Por fin arranca el II Campeonato Andaluz de Reservas el 27 de septiembre de 1972. Este año se ha ampliado el número de equipos, de ocho a diez. Participan: Granada, Málaga y Betis, de Primera; Sevilla, Córdoba y Cádiz, de Segunda; y Huelva, Jerez, Jaén y Linense, de Tercera. Sólo falta algún representante almeriense pese a que el propósito era que todas las provincias estuvieran representadas.
La primera jornada llevaba al Granada a Málaga, y hasta allá se fue la expedición rojiblanca para volverse sin disputar el encuentro, que a última hora quedó aplazado debido a las copiosas lluvias caídas y el estado del terreno de La Rosaleda.
Mientras tanto, en la liga de Primera y en la jornada cinco el Betis arrancaba un empate sin goles de Los Cármenes. Si los nervios habían hecho su aparición con anterioridad, después de este mal resultado se pone la cosa aún más fea. Pero lo que nadie podía sospechar era la bomba que estallaba a principios de octubre: Candi dimite y con él toda su junta directiva, aunque quedan en funciones hasta tanto se produzca el reglamentario proceso electoral. En el partido contra el Betis un sector de la afición ha coreado su nombre y ha pedido a gritos su marcha porque tras jugarse cinco partidos todavía no se conoce la victoria y sólo se ha conseguido un gol, y de eso se culpa a Candi, que ha debilitado bastante el equipo con tanto traspaso. No obstante, antes de dos semanas vuelven las aguas a su cauce y Candi reconsidera su postura y finalmente no se marcha.
Una nueva jornada de liga, la sexta, lleva a los rojiblancos al Bernabéu, de donde se traen una nueva derrota (2-1). Así que tras disputarse seis jornadas anda el Granada cuarto por la cola, con cuatro puntos y dos negativos, cero partidos ganados, cuatro empatados y dos perdidos, y con sólo dos goles a favor por seis en contra. Pero lo peor es que su juego no gusta a nadie, tan distinto al de la temporada anterior.
Todas las esperanzas de la hinchada están depositadas en el momento en que Echecopar pueda por fin ser alineado. Así lo recoge Martinmorales en su viñeta de Ideal en el que en ejemplar del domingo 8 de octubre, tras la derrota en Madrid, aparece por primera vez la frase que se hizo célebre y que puede servir para caracterizar y resumir la temporada que nos ocupa: «Ya verás, ya verás, cuando juegue Echecopar». Pero Echecopar, sus papeles, no acaban de convencer a quienes tienen que dar el visto bueno y continúa el culebrón.
Y por fin empieza el Granada a disputar la liga de suplentes, cosa que ocurre en la festividad del doce de octubre, en partido correspondiente a la segunda jornada. El rival es el Jaén, de Tercera, entrenado por Ruiz Sosa, y el resultado sirve en cierto modo de bálsamo para los malos momentos que se viven pues los del Santo Reino son vapuleados con un contundente 7-3. Los Cármenes registró media entrada y jugaron: Izcoa; Martos, Aguilera, Moreno; Jaén, Pla; Gruart, Castellanos, Porta, Echecopar y Dueñas; no hubo cambios. En la alineación hay sólo dos titulares, Porta y Dueñas, pues tanto Jaén como Izcoa reaparecían después de largas lesiones, y Castellanos todavía no se había hecho con un puesto fijo en el primer equipo. En la alineación del Jaén destacó la presencia de un ex, Lelo, y de un futuro granadinista, Zubitur; ambos fueron los más destacados por los de blanco. Al descanso ganaba el Granada 2-0, goles de Porta y Castellanos. En la segunda parte Jaén, Dueñas, Echecopar, Gruart y nuevamente Porta redondearon el siete. La gran diferencia de categoría entre unos y otros fue palpable y aún pudieron subir más goles ya que el árbitro anuló dos legales a Porta y este mismo jugador estrelló un remate en el poste. Lo más positivo fue constatar que al menos en un fichaje se había acertado de pleno, el de Castellanos, que fue el mejor con diferencia sobre el terreno de Los Cármenes.
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