EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



lunes, 30 de mayo de 2022

FINAL MEDIOCRE

La alineación titular del Granada 49-50 en cromos: Candi, Toñín, Millán, Rey, Almagro, Sosa, Megino, Trompi, Morales, Luiqui y Mas

 

Dos palizas, en Albacete y frente al Coria

A finales de febrero se disputó la jornada 24 de segunda división 49-50. Desde el primer partido de la segunda vuelta, cuando venció el Granada en Castellón, todas las salidas rojiblancas habían sido derrotas. Lo mismo ocurrió con ésta, pero con el agravante de que se perdió de paliza, 6-1 en Albacete, equipo de la zona media de la tabla. Se adelantó el Granada con un gol de Morales al cuarto de hora, pero después el conjunto no existió y fue barrido del campo, y aún pudo ser mayor el escardón ya que Candi detuvo un penalti. Se pudo recuperar a otro titular, Almagro, una vez cumplidos los cuatro partidos de sanción que le cayeron, pero las crónicas salvan de los rojiblancos únicamente al lateral derecho Toñín, y resaltan que en el Granada se dedicó cada uno a hacer la guerra por su cuenta, de manera que el resultado no pudo ser más que el que fue. Volvió el Granada a ocupar la séptima plaza de la clasificación, pero ya a cinco puntos del segundo.

            También hubo paliza en Los Cármenes, pero ésta a favor, la que le endosó el filial, 4-0, al Coria, filial a su vez del Sevilla. En un gran partido del lateral Atanasio y de Trompi, que reforzó al segundo equipo y volvió a ser el de sus buenos tiempos, el Granada B pasó por encima de su rival ofreciendo un fútbol como hacía muchos partidos que no se veía en Granada.

 

Récord de goles frente al Linense

            Después del palizón sufrido en Albacete no parecía una buena decisión la que adoptó la directiva, esto es, señalar el siguiente partido como día del club, pero es que la situación económica de la entidad era del todo preocupante y en breve había que hacer frente a importantes pagos. El Granada recibía la visita del Linense, la tercera vez ya esta temporada en que iban a verse las caras ambos equipos. Los dos partidos ya disputados, el de liga de la primera vuelta y el de copa en Los Cármenes, arrojaron el mismo resultado, victoria linense por 3-2, pero lo peor no fueron las derrotas en sí, sino el hecho de que, con sus grandes incorrecciones y excesiva dureza, los de La Línea en sus dos partidos fueron causantes de las lesiones de importantes hombres en la alineación granadinista, sobre todo en el segundo de los choques, momento por todos señalado como el comienzo de la gran decadencia del equipo rojiblanco en la segunda vuelta liguera. En el aire flotaba cierto aire de revancha por tanto.

            El Granada CF y su eterna precariedad en lo crematístico. La directiva en la semana previa decidió nombrar una comisión con el objeto de pulsar a los poderes públicos y a las fuerzas vivas para que colaboraran con el club. Lo primero que hizo esta comisión fue visitar al gobernador civil, Fernández-Victorio, y al alcalde, Gallego Burín, y de ambos obtuvieron palabras de apoyo, cada uno en la medida de sus posibilidades. Pero lo más tangible obtenido fue el regalo que el cotizado pintor Soria Aedo hizo de un cuadro suyo para que de él dispusiera el Granada como mejor considerase.

            Llegados al domingo 5 de marzo de 1950, ese día escribió el Granada una página histórica al obtener su segunda mayor cifra de goles a favor, récord aún vigente, tras aquel lejano 11-0 al Jerez de 1932. En Los Cármenes, jornada 25 (de 30) endosó al Linense un palizón de 9-2. Desde luego, si los jugadores salieron con ánimo de vendetta por los dos partidos perdidos ante este mismo rival en la temporada en curso, éste quedó plenamente satisfecho.

