EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



martes, 19 de julio de 2022

MEJORÍA CON MAS

El once titular del Granada 50-51 en la primera vuelta

 

Los húngaros no son lo que parecían

Cuando la liga todavía no había echado a andar realizó el Granada, con gran esfuerzo económico, dos fichajes que en aquellos momentos fueron valorados muy positivamente por la prensa local y por la afición, que de primeras acudió a los entrenamientos en mayor número del habitual para verlos en acción. Hablamos de la pareja de húngaros Licker y Otto. Todos estaban convencidos en el verano de 1950 de que el Granada había incorporado a dos sensacionales futbolistas que iban a ser los encargados de liderar el ascenso a primera del club rojiblanco.

Pero cuando habían transcurrido dos meses de competición, mediados de noviembre, la realidad era muy distinta. El segundo de los magiares, Otto, todavía estaba inédito y no se sabía cuándo iba a debutar con la camisola del Granada. Y el otro, Licker, utilizado desde la primera jornada, al principio (con cuentagotas) los hinchas rojiblancos pudieron verle algunos detalles de clase, pero conforme iban transcurriendo las jornadas iba el húngaro ofreciendo cada vez menos y en algunos partidos su labor de enlace de la media con la delantera era nula hasta llegar al punto de ser claramente señalado por la prensa local como uno de los principales responsables de que el equipo hubiera bajado bastante en su rendimiento y a esas alturas de la liga siguiera sin poderse hablar de juego de conjunto. Llegó a publicarse incluso que el Granada estaba dispuesto a recomprar al Jaén a Trompi en vista de que en ese puesto de interior andaba cojo el equipo.

En ese contexto, Ideal de 17 de noviembre de 1950 publicaba un reportaje acerca de Licker y su desilusionante papel como jugador rojiblanco y teniendo en cuenta su alta ficha de 100.000 pesetas de vellón (se calculaba que cada partido del húngaro costaba al Granada 4.500 pesetas; como dato indicativo valga decir que el sueldo normal de un futbolista de la plantilla era entre 1.500 y 2.000 al mes). En esos momentos el húngaro ha dejado de contar para el entrenador y ha sido suplente en el último partido del Granada, frente al Plus Ultra, suplencia que durará las tres siguientes citas. El periodista pregunta al propio Licker acerca de la causa de su bajo rendimiento y éste sólo dice que no sabe qué responder, y que él pone siempre el máximo interés, pero las cosas no le salen bien. Algunos compañeros, sin citar nombres, dicen que Licker, de 28 años, ha perdido facultades y que ya no posee la rapidez de antaño, que era su mejor arma, y el entrevistador se pregunta si estará enfermo o será que no lleva una vida todo lo ordenada que un deportista debe llevar. Por último, el míster Gaspar Rubio, opina que es simplemente un problema de falta de adaptación a nuestro fútbol.


Licker ya no es titular hacia la mitad del campeonato


Empate en Melilla y victoria del Recreativo

La siguiente jornada llevaba al Granada a Melilla, para lo cual la expedición rojiblanca salió el viernes anterior al partido camino de Málaga para en avión viajar a la ciudad norteafricana, donde por primera vez en su historia comparecía para disputar un partido oficial al tratarse de un equipo recién ascendido. Sólo existían los precedentes de sendos amistosos en Melilla, en la 45-46 y en Granada en la 47-48.

Con la expedición granadinista e invitado por la directiva viajó el periodista granadino de Ideal Rafael Fernández de Burgos. Suyas son las crónicas de que disponemos del partido Melilla-Granada, tanto para el semanario La Prensa (Hoja del Lunes, donde firma como Max) como para el diario Ideal, y en ellas dice el plumilla que el Granada mereció y debió ganar por al menos dos goles de diferencia su partido en la llamada Plaza de Soberanía, donde, derrochando entusiasmo y animado por varios cientos de granadinos haciendo allí la mili, dominó y fue mucho mejor que el cuadro local, pero impidieron la victoria la gran actuación del meta local y el caserismo del árbitro Blanco Quintas. En el Álvarez Claro, sin atisbo alguno de una mínima brizna de hierba, se adelantaron los nuestros por dos veces en el marcador, pero muy cercanos al final un penalti injusto en contra supuso el definitivo empate a dos goles. De esta manera se enjugó el negativo que se arrastraba desde la visita a Los Cármenes del Atlético Tetuán.

La gran igualdad existente entre los quince equipos del grupo sur hizo que el punto conseguido en Melilla apenas tuviera reflejo en la clasificación, y el Granada pasó a ocupar la octava plaza, a dos puntos de los puestos de descenso. Fue la primera vez en esta liga en que el Granada no salía derrotado actuando como visitante.

El húngaro Licker, ya suplente, ni siquiera viajó. Por otra parte, la lesión de Verde hizo a Toñín volver al equipo, en el que también reapareció Chaves. En el Melilla actuaba en el centro de la zaga, ya veterano, alguien que años después va a tener una larga relación como técnico con nuestro club y sus filiales, Santiago Errazquin. También jugaban de azul el granadino Martín y el delantero centro Mamblona; ambos sufrirán una muerte trágica en accidente de circulación en Loja sólo tres meses después de este partido.

A la vuelta de Melilla la prensa granadina celebra que parece superado el bache de juego y que el equipo está plenamente recuperado y por primera vez esta temporada ha funcionado como un bloque. Fernández de Burgos en Ideal comenta lo publicado por el periódico melillense El Telegrama del Rif, que dice que les gustó francamente el Granada; también dice que «Al Granada se le entregó el banderín de rigor, como nuevo en esta plaza. Y ellos correspondieron regalándonos un punto».

Por su parte el Recreativo consiguió una nueva victoria. Lo hizo en Los Cármenes y frente al otro equipo de la ciudad internacional de Tánger, el España, al que derrotó por la mínima, 1-0, y consiguió adelantar un par de puestos en la clasificación, aunque todavía muy amenazado. La prensa local, en esta ocasión –como en otras anteriores- destaca por encima de todos a la pareja de interiores del filial, Cea y Sueza, a los que responsabilizan siempre de los resultados positivos de los blanquiazules; no hubo excepción en esta ocasión y esto es significativo porque precisamente la ausencia de interiores comprometidos y trabajadores es la principal crítica que esos mismos plumillas hacen respecto del primer equipo desde que empezó la temporada. La victoria no obstante llegó en un partido bastante malo por ambos contendientes. Los peores comentarios los merecen los jugadores Tobalina y García Domínguez, precisamente los dos recientemente fichados y provenientes de otras canteras. El primero al parecer actuó lesionado, una lesión que se le acentuó en este partido y que lo va dejar fuera de combate hasta la recta final de la liga.


Cea, genuino producto de la cantera, se convierte en titular indiscutible


Victoria ante el Albacete y empate del Recreativo en Andújar

Fue una constante a lo largo de toda la liga la gran igualdad entre todos los equipos del grupo II de la segunda española. Esto se ve claramente en el hecho de que el Granada en la jornada 12 derrotó al Albacete en Los Cármenes (2-1) y con los puntos dio un salto de cuatro puestos en la tabla, pasando del octavo al cuarto, aunque sin distanciarse lo suficiente de las posiciones de descenso, de las que sólo lo separaban tres puntos (dos por debajo de los de ascenso). El Albacete venía como colista descolgado y era el equipo más goleado, pero el Granada consiguió vencerle con extrema dificultad y las crónicas vuelven a incidir en que sigue sin haber juego de conjunto, a pesar de repetir la misma alineación que empató en Melilla y tan buena imagen dio. El Albacete se limitó a defenderse y el Granada no supo cómo superar la maraña de efectivos que cerraban la portería manchega.

En Andújar mientras tanto, el Recreativo a punto estuvo de anotarse la primera victoria a domicilio en categoría nacional. Fue ganando casi todo el partido, pero muy cerca del final recibió un gol del cuadro local, el Iliturgi, un rival directo en la lucha por no descender, y sólo pudo empatar a uno. De esta manera redujo su cuenta de negativos a -2 y se distanció en dos puntos de los puestos de descenso.


Alineación del Granada en Vallejo, donde perdió frente al Levante y esto le costó el puesto a Gaspar Rubio. De pie: Carbelo (suplente), Méndez, Mas, Vecino, Chaves y Callejo; agachados: Mompeán, Sosa, Toñín, Cea, Santacréu y Martín


Derrota en el campo del Levante y empate casero del Recreativo frente al San Fernando

Y así llegamos a la jornada 13, en la que al Granada tocaba desplazarse a Valencia y jugar en el campo de Vallejo, del Levante, uno de los pocos de España que habían incorporado la gran novedad por entonces del marcador simultáneo (marcador automático, lo nombran también), que se estrenaba en este partido. El resultado fue una nueva derrota rojiblanca, 2-0, una vez más sin remate, pero el partido resultó trascendental por lo que trajo aparejado. Según las crónicas de periodistas locales, el árbitro tuvo un papel destacado en perjuicio del Granada al señalar un penalti en contra que no existió y que supuso el primer gol levantino.

Debutó esta temporada y fue el mejor rojiblanco el interior derecho recreativista Cea, pasado al primer equipo en el que ya va a ser titular hasta finalizar la liga, y volvió Sosa a la media; ambos dieron más consistencia a la zona ancha granadinista, pero nada positivo se pudo extraer del viaje a Valencia. El Granada bajó al séptimo puesto de la tabla, dos puntos por encima del descenso.

