Manolo Valderrama, míster
recreativista en la temporada 1939-40
|
Valderrama
Para el último
partido de la liga de 2ª división 1939-40, grupo V, en Los Cármenes frente al
Ceuta Sports, al que el Recreativo goleó 5-1 (aunque de nada sirvió puesto que
el Cádiz ganó también y quedó campeón, a un punto) y ante la gran cantidad de
lesionados o sancionados (Aguileño, lesionado desde la visita del Cádiz, hasta
dos meses no podrá volver a formar con Gaspar Rubio esa extraordinaria ala
izquierda que tan buenos partidos dio esta temporada; Timimi gravemente
lesionado en el partido anterior, con fractura de tibia y peroné; Nin expulsado
en Córdoba y sancionado; Luis Sosa y Mesa inutilizados desde hacía varias
jornadas), la prensa había anunciado que el míster Valderrama jugaría de
delantero centro. Ya en la temporada 1932-33, cuando el Recreativo militaba en
2ª Regional Preferente, jugó su último partido como recreativista en esa
posición y marcó tres de los cinco goles que en el primer partido de fase de
ascenso a Tercera se llevó del campo de las Tablas el Córdoba FC. No obstante,
Valderrama, cercano a cumplir los 38 años, había sido en sus buenos tiempos un
fino y científico (como se decía por
entonces) interior retrasado, y en esa posición alcanzó la internacionalidad
absoluta militando en el At. Madrid, pero llevaba más de cuatro años sin darle
una patada a un balón. Finalmente no fue necesario su concurso sobre el césped
de Los Cármenes y el Recreativo no tuvo ningún problema para golear a los
ceutíes y acabar segundo aunque, como queda dicho, de nada sirvió porque sólo
el campeón de cada grupo jugaba liguilla de ascenso a Primera. Pero lo que sí
que ocurrió fue que una vez disputado todo el calendario, Valderrama anunció
que se volvía a Madrid a ocuparse nuevamente de sus negocios. Gaspar Rubio se
hizo cargo de la preparación del equipo. Bajo su dirección técnica disputará el
Recreativo todo el llamado campeonato Presidente de la Federación.
Nota
autógrafa de Valderrama, publicada en el diario Patria, en la que se despide de
la afición
Baja a Bombillar
|
Como ya no hay
nada que hacer, empiezan pronto los licenciamientos y las primeras bajas de la
plantilla las reciben Doménech y Bombillar. Desde la fundación del club en
1931, la próxima temporada será la primera en la que al repasar los componentes
de la plantilla recreativista no encontraremos el nombre de Bombillar, un
nombre que ya pertenecía al Recreativo incluso antes de su fundación, cuando
todavía era conocido como Recreativo Español. En realidad es un adiós por poco
tiempo ya que pronto volverá a ingresar en el club, ahora como conserje de Los
Cármenes, puesto en el que permanecerá hasta su jubilación en 1977.
Antonio
Bombillar ya era del Recreativo antes de que éste se fundara
|
Copa Presidente de la Federación
A primeros de
marzo ha terminado la temporada oficial del Recreativo con el frustrante
segundo puesto que no da derecho a nada. Quedan varios meses de inactividad.
Por ello, a iniciativa del Recreativo, se organiza un campeonato no oficial a
disputar por los subcampeones de cada grupo de Segunda: Ferrol, Osasuna,
Sabadell, Ferroviaria de Madrid y Recreativo, y para que no quede coja la
competición se propone que también la dispute el Malacitano, tercer clasificado
del grupo V. El Malacitano fue aceptado y en principio todos dieron su
conformidad a disputar esta liguilla, pero a última hora el Ferrol se descolgó
y fueron sólo cinco equipos los participantes. El trofeo se iba a llamar
“Alcázar de Toledo” y lo iba a patrocinar el general Moscardó, jefe de la Casa
Militar del Jefe del Estado. Finalmente se llamó Copa del Presidente de la
Federación Española de Fútbol y se empezó a jugar a mediados de marzo.