Según Seudónimo en La Prensa, la clave estuvo en que los visitantes creyeron erróneamente que podían repetir lo hecho en el partido de copa en el mismo escenario, cuando eliminaron al Granada del torneo del KO, esto es, un juego ofensivo y sin marcaje a sus oponentes, y esto se tradujo en que los atacantes rojiblancos encontraron más facilidad que nunca para acercarse a la portería contraria y golear a placer ante una defensa muy deficiente como la linense, equipo por encima del descenso sólo un punto. En Ideal Fernández de Burgos señala que gracias al árbitro Casal, que estuvo muy bien cortando cualquier brote de juego duro, no pudo el Linense desplegar su juego sucio, como en los anteriores choques contra los rojiblancos, y eso le costó la aplastante goleada.

Con el Linense venía como interior derecho Juanito Vázquez, el mejor de los visitantes, quien casi diez años después será un valor determinante para la buena campaña copera granadinista de 1959.

Volvió el Granada a la sexta plaza de la clasificación, pero la distancia con el segundo seguía siendo de cinco puntos y sólo quedaban por jugarse cinco jornadas, así que no había demasiadas esperanzas de que los nuestros dieran alcance a los puestos de privilegio.


El palizón al Linense versión Maolico Hincha

Victoria del filial, otra vez en la pelea por el ascenso. Eliminación en Copa Aficionados

El Granada B tenía que haber jugado su partido el mismo domingo en el que el primer equipo apalizó al Linense, pero como el miércoles 8 de marzo era fiesta local, en conmemoración del cuarto centenario de la muerte de San Juan de Dios, se trasladó a dicho día su partido de la jornada 24 (de28) frente al colista Calavera de Sevilla. El resultado fue de victoria también por paliza, 5-0 a favor del filial.

Gracias a los resultados negativos de rivales directos en la clasificación, el Granada B volvió a entrar de lleno en la pelea por uno de los dos puestos de liguilla de ascenso y se colocó a sólo un punto del filial malaguista, que seguía de líder. Después de este partido quedaban por jugarse cuatro jornadas, pero en una de ellas, la siguiente, tocaba a los nuestros descansar porque era contra el retirado Olímpica Valverdeña. Unamuno, actuando como defensa derecho, y Fraga, autor de tres de los goles, reforzaron al filial.

Dos días después de vencer al Calavera sevillano, el viernes 10 de marzo, y en vista de que al filial le tocaba descansar en liga, se aprovechó para disputar el partido de devolución de visita en su eliminatoria de Copa de Aficionados, en Algeciras frente al Castañeda. La ida se había disputado en Los Cármenes dos meses antes, en enero, y el resultado fue de empate a un gol. Ahora en tierras algecireñas el Granada B perdió por el resultado de 3-2 y quedó eliminado de la competición sin poder ni siquiera acercarse al gran papel desempeñado en la edición anterior, cuando llegó hasta semifinales. La expedición granadinista, que viajó en tren a Algeciras ya que el autocar lo necesitaba el primer equipo para desplazarse a Cartagena, tenía previsto el domingo llegarse a Córdoba para disputar la ida de la siguiente eliminatoria frente al filial cordobesista, pero no pudo ser y a Granada se volvieron directamente.

 

Derrota bajo el huracán de Cartagena y adiós a toda posibilidad

Tras la aplastante victoria sobre la Balompédica Linense parecía que el Granada se había recuperado, pero la siguiente jornada de liga, la 26, en Cartagena, con la misma alineación de los nueve goles, nuestro equipo volvió a ser derrotado (3-0, los tres en la primera mitad, cuando el fuerte viento era favorable a los locales), como ocurrió en todas las salidas de la segunda vuelta a excepción de la primera de ellas, en Castellón. El Cartagena, vicecolista que salvó la categoría en promoción, con sólo poner entusiasmo y aprovechándose del viento a favor, derrotó a un Granada que a pesar de la derrota dejó buenas impresiones, pero adoleció una vez más de remate, según la crónica de El Noticiero de Cartagena.

En ese periódico cartagenero se publicó al día siguiente una amplia crónica del partido en la que, feliz por el resultado, el plumilla de turno con mucha sorna hace referencia a unos supuestos comentarios cargados de prepotencia del míster Cholín en la previa en el diario Marca; Cholín venía a decir que el Cartagena era equiparable al Arosa, el colista del grupo norte de segunda que acabaría descendiendo, y lo dicho por el entrenador rojiblanco sentó pésimamente mal en la afición cartagenera. Pero el propio Cholín a la terminación del partido negó rotundamente que él hubiera dicho lo que Marca puso en su boca.