El filial en Los Cármenes, también jornada 13, jugada en el primer domingo de diciembre, aumentó su cuenta de negativos a -3 al empatar a un gol con el gallito San Fernando. Fue un partido emocionante en el que el Recreativo mereció la victoria, pero la impidió la gran tarde del cancerbero gaditano y la falta de acierto en el remate blanquiazul. Manolo Ibáñez suplió la importante baja de Cea colocando al defensa Atanasio de falso 9, alternándose con Requena, reconvertido en zaguero, y con Toto de interior.

El filial quedó clasificado en el puesto 13º, pero con tres puntos sobre el penúltimo, que descendía. A primeros de temporada se comentó que se avecinaba una nueva reestructuración de la categoría y que sólo del quinto para arriba no habría descenso (así se hizo la temporada siguiente), pero acababan de publicarse las normas federativas sobre ascensos y descensos que dejaban claro que sólo los dos últimos perderían la categoría, lo que supuso un respiro para el cuadro de Manolo Ibáñez.


Gaspar Rubio obtiene un “permiso” y se va. En la foto en sus tiempos de valencinista


Gaspar Rubio defenestrado, Mas nuevo entrenador-jugador

La crónica de Ideal del partido en Valencia, que firma alguien de la talla de Juan José Tomás Marco, dice que el Granada fue inofensivo y dio bastantes facilidades, un equipo que juega en el centro del campo pero que apenas hace otra cosa. Lo cierto fue que la derrota ante un rival de la zona baja como el Levante dolió más de la cuenta y así, en la misma página donde viene la crónica del partido en Vallejo, anuncia Ideal que el lunes hubo reunión de la junta directiva para tratar de atajar el mal que aqueja al equipo y que se esperan importantes y enérgicas medidas. Dos días después la noticia era que al míster, Gaspar Rubio, la directiva acababa de concederle un “descanso”, un permiso «por un mes, dos o… más», apartándolo de la dirección técnica, eufemística forma de despedir a un entrenador. Parece ser que lo que más influyó en la adopción de esta medida fue la repetida queja de los futbolistas sobre los métodos de preparación y las instrucciones de Rubio.

A partir de ese momento Francisco Mas se hará cargo de la preparación del Granada de forma provisional y será simultáneamente jugador y entrenador hasta que se contrate un nuevo míster. En el mismo suelto de Ideal se incluye la alineación que el Granada presentará en su siguiente partido, en casa frente al Hércules, que introduce importantes cambios respecto del equipo que venía actuando, porque parece ser que a partir de este momento la designación de las alineaciones rojiblancas en cada partido será tarea del míster, pero tendrá que contar con el visto bueno de la comisión deportiva de la junta directiva. Un viejo conocido de la afición, Paco Bru, el entrenador de las dos primeras temporadas en máxima categoría, ya apartado de los banquillos aunque dedicado a la intermediación de futbolistas, se dirigió al Granada ofreciéndose como sustituto de Gaspar Rubio, pero la directiva acordó seguir confiando en Mas, a lo que ayudaron bastante los buenos resultados que vinieron en los primeros partidos dirigidos por el jugador-entrenador, y lo que iba a ser provisional se convirtió en definitivo, de manera que Mas siguió como preparador hasta finalizar la temporada.

Gaspar Rubio en primera instancia decidió quedarse en Granada en lugar de marcharse, y permanecer a la expectativa por si sus servicios eran requeridos de nuevo, pero antes de dos semanas quedó desvinculado por completo del Granada. Al poco de marcharse concedió unas declaraciones al diario Marca en las que dijo que, después de la derrota en el campo del Levante solicitó fuertes sanciones para determinados jugadores a los que culpaba directamente del resultado, pero que la directiva no le hizo caso y su decisión fue apartarlo del equipo mediante la absurda fórmula de concederle un descanso. Más adelante carga contra los dos interiores fichados esta temporada, Licker y La Rubia, de los que dice que fracasaron semana tras semana y por eso hubo que recurrir al filial y alinear a Cea, mucho mejor que los otros. El ex entrenador, en definitiva, estaba muy dolido por su despido, criticando la postura de la directiva, que en lugar de reforzar al técnico prestó más oídos a lo que decían unos pocos futbolistas que claramente “le hicieron la cama”, como vulgarmente se dice.


Recorte de Ideal con dos momentos del Granada-Hércules


Dos puntos frente al Hércules en el debut de Mas

Después de que la directiva diera un “descanso” a Gaspar Rubio apartándolo de la dirección del Granada y pasando Mas a ocupar las funciones de jugador-entrenador (jugó este partido y casi todos los que faltaban), el primer compromiso fue la visita del Hércules a Los Cármenes en la jornada 14, penúltima de la primera vuelta, el domingo 10 de diciembre. La alineación granadinista experimentó varios cambios, cayéndose del once titular el defensa Mompeán y el extremo Santacréu, que ya apenas contarán en todo lo que queda de calendario, y en su lugar volvieron al equipo Verde y Licker (los dos serán ya titulares toda la liga), aunque esas variaciones en el once titular habían sido “sugeridas” por la comisión deportiva. Con esos cambios parece que el equipo algo mejoró en lo referente a entrega, que no (según las crónicas) en lo referente a juego de conjunto, que volvió a ser algo muy parecido a lo que ocurría antes del cambio de entrenador, pero en esta ocasión no fueron gafes los alicantinos y no se dio un resultado negativo para los nuestros, como en las dos anteriores confrontaciones en este mismo escenario, alguna de las cuales resultó definitiva para apartar al Granada de su meta de ascenso.

Ganó 2-0 el Granada a pesar de que desde el minuto dos tuvo que jugar en inferioridad al lesionarse el delantero centro Chaves y tener que retirarse para no reaparecer hasta bien avanzada la segunda parte visiblemente mermado y ocupando un extremo sin poder apenas moverse. Recordemos que no se podía cambiar jugadores por aquellos años. De los delanteros fichados esta temporada era Chaves sin duda la mejor incorporación, con seis goles en su haber, pero parece que una lesión no terminada de sanar se le reprodujo en casi la primera jugada del partido. Lo peor es que ya no va a poder ser utilizado hasta más de tres meses después. Por su parte, el húngaro Licker en su reaparición, fue uno de los destacados, pero los más grandes elogios son para el canterano Cea, que además marcó un gol.

El entusiasmo que pusieron los rojiblancos sobre el césped fue en definitiva su mejor arma para hacerse con los dos puntos, que auparon de nuevo al Granada a la cuarta posición de la tabla, a un punto de segundo y tercero, que eran puestos de promoción, pero sólo tres puntos por encima del penúltimo, que junto al colista eran las posiciones que llevaban a la pérdida de categoría.

 

Palizón al Recreativo en Huelva

La otra cara de la moneda la ofreció el filial en Huelva, donde en el duelo de recreativos salió ampliamente apalizado nada menos que por 7-1. Se adelantaron los nuestros y casi toda la primera parte mantuvieron el resultado favorable, pero en la segunda mitad, la lesión del defensa central Montilla obligó a improvisar la cobertura y se derrumbó por completo el equipo, sucumbiendo ante uno de los favoritos al ascenso, que fue muy superior. En el puesto 13º permaneció el filial, manteniendo todavía sus dos puntos de ventaja sobre el 15º.

El Recreativo cerró otro fichaje a mediados de semana, el del defensa Vicente. No es otro que Vicente Díaz, quien dos temporadas atrás formó en aquel tercer Recreativo que se fundó en la 48-49, cuando el filial cambió su nombre por el de Granada B. Últimamente venía actuando en el Arenas de Armilla, pero ya había participado en algún partido de pretemporada con el filial en el ejercicio anterior. No obstante, no se incorporó al Recreativo hasta finalizar la temporada en curso, y en el Arenas continuó.

 

Positivo en Ceuta y victoria casera del Recreativo

La jornada 15 y última de la primera vuelta inauguró el Granada su cuenta de positivos con el arrancado en Ceuta, donde empató a tres goles. Algunas crónicas hablan de una auténtica encerrona sufrida por el equipo rojiblanco en la ciudad norteafricana en un partido que mereció y pudo ganar de no ser por la nefasta actuación del árbitro madrileño Caballero Camacho. Según La Prensa, con la firma de un periodista local, en el primer gol del Ceuta, el balón dio en el poste y no llegó a entrar, aunque no dice lo mismo la crónica de Ideal, también de un periodista de allí; en lo que sí coinciden ambos plumillas es en que el segundo gol ceutí fue conseguido con la mano.

El Granada se retiró al descanso ganando 1-2 pero en la segunda parte los locales le dieron la vuelta al resultado con un gol con la mano, como queda dicho, y un tercero de penalti, aunque su legalidad no se discute (era ya el noveno que le señalaban en contra al Granada esta liga, por sólo uno a favor). El cambio de entrenador pareció mejorar al equipo y el Granada, por fin engarzadas sus líneas de creación, ofreció un gran partido en el que tenía que haber ganado de no ser por los errores arbitrales. Faltando muy poco para el final Sosa, otra vez actuando de falso 9 ante la lesión de Chaves y la baja forma de Botella, remató el definitivo empate a tres. Especial mención por su excepcional labor merecieron los dos rojiblancos que formaron su ala derecha: Callejo y Cea, autores cada uno de un gol.

