Don Lorenzo decía
en el Palacio de los Congresos
con mis doblones pronto
celebraremos muchos ascensos.
Ya celebramos uno pequeño
pero hace tiempo.
Después se cosió el bolsillo,
el de la guita de Don Lorenzo.
Lorenzo Saanz,
sé tan rumboso como pareces,
estíratee,
de la talega saca parrneses.
¡Olé tus duros y tu caudal,
y toa tu guita!. ¡Tu capital!
De engurruñíos
hemos tenío ya aquí unos cuantos
no los imites
te lo pedimos ¡por tos los santos!
¡Qué pena! Don Lorenzo,
que ya no des ni las buenas tardes
y por eso mi equipo
-¡azú, qué pollas!- está que arde.
Está que arde, que nos quemamos,
por no pagarle
ni al tío del butano
porque las cosas no son de barde.
Lorenzo Saanz,
sé tan rumboso como pareces,
estíratee,
de la talega saca parrneses.
¡Olé tus duros y tu caudal,
y toa tu guita! ¡Tu capital!
De engurruñíos
hemos tenío ya aquí unos cuantos
no los imites
te lo pedimos ¡por tos los santos!
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