Hay quien dice que en Granada no hay cantera. Que ni la ha habido ni la habrá. Pero para desmentir esa afirmación podemos fijarnos en una época en la que el Granada CF se surtió abundantemente de granadinos. Y no es precisamente esa época de las peores de su historia puesto que toda ella transcurre entre Segunda y Primera. Nos referimos a la etapa que va de finales de los cuarenta a mediados de los sesenta. De entre los numerosos futbolistas granadinos que pasaron del filial al primer equipo y fueron básicos en al menos dos ascensos y una final de Copa, nos hemos fijado en Méndez, que es el que quizás pueda representar mejor que nadie esa cantera y esa época.
Manuel Méndez Cuadrado (Madrid 1930-Granada 1989) se inició en el renacido Recreativo de Manolo Ibáñez de la 47-48. Con apenas 18 años debutó en el primer equipo, por entonces en Segunda. A partir de la 49-50 se convierte en fijo en el centro de la zaga granadinista, en la que destaca como un central fino que sabe sacar el balón jugado y que nunca da una patada al contrario. Hasta que en 1951 el Málaga se aprovecha de la desorganización del club y se lo lleva sin tener que pagar por el ni una peseta puesto que a esas alturas todavía nadie del Granada se había acordado de hacerle ficha profesional. Con el Málaga pronto alcanza la máxima categoría y sigue destacando, lo que le vale para ser traspasado al At. de Madrid, donde permanece dos temporadas más.
El retorno del Granada a Primera en 1957 es también el retorno de Méndez al club, en el que va a permanecer cuatro temporadas más, siempre como titular. Pero no pudo estar en la más alta ocasión del palmarés rojiblanco, lo que siempre se ha señalado como causa fundamental de la facilidad goleadora que encontró el Barça en aquel 21 de junio de 1959. Finalmente el descenso de 1961 y la estricta disciplina del míster Heriberto Herrera le hacen dejar el Granada para enrolarse en el Jaén donde definitivamente se retirará del fútbol.
Por aquellos años ya existían los ojeadores a la caza del joven talento, pero normalmente los fichajes eran de futbolistas ya rodados y una vez que habían rebasado la veintena. Lo que entonces habría sonado a broma es algo que hoy sin embargo es muy habitual, que es el fichaje de futbolistas en ciernes, cuando todavía están en edad infantil. Por ese camino han probado suerte en las secciones inferiores del Madrid o del Barça y, últimamente, también en el Villarreal, no pocos niños granadinos que como quien dice acababan de dejar el chupete. Como digo, no era esa la tónica en los cuarenta y cincuenta, afortunadamente para los hinchas del Granada pues de esa forma no se fugaron unos cuantos cerebros balompédicos y pudimos verlos defendiendo la rojiblanca.
También hay que decir que eran otros tiempos y entonces el Granada no estaba hundido en la mediocridad, por lo que muchos chaveas que empezaban sólo soñaban con jugar algún día de rojiblanco.
En la persona de Manolo Méndez hemos querido subrayar cómo una cantera bien trabajada y cuidada puede dar sus frutos. Y si eso funcionó una vez puede volver a hacerlo.
3 comentarios:
Por El dicho a mi persona se consideraba buen central con la admiración por el gran Garay.
Fue un Señor en la cancha y fuera de ella.Venia de muy buena familia.Sin duda uno de los mejores centrales de la época junto a Santa Maria y al gran Garay siempre venerado por su propia persona como el mejor de aquellos tiempos.
Un Gran Señor.Y gran central de la época junto a Santa Maria y al Gran Garay venerado por su propia persona.
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