La derrota colocó al Granada en el puesto más bajo ocupado durante toda la liga, a excepción de la primera jornada, el octavo, ya casi fuera de toda opción pues quedaban solamente cuatro jornadas y eran ya seis los puntos que nos separaban de la segunda plaza.


 El míster Cholín no pudo sacar más rendimiento del equipo


El Granada B suma y sigue

El domingo siguiente a la derrota en Cartagena, 19 de marzo, significó jornada de descanso para el Granada ya que en esa fecha se disputó la siguiente eliminatoria de copa y nuestro equipo había quedado eliminado en el mes de enero. Por esa razón se organizó un partido de entrenamiento con público en Los Cármenes entre el primer equipo y el B que terminó con el resultado de empate a cinco goles. El parón se prolongó una semana más, ahora para que la selección jugara un amistoso con Portugal.

No se paró la competición para el segundo equipo, ya en la recta final de su liga, y así el último domingo de marzo venció en Los Cármenes a un rival muy cualificado como era el Ronda, al que derrotó de paliza, 6-1, actuando de blanquiazul hasta cuatro titulares del primer equipo: Méndez, Almagro, Luiqui y Cea, más Carbelo, Unamuno y Ros. La victoria sirvió para no perder comba en la clasificación, manteniendo la diferencia respecto del líder, el Malagueño, de sólo un punto.

 

Victoria de trámite ante el Elche

La siguiente jornada tras dos semanas de parón, la 27, trajo a Los Cármenes el 2 de abril al Elche, de la zona baja, y el Granada no tuvo excesivos problemas para anotarse dos nuevos puntos al vencer 3-1. Cholín sustituyó al defensa izquierdo, Rey, que venía realizando actuaciones flojas, y en su lugar colocó al refuerzo de invierno, el que vino como delantero del Jaén, Unamuno (los cronistas locales dicen de él que por más que se empeñe, no es defensa), ése fue el único cambio en el once, y en un partido flojo e insulso, el Granada se impuso sin complicaciones a su rival con dos goles tempraneros que hicieron que el resto sobrara. A estas alturas de la liga los dos contendientes tenían prácticamente nulas posibilidades de mejorar o empeorar su situación en la tabla, ambos por la misma razón, porque los puntos que los separaban de la zona de ascenso o de la de pérdida de la categoría eran lo suficientemente amplios. Por eso mismo, se puede decir que fue un partido de trámite.

Según los cronistas, fue tanto el aburrimiento del personal que hubo mucho más interés entre los hinchas por el resultado del partido de clasificación para el Mundial de Brasil 1950 que simultáneamente se jugaba en el nuevo Chamartín entre España y Portugal, que por lo que podía verse sobre el verde, y el público que casi llenaba Los Cármenes sólo despertaba del sopor ante los goles de la selección, cada vez que la megafonía informaba de un nuevo gol; la selección española ganó su partido 5-1.


Toto, artista del balón


El Granada B otra vez líder al vencer al Triana en Sevilla

Lo mejor para el granadinismo ocurrió en Sevilla, donde el Granada B ganó 0-2 al Triana, filial bético, y ayudado por los tropiezos de rivales directos reconquistó el liderato del grupo en la jornada 27 y penúltima de su calendario. José de Vicente se desplazó hasta el campo del Subcomité sevillano y desde allí manda sendas crónicas (una para La Prensa y otra para Ideal) en las que dice que el filial es ya virtualmente campeón. El delantero Toto, un artista, fue la figura y marcó los dos tantos blanquiazules. Reforzado con Carbelo en la portería, con Rey en la defensa y con Fraga en el ataque, el filial realizó un extraordinario encuentro y se impuso con toda justicia.

Ideal dedica más espacio a la crónica del partido en Sevilla del filial que a la del primer equipo, e informa que a Sevilla se había viajado, además de con la intención de anotarse los dos puntos, también con la de aclarar si en caso de clasificarse el equipo para liguilla, que jugaban los dos primeros, podría aspirar al ascenso o quedaría excluido por el simple hecho de llamarse igual que su equipo nodriza, cosa que, por lo visto y según la legislación vigente por entonces, no estaba permitida a pesar de que las categorías que separaban al A y al B eran dos.

