A la generosidad de Rafa Doña y su magnífico archivo hay que agradecer (una vez más) la foto que ilustra este escrito, que pretende desmenuzar la historia del Granada CF allá por los primeros setenta del siglo pasado, es decir, cuando se escribían sus mejores páginas.
De Porta es la foto en la que Porta, autor de veinte goles en la última liga (cinco más en copa y siete más en el campeonato regional andaluz), recibe el trofeo Pichichi que desde 1953 entregan los diarios de la cadena de Prensa del Movimiento, “Arriba” y “Marca”, para premiar al máximo realizador de la primera categoría del deporte rey en España.
En la foto vemos, de izquierda a derecha, a Enrique Porta Guiu, recibiendo el trofeo que le entrega el Gobernador Civil de la provincia, Leiva Rey, a quien escolta Eduardo Molina Fajardo, director del desaparecido diario “Patria”. Detrás vemos, semi tapados, al alcalde de Granada, José Luis Pérez Serrabona, y al recién incorporado a la plantilla granadinista, Teófilo Dueñas.
El prestigioso trofeo lo había ganado Porta desde dos meses y medio antes, 14 de mayo, pero se le hizo entrega el 29 de julio de 1972, una vez finalizadas las vacaciones veraniegas y ya en danza de cara a la temporada venidera, y el acto tuvo lugar en la redacción y talleres del diario también perteneciente a la cadena de Prensa del Movimiento, “Patria”, sito en la granadina y céntrica calle Oficios. Fue un acto institucional en el que hicieron uso de la palabra el presidente del Granada, Cándido Gómez, y las varias autoridades locales y provinciales presentes. Y cerró el acto el homenajeado, Enrique Porta, hombre sencillo y modesto, que visiblemente emocionado agradeció a los asistentes y a la prensa y aficionados todo su apoyo.
Por las filas del Granada han pasado tres pichichis, considerando como tales sólo a los que consiguieron esta distinción jugando en máxima categoría.
Cronológicamente, el primero es César, que jugó en el Granada cedido del Barcelona un poco de la 40-41 y toda la 41-42, en que quedó segundo máximo goleador, es decir, “vicepichichi”, con 26 y a sólo un gol de Mundo, del Valencia; César consiguió ser pichichi en la temporada 1948-49, en las filas del Barcelona.
El segundo es Pahíño, que además repitió pichichi pues fue máximo goleador la 1947-48, jugando en el Celta, y la 51-52, ahora en el R. Madrid. En el Granada jugó cuando ya estaba para retirarse, con 33, y sólo disputó quince partidos de la temporada 1956-57, en la que con sus cinco goles algo contribuyó al ascenso a Primera de aquel año.
El tercero, el único pichichi propiamente granadinista con el que contamos, es Porta. Y yo me atrevería a decir que su logro tiene más mérito. En primer lugar porque ninguno de sus goles fue conseguido en jugadas a balón parado, todos fueron de remates y ninguno llegó de penalti o libre directo, que por entonces el Granada tenía grandes especialistas para ese cometido y además no era Porta futbolista de gran pegada. Y en segundo lugar porque, lógicamente, no es lo mismo jugar en un grande que en un modesto, no se dispone de las mismas oportunidades de lucimiento si quienes te acompañan son jugadores del montón que si estás asistido por lo mejor del mercado.
Y más mérito tiene aún el maño porque para conseguir su gran triunfo tuvo primero que sudarlo a base de bien, y cuando le llegó por fin, le cogió algo mayor. Los veinte millones (a kilo el gol) que pedía Candi les parecieron demasiado a los culés y a otros posibles compradores. Pero seguro que Porta recordará siempre Granada cada vez que en su casa mire la bonita copa que le entregan en la foto.
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