosos. De esas pruebas saldría otro fichaje, el del extremo derecho García,
que perteneció al Granada tres temporadas aunque jugó muy poco. Y es que
resulta que ésta es la plantilla más “catalanizada” de la historia rojiblanca.
Lo peor de
este bolo catalán fue la lesión de menisco que sufrió Mas, que le impidió
volver a jugar hasta la segunda vuelta del campeonato.
El ex recreativista del Once Fantasma, Morales, árbitro colegiado |
Tremendo escardón al Betis
Un amistoso de
pretemporada dio mucho que hablar a cierta prensa sevillana, seguramente muy
dolida por el tremendo escardón con
que acabó: Granada 9 Betis 0.
El
Betis en 1943, recién descendido de primera, estaba iniciando la que es la peor
época de toda su historia ya que hasta 1958 no volvería a recuperar la máxima
categoría, y entre medias (1947-1954) tendrá que purgar siete larguísimos años
en Tercera División. No obstante conservaba todavía varios de sus mejores
hombres, como los porteros Bueno y Guillamón, que militaron muchos años en
Primera, o el delantero vasco Saro, ya veterano pero que toda su carrera fue de
máxima categoría, incluso venía con un futuro internacional, el defensa
Antúnez, que en los sesenta entrenó al Granada.
El
diario ABC de Sevilla publicó como todo comentario del amistoso la escueta nota
siguiente: «Granada 8 Betis
1. En el partido amistoso celebrado ayer entre el Betis Balompié y el Granada,
venció éste por 8 a 1. Por accidentes sufridos por Bueno y Mariages el equipo
sevillano jugó casi todo el partido con nueve jugadores». Está claro que quien redactó la nota no estuvo en el
partido. El primer error es el resultado, que fue de 9-0; en segundo lugar, es
cierto que el portero Bueno y otro jugador distinto al que dice ABC se lesionaron,
pero fueron inmediatamente sustituidos por otros béticos.
Por
su parte, el diario Sevilla, que
dirigía el granadino Eduardo Molina Fajardo, también dice que el resultado
final fue de 8-1, y añade que la goleada se produjo porque el árbitro (el ex recreativista
del “Once Fantasma” Morales) permitió a los rojiblancos todo tipo de
violencias, resultando varios béticos lesionados. La prensa local negó todas
las acusaciones que venían de Sevilla.
Como
devolución de visita al Betis, el Granada compareció en Sevilla justo una
semana antes de que empezara la liga y cayó derrotado 3-2 en un partido en el
que no hubo incidentes de ningún tipo. Lo anecdótico de ese amistoso consistió
en que los dos extremos granadinistas fueron Martí y Floro, mientras que la
meta la ocupaba el recién fichado Casafont. Y es que aunque faltaban sólo siete
días para el comienzo de la competición eran varios los futbolistas que se
negaban a renovar sus compromisos y pedían más dinero, de manera que hubo que
improvisar un once y jugar con ¡tres! porteros.
Neutralidad
El furor
germanófilo que hace bien poco dominaba todas las noticias que sobre la guerra
mundial podían leerse en la prensa local, cambia de signo y a partir de
mediados de 1943 se van moderando bastante los entusiasmos y el gran optimismo
ante la que no hace mucho se consideraba inminente e inevitable victoria final del
Eje Berlín-Roma.
En
el verano de 1943, derrotada definitivamente Italia y depuesto Mussolini
mientras que al Tercer Reich no le va nada bien en su aventura rusa y encima
sufre incesantes bombardeos en su propio territorio, se intuye ya la más que
posible derrota de los que hasta hace bien poco eran nuestros aliados, así que
se impone atemperar bastante los discursos por lo que pueda venir, porque no
está nada claro que si ganan los judeo-masones,
como parece, vayan a tolerar en Europa un régimen político similar al de los
derrotados.
Aunque
bajo cuerda se sigan reparando en aguas españolas buques alemanes y se sigan suministrando
a Alemania minerales imprescindibles para el mantenimiento de la maquinaria de
guerra, ya no conviene ir proclamando por ahí una España amiga (aunque no beligerante, eso sí) de los que
pierden la guerra, hay que volver a la neutralidad
vigilante y olvidarse de aquellas palabras
pronunciadas en Roma por el cuñadísimo Serrano Suñer («Una España neutral estaría condenada a un futuro de pobreza y
humillación») ante la flor y
nata del Fascio cuando soplaban otros vientos más venturosos para el Régimen,
que quería construir, prietas las filas, un imperio que habría de llevarle por
cielo, tierra y mar. Lo primero es repatriar a los varios miles de españoles
que siguen combatiendo en la División Azul, en las filas de la Wehrmatch, cosa
que tendrá lugar a finales de 1943, y después hay que maquillar de alguna forma
las veleidades pasadas pro Eje, por lo que la palabra clave durante todo 1944
será neutralidad y, en ese contexto, se suceden los comunicados oficiales en
los que se ratifica «…la
estricta neutralidad a la que se viene [España] ateniendo lealmente…».