En Ceuta, un nuevo segunda, condición que consiguió precisamente en Los Cármenes en julio de este mismo año al ganar la promoción en desempate en campo neutral al Elche, hubo numerosos incidentes de público y de jugadores, y el juego estuvo varios minutos interrumpido ante las grandes protestas de los rojiblancos en cada uno de los goles de los locales.

El Granada adoptó una nueva disposición de hombres sobre el terreno, un 3-3-4, retrasando a la media a Sosa, y con ese sistema sorprendió a los locales y pudo muy bien traerse una victoria. El punto y el +1 colocaron al Granada quinto en la clasificación, a un punto del tercero y con tres de ventaja sobre los puestos de descenso.

Mientras tanto en Los Cármenes el Recreativo también cerraba la primera vuelta, jornada 15, con un resultado positivo, victoria 3-1 frente al Utrera, el colista del grupo. La gran novedad fue el debut, ¡por fin! del delantero centro madrileño Plata. La temporada 50-51 del primer equipo puede ser catalogada como la del culebrón Otto. Pero es que en lo que respecta al filial también puede hablarse de culebrón, aunque bastante menor en cuanto a duración, y el protagonista de tal culebrón es este tal Plata. Proveniente del Leganés, había sido fichado casi dos meses antes con la intermediación de Paco Bru, pero como estaba haciendo la mili en Madrid no pudo venir hasta mediados de diciembre y, mientras llegaba o no llegaba, los medios dieron hasta cinco fechas distintas en que tal llegada se iba a producir. Por fin llegó y, como aquel que dice, fue directamente desde la estación de Andaluces a Los Cármenes para calzarse las botas y debutar con su nuevo equipo, que tan necesitado anduvo toda la liga de un buen rematador. No marcó en su partido de presentación, pero asistió en al menos dos de los goles. Se adelantaron los sevillanos, pero el Recreativo, bien conducido por sus medios Ríos y Díaz Cara, le dio la vuelta y aún pudo hacer más goles en un buen partido de todo el conjunto. Con la victoria alejó el filial en cuatro puntos los puestos de descenso directo.


Callejo, la mejor incorporación de la 50-51


Dos positivos más en Mallorca

Tras el descanso impuesto por las celebraciones navideñas, volvió la liga el último día del año 1950, jornada 16, que para el Granada significó viajar a Mallorca, para lo cual partió el autobús rojiblanco el jueves anterior al partido rumbo a Valencia, teniendo que desviarse por Iznalloz al estar cerrado el puerto de la Mora por una gran nevada. En Valencia se unieron a la expedición más de la mitad de los que la integraban por haber estado disfrutando de permiso navideño, y desde la vera del Turia partieron en barco hasta las Baleares, adonde llegaron el 30 de diciembre sábado. Estaba previsto que Otto, una vez puestas de acuerdo todas las partes tras el largo culebrón, viajara con el resto para debutar en Mallorca, pero su autorización federativa no acababa de llegar y en Granada se quedó.

En Baleares el Granada consiguió su primera victoria a domicilio de esta temporada, 0-3, mostrándose muy superior a un equipo como el Mallorca, vicecolista en esos momentos, aunque salvó la categoría. Fue un gran partido de los rojiblancos, el mejor equipo que hasta ese momento había pasado por el Sitjar (todavía se llamaba Es Fortí, o sea, el Fortín), de donde salió ovacionado por la afición, rendida ante su mejor juego, según la prensa local. El cambio de entrenador parecía haber obrado un efecto positivo y haber desterrado el desbarajuste de líneas que tanto venía criticando la prensa desde que empezó a rodar el balón allá por septiembre. El Granada repitió la alineación que puntuó en Ceuta y jugando un 4-3-3, con Sosa incrustado en la media a pesar de lucir el 9, toda la segunda mitad de los noventa minutos fue netamente suya y en ella consiguió los tres goles, dos de ellos del ya consagrado Callejo. Ya eran tres los positivos acumulados por los rojiblancos que, con los dos puntos saltaron al tercer lugar de la tabla, su mejor clasificación por el momento, empatado con el segundo y a dos del líder, distanciando ya los de descenso en cinco puntos.

A la vuelta de Valencia estuvo a punto de suceder lo mismo que ocurrió un año atrás cuando volvía el Granada de Alcoy, y es que en Baza quedó el autobús bloqueado por la nieve. No se repitió la odisea porque en esta ocasión no pasó como hacía un año y los rojiblancos fueron sorprendidos en zona habitada. Por teléfono fueron autorizados para pernoctar en Baza, pero aun así decidieron continuar y su mini aventura terminó llegando a Granada pasadas las cuatro de la madrugada.


Plata, fichaje para la delantera del Recreativo


Empate del Recreativo en el mini derbi

Por su parte el Recreativo incrementó su cuenta de negativos a -4 al empatar a tres goles en Los Cármenes con el filial del Málaga, el Atlético Malagueño. Jovi en Hoja del Lunes (el semanario que edita la Asociación de la Prensa a partir de ahora vuelve a llamarse así y abandona su cabecera de La Prensa) dice que se vio un partido vibrante, muy entretenido y emocionante, en el que tampoco faltó el juego subterráneo, pero el resultado fue totalmente justo. El Malagueño, equipo más bien de la zona baja y empatado a puntos con el Recreativo (acabaría la liga en esas mismas posiciones), se mostró no obstante como un gran conjunto y llegó a ir mandando en el marcador 0-2. En él figuraban dos futuros granadinistas: Padilla y Galacho, y también jugaba un jovencísimo León Lasa, que años después jugará muchas temporadas en el primer equipo y en el Betis, siempre en primera.

El tan largamente esperado delantero recreativista Plata jugó su segundo partido como blanquiazul y es objeto de crítica por los periodistas locales, que lo acusan de estar desubicado y no prodigar el tiro a puerta. A pesar del tropiezo, el Recreativo ganó un puesto en la clasificación y pasó al 12º, con cinco puntos de ventaja sobre el descenso, puestos en los que empezaban a descolgarse el Utrera y el España de Tánger.

 

 

CALLEJEANDO

 

 

Existencialista, pero dentro de un orden

En otro orden de cosas, poco antes del viaje a Melilla estuvo en Granada dos días el filósofo francés Gabriel Marcel, un existencialista (¡horror!). Pero que no cunda el pánico ya que el propio Marcel dijo a la prensa que él no es existencialista, que ésa es una etiqueta que le han colgado equivocadamente, sino que su pensamiento se define mejor como neo socratismo o socratismo cristiano. Católico confeso, (eso ya es otra cosa), su único rasgo de desaliño son sus cabellos híspidos, dice Ideal, que añade que el hombre se desenvuelve dentro del camino de la verdadera sabiduría y que por eso no es nada orgulloso sino humilde y afable.

Ha venido invitado por la Dirección General de Propaganda, y este pensador y dramaturgo francés manifiesta a la prensa local que en su vida ha tenido pocas emociones comparables a la impresión que le ha producido Granada. También dice que había observado en el pueblo español una incorruptibilidad ejemplar (sólo llevaba en España una semana). El periodista termina la breve interviú preguntándole al sabio qué le parecen esos existencialistas de Saint Germain de Pres, de barba hirsuta y descuidado atuendo; todo eso me produce horror, es su respuesta.

 

Muerte en el Palace

El 20 de noviembre de 1950, en el hotel Alhambra Palace, un cliente cayó por las escaleras, al parecer, desvanecido por sufrir un infarto y, trasladado al sanatorio de la Purísima, dejó de existir sin recuperar el conocimiento.

Se trataba de un ilustre siquiatra venezolano con fama internacional, Francisco José Herrera Guerrero, de 48 años, del que dice Ideal que se había formado en la prestigiosa Escuela Psiquiátrica de Viena y era uno de los discípulos predilectos del famosísimo Segismundo (sic) Freud. Se encontraba en nuestra ciudad de turismo acompañado de su esposa e hija. Su cadáver, después de la autopsia practicada por el forense Rodríguez Contreras, fue embalsamado y salió camino de Cádiz para desde allí ser embarcado para Venezuela.

 

Otros Quero

Todavía había maquis por las montañas granadinas y andaluzas, pero la banda de los Quero, que fue la que más trabajo dio a las fuerzas del orden en nuestra tierra, había dejado de existir desde hacía tres años, mayo de 1947, cuando murió Antonio, el último de los hermanos que la integraban. No obstante, en noviembre de 1950 los apellidos Quero Robles vuelven a la actualidad, otra vez por no ser respetuosos con las leyes, aunque en esta ocasión por otros motivos.

En una cueva de la ladera de San Miguel, la Guardia Civil ha descubierto un matadero clandestino en el que se sacrificaban y carnificaban caballerías viejísimas y enfermas para su venta al consumidor. La cueva presentaba el más repugnante aspecto y despedía un hedor insoportable, dice la nota de prensa; osamentas en informe montón, costillares y trozos de pellejo y de carne en estado de descomposición presidían dos de las estancias en que se dividía el interior, y había preparados para su sacrificio dos mulas y un burro cercanos a la treintena de edad y con evidentes signos de enfermedad, que pasaron directamente al horno crematorio de Peligros. Uno de los cuatro detenidos en la operación se llama Victoriano Quero Robles.