El primer
partido del Recreativo era en Sabadell. El desplazamiento se convirtió en toda
una odisea para los recreativistas, que viajaban en dos taxis que sufrieron
infinitas averías, llegando a Sabadell sólo dos horas antes de comenzar el
partido. Agotados, no pudieron evitar la derrota, 3-2. En el Sabadell se
alineaban dos futuros granadinistas, César y Safont, y ambos marcaron.
La competición
no oficial de subcampeones de Segunda o trofeo de consolación como también se
le llama, continúa para el Recreativo con un triunfo en Madrid ante el
Ferroviaria. Pero en la tercera jornada sufren los nuestros un palizón de 5-0
en casa del Malacitano que sienta muy mal y que motiva que en el comentario del
partido en Patria se afirme que Maside, Trompi y Mesa vienen actuando con
desgana para forzar la obtención de su libertad y fichar por otros equipos. Al
día siguiente replican los tres aludidos afirmando que su amor a los colores
recreativistas es tanto que, teniendo como tienen buenas ofertas, prefieren
quedarse en el Recreativo, donde están satisfechísimos.
Chiste de
Miranda acerca de la mala clasificación recreativista en la Copa Presidente
|
Lo cierto es
que esta competición interesa bien poco a los aficionados y las recaudaciones
apenas cubren gastos, y más cuando, como en el caso del Recreativo, no le van
nada bien las cosas pues después del triunfo en Madrid ante la Ferroviaria ya
sólo va a ganar otro partido, el de devolución de visita del Malacitano; aparte
de eso sólo un punto más se anota nuestro equipo, del empate en la última
jornada en Los Cármenes frente al Sabadell. Lo demás son derrotas, algunas muy
dolorosas, como el 1-4 ante el Ferroviaria y el 1-3 frente al Osasuna.
Finalmente el Recreativo, dirigido por Gaspar Rubio como jugador-entrenador,
quedó quinto y último de esta competición no oficial que se le ocurrió a la
directiva recreativista y que en vista del poco éxito no conoció una segunda
edición.
Gaspar
Rubio y Chales, capitanes recreativista y malacitanista en los prolegómenos del
partido que ganó el Recreativo en Los Cármenes en la Copa Presidente
|
Copa Granada 1940
Como en los
años anteriores a la guerra, éste vuelve a disputarse en Corpus la que se llamó
Copa Granada. En tiempos de la República (y alguna vez antes de su
instauración) cada Corpus, con subvención municipal y como parte de los
festejos programados para nuestras fiestas mayores, se jugaban dos o tres
partidos amistosos contra equipos forasteros en disputa de un trofeo que
normalmente alguna firma donaba o lo hacía el propio Ayuntamiento, y que
podemos considerar un precedente del Trofeo Granada que se empezó a disputar
cada agosto desde 1973 y alcanzó varias ediciones. Esta copa Granada tuvo en el
pasado mayor o menor esplendor en proporción directa a la importancia de la
subvención municipal. Especialmente brillante fue la edición del Corpus de
1932, cuando vinieron al campo de las Tablas el At. Madrid (que la ganó) y el
Betis. También fue brillante la edición de 1933, con la contratación del Arenas
de Guecho y el Murcia, y también la de 1934 en la que vinieron el Sevilla y el
Racing de Santander. En 1935 (el Murcia) y en 1936 (el Sevilla) la rebaja en lo
que aportaba el Ayuntamiento sólo dio para contratar a un rival. Ya vimos cómo en el Corpus 1939 la Copa
Granada la disputaron dos clubes foráneos porque el Recreativo no tenía todavía
ningún futbolista. Ahora, en 1940, se ha contratado para dos partidos al
Murcia, recién ascendido a Primera -donde debutará- tras ganar la liguilla.
El
primer partido se jugó el miércoles en que empezaban las fiestas, 22 de mayo, y
acabó 3-3, los tres goles murcianistas de Uría, futuro granadinista. En el
Recreativo jugaron varios a prueba, entre ellos el portero Cabo, veterano que
había pertenecido a R. Madrid, At. Madrid y Español. Arbitró el ex
recreativista del Once Fantasma
Morales, que años después sería árbitro colegiado.
