EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 4 de septiembre de 2013

KALMAR, EL PRESTIGIO HÚNGARO



El fútbol húngaro fue buena parte del siglo XX uno de los mejores de todo el mundo. Especialmente en la década de los cincuenta, con aquel Honved de Budapest y con aquellos “mágicos magiares” de la selección húngara que perdieron de forma inexplicable el título mundial en Suiza 1954. Posteriormente el fútbol magiar cayó en la mediocridad y en ella continúa inmerso, hasta el punto de que desde Méjico 86 no ha estado en una fase final de un campeonato mundial.
 
Hasta los sesenta son numerosos los nombres de jugadores y entrenadores magiares que se vinieron a España y nos aportaron muchas cosas positivas y mucho buen fútbol. Casi todos ellos conquistaron un sitio de honor en las páginas de historia de este deporte en España.
 
En el Granada también tuvimos nuestros húngaros. Empezando por Lipo Hertza, míster que dio al Madrid su primera liga. Le sigue Bukzzasy. Continuamos con todo un mito, Alberty. Al poco vino Esteban Platko para dirigir al equipo, consiguiendo la que por muchos años fue la mejor clasificación histórica. También vinieron otros bastante menos conocidos pues no destacaron mucho: a principios de los años cincuenta vino una pareja de húngaros, Licker y Otto, de los que sólo el primero valía, pero se fue muy pronto. También de los cincuenta, pero de finales es Szabo, que jugó muy poco en la 59 60, temporada en la que el banquillo lo ocupaba el ilustre entre los ilustres Jeno Kalmar, de quien Kubala dijo que fue el mejor técnico de Europa.
 
Eugenio (españolizado) o Jeno (bien dicho) o Janos (mal dicho) Kalmar (Hungría 1908-Málaga 1990) es el entrenador de más prestigio que ha ocupado el banquillo granadino en sus casi ochenta años.
 
La revolución húngara anti estalinista le hizo dejar su empleo de coronel del ejército que ostentaba a la par que el de trainer del famosísimo Honved. Después de dos años en Austria aterrizó en Sevilla y meses después, un día que hacía turismo en Granada, le ofrecieron sustituir al argentino Scopelli y aceptó. Sus sabios retoques y su gran profesionalidad hicieron posible que el modesto Granada CF casi inscribiera para siempre su nombre entre los grandes. Jeno Kalmar no sabía ni dos palabras en español, pero el lenguaje del balompié es universal y en sólo dos meses convirtió al Granada de equipo llamado a perder la máxima categoría en todo un subcampeón de Copa.
 
Nacionalizado español, en Málaga pasó sus últimos años de gatos y estrecheces y en Málaga están las cenizas del famoso Kalmar. En esta serie de granadinistas insignes no podía faltar el que condujo al Granada a lo más alto y también a un ascenso a Primera.



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