De la sede de la Federación sur se volvió la expedición con buenas palabras, pero la realidad era que la cosa seguía sin estar aclarada. José de Vicente en Ideal dice que los federativos han comunicado al club que haciendo las gestiones necesarias durante la semana que empieza, puede quizá (quizá, luego…) quedar todo reducido a un simple cambio de nombre, volviendo a la denominación de Recreativo de Granada antes de que acabe la competición (sólo quedaba ya un partido). Parecía que todo estaba resuelto, pero ya veremos que no.

Durante la semana la directiva anduvo diligente y mandó un escrito a la Federación Sur solicitando que el filial fuera denominado a partir de ese momento de nuevo como Recreativo de Granada, exponiendo las razones por las cuales no se había hecho antes este trámite. No lo explica la noticia, pero creemos que esas razones no eran otras que las de que hacía sólo dos semanas no existía confianza alguna en que el Granada B consiguiera clasificarse, pero, a falta de una última jornada, en Granada frente al Puerto Real, tenía ya asegurada el filial su clasificación como primero o como segundo.

 

Derrota en el nuevo Chamartín

En la jornada 28 y antepenúltima, el Granada compareció en Madrid para jugar frente al filial merengue, el Plus Ultra, partido que supone que por primera vez en su historia nuestro equipo actuara en el Bernabéu, inaugurado en diciembre de 1947, que todavía no se llamaba así sino que se seguía conociendo como Chamartín, aunque no era el mismo campo ni estaba exactamente en el mismo lugar que el viejo estadio de ese nombre. La liga de primera seguía aplazada desde hacía un mes y ese mismo domingo, 9 de abril de 1950, la selección española devolvía visita a la de Portugal en Lisboa (la Roja empató a dos, 5-1 de la ida, y se clasificó para el Mundial de Brasil).

No fue bueno ese estreno rojiblanco y de Madrid el Granada se trajo una nueva derrota, 2-1. No obstante, los rojiblancos vendieron muy cara la derrota y se lo pusieron muy difícil a los jóvenes madridistas, uno de los mejores equipos del grupo, que estuvo toda la temporada en los puestos altos para acabar la liga en la tercera plaza. Reapareció Barnet una vez cumplida su sanción por ocho encuentros, y Unamuno repitió en la defensa. El público llenó a medias el estadio y se mostró más interesado por lo que se contaba por megafonía acerca del partido de España en Portugal, radiado íntegro, que sobre lo que acontecía sobre el césped.


 El entrenador Manolo Ibáñez, hizo campeón de Preferente al filial


El Granada B campeón de Regional Preferente

Nuevamente la alegría para la hinchada vino de parte del filial, que se impuso 4-0 al Puerto Real en el último partido de su liga de Preferente y de esa manera se proclamó campeón. Carbelo y Rey reforzaron al filial, que recuperó al ariete Requena, ausente más de dos meses por una lesión. Pero el auténtico triunfador fue Toto, autor de tres goles, quien empezó la temporada jugando en el segundo filial, el C, pero sus grandísimas actuaciones y sus muchos goles le valieron una plaza fija en el B. En una tarde soleada y de excelente temperatura acudió poco público porque a la misma hora había toros y se radiaba el Portugal-España.

Todavía no se sabía si el filial iba a poder luchar en liguilla por dar el salto a categoría nacional, pero en cualquier caso hay que alabar su magnífica trayectoria en sus escasos tres años de vida, en los que consiguió un campeonato y un subcampeonato de Andalucía aficionados más una semifinal nacional, además de un ascenso y, lo más importante, promocionar a varios de sus jugadores a la primera plantilla.

 

Despedida de Los Cármenes con un empate sin goles frente al Alcoyano

El Granada se despidió de la temporada en Los Cármenes, jornada 29, con un empate a cero ante el Alcoyano, única vez en toda la liga en que nuestro equipo alcanzó ese resultado. Según las crónicas, fue un partido muy aburrido en el que las defensas se impusieron a los ataques y de ahí que no hubiera goles. De esta manera voló el único positivo que aún le quedaba a los rojiblancos de los cuatro que llegaron a tener.