Nunca este Quero participó en la guerrilla de forma activa junto a cuatro de sus hermanos mayores (Pepe, Paco, Pedro y Antonio), como no fuera haciendo de enlace o encubridor, pero no se libró de pulgar largos años de cárcel hasta ser soltado en 1948.

El de carnicero era el oficio del padre de la familia y de varios de los hijos de su larguísima prole. Al negocio de la carne se dedicaban antes de la Guerra Civil, y aunque no siempre se movieran dentro de la legalidad, con esa profesión de carniceros se ganaban la vida más o menos honradamente, se puede decir. Un Quero, sólo por llevar ese apellido, no encontraba a nadie dispuesto a emplearlo ni podía soñar con que se le extendiera el preceptivo certificado de buena conducta, necesario para un buen montón de trámites en aquellos años, como acceder a un empleo o poder abrir un negocio. La única salida que les dejaron era la de la clandestinidad, ejerciendo dentro de ella la que de siempre fue su profesión: la carne. O eso o seguir los pasos de los hermanos mayores.

Existe un libro sobre los Quero que es quizás el primero que sobre los famosos hermanos se publicó, “Consecuencias de la tragedia española 1936-1939 …y los hermanos Quero” es su título; su autor, Nicolás Manzanares Artés, fue compañero de trena de los hermanos guerrilleros y también de Victoriano Quero, en cuyos testimonios y los de varias personas más basó su monografía. Tanto Victoriano Quero como sus padres (Paco y Matilde) y como otros hermanos (Matilde, Rosario, Bernardo, Rafael) y sus respectivos cónyuges, nunca tomaron las armas, pero el parentesco les salió caro y fueron detenidos, maltratados y encarcelados en reiteradas ocasiones en busca de algún tipo de información o como represalia y para presionar a la irreductible partida, que campaba a sus anchas por la ciudad. Según Julio Aróstegui y Jorge Marco en “El último frente”, otro libro sobre la famosa partida, un hermano menor, de 15 años, a la muerte de Antonio Quero fue paseado esposado y desnudo por el Albaicín llevando un letrero en el que se leía «Éste es el último Quero»; los mismos autores dicen también que otra hermana más joven, Encarnación, de 9 años, fue envenenada por los perseguidores con el fin de detener a los hermanos cuando acudieran al entierro, pero la estratagema no resultó.

Meses después de la detención de Victoriano Quero, fue detenido también el padre, Francisco Quero Ballesteros. Su delito: comprar en los cortijos y huertas cercanas a Granada toda clase de ganado muerto: una vaca que murió de parto, cuatro cabras gelusícas perdidas, dos marranos disentéricos, y más por el estilo. De la carnicería de Quero iba todo a los puestos de venta albaicineros o del mercado central, donde se vendía a los consumidores más o menos de tapadillo, y otra parte se destinaba a elaboración de chacinas. También fueron detenidos los propietarios de esas carnicerías que vendían al detall.

A las alturas de finales de 1950 había ya algunos productos de alimentación de venta libre, esto es, que acababan de dejar de estar racionados. La carne era uno de ellos, pero el pueblo de alpargata no podía permitirse un buen filete ni aun en fechas señaladas y a su alcance sólo estaba este tipo de vianda clandestina, sin preguntarse demasiado de dónde habría salido aquello que echaba al puchero. Quizá por esa razón abundan en este periodo las noticias en las secciones de sucesos en las que se da cuenta de la desarticulación de redes dedicadas al robo indiscriminado de ganado, así como del desmantelamiento de mataderos e industrias cárnicas furtivas. Del mismo modo, tampoco escaseaban las noticias de intoxicados por comer productos cárnicos en mal estado, como la que aparece en Ideal de 16 de diciembre de 1950: veinte personas enfermaron de salmonelosis por consumir longaniza de dudosa procedencia, y una más padeció una intoxicación gravísima y estuvo al borde la muerte.


 Los padres de los Quero y algunos de sus hermanos menores


Bodegas de antaño

            Una inocentada publicada por Ideal el 28 de diciembre de 1950, que en realidad era publicidad pagada de una casa comercial, nos da pie para rememorar aquellas viejas tabernas que tanto abundaron en Granada hasta no hace demasiado tiempo y que, como tantas otras cosas que daban personalidad a nuestra ciudad, han desaparecido y apenas queda ya alguna. Ley de vida. Lo viejo muere antes que después, pero, igual que sucede con gran parte del comercio tradicional, del que apenas quedan unas pocas tiendas, lo que ha venido a sustituirlo ha sido algo despersonalizado y uniformado, establecimientos franquiciados les dicen, multiprovinciales del comercio, y así pronto va a ocurrir que ya no va a saber uno si está en Granada o en Almendralejo, por poner un ejemplo, puesto que a donde viaje se va a encontrar con las mismas tiendas y los mismos bares y cafeterías, todo muy pulcro, eso sí, pero sin alma ni singularidad alguna.

El anuncio-inocentada consistía en un plano parcial de la ciudad con determinados puntos señalados en el mismo, unidos por unas líneas, todo presidido por el titular: «Granada tendrá calles subterráneas como las grandes capitales». Y al pie del dibujo viene un texto de unas cuatro o cinco líneas donde se lee que en Granada se van a construir calles subterráneas que la atravesarán de punta a punta; una empresa americana será la encargada de ejecutar la obra inmediatamente, que cuenta ya con todos los permisos y bendiciones. La Granada underground tendrá todos los adelantos modernos: ascensores, ventilación, alumbrado propio, etc. El promotor es un empresario granadino, Manuel Muñoz Moya, propietario de la Bodegas M.M.M., quien quiere procurar a su distinguida clientela la mayor comodidad para que pueda trasladarse desde la casa central, frente al Hospital de San Juan de Dios, a cualquiera de sus sucursales, degustando los exquisitos caldos que se sirven en cada una de ellas «sin ser molestados por los impertinentes automóviles y tranvías que ponen en peligro sus vidas». Las bocas de entrada y salida de estas calles subterráneas estarán en el interior de los establecimientos MMM, pero serán de libre acceso para el público en general, termina así el comentario.

Como broma tiene su gracia e incluso si hubiera sido verdad podía representar un alivio a la siempre congestionada circulación propia de la Granada de ahora mismo (en la de 1950 todavía no había en la ciudad ni un solo semáforo, que en realidad no era necesario para el corto parque móvil de entonces).

En el plano vienen hasta cinco bodegas que a finales de 1950 tenían en su puerta el reclamo comercial MMM, Las Tres Emes, una cadena hostelera muy popular en nuestra ciudad. Servidor, por edad, no llegó a conocer todas las que aparecen en el plano porque algunas de ellas desparecieron pronto, como la de la esquina de Plaza Nueva con Cárcel Alta, pero las demás sí que fueron por mí visitadas en alguna ocasión, y también otras que no están porque se debieron abrir tiempo después, como la de la calle Navas y la que aparece en la Plaza de Mariana Pineda, trasladada más tarde a la esquina de la misma plaza con la calle Enriqueta Lozano al ser derribada la casa en cuyos bajos existía.

Las Tres MMM quizá fueran las más populares de las tabernas que existían en Granada, pero había muchas más: Lindaraja, Muñoz Rivas, Espadafor, La Alegría, Cortijo las Cruces, Casa Granados, La Sabanilla, Natalio, Bodegas Castillo, Castañeda, La Mancha Chica (esas dos últimas son las únicas que todavía existen) y otras muchas que ahora no recuerdo. Casi todas tenían en común su gran tamaño y amplitud que ocupaban mesas con sus sillas, al lado de enormes tinajas, y varias de ellas daban a dos calles. Los grandes toneles de madera para la venta de vinos y licores a granel y su mostrador de madera donde el tabernero apuntaba con tiza lo consumido también eran notas comunes. Los precios de las consumiciones eran bastante más reducidos que en los bares normales, pero a cambio no ponían tapa, la cual, si se quería, había que adquirirla aparte en un rincón del local destinado a este fin y a la venta de bocadillos. Algunos de los locales que fueron ocupados por estos negocios aún se conservan, pero dedicados a otros menesteres, como el que fue Tres MMM de la calle Monterería, ahora comercio de ropa de moda.

No fueron estos negocios pensados para el turismo sino más bien para el personal autóctono y penibético, pero en Granada y desde hace ya bastantes años, ésa, el turismo, es la única industria próspera e importante, y de haberse conservado estas bodegas, en la actualidad formarían otro más de los muchos reclamos para guiris que ya ofrece nuestra ciudad.


Inocentada-anuncio de las Bodegas las 3 MMM

 

lunes, 11 de julio de 2022

CERCA DE LA COLA

 

Con la temporada ya iniciada fichó Chaves, un delantero centro de calidad

 

Derrota en Córdoba y empate casero del Recreativo ante el Jerez

            En la segunda jornada de la 50-51 el Granada viajó a Córdoba y en el Arcángel cayó derrotado 3-2 en un partido en el que fue mejor que su oponente y que llevaba franco en el marcador, 0-2, pero no supo amarrar la ventaja y acabó sin sumar punto alguno. Las crónicas, todas de periodistas foráneos, dicen que el Granada erró en cerrarse a la defensiva a conservar la ventaja, y que de haber sido más ambicioso habría ganado sin duda. Gaspar Rubio dispuso su cerrojo a base de una defensa de cuatro en la que Barnet, con el número 9 a la espalda, era otro central más. Debutaron los recién incorporados, cedidos por el At. Madrid, Verde y Callejo, y el segundo fue el autor de los dos tantos granadinistas. También debutó el medio Rubio. A pesar de la derrota quedó el Granada clasificado en la tercera posición de la tabla.