Carrera y Millán en Los Cármenes antes de enfrentarse al Murcia en la Copa Granada |
En
el tercer partido actuó a prueba en el Recreativo Joaquín Carrera, otro ex del Once Fantasma, que en la temporada
recién terminada había pertenecido al Jerez. Fue Carrera un defensa duro, todo
pundonor, base del Recreativo años treinta y muy querido de la afición. Ya era
muy veterano pero, según la crónica, todavía conservaba buenas cualidades
aunque no llegó a reincorporarse porque para entonces ya contábamos con Millán
y González. Había venido a un homenaje en Baza a Fidel del Campo, que se
retiraba, y de camino actuó en este amistoso. Carrera fue protagonista
involuntario en 1935 de un affaire entre precisamente el Murcia y el Granada
cuando, jugando en La Condomina en partido de liga, ocurrieron varios
incidentes en forma de apedreamiento de los recreativistas y agresiones
sufridas por nuestros jugadores, y en medio del bochinche Carrera resultó
lesionado y esto obligó a ingresarlo en un centro sanitario y regresar a
Granada varios días después, lesión que en su día fue calificada por la prensa
granadina como de malintencionada (“el crimen de La Condomina” llamó a todo lo
sucedido un siempre combativo Martinenc en el Defensor).
El alcalde Antonio Gallego Burín hace entrega a Gaspar
Rubio de la Copa Granada 1940
|
Corpus 1940
Entre
el 22 de mayo y el 2 de junio Granada celebra sus fiestas mayores, pregonadas
por el poeta granadino Manuel de Góngora («¡Sácame, España, a que tu sol me
bese / y vuelva, augusta, a pasear tus calles / donde con tu zafiro me empavese
/ y me arrullen tus líricos ventalles! / ¡Que a despecho de torpe apostasía /
frente a esa turba que blasfema y odia, / Dios estará contigo, España mía, /
mientras quede en tu altar una custodia!»).
Como
era tradicional, la fiesta comenzó muy temprano con la diana floreada
interpretada por diversas bandas de música recorriendo las principales calles
de la ciudad para confluir todas en la plaza del Carmen e interpretar
conjuntamente los himnos Nacional y del Movimiento, coreados brazo en alto por
el público asistente. Después del pregón venía el desfile de la Pública en el
que la Tarasca, es decir, el maniquí que sobre el dragón (la Tarasca
propiamente dicha) desfila cada Corpus, igual que en 1939 no lucía la última
moda sino que iba vestida con traje regional de baturrica y sólo salían los dos
gigantes moros. Tampoco este año hubo carocas en plaza Bib-Rambla.
Monumental altar instalado en plaza Bib-Rambla para la procesión del Corpus |
Mientras
los granadinos se divierten con su provinciana feria olvidando la reciente
guerra, otra guerra mucho más mortífera tiene lugar en Europa, donde los
alemanes arrasan con su blitzkrieg y
después de conquistar Flandes completan su cerco en Dunkerke sobre la fuerza
expedicionaria británica a la que finalmente echarán al mar y obligarán a
volver a las islas. Aprovechando lo que parece inminente victoria final
alemana, la Italia de Mussolini anuncia su inminente entrada en la guerra al
lado de Alemania. Los dos
periódicos granadinos celebran sin disimulo el desarrollo de la guerra.
Comienza el derribo de
la Manigua
También en el
apartado ciudadano es muy de destacar lo que el 5 de junio de 1940 Ideal
publica en primera página: una foto en la que se ve al alcalde Gallego Burín
dando el primer golpe de espiocha (bendecida por el párroco Gregorio Espín)
sobre la pared de la que fue Casa de Socorro, situada en el Campillo Alto. Con
el simbólico gesto, comienza el derribo de la Manigua, una zona que está
previsto sanear echándolo todo abajo y urbanizar el perímetro edificando nuevos
inmuebles y trazando nuevas calles. El derribo de la Manigua comienza por fin
en esta fecha pero era ya un proyecto antiguo del que trataron sucesivas
corporaciones municipales desde al menos veinte años atrás, en tiempos
anteriores a la dictadura de Primo de Rivera.