El Alcoyano era el líder del segundo grupo de segunda y con el empate quedó matemáticamente clasificado para promoción, aunque no tenía aún asegurado ser campeón, cosa que consiguió en la siguiente y última jornada, ascendiendo después a primera en la liguilla que disputaban primero y segundo de cada grupo, sistema vigente esta temporada para decidir los ascensos. Finalmente ascendieron los cuatro clubes al decidirse la ampliación a 16 equipos de la primera división.

Por su parte, en el Granada, que ya nada se jugaba al quedar definitivamente descartado tanto para el ascenso como para el descenso, lo más destacable fue la reaparición de Millán, ausente desde el primer partido de la segunda vuelta. Precisamente Millán, una vez más sumado al ataque como era norma por entonces cuando el resultado no era favorable para los rojiblancos, tuvo en sus botas el gol que en la última jugada del partido hubiera dado la victoria, pero lo impidió con una gran parada el magnífico portero que era Martín, que la temporada siguiente defenderá la meta granadinista. También venía con los alicantinos otro futuro rojiblanco, el defensa Cata, y su entrenador era José Espada, que también dos temporadas después será míster del Granada.


Millán se recuperó de su lesión para los últimos partidos, pero ya poco había que hacer

Derrota en Vallejo para terminar

Se acabó la liga y la temporada oficial para el Granada en el campo de Vallejo, del Levante, de donde salió derrotado 3-2. No hubo vendetta por el 8-1 endosado a los locales en la primera vuelta en Los Cármenes. Total, 9º clasificado, con 30 puntos, sin positivos ni negativos. Ninguno de los dos contendientes se jugaba nada en el choque y éste fue bastante aburrido, con el único aliciente de los goles. La principal novedad en el Granada fue el debut de dos canteranos, el medio y defensa Paquito y el delantero Toto, que marcó uno de los goles rojiblancos. Justo una semana antes se habían alineado en las filas del Granada C, de lo que se llamaba primera categoría local, en la que todos los participantes eran equipos de la provincia. Méndez volvió al centro de la defensa, dando descanso a Millán, que acababa de ser padre.

 

 

CALLEJEANDO

 

Gabriel Morcillo pinta a Franco

            El ya muy ilustre pintor granadino Gabriel Morcillo Raya, en marzo de 1950 se encontraba en Madrid en su condición de director de la Escuela de Artes y Oficios de Granada y como miembro del tribunal que examinaba a los aspirantes a formar parte del profesorado de este tipo de centros. Estando allí fue llamado a El Pardo para hacer un retrato al mismísimo Franco en persona y uniforme de almirante de la mar océana. También le fueron encargados otros de distintas personalidades del régimen, entre ellos Luis Carrero Blanco, por entonces Subsecretario de la Presidencia.

            Varios meses después, ya en verano volvemos a saber de la labor de Morcillo, recién vuelto del Pardo. A estas alturas ya ha conseguido plasmar las partes esenciales del retrato y tiene terminada la cabeza. Lo que falta será completado en Granada, en el estudio del pintor, en su carmen de Plegadero Alto, adonde viajará el lienzo desde Madrid en unión de un uniforme de capitán general con charreteras y la banda de la Laureada de San Fernando (que el propio Franco se autoconcedió). Cuando acabe sus vacaciones el general superlativo, que se encuentra satisfechísimo de la obra de nuestro paisano, comenta la noticia, posará de nuevo en El Pardo para terminar el detalle de las manos, portando en la derecha la bengala como generalísimo de los ejércitos. El propio Gabriel Morcillo, que ha convivido en la intimidad de Franco durante una larga temporada, relata una anécdota: cuando el jefe del Estado da por concluida su jornada, sobre las tres de la tarde, antes de sentarse a la mesa tiene por costumbre consultar el barómetro; un día dijo el Caudillo alegremente «Buen tiempo», pero el meteoro, contumaz, lo contradijo y llovió bastante.