            El lunes 18, a la vuelta, el Granada paró en Villanueva de Córdoba donde disputó un amistoso frente al cuadro local en el que se impuso 2-7. Actuó a prueba un nuevo jugador, Chaves, delantero centro procedente del Valladolid, de 19 años, que gustó bastante e inmediatamente fichó por el Granada por dos temporadas.

            Por su parte, el Recreativo en su debut casero y con una entrada muy buena, no pudo pasar del empate ante el Jerez en Los Cármenes (3-3). Los visitantes, gallitos del grupo, con un equipo bastante veterano formado por varios futbolistas que jugaron en primera, fueron muy superiores a los canteranos y faltó poco para que vencieran, pero el entusiasmo de los blanquiazules hizo que sumaran su primer punto en categoría nacional.


También con la temporada ya iniciada vino Martín, veterano y buen portero


Se va Luiqui, viene Martín           

        Después de jugadas las dos primeras jornadas, la plantilla rojiblanca sufrió una baja y una nueva incorporación. La baja fue la de Luiqui, que siempre fue titular en las dos temporadas anteriores pero que no contaba para Gaspar Rubio, con quien había tenido algún roce; se había publicado en prensa que iba a jugar esta temporada en el Recreativo, pero esta medida no fue aceptada por el jugador, que recibió la carta de libertad para fichar acto seguido por el Jaén de Cholín y Trompi. Y casi simultáneamente fichó por el Granada Martín, veterano portero proveniente del Alcoyano, con el que ascendió la temporada anterior a primera y que antes había pertenecido a un sinfín de equipos, entre ellos el At. Madrid y el R. Madrid. Desde la marcha de Candi andaba algo coja la portería con sólo Carbelo para la demarcación. Con la intermediación de Paco Bru, el míster del debut primerdivisionista del Granada, ya retirado de los banquillos pero dedicado a la representación de futbolistas, quedó Martín contratado por dos temporadas y fue un buen fichaje que pronto se hizo con la titularidad.

 

Debut canario en Los Cármenes con victoria mientras el Recreativo es goleado en Tánger

            La tercera jornada supuso para el Granada un choque del todo inédito con la visita del Las Palmas. Por primera vez un equipo canario se enfrentaba al Granada. No existía precedente de ningún tipo pues ni siquiera un amistoso había disputado nuestro equipo hasta el momento frente a algún club canario ni nunca una expedición rojiblanca había pisado las islas. El Las Palmas estaba recién fundado y se había formado con la fusión de hasta cinco clubes distintos de la isla de Gran Canaria, de ahí su denominación: unión deportiva, confeccionándose como una especie de selección de jugadores de su cantera, todos muy jóvenes. También por primera vez en la historia del fútbol español un club de ese lugar tan lejano como las Islas Canarias militaba en categoría nacional. Así que estábamos ante algo del todo inédito por estas tierras.

            Esto ocurrió el 24 de septiembre de 1950, último domingo de este mes, razón por la cual la hora de comienzo del encuentro fue fijada para las cuatro de la tarde con objeto de que el público pudiera acudir a la procesión de la Virgen de las Angustias. No hubo entrega de banderines ni recuerdos de ningún tipo a pesar del estreno canario en estos predios. Los visitantes venían como líderes invictos ya que sus dos partidos anteriores los habían ganado, pero en Granada fueron ampliamente derrotados por 4-1 en un buen partido rojiblanco que no se decidió hasta el último cuarto de hora en que llegaron tres de los tantos del Granada, en el que debutaban ante su público los cedidos del At. Madrid Callejo y Verde, más el ariete recién fichado Avelino Chaves.

Los canarios, con un fútbol de toque al que por aquí no estábamos acostumbrados, causaron una magnífica impresión y se adelantaron en el marcador, y parecía que el partido y los puntos serían suyos, pero al filo del descanso el debutante Chaves hizo el empate. Y en una segunda parte muy bien jugada por los nuestros, Licker deshizo la igualada de un gran remate pasada la media hora y después, muy cerca del final, llegaron dos goles más de Callejo y La Rubia. El Granada no obstante, según las crónicas, volvió a evidenciar falta de conjunto. La victoria valió el segundo puesto de la clasificación, pero se dio un séxtuple empate a cuatro puntos en la cabeza.

            Por su parte, el Recreativo, que estaba en su cuarto año de vida, se convirtió en equipo con recorrido internacional. Y es que en el grupo VI de tercera figuraban cuatro equipos marroquíes pues por entonces España mantenía el protectorado sobre el norte del país. Así, en la tercera jornada le tocó al filial viajar a Tánger, ciudad abierta por entonces, esto es, que no pertenecía a ningún estado aunque su vinculación con Marruecos y con España era evidente. En la ciudad del norte de África le tocó al Recreativo jugar contra el Maghreb el Aksa, equipo de la parte alta de la clasificación que derrotó a los canteranos concluyentemente: 4-1. Se adelantaron en el marcador los recreativistas pero en la segunda parte acusaron bisoñez y falta de forma física y sucumbieron ante un equipo mucho más hecho.


El Granada que derrotó al Las Palmas en la tercera jornada. De pie: Licker, La Rubia, Chaves, Verde, Mas, Toñín y Carbelo; agachados: Urquízar (suplente), Méndez, Rubio, Mompeán y Callejo

Jornada de descanso mientras el Recreativo cae frente al Jaén

            La cuarta jornada, a principios de octubre, fue de descanso para el Granada. El segundo grupo de segunda o Sur contaba con sólo quince equipos (17 el Norte) al haberse cuadrado así la categoría por la Federación, y se había dispuesto que la jornada de descanso sería a continuación de enfrentarse al Las Palmas, ya que desplazarse a Canarias en 1950 no era precisamente un viaje cómodo y rápido.

            El que no descansó fue el filial, que recibió en Los Cármenes a otro de los gallitos, el Jaén de Cholín, por completo profesional, toda la temporada en los puestos altos aunque finalmente no ascendió. Ganaron los del Santo Reino 0-2. Con una gran entrada y más de mil jiennenses en las gradas, los visitantes, un equipo veterano y muy bien conjuntado, aprovecharon la falta de experiencia de los recreativistas para, sin jugar mejor que los locales, llevarse los dos puntos con dos goles muy tempraneros y casi seguidos. Jugaron los ex granadinistas Unamuno, ya establecido permanentemente en la defensa, y Luiqui, que fue el mejor de los blancos, pero no Trompi, lesionado en esos momentos. La derrota dejó al Recreativo en el farolillo rojo, con sólo un punto en su casillero. El cronista de La Prensa, José de Vicente, dice que es necesario reforzar el equipo si no queremos que el paso por categoría nacional sea efímero.

Le hicieron caso al plumilla y a los pocos días llegaron varias novedades. El primero fue el granadino Rivera, más propiamente un re-fichaje porque ya había jugado en el primer equipo las cuatro temporadas anteriores, pero fue incorporado al Recreativo; le siguió el defensa madrileño Arroyo, cedido después al Gabia, de categoría local; y también fichó el portero Marañón, estudiante en nuestra Universidad. De los tres sólo el primero jugará regularmente esta temporada de blanquiazul, mientras que Marañón únicamente intervendrá en un partido y el defensa ni siquiera llegará a estrenarse. Más adelante y con la intermediación de Paco Bru vinieron, para probar por el Recreativo, un extremo, García Domínguez, que anteriormente había jugado en el Jaén y que quedó fichado; un delantero, Barcelobre, que no llegó a fichar; y también un antiguo conocido de la afición recreativista, Tobalina, que sí se quedó, defensa valenciano que ya vistió de blanquiazul dos temporadas atrás, cuando el ascenso del filial a Preferente, y que dejó buen recuerdo siendo siempre titular. Los fichados de todas maneras jugaron muy poco con el filial.


Recorte de Ideal con los equipos del Jaén y del Recreativo

Goleada al Cartagena y nueva derrota (en Cádiz) del farolillo rojo Recreativo

Después de la semana de descanso volvió el fútbol para la primera plantilla con el partido en Los Cármenes frente al Cartagena de la jornada cinco. Fue una nueva victoria rojiblanca y, como en las tres anteriores, también hubo abundancia de goles, 5-2. Las crónicas no obstante dicen que la victoria no fue fácil y que el Granada no jugó bien, en especial sus interiores y medios, sobre todo Toñín, de quien comenta Seudónimo que por más que se empeñe el míster, su puesto es la defensa y no la media; del húngaro Licker dice que cada día va a menos en su rendimiento. Según La Prensa, el partido se ganó más por la excelente labor de las individualidades, en especial el delantero centro Chaves, que marcó dos goles, y el eterno Paco Mas, en un extraordinario momento de forma, quien marcó un gol de antología. Según Fernández de Burgos en Ideal, sigue sin haber armonía en el once rojiblanco y la zona ancha no funciona.