Gallego Burín simbólicamente da inicio al
derribo de la Manigua. En la foto está también Ricardo Martín Campos,
presidente recreativista y concejal del Ayuntamiento
|
Se trata de una zona granadina
tan céntrica como la que delimitan: Puerta Real, Acera del Casino, plaza del
Campillo, plaza de Mariana Pineda, calle San Matías, calle Navas, plaza del
Carmen y calle Reyes Católicos. A la zona ya nadie la conoce por el nombre de
Manigua pero, como se ve, estaba (y sigue estando) en pleno meollo de Graná,
aunque en 1940 su aspecto era muy distinto al actual y en lugar de ser una zona
residencial o comercial de primer orden lo que la ocupaba era un laberinto de
callejuelas con casuchas de una o dos plantas sin ningún valor patrimonial y en
estado bastante cochambroso. La razón principal que se esgrimía para llevar a
cabo esa gran reforma urbana era que, además de ofrecer un pésimo aspecto
físico esta zona en pleno centro de la ciudad, todavía era peor el aspecto
moral de la cuestión ya que en el barrio tenían su sede la mayor parte de los
prostíbulos existentes por entonces en Granada, esto es, era “la sede de la
disolución y el escándalo” y allí se concentraban “covachuelas, suciedad, vicio
y degeneración” (Ideal). Durante el franquismo la prostitución fue una
actividad legal y regulada, pero había que acabar con el barrio chino (o rojo)
de esta ciudad de 155.000 habitantes porque estaba demasiado a la vista y eso
ya sí que incomodaba.
Para
poder llevarla a cabo el alcalde Gallego Burín, empeñado en mejorar el aspecto
de la ciudad, consiguió del banco de Crédito Local un empréstito con el que
hacer frente a todos los gastos, incluido el pago de las indemnizaciones por
expropiación. El coste total de la operación se tasaba en tres millones, pero
se aseguraba que no supondría incrementar la deuda municipal ya que se esperaba
terminar incluso con superávit, que se obtendría de la venta de los solares
resultantes.
Desde
la apertura de la Gran Vía no se llevaba a cabo en Granada una operación
urbanística de ensanche de esta envergadura. En aquella ocasión, finales del
siglo XIX, se pretextó que había que dar paso al progreso creando una vía
moderna que además serviría de enlace entre la estación de Andaluces y la que
estaba proyectado construir al sur de la ciudad, que sería de donde partirían
los trenes con destino a la costa, esos trenes que a día de hoy seguimos
esperando (¿los veremos alguna vez?). En el caso de la Manigua las razones que
más andaban en boca de quienes aplaudían la decisión eran fundamentalmente de
carácter estético y de moralidad. Pero tanto en uno como en el otro ensanche
granadino proyectado y ejecutado, lo que mucho más que cualquier otra
consideración había detrás de todo era la especulación -de esto nada se dice en
la prensa-, lo que más movía a sus impulsores y defensores eran los
importantísimos beneficios económicos que esperaban obtener.
Dos
vías transversales, anchas y modernas serán la principal novedad que saldrá de
todos los trabajos, estando previsto que desaparezcan algunas calles y otras
cambien por completo su aspecto. Empezaban así a nacer la actual calle Ganivet
y su perpendicular, hoy Almona del Campillo y antes Comandante Valdés. Y
también empezaban a desaparecer otras calles muy castizas como las de Cobas y
Mañas. Y lo que sin duda debió de doler más a bastantes, incluso a algunos de
los responsables de la desaparición, fue el quedarse sin determinados lugares
en los que “esfogar” pues con la Manigua se perdieron también muchos de los
escenarios de juergas y canas al aire de no pocos respetables padres de
familia: mancebías como la casa de “la Bizcocha”, colmaos y tabernas como Los
Manueles, Los Valencianos o Los Burgaleses, y cafés-cantantes como el
famosísimo de La Montillana o casa Cuéllar, templo del flamenco durante muchos
años.
Plano de la Manigua |
No hay comentarios:
Publicar un comentario