El ranking de goleadores granadinistas lo habíamos interrumpido la semana pasada en el puesto diez, ocupado por Manolo Muñoz Navas con 42. Pero en realidad tengo que reconocer que he tenido un error y ese puesto décimo debe corresponder no a Manolo, sino a Rius, que también consiguió 42 goles, pero estimo que la antigüedad debe resolver los casos de empate, aunque, lógicamente, también podríamos aquí dar entrada a otros criterios, como es el número de partidos jugados o las temporadas de militancia en el club. Sea como sea, yo me decanto por la antigüedad de los goles rojiblancos y de esta forma el siguiente, al que colocamos en el puesto undécimo pero que en realidad le corresponde el inmediato anterior, es Rius.
El valenciano Antonio Rius Tárrega debe ser el único futbolista de la historia del Granada CF cuyo fichaje mereció la felicitación oficial de la asamblea de socios (junio de 1954) hacia su junta directiva. Y no es para menos porque Rius en su primera temporada de rojiblanco, la 53-54, consiguió 21 goles, los mismos que en las restantes seis temporadas que perteneció al Granada (hasta 1960), total, 42 goles granadinistas en 125 partidos. Era un incansable y rápido interior zurdo de larguísimo recorrido y gran clase para asistir. Fue de ese tipo de futbolista que por su entrega y su clase futbolera conecta con la grada y merece en más de una ocasión oír coreado su nombre.
El siguiente, en el puesto doce, con 40, es otro valenciano, Salvador Ecrihuela Quiles, más conocido para el fútbol por su segundo apellido. Era un rápido extremo izquierdo que se trajo en 1972 desde el Sabadell el técnico Pasieguito, cuando contaba sólo veintiún años y hacía la mili. Al principio le costó hacerse con la titularidad pues tenía por delante al gran Vicente, pero después el 11 fue suyo en propiedad por cinco temporadas (a excepción de la 75-76, impedido por las lesiones). En 1977 Joseíto se lo llevó al Alavés y allí estuvo tres temporadas para retornar al Granada nuevamente de la mano de Joseíto en 1981 y permanecer dos temporadas más. En total disputó 220 partidos en siete temporadas y es de los pocos futbolistas que han jugado en el Granada en las tres primeras categorías del fútbol español.
En el puesto trece, con 38, tenemos a otro granadino, aunque nacido en Pozo Alcón, de la provincia de Jaén. Es Francisco Guerrero Cárdenas, Guerrero, “Guerrerillo” para el granadinismo, extremo derecho menudo y rapidísimo y con bastante gol. Con menos de veinte años dio el salto al primer equipo desde el Recreativo en 1952, tras la gran crisis por la que atravesó el club después de la desastrosa 51-52. Es otra de las perlas salida de la cantera granadinista de los años cincuenta al que inexplicablemente se dejó marchar tras el ascenso, de lo que se benefició el Valencia que lo adquirió gratis. Cinco temporadas estuvo en el Granada, hasta 1957, y jugó un total de 122 partidos.
El siguiente en la lista es también granadino, aunque de adopción. Con los mismos goles que el anterior, 38, viene en el puesto 14 Navarro, Gilberto Navarro Peidró, nacido en la ciudad marroquí de Casablanca. En 1956 el fin del protectorado español en Marruecos supuso la disolución de los equipos marroquíes que participaban en la liga española, entre ellos el España de Tánger al que pertenecía Navarro, que al quedarse sin equipo fue fichado por el Granada. Fichaje rentable donde los haya pues esa misma temporada consiguió 21 goles que fueron fundamentales para el segundo ascenso granadinista a Primera. Jugaba de extremo izquierdo y también de ariete y formaba con Vidal un ala izquierda memorable y equiparable, según Entrala, a la del otro ascenso, la de Bachiller y Liz. En Primera ya no marcó tantos goles pero siguió rindiendo a muy buen nivel, lo que le valió para alcanzar la internacionalidad “B” y para ser traspasado al Sevilla en 1958 por una cifra sustanciosa más los importantes jugadores en la historia granadinista que fueron Ramoní y Arsenio y la cesión por un año de Loren, nombres que están en la foto de la final de Copa 1959. Cuatro años entre Sevilla y Mallorca, siempre en Primera, lo devolvieron en 1962 a Granada -ya para quedarse- y jugar dos temporadas más para retirarse prematuramente a causa de las lesiones en 1964. Total, cuatro temporadas de rojiblanco y 88 partidos.
Y cerramos por hoy con el decimoquinto, que es de todos los que van hasta ahora el más reciente, Merayo. El leonés Julio Merayo Díaz fue futbolista del Granada seis temporadas en dos épocas distintas y jugó un total de 131 partidos, consiguiendo la misma cifra de goles que sus dos antecesores, 38. A Granada lo trajo desde el Elche Felipe Mesones en 1983, en unión de Kostic y Castroverde. Era un delantero centro técnico y con un buen remate de testa cuyo mejor registro como rojiblanco es de la temporada 84-85, con 12. El descenso a 2ª B de 1985 le hizo marcharse y jugar un año en el Sabadell y otro más en el Huelva, y volver al Granada en 1987, de nuevo en Segunda, para jugar como granadinista cuatro temporadas más, hasta 1991. Polémico y de carácter algo indolente, fue despedido del club por supuesto bajo rendimiento cuando tenía contrato en vigor, en 1988, tras el descenso a 2ª B, y readmitido por sentencia del juzgado de lo social.
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