El árbitro, Campos Santín, el mismo que la lio en Los Cármenes la temporada anterior en el partido frente al Linense de copa, volvió a tener una desafortunada actuación y señaló dos penaltis en contra de los rojiblancos (los dos goles forasteros) aunque en honor a la verdad hay que decir que el segundo fue muy claro, una mano de Méndez a un balón que ya entraba. A pesar del descanso de la semana anterior, continuó el Granada encaramado a la segunda plaza de la clasificación, si bien empatado a puntos con otros tres equipos.

La otra cara de la moneda fue la derrota, 3-0, ya la cuarta (de cinco partidos jugados) del farolillo rojo Recreativo en el campo de Mirandilla frente al Cádiz. El filial causó una buena impresión y ofreció un juego bien trenzado pero carente por completo de peligro de cara a la portería contraria, lo que viene a coincidir con lo visto en los partidos ya disputados por el filial. En el Cádiz se alinearon hasta nueve futbolistas catalanes fichados por los amarillos del Lérida.


Revista Penalty con los húngaros Licker y Otto

Derrota en Mestalla. El Alhambra CF. Primera victoria del Recreativo

Su partido de la sexta jornada lo jugó el Granada entre semana, el jueves 12 de octubre, fiesta de la Hispanidad o de la Raza en todo el territorio nacional. Le tocó desplazarse a Valencia para enfrentarse al filial valencianista, el Mestalla, y en el estadio del mismo nombre sucumbieron los rojiblancos por el tanteo de 4-1.

Las crónicas dicen que no mereció perder por tan amplio margen nuestro equipo y que un gol mal anulado por fuera de juego posicional al Granada que hubiera supuesto el empate a un gol, más un penalti en contra riguroso tuvieron la culpa. En el Mestalla se alinearon tres futuros internacionales como Mañó, Sendra y Sócrates, y también dos jugadores que en la temporada siguiente militarán en el Granada, Salvador e Ibáñez, que marcó tres de los cuatro goles. Por su parte, en el Granada volvía a la alineación Sosa, ausente desde su lesión en la primera jornada, en sustitución de Toñín, y en la portería debutaba Martín, que paró el primer lanzamiento en el penalti pero no pudo detener el segundo tras su rechace. El Granada bajó al cuarto puesto de la tabla, alejado dos puntos del segundo.

Por su parte, el filial escribió una página histórica el domingo 15 de octubre de 1950 puesto que ese día, en Los Cármenes, partido de la jornada 6 del grupo VI de tercera, consiguió su primera victoria en categoría nacional, derrotando al Almería por 2-1, y además con esos dos puntos abandonó el farolillo rojo subiendo un puesto, si bien empatado a tres con el España de Tánger. Con un gran Cea de director del filial, el Recreativo jugó un magnífico partido, pero adoleció una vez más de escasísimo remate, y lo que debió ser un amplio triunfo se quedó en una victoria por la mínima y con bastantes apuros. Debutó en la portería el recién fichado Marañón, pero no estuvo afortunado en el gol de los almerienses y ya no volvió a ser alineado. También actuó por primera vez esta temporada el extremo reingresado Rivera, y en el puesto de delantero centro se alineó Moleón, otra de las recientes incorporaciones, que consiguió el gol de la victoria a cinco minutos del final.

Por otra parte, este año el Granada C o tercer filial de la temporada anterior, no salió a competición, pero hubo otro segundo filial rojiblanco, ahora en la categoría tercera regional, el Alhambra, que contó con varios de los jugadores del desaparecido Granada C, como Esturla y Millán II más el fichado a principios de temporada Palomino, y además empezaron a foguearse en sus filas otros futuros recreativistas que posteriormente pasarán al primer equipo como Rafa, Guerrero y Cuerva. Los partidos del Alhambra como local se jugaban en Los Cármenes y los socios del Granada tenían derecho a presenciarlos con el correspondiente carné puesto al día de pagos. El Alhambra ya fue filial del Granada en la 42-43.


El Alhambra CF, segundo filial del Granada. Forman de pie: Huete, Miguel, Callejas, M. Millán, Blanco y Palomino; agachados: Esturla, Herrera, Guerrero, Rafa y Cuerva. Los tres últimos serán titulares en el Granada poco tiempo después

Ficha Vecino. Derrota en El Calvario. Segunda victoria del Recreativo

Tras diez días de inactividad volvió el Granada a la liga con un nuevo desplazamiento, ahora a Salamanca, equipo integrado en el grupo sur de segunda al igual que el año anterior para tratar de cuadrar los participantes en la categoría de plata, en la que eran más abundantes los clubes norteños y por eso mismo esta temporada se habían dejado ambos grupos cojos. Con la expedición granadinista viajaron dos directivos, Ramón-Laca y Espada, que se entrevistaron con las autoridades para tratar de dar solución al larguísimo caso Otto, pero el primero de ellos, muy bien relacionado con el Atlético de Madrid, aprovechó también el viaje para cerrar un nuevo fichaje, el de Vecino, que tenía en esos momentos varias “novias”, medio defensivo de 23 años perteneciente al club colchonero que la anterior temporada lo había cedido al Zaragoza. Fue un buen fichaje pues este jugador será titular indiscutible las dos temporadas que permanecerá en el Granada. De esta manera quedaba reforzada la media, que era la línea donde se venían apreciando las mayores carencias.

Precisamente a la media y a los interiores achacan las crónicas la causa de la nueva derrota (2-1) que cosechó el Granada en la jornada siete, en su visita al Calvario de Salamanca. La nueva lesión de Sosa obligó a incluir en el once a Toñín, al que vuelven a señalar como jugador flojo, y también recibe críticas negativas el húngaro Licker, al que se le viene viendo últimamente algo apático. Los mayores elogios los merece el delantero centro Chaves, autor del tanto granadino, con el que ya llevaba cinco en cuatro partidos.

La derrota descolgó bastante al Granada de los puestos altos, pasando a ocupar la séptima plaza, a cuatro de primero y segundo, pero sin perder de vista los puestos bajos, sólo distanciados en dos puntos, dada la gran igualdad existente entre los quince componentes del grupo.

Simultáneamente en Los Cármenes, el Recreativo sumó su segunda victoria y remontó tres puestos en la clasificación en su zona baja. Nos visitaba el Español de Tetuán, otro de los cuatro clubes marroquíes incluidos en el grupo VI de tercera, equipo que era la primera vez que visitaba Granada, razón por la cual se le entregó un banderín de recuerdo en los prolegómenos. Según las crónicas, el partido se pareció mucho al de hacía una semana frente al Almería: el Recreativo fue mejor y pareció que podía ganar ampliamente, pero, una vez más, evidencio falta de pegada y la victoria fue agónica, 1-0 con un único gol, de Cea, conseguido bien avanzada la segunda mitad. Durante la semana previa había cerrado el Recreativo distintos fichajes, pero el único debutante en este partido fue el meta Julio, un re-debut en realidad ya que ésta era su tercera temporada en el filial, un buen portero que por motivos laborales no había podido incorporarse hasta el momento.  


Otro fichaje de calidad con la temporada ya empezada, el medio Vecino

El At. Tetuán se lleva un punto mientras el Recreativo cae derrotado en Algeciras

En la jornada ocho volvió el Granada a Los Cármenes, donde recibió la visita del At. Tetuán, en esos momentos situado en la zona media de la tabla pero que acabaría la liga como campeón del grupo sur y ascendería a primera. La visita de los norteafricanos supuso inaugurar esta temporada la cuenta de negativos (-1) ya que el partido acabó en empate a un gol. Las crónicas dicen que los visitantes sólo exhibieron entusiasmo y lucha, y que el Granada jugó muy mal y sigue sin tener ligazón entre sus líneas, es decir, sique sin tener un conjunto y sólo hay alguna buena individualidad, y que los interiores (Licker y La Rubia) actuaron muy deficientemente, aunque la media mejoró con la inclusión del debutante Vecino, llegado a Granada junto a la expedición que volvía derrotada de Salamanca. Vecino y el portero Martín, debutante en Los Cármenes, hicieron un buen partido. El tropiezo costó un puesto en la clasificación, bajando al octavo, pero sólo dos puntos por encima de los puestos de descenso.

Por su parte el Recreativo, en el que debutaron sus recientes fichajes Tobalina y García Domínguez, salió derrotado (2-0) de su visita al Algeciras. Las crónicas dicen que los locales se dedicaron a la caza del hombre y de esa forma el defensa Paquito tuvo que abandonar el campo por lesión (que lo va a tener apartado de los terrenos dos meses) dejando a su equipo en inferioridad. Una vez más el Recreativo adoleció de total falta de remate. La derrota le hizo caer al penúltimo puesto de la tabla, empatado a puntos con el farolillo rojo, el Larache.

 

Nada en La Línea

La siguiente jornada, ya la 9, llevó al Granada a La Línea, donde cosechó una nueva derrota, 2-1. Por el momento iban cuatro salidas y otros tantos chascos, pero éste dolió más que los anteriores por darse ante un equipo de la zona baja y además acercó muy peligrosamente los puestos de descenso, quinto por la cola con sólo un punto de ventaja sobre dichos puestos de pérdida de categoría. Las crónicas, todas de periodistas linenses, vienen a coincidir con lo que venía opinando sobre el equipo la prensa local, y dicen que el Granada jugó muy mal, sólo ocupado en defender, y que no tiene equipo para aspirar a nada, con alguna individualidad, pero con un conjunto frío, sin vida y sin médula. La crónica para Ideal, que firma el periodista granadino pero afincado en La Línea, Jorge de Arlés, dice no obstante que el Granada tiene un jugador excepcional, Méndez, que reúne intuición, dominio de la pelota y el vigor y la prestancia física necesarios, y añade que sin Trompi el Granada es un cuadro vulgar y sin alma.

