El tercero y último de los tres inéditos frente al Granada es el siguiente rival, el club más joven de la categoría, el filial villarrealense, que junto a Huesca y Numancia nunca hasta esta misma temporada había jugado un partido oficial frente al Granada. No hay por tanto más precedente que el del partido de la primera vuelta en el que el Granada sucumbió en tierras castellonenses.
Con el primer equipo amarillo sí que hay antecedentes históricos, pero son bien escasos, tan solo tres, dos de liga de Segunda B, de cuando el llamado “submarino amarillo” era no ya un segundón sino menos que eso, un club a caballo de la tercera y la cuarta división nacionales, en la 88-89; y un tercer partido, de Copa, de cuando empezaba a convertirse en un club puntero del fútbol español, en la 2000-01.
La primera vez que los amarillos aparecieron por Granada fue en la jornada 33 de la malísima temporada 1988-89, a falta de seis partidos para concluir la liga, hace exactamente veintidós años menos un día, puesto que la visita castellonense ocurrió el 21 de mayo de 1989. Aquel menos que mediocre Granada regido desde hacía poco por Murado, después del desfile de técnicos había vuelto tres jornadas atrás a las manos del mismo que empezó la temporada, el maestro Eduardo Gómez, Lalo, que se enfrentó a la dificilísima papeleta de intentar evitar que un Granada vicecolista del Grupo IV de 2ª B diera con sus huesos y toda su historia en Tercera. La mano de Lalo pese al poco tiempo transcurrido ya había empezado a cambiar el rumbo y al menos se había conseguido subir algún peldaño aunque sin salir todavía de los puestos de descenso. Ante menos de dos mil espectadores en el viejo Los Cármenes, el Granada se impuso 2-0 con goles de Kike de penalti y de Merayo, ambos en la primera mitad. En el Villarreal jugaba aquel delantero granadino de Bogarre, Adriano, que a la temporada siguiente llegó a ser fichado por Murado pero que finalmente no vino por desacuerdos monetarios de última hora. Con esa victoria pudo al menos el Granada escalar hasta el quinto puesto por la cola, el mismo que ocuparía al finalizar esta horrible temporada y con el que se pudo salvar la categoría, tras la feria del penalti (“muradí”) de la última jornada en Marbella.
Y la otra aparición amarilla por Granada tiene la particularidad de ser el primer partido rojiblanco del siglo XXI y del milenio. Se jugó el día 2 de enero de 2001, en XVI de final de Copa, disputado a partido único en el nuevo Los Cármenes. Otra particularidad que ofrece es que el técnico que ocupaba el banquillo rojiblanco era el mismo de la otra visita villarrealense, Lalo, en su partido de debut tras la destitución de Manuel Torres Molina, que a su vez había sido el relevo del defenestrado Ismael Díaz.
Este Villarreal tiene muy poco que ver con el otro. Era un recién ascendido pero sus dirigentes tenían claro que no iba a ser un comparsa de la máxima categoría, como dos temporadas atrás, cuando en su debut en Primera descendió en promoción. Así que se había reforzado con grandes fichajes de jugadores muy cotizados. El Villarreal formó con: López Vallejo; Galván, Unai, Medina, Arrubarrena; Jorge López (Jaime 74’), Xabi Gracia, Cagna, Escoda; Moisés (Marioni 62’) y Craioveanu (Gaitán 68), es decir, su equipo titular con el que en Primera marchaba cerca de los puestos de UEFA. El Granada opuso a: Pindado; Garrido, Tabuenka, Moya, Cervián; Torres, Pascual, Gonzalo (Óscar Fernández 80’), Pedro Vega (Puntas 67’); Róber (Nacho Sierra 70’) y Huegún. Debutaban como rojiblancos los pretendidos refuerzos invernales Gonzalo y Puntas. Desde luego no estamos ni de lejos ante uno de los mejores equipos rojiblancos de sus largos años en 2ª B, pero lo cierto es que el Villarreal no pareció el equipo revelación que tan buen papel hizo en liga de primera y el Granada supo jugarle y eliminarlo del torneo del KO. Se adelantaron los amarillos con gol del argentino Diego Cagna a falta de diez minutos para el final, pero empató Nacho Sierra casi sobre la campana. La correspondiente prórroga dio paso a los penaltis de los que sólo hubo necesidad de lanzar cuatro porque Pindado paró los de los villarrealenses Gracia y Gaitán, mientras que los rojiblancos no fallaron ni uno.
Antes que el Villarreal había caído en copa el Huelva. Después tocó eliminar al Guadix, de 2ª B, que se había deshecho de todo un Valencia, con lo del famoso penalti Cervián en el partido de vuelta en Los Cármenes. Y ya en cuartos el rival fue el At. Madrid, por entonces en Segunda, que acabó con nuestras ilusiones. En casi todos los partidos el granadinista más destacado fue el portero Pindado, lo que le valió su traspaso al At. Madrid al finalizar esta temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario