Sacromonte, 3 de diciembre de 1939. Sólo unos pocos meses antes del momento que se recoge en la foto, gran parte de los que forman esta gran piña humana vestían de caqui y estaban todavía en los parapetos y luchando por salvar el pellejo. Una guerra acabó y otra acaba de empezar, pero por lo menos ésta les pilla lo suficientemente lejos como para que no les afecte demasiado. Ahora toca divertirse y celebrar la victoria sobre el “odiado” rival boquerón.
Tres años de abstinencia no han dejado al Recreativo sin afición, al contrario, se viven unos momentos en que muchos quieren olvidar los malos tragos vividos recientemente y para ello qué mejor que el balompié. Hasta hoy sólo se habían jugado en Los Cármenes los partidos del no oficial Campeonato Regional Andaluz, y en ellos, a pesar de que al equipo le ha ido más bien mal, las entradas en Los Cármenes han sido buenas. Hay ambientillo de fútbol en Granada Así que unos aficionados organizados en peñas futboleras han decidido homenajear a los ahora rojiblancos y llevárselos a una zambra sacromontana.
De los que se ven en la foto hay que destacar al gran triunfador del día, Trompi, que está a la izquierda, agachado y con el rostro casi tocando el de una flamenca. También a Manuel Valderrama, el míster, cuya sonriente expresión destaca sobre el caracolillo de la bailaora del centro de las tres que están sentadas en el suelo. Y justo detrás de Valderrama vemos la oronda felicidad con sombrero de D. Ricardo Martín Campos, el presidente. Directivos, entrenador, jugadores y peñistas, celebran la victoria de hace un rato sobre el eterno rival malacitano en un partido muy bronco en el que parece ser que los boquerones han repartido más de la cuenta. Primer partido del corto calendario del grupo V de Segunda, de sólo catorce jornadas. Y primera victoria, y además sobre el eterno rival que encima era favorito y que había venido arropado por numerosos hinchas desplazados en tren botijo, que por las infraestructuras de la España de posguerra han tardado sólo cinco horas en viajar desde la ciudad vecina y otras tantas les aguardan de regreso. Eso sí que es afición.
Algunos de los retratados no saben todavía ni dónde van a vivir en Granada, porque apenas llevan entre nosotros cuarenta y ocho horas, como Trompi. O como Gaspar Rubio. Nada menos que el Mago Gaspar, fichaje bomba que ha sido otro de los destacados en la victoria que se celebra y que, como el que dice, pasó directamente del vagón de tren al césped de Los Cármenes. El Malacitano lo quería pero el Recreativo ha sido más rápido.
El nuevo Recreativo, muy distinto al que ha tenido un gris papel en el recién terminado Campeonato Regional Andaluz, hay que agradecérselo al míster Manuel Fernández Valderrama, ex internacional de los años veinte que había jugado en el R. Madrid, al que recurrieron los camaradas Martín Campos y Cristiá porque ya lo conocían de cuando jugó en el Recreativo en su segundo año de vida, en la 32-33, y colaboró en el ascenso a Tercera. Recomendados por Valderrama se han venido a Granada –alguno para siempre- los madrileños Floro, González, (los dos lesionados, no han jugado hoy) Victoriano Santos, Maside y Trompi.
La crónica del partido Recreativo-Malacitano que firma en Patria “Z” (Zubeldia), carga contra la excesiva dureza de los malagueños y contra el árbitro por permitirla. No hay en la crónica más comentario al estreno de los colores rojiblancos que en el apartado de incidencias, al final, junto a las alineaciones y el árbitro. El cronista sí que destaca a un jugador sobre los demás. Entusiasmado ante la sensacional actuación del gran pequeño Trompi, escapándose con mil filigranas y con el balón controlado de las tarascadas que le mandaban los recios defensas malacitanos Chales y Salazar, le dedica varios párrafos de alabanzas y lo señala como el mejor de los veintidós. Los dos puntos con los que empezar la liga se deben al solitario gol del nuevo interior derecho reacritivista, rematando de cabeza un medido pase de Gaspar Rubio tras una jugada que el propio Trompi comenzó. Seguramente será éste uno de los pocos goles que conseguiría de cabeza en toda su carrera. La hinchada granadina acaba de conocer a un nuevo ídolo futbolero y ya hasta ha coreado su nombre en las gradas. José Sánchez Pérez, madrileño castizo, chulapo de Cuatro Caminos, no pudo tener un mejor debut en Granada.
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