Volvió al equipo Santacréu, ausente desde la primera jornada, en detrimento de Mas, algo tocado, pero se echó de menos al goleador Chaves, sustituido por un desangelado Botella. El húngaro Licker volvió a merecer malas críticas. El Granada, en prevención de lo que pasara en este mismo campo la temporada anterior al sufrir un nefasto arbitraje secundado en lo erróneo por jueces de línea locales, había solicitado liniers neutrales, pero el partido fue en todo momento jugado por unos y por otros con deportividad y no hubo lugar para la polémica.


El Recreativo que derrotó al Betis en Los Cármenes. De pie: Malia, Montilla, Tobalina, Julio (suplente), Jaime, Díaz Cara, Ríos y Rivera; agachados: Sueza, Cea, Ros y Requena

Gran victoria del Recreativo sobre el Betis

A la misma hora, pero en Los Cármenes, el Recreativo logró su tercera victoria en categoría nacional y lo hizo a lo grande, ante el enrachado y clarísimo favorito Betis, al que derrotó 2-0. El Betis, el mismo que ganó una liga en los años de la República, atravesaba en esos momentos su peor época histórica y militaba en tercera, categoría a la que había caído tres temporadas antes y en la que aún le quedaban otros tres años que purgar.

El campo registró una gran entrada y los blanquiverdes, arropados por varios cientos de hinchas, que en su salida anterior habían derrotado en su campo a otro de los favoritos, el Jaén, en Los Cármenes parece ser que salieron con aires de superioridad y cuando quisieron acordar llevaban ya en contra dos goles que no pudieron contrarrestar a pesar de dominar y tener oportunidades. El Recreativo imprimió de salida un fuerte tren y con este arma consiguió sus dos goles, dedicándose la segunda parte con una firme defensa a conservar lo logrado. El mejor fue Requena, devuelto a la defensa tras la lesión de Paquito, por contra, el recién fichado Tobalina, jugador más de contención, actuó de delantero centro. Fernández de Burgos alaba el juego del filial y dice que está muy por encima del de su “papaíto”. Gracias a los dos puntos el Recreativo dio un salto de tres puestos en la tabla.

 

Dos puntos frente al Plus Ultra. El Recreativo derrotado en Larache

La jornada 10 volvió el Granada a reencontrarse con la victoria después de cuatro jornadas de resultados negativos. El Plus Ultra, filial del R. Madrid fue su oponente, al que se pudo derrotar (2-0) gracias a dos genialidades del mejor jugador local esta temporada, el joven cedido por el At. Madrid Callejo, que en sendas jugadas individuales muy parecidas sirvió balones en bandeja a Santacréu y Mas para que éstos amarraran la victoria. Por lo demás, nuevamente las crónicas vuelven a incidir en que el Granada sigue sin conjunto y jugando muy mal. Fernández de Burgos en Ideal dice que la causa de esa falta de juego de conjunto hay que buscarla en los entrenamientos, lo que supone el primer comentario negativo de un plumilla local hacia la labor del técnico.

Ensayó Gaspar Rubio una nueva delantera, prescindiendo del desdibujado húngaro Licker y prefiriendo para el puesto de ariete al incombustible Sosa, pero sin que esto mejorara el rendimiento del equipo. Con la victoria el Granada dio un pequeño salto en la tabla y distanció en dos puntos los puestos de descenso.

Los futbolistas del filial madridista tuvieron que actuar en Los Cármenes con botas y espinilleras prestadas porque la noche previa al partido los cacos les robaron de su autobús, aparcado en la calle Ganivet, a la puerta del hotel donde pernoctaban, una cesta con gran parte del material deportivo que traían. Días después fueron recuperadas las botas por un transeúnte que las encontró tiradas por el suelo en la Cuesta de Rodrigo del Campo, donde fueron abandonadas por sus raptores.

Mientras tanto el Recreativo, en una nueva salida al norte de África, cayó derrotado 3-0 en la ciudad marroquí de Larache, sobre una superficie de tierra, más bien arena de playa, y llena de hoyos. El redactor de La Prensa y de Ideal, Jovi (José de Vicente), acompañó al filial en su desplazamiento y firma las crónicas de que disponemos, y en ellas dice que el Recreativo jugó fatal la primera mitad, en la que encajó los tres goles, para en la segunda hacerse con el mando, pero sin efectividad alguna. También dice que apreció cierta desgana en los blanquiazules. El Larache era el colista y la expedición se las prometía muy felices después de su buen partido de una semana antes frente al Betis, pero los jóvenes canteranos volvieron a evidenciar una total falta de remate. El Recreativo quedó cuarto por la cola a sólo un punto del farolillo rojo.


El Granada que derrotó al Plus Ultra en Los Cármenes. De pie: Méndez, Santacréu, Mas, Verde, Rubio, Callejo y Carbelo (suplente); agachados: Martín, La Rubia, Vecino, Sosa y Mompeán

 


 

CALLEJEANDO

 

 

Procesiones rurales y dos sucesos

El mes de octubre de 1950 fue pródigo en manifestaciones del más irreductible nacionalcatolicismo. Primero viajaron a Granada desde Portugal, donde habían estado un tiempo a préstamo, las cenizas de San Juan de Dios, acompañadas del Legado luso y los ministros de asuntos exteriores del país vecino y de España. También vinieron el ministro español de agricultura y los embajadores de los dos países (el de España era el hermanísimo Nicolás Franco). Con ambiente de fiesta mayor, una larguísima procesión desde la estación de Andaluces hasta la Catedral ocupó toda la ciudad, una procesión que tuvo su octava dos días después, ahora con el traslado hasta la basílica del santo. Apaciguadas las calles, pronto se vieron de nuevo repletas de procesionistas, ahora para recibir a la Virgen de Fátima, con la que se llevó a cabo una especie de bolos por todas las parroquias, iglesias y ermitas de la capital y de la provincia, en un sin parar que duró algo más de un año. 

            En la España del nacionalcatolicismo las procesiones eran algo muy común, casi cotidiano. No hay nada más que hojear los diarios de aquellos años para encontrarse con desfiles religiosos a porrillo (católicos, naturalmente) de todo tipo. Dentro de este despliegue de imágenes a hombros, son destacables las traídas y llevadas de la que llamaban la Virgen de Fátima Peregrina. De parroquia en parroquia fue transportada una réplica pequeña de la que se venera en Portugal por toda Granada, y una vez visitados todos los rincones de la capital le tocó a la provincia.

            De norte a sur y de este a oeste, la imagen de la Virgen recorrió todos los pueblos, anejos, alquerías, cortijadas, aldeas y parajes campestres, y en ese peregrinar incansable se produjo un incidente digno de figurar en el Celtiberia Show de Luis Carandell cuando a comienzos de julio de 1951 andaba la imagen por el Valle de Lecrín. El traslado de la Virgen de Fátima de Saleres a Restábal despertó eso tan carpetovetónico que es el odio visceral al vecino, y por un quítame allá ese hombro de las andas, que ahora les toca a los de mi pueblo, casi tiene que intervenir la Benemérita para evitar que los restabeños y los salerenses se enzarzaran a velazos unos con otros.

Por otra parte, en la semana posterior a la visita a Salamanca del Granada, una noticia de sucesos que extraemos de Ideal nos llama la atención: el joven de 16 años Sebastián Pérez Linares (futuro subjefe provincial del Movimiento en Granada durante una eternidad de años) fue agredido por varias vecinas; atendido en la casa de socorro, presentaba erosiones y contusiones en cabeza y cara; las causas de la agresión no las especifica la escueta noticia.

Es en realidad un sucedido sin importancia. Más la tienen las muchas noticias de sucesos aparecidas en los diarios granadinos durante todo este mes de octubre, en el que hubo dos mujeres ahogadas en aljibes albaicineros, una en el de Trillo y otra en el de la Cruz de Piedra, al parecer por suicidio. Tampoco faltó un asesinato, el de un anciano trapero de la calle Elvira, muerto en su covacha para robarle; fue un caso que trajo cola y que acaparó espacios en las secciones de sucesos y vida judicial de los diarios granadinos.


La Virgen de Fátima en el Paseo de la Bomba


Casting de guapas granadinas

Mientras el Granada descansaba en la jornada tres por aquello de haberse confeccionado un calendario cojo, a base de quince componentes, a primeros de octubre las granadinas de buen ver andaban ilusionadas y soñando con hacerse famosas en el mundo del celuloide.

En la prensa local se podía leer el siguiente anuncio en un recuadro de considerable tamaño: «Para hacerse famosa en el CINE MUNDIAL se le presenta una gran ocasión, señorita». Y bajo este titular: «Esta tarde a las seis llegará a Granada, hospedándose en el hotel Alhambra Palace, el famoso productor cinematográfico inglés Sir Alexander Korda y el triunfante director Carol Reed, que vienen a nuestra capital con el exclusivo objeto de elegir entre el elemento femenino de esta ciudad la protagonista de su próxima película EL DESTERRADO DE LAS ISLAS, que empezará a rodarse en Londres el próximo día 15». Y continúa el reclamo diciendo que buscan morenas de entre 20 y 30 años, esbeltas y con marcados rasgos de eso que es tan habitual ver en nuestras calles, eso tan característicamente andaluz, mezcla de árabe y gitano. No es imprescindible ser artista ni saber inglés. Las interesadas deben presentarse de seis a ocho en el hotel.