 Morcillo en su estudio con el retrato de Franco

            Un año después, ya en 1951, el cuadro, casi terminado, sigue en Granada en el estudio de Morcillo, al lado de un bodegón, también casi terminado, que el artista piensa regalar a doña Carmen. Marino Antequera en Ideal, una de las pocas personas que han podido verlo, dice que su mayor encanto es la sinceridad. Para Antequera, Morcillo es uno de los grandes retratistas de todos los tiempos y aquí lo demuestra; en su lienzo no está adulando al retratado, a pesar de la alta categoría del modelo, sino que es un sincero retrato hecho por un gran maestro. El pintor, ya totalmente consagrado, vive en el envidiable retiro de su carmen y hace de la modestia su bandera huyendo de los reclamos y las vanidades que a tantos artistas seducen -dice- y, ajeno a las vanguardias, es un artesano de la pintura y vive de los encargos que le van haciendo, cada vez mejor retribuidos.

            Comenta además Marino Antequera que en el estudio del pintor también se ve, listo para viajar a Málaga, uno de los más característicos cuadros del maestro, un lienzo en el que están representados dos príncipes orientales, de aquellos que -dice Antequera- inspirados en los cuentos de Washington Irving y en la música de Borodin y de Rimsky Korsakov, pertenecen a una determinada etapa evolutiva en la obra de Morcillo. En el museo de Málaga lucirá en breve esa obra de Morcillo, uno de los cuadros más representativos de este pintor, una escena de efebos a la moruna y semidesnudos, que pertenece a una etapa en la carrera del artista que algunos han denominado “homoerotismo” (esto último ya no lo dice Marino Antequera), y que desarrolló en los años de la República, dentro de la corriente designada como orientalista o alhambrista. Sustituirá ese lienzo a otro, también de Morcillo, que allí estaba, en Málaga, uno de sus más aclamados retratos, el de Carulla, aquel vate ripioso que vivía en la plaza de los Lobos y que escribió la Biblia en Verso (aunque no pasó del Éxodo); el retrato de Carulla fue descolgado del lugar que ocupaba en el museo de Málaga y trasladado a Granada hace meses para su museo de Bellas Artes, pero ahí sigue, arrumbado y dentro de su embalaje porque esa pinacoteca granadina sigue siendo por el momento una entelequia. Hasta 1958 no podrá ser desembalado ese cuadro de Morcillo junto con otros muchos, que serán colgados y expuestos en el Palacio de Carlos V, donde permanece.

Aparte de gran pintor, Gabriel Morcillo, uno de los Cien Granadinos del siglo XX para Ideal, fue el tercer presidente de la historia de nuestro equipo, tras Julio López y Enrique Carmona Ros. El 19 de julio de 1932, en una importantísima asamblea para la historia del club, sustituyó a Carmona y junto a Morcillo entró en la directiva del, por entonces Recreativo Granada, Ricardo Martín Campos, que después también será presidente y conducirá al equipo a primera división. La nueva directiva de 1932 le dio la vuelta al club y de alegre reunión familiar lo convirtió en una entidad en permanente crecimiento y dispuesta a llegar pronto a lo más alto, y así uno de sus primeros propósitos fue construir un nuevo campo, digno de Granada. Durante el mandato de Morcillo, en noviembre de 1933, se firmaron las escrituras de compra de los terrenos donde un año después, diciembre de 1934, se estrenaba Los Cármenes, aunque para entonces ya había dimitido de la presidencia y había sido sustituido por su vicepresidente Matías Fernández-Fígares. De sus años al frente del club es también el primer fichaje bomba de la historia granadinista, el ex internacional Manolo Valderrama, así como el ascenso a categoría nacional, tercera división.


José María Carulla pintado por Gabriel Morcillo


Conciertos bancarios

             A finales de marzo de 1950, un pintoresco incidente ocurrido en Granada es ampliamente tratado por periódicos de otras provincias e incluso del extranjero. En tono jocoso, informan los diarios que en Granada, calle Reyes Católicos 48 bajo (en un edificio que en la actualidad no existe, justo al lado de donde estaba Correos), hay una oficina del Banco de Bilbao cuyos empleados tienen una guerra declarada al propietario del inmueble donde se ubica la sucursal. Resulta que ese propietario vive en la misma casa, primera planta, y sus ventanas interiores dan al patio de operaciones de la oficina bancaria, y desde que ésta se abre al público comienza la gramola del vecino del primero a tocar diana reiteradamente, y después continúa el concierto de música estridente y poco variada que les impide concentrarse en su tarea, por lo que los descuadres son infinitos a la hora del cierre. Los trompetazos y los tamborazos los traen a mal vivir y los bancarios, de patio a ventana, han increpado de viva voz al melómano y hasta han recurrido a avisar a la pareja de guindillas sin que nada haya dado resultado, y ahí siguen con su permanente dolor de cabeza. La cosa ha llegado hasta el gobernador civil de la provincia.