Neutralidad es la nueva consigna |
Valderrubio
El 13 de agosto de 1943 los titulares de
prensa se los lleva un pueblo granadino, Asquerosa, próspero anejo de
Pinos-Puente de 2.000 habitantes en el que no existe el paro obrero, que a
partir del 15 pasará a llamarse Valderrubio y abandonará su poco atractivo
nombre por el que se le conocía desde siglos atrás.
Era una vieja
reivindicación de este pueblo de la vega pero que hasta marzo del año anterior
no empezó a tomar forma a iniciativa de sus vecinos, hartos de ser conocidos
por su gentilicio (“asquerosos”), que remitieron a las autoridades un escrito
proponiendo abandonar un nombre tan poco grato y adoptar otro con el que no
sentirse avergonzados.
No está muy
claro de dónde puede proceder el nombre de Asquerosa por el que al menos desde
el siglo XVI fue conocida esta localidad, pero lo que sí es seguro es que, contrariamente
a lo que pudiera parecer, no proviene de la condición repugnante o cochambrosa
de sus calles o sus edificios, sino que más bien parece derivar de la palabra
latina aquarosa o aquerusia, nombre con el que se
designaba un lugar o un paraje abundante en agua pues el contorno del Soto de
Roma, donde se localiza el pueblo, fue en la antigüedad una zona pantanosa. Esa
abundancia de agua sugiere que el pueblo presentaría siempre un inmejorable
aspecto, espercojao (en granaíno
castizo) y como los chorros del oro, pero todo hace indicar que,
paradójicamente, el paso del tiempo y el excesivo uso del vocablo latino
devinieron en justo lo contrario y lo transformaron en algo que lo que sugiere
es la inmundicia y la mugre campando a sus anchas en esta localidad de la vega
granadina, una cochinada que provendría precisamente de la falta del líquido
elemento.
Además, los
vecinos esgrimen en su reivindicación otra razón de peso: Asquerosa ya no
existe en la realidad, porque la aldea que fue conocida por ese nombre quedó completamente
arrasada hace muchos años, cuando una colosal crecida del río Cubillas se llevó
todo por delante, y el pueblo se reconstruyó en una localización cercana pero
distinta a la del primitivo.
El nombre
elegido para sustituir al antiguo es Valderrubio, o sea valle del rubio. Del
tabaco rubio, por ser este pueblo el primero de toda España en cultivar tabaco
rubio de la variedad Burley. Y es que en esos momentos el producto agrícola estrella
de toda la vega granadina es el tabaco, cada vez ganando más marjales al de la
remolacha azucarera, que paulatinamente va perdiendo espacio a la vez que rentabilidad
su cultivo. El tabaco ya venía siendo cultivado en nuestra vega desde los años
veinte, pero casi de una forma testimonial y cosechando una modalidad menos
productiva y de inferior calidad, los llamados tabacos oscuros o de Valencia.
Los continuos avances en la investigación para buscar mejorar las calidades unidos
al cambio en los gustos de los consumidores, cada vez más adeptos al tabaco
amarillo, trajo que esta zona, la vega del Cubillas, fuera campo de
experimentación en la adaptación de la modalidad de tabaco Burley (una variedad de tabaco rubio caracterizada porque es secada
al aire libre), que desde el primer momento se aclimató perfectamente al suelo
veguero granatensis y empezó a generar grandes cosechas y también grandes
beneficios a sus cultivadores. Así, desde estas fechas se produce un cambio
bastante significativo en el paisaje vegano granadino y empiezan a surgir como
setas los secaderos de tabaco por toda su geografía conforme el nuevo cultivo
se va generalizando y extendiéndose a otros términos municipales.
Fue el cultivo
del tabaco en estos momentos a que nos referimos una especie de nuevo oro verde para los agricultores de la
Vega y en general para la economía de nuestra tierra, como en su día, cincuenta
años atrás, lo fue el de la remolacha, aunque nunca el tabaco llegó a alcanzar
el auge ni la significación económica y social que sí tuvo la planta azucarera.
La Vega de Granada fue durante muchos años el primer productor nacional de
tabaco, pero en la actualidad apenas se pueden ver unas pocas hazas donde se
siga cultivando, y prácticamente todo el tabaco nacional se cría en
Extremadura. No podemos evitar al escribir estas líneas sentir un algo, un no
sé qué de añoranza por aquellos tiempos pasados en los que distintos cultivos
industriales trajeron a esta tierra prosperidad y empleo.
El día 15 de
agosto de 1943 quedó Valderrubio solemnemente bautizado y bendecido por el
arzobispo Parrado, futuro cardenal, y al acto asistieron las primeras
autoridades locales y provinciales.
Paquete de cigarrillos de la marca Peninsulares, con el escudo de la ciudad de Granada
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