La película, una adaptación de una novela de Joseph Conrad del mismo título, se estrenó dos años más tarde, en 1952, y nada tiene que ver con Andalucía ni con España. Se desarrolla en una remota isla del Pacífico. Rodada en blanco y negro, se puede catalogar como un film de aventuras, con un viejo lobo de mar como protagonista, Trevor Howard, tramposo y egoísta, que se ve obligado a huir a un lugar perdido, una isla de la Polinesia, donde conocerá a Aissa, la hija del jefe de la tribu indígena que allí vive, y perderá la cabeza por ella hasta llegar a la autodestrucción. Es una película que merece en general buenas críticas, según se puede leer en Internet, aunque no es de las más destacadas de la filmografía de Carol Reed, cuyo mayor éxito fue El Tercer Hombre, estrenada un año antes.

No mentía la publicidad encaminada a la elección de alguien sin experiencia para el papel de protagonista femenino, la ya mencionada Aissa, hija del jefe de la tribu malaya. La elegida fue finalmente una morenaza, sí, pero francesa, una desconocida que con esta película se estrenó como actriz y a la que se bautizó para el cine con el escueto nombre (sin apellido) de Kerima, que sonaba a nativa de aquellos parajes exóticos en los que se desarrolla Outcats of the Islands, en su original inglés. Según se puede leer en Wikipedia, el director quería una mujer seductora, radiante, como el alma del país con sus misteriosos bosques, y durante un año buscó Reed por Egipto, Singapur y Borneo (nada se dice de España) viendo bailarinas, modelos, reinas de belleza…, hasta decidirse por la tal Kerima, a la que se presentó como nativa malaya pero que había nacido en Tolosa (la de Francia, Toulouse), cuyo debut cinematográfico fue mudo, esto es, sin pronunciar ni una palabra en todo el filme. Poco más de una docena de películas protagonizó Kerima, todas con ese mismo exótico y corto nombre.

En el Palace fue el casting, aunque ésta era una palabra no sólo desconocida en el lenguaje cotidiano, también proscrita, como todos los términos tomados de una lengua distinta de la del Imperio. Ninguna paisana fue del agrado de los cineastas y por tanto no alcanzó esa fama en el cine mundial que prometía el reclamo.

Ortiz de Villajos, que firmaba “Z” en su diaria sección de la primera página de Ideal, “El Día en Granada”, comentó que los dos peliculeros se habían marchado al día siguiente y que como despedida habían comentado a la prensa que no se encuentra en Granada el tipo de mujer que buscaban para su próxima película, «Lo cual, a nuestro corto entender -dice Z-, habrá servido de satisfacción en lugar de defraudarlas a las gráciles y opíparas morenitas o morenazas que acudieron a la revista. Las “granaínas” ya tienen bastante con ser “granaínas”. Nosotros entendemos que Korda y Reed deben ir a buscar una malaya… a la Malasia y demás islas oceánicas. Nos figuramos la cara de asombro o quizá de algo peor de una castiza albayzinera o de una garrida “greñúa” si de pronto Korda o Reed hubieran dicho: “¡Ya está! Aquí tenemos a la malaya que necesitamos”». […] «Las granadinas no necesitan parecerse nada más que a ellas mismas. La fama de su belleza es universal y universal también la de sus características propias y singulares en lo físico y en lo psíquico».


Cartelera de la película El Desterrado de las Islas


Cencerrada sangrienta

            Un juicio en la Audiencia Provincial de Granada por la muerte de una mujer en el transcurso de una cencerrada dio bastante que hablar en nuestra ciudad a finales de octubre de 1950, más que nada porque ya por entonces esta costumbre ancestral había dejado de ser eso mismo, una costumbre, y más raro aún resultaba que ocurriera en una ciudad y no en un pueblo.

            Una cencerrada se define como una reunión de personas provistas de cencerros, zambombas, almireces, latas, cacerolas y todo tipo de utensilios que sirvan para meter cuanto más ruido mejor, en especial recibe este nombre la que se hace con fines burlescos o festivos. O sea, una cacerolada, y más modernamente, un escrache. De los fines festivos se ha pasado de un tiempo a esta parte a los políticos o reivindicativos, y se usa para algún tipo de protesta o simplemente para dar la tabarra frente al domicilio o lugar donde un determinado personaje público se encuentra.

Pero el sentido de la cencerrada a que nos referimos es distinto, es el que viene en el diccionario en la primera de las tres acepciones que aparecen. Cencerrada se define como el ruido desapacible que se hace para burlarse de los viudos la primera noche de sus nuevas bodas. Y es que parece ser que eso de que un viudo o una viuda volviera a casarse se interpretaba como algo indecoroso, sobre todo en los pueblos, como una traición al cónyuge difunto o como un colmo de lascivia del novio añoso (mucho menos frecuente era que la entrada en años fuera la novia), y había que recordarle al contrayente su felonía metiendo mucho ruido y a grito pelado, con puyas que solían entrar en el terreno de lo injurioso. En realidad, no era otra cosa esta costumbre que un pretexto para que los mozos se corrieran una juerga con cargo a los recién casados, que sólo podían librarse de la murga convidando a los alborotadores con unas cuantas arrobas de vino. Muchas veces y precisamente para evitar el guirigay, esas bodas entre maduros se celebraban de madrugada y a escondidas. Y en no pocas ocasiones la cencerrada empezaba como un alegre cortejo haciendo ruido y cantando coplillas por las calles de una aldea pero acababa disuelta manu militari por la Benemérita o en el arresto municipal o ante el juez de guardia, o peor aún, terminaba en tragedia, lo que se puede corroborar en las hemerotecas, donde abundan las noticias de escalabrados, lesionados y hasta muertos como resultado de una noche toledana de este tipo, con mucho alboroto, borracheras y broncas entre el mocerío de algún pueblo de la España profunda.

Desde antiguo los distintos códigos penales españoles han tipificado esta práctica como falta contra el orden público y han sancionado con multa pecuniaria y reprensión privada a «Los que promovieren o tomaren parte activa en cencerradas u otras reuniones tumultuosas, con ofensa de alguna persona o con perjuicio o menoscabo del sosiego público». Pero por mucho que se legislara contra estas juergas, esa costumbre ancestral (de siglos) duró muchísimos años en España, sobre todo en el ámbito rural, donde puede que aún perviva. En la actualidad se puede hablar de que ha muerto por causas naturales, por lo mucho de tradición bárbara que tenía.

En la literatura española, sobre todo en la decimonónica, hay abundantes testimonios de esta antigua usanza. Eugenio Noel en su libro “España nervio a nervio”,  escribe: «...a pesar de la distancia, el escándalo es monstruoso y se perciben los matices todos del aquelarre: los golpes dados con los hierros en las latas, los silbidos pastoriles lanzados con los dedos de la boca, las explosiones secas de los pedreros en las tablas, hondas que chascan, el singular martilleo de las manos de los almireces, las notas de bandurrias y guitarros, acordeones, sonajas de pandero, el pasodoble del organillo, y por encima de todo esto, descarga de mazos de cohetes, centenares de voces humanas que aúllan, berrean, que vomitan todo el repertorio de la chacota sangrienta y el insulto baboso; un concierto que haría salir la vergüenza a los hocicos de los rinocerontes e hipopótamos».

            El suceso ocurrido en Granada tuvo lugar a finales de los años cuarenta y fue enjuiciado el 23 de octubre de 1950. Dos encausados se sentaron en el banquillo como participantes activos en la cencerrada en que resultó muerta la mujer a la que iba dedicada. Una muchedumbre vociferante en la que era mayoría el elemento joven, se congregó ante la puerta de su vivienda: una cueva en la ladera del cerro de San Miguel. No hubo boda como tal, pero sí festejo de la unión de dos gitanos (dice la noticia que tomamos de Ideal) ya de bastante edad, que habían decidido vivir juntos en lo sucesivo: «…a media tarde, chiquillos, mujeres y muchachas, surgiendo de entre las pencas y las pitas y corriendo en tropel por las veredillas, arrastrando latas y chatarra, comenzaron con el brutal “obsequio”». La cosa pronto degeneró en pedrea generalizada contra la cueva y alguien gritó que había que apuntar a las personas y no a las macetas, con el resultado de que la mujer en cuyo “honor” era la bulla, María Martínez era su nombre, resultó varias veces alcanzada y hubo de ser ingresada en el hospital de San Juan de Dios, donde falleció dos semanas después víctima de un derrame cerebral.

            Finalmente, sólo una de las procesadas, Ana Garrido Fajardo se llamaba, de 16 años, resultó condenada. Fue su papel en realidad el de cabeza de turco y pagó por un hecho en el que intervinieron muchísimas más personas que no fueron identificadas. A ella la delató el llamativo vestido rojo que llevaba cuando los hechos. Le cayeron dos años de prisión menor como responsable de un delito de homicidio simple.


Una cencerrada