EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



miércoles, 4 de mayo de 2011

SIN BRILLO






Granada 3 Tenerife 0



5 de octubre de 1954


Estadio Los Cármenes, buena entrada, doce mil espectadores en tarde de temperatura templada. Partido correspondiente a la jornada cuatro de liga de Segunda grupo Sur 1954-55


Granada CF: Candi; Vicente, Millán, Escámez; Valle, Padilla; Guerrero, Cea, Rafa, Rius y Rodríguez


CD Tenerife: Cuco (Padilla 37’); Chicho, Isal, Perla; Óscar, Ventolrá; Julito, Tomás, Munné, Arroyo y Albiol


Goles: 1-0, min. 37, Cea; 2-0, min. 65, Cea; 3-0, min. 85, Rodríguez


Árbitro: Gómez Arribas




El Granada 54-55 hizo una más que aceptable temporada en el grupo II de Segunda. Toda la liga ocupó puestos altos en la clasificación para terminar tercero y luchar por el ascenso a Primera en liguilla. Además, con Candi en la portería, que jugó la totalidad de los cuarenta partidos disputados, consiguió la copa Duward al equipo menos goleado de segunda, aunque en realidad fue el equipo menos goleado de las dos primeras categorías.


Sin embargo a pesar de los triunfos deportivos es frecuente encontrar crónicas de los partidos en los que se habla de poca vistosidad en el juego y de apuros para vencer. Ésa fue la tónica de toda la temporada en la que a pesar de que el equipo era prácticamente el mismo de la anterior, con las únicas variaciones del medio Valle y el extremo Rodríguez (“Biscúter”), el míster Lelé acabó con el juego alegre y de gran poder goleador que caracterizó al técnico anterior, Bracero, e impuso un fútbol práctico pero rocoso y muy poco atractivo para el espectador.


El partido que nos ocupa supuso una rotunda victoria, pero fue uno de esos encuentros toscos y muy trabados que tanto abundan este año. Cuando el Tenerife nos visitaba se habían disputado ya tres jornadas que habían supuesto otras tantas victorias rojiblancas, por lo que el Granada era líder, aunque empatado con el At. Tetuán. El partido fue “de feo matiz” según la crónica de Ideal, y estuvo plagado de incidentes, lesiones, interrupciones e incluso hubo invasión por un energúmeno que agredió a algún visitante, indignado por la excesiva dureza del trío defensivo canario.


El primer gol lo consiguió Cea casi de forma involuntaria, al mandar un centro al área que provocó el choque del guardameta tinerfeño, Cuco, con Rius, resultando ambos lesionados mientras el balón mansamente se colaba en la portería. Nuevamente Cea marcó el segundo en una buena jugada individual. Y cerró la cuenta Rodríguez de cabeza a centro de Guerrero.


En toda la liga (30 partidos) sólo recibió Candi 25 goles, pero la liguilla fue otro cantar y en sólo diez partidos fueron 28 los goles encajados. Sólo se ganaron dos encuentros, así que no hubo ascenso. ¡El Granada y las malditas liguillas!




1 comentario:

academias Granada dijo...

Particularmente soy partidario de que el juego del equipo es lo importante, de ahí que si es bueno los resultados tienen que llegar pero indudablemente no contra todos los equipos puedes juegarles igual.

Plantear un partido rocoso, feo, trabado en determinadas ocasiones debe hacerse para garantizar el resultado, pero la verdad que una temporada entera viendo ese tipo de fútbol... que me pongan ese partido a las 15.00, después de comer ;D

Nostálgico blog, un saludo!