            Los probos empleados están muy hartos. Dicen que, si para brevemente la música a toda pastilla, son las fámulas de la casa las que se encargan a voz en grito de continuar el recital con aquello de la Bien Pagá y otras coplillas. Y cuando las criadas dan una tregua en su desafinados desgañitamientos, nunca falta el potente ladrido de un perro, aunque tampoco son escasas las ocasiones en que las tres cosas se dan revueltas. Y continúan los bancarios desgranando sus pesares y dicen que ese señor, el dueño de la casa, lejos de buscar la paz, en una ocasión contrató a diez músicos ambulantes que se encontró por la calle, cada uno con su correspondiente instrumento de metal, y aquello ya fue la repanocha.


Los empleados de la sucursal granadina del Banco de Bilbao en guerra contra el dueño del inmueble

            Según los sufridos trabajadores, todo obedece al hecho de que el banco estuvo en conversaciones con ese señor para adquirir el inmueble, pero no hubo acuerdo económico y ahora el dueño quiere desalojar los bajos y por eso organiza la que organiza.

            Ideal pregunta acerca de la cuestión al propietario de Reyes Católicos 48, Francisco López Luque se llama, y éste explica que es su propósito fomentar la afición musical en Granada y para ello quiere formar una orquesta de cámara que dé conciertos con regularidad y pueda actuar también en otras ciudades, para lo cual hace unos quince días que ha establecido en su vivienda una academia para la enseñanza de música, a la que va a bautizar con el nombre de Falla. Y añade que ha presentado querella por los graves insultos que desde el patio de operaciones se le dedicaron, y que las conversaciones para la venta del inmueble quedaron interrumpidas hace más de tres años porque él no quiere vender.

            La réplica de los bancarios no tardó en llegar. Según ellos, difícilmente puede darse credibilidad a lo de organizar una orquesta clásica de cámara ya que las melodías que, no una sino diez, quince, veinte veces seguidas, pueden oírse, son tales que La Raspa, Los Voluntarios, La Vaca Lechera, y otras del estilo.

            Periódicos nacionales como Hoja del Lunes de Madrid, El Alcázar o Solidaridad Nacional, de Barcelona, se ocuparon de la trifulca en un tono humorístico y con la ocurrencia de López Luque sonrió media España durante una semana más o menos. En algún periódico se informó del hecho diciendo que lo de los conciertos había tenido lugar «en la tierra donde con tanto salero se resuelven las cosas», aunque lo de salero no sabemos si lo dice con retintín porque desde luego la salida de López Luque ocurre a escasos cien metros del que según Ladrón de Guevara es el kilómetro 0 de esa cosa negativa que dicen que abunda en Graná. Poco tiempo después la cuestión quedó olvidada y seguramente solucionada puesto que ya no se volvió a hablar más del asunto.

            El último capítulo de la singular historia se escribió en junio de 1952, dos años después del incidente, en una caroca del Corpus cuya quintilla decía: «¡Vaya cosa con salero!, / a mi prima doña Petra, / que necesita dinero, / el Banco paga la letra / y la música el casero». Obsérvese que ha transcurrido ya bastante tiempo, pero es que no hubo carocas en feria desde antes de la Guerra Civil y durante todo el mandato de Gallego Burín, a quien por lo visto no gustaba nada esta tradición chistosa de nuestras fiestas mayores. A partir de ese año, 1952, ya con Ossorio Morales en el sillón de la Plaza del Carmen, volverán puntualmente cada Corpus las caricaturas y las quintillas jocosas a Bib-Rambla.


Chiste publicado en El Alcázar sobre la guerra musical de Granada. A la derecha, aspecto exterior de la casa 48 de la calle Reyes Católicos, pared con pared de la casa de Correos


Ilustres visitas de primavera

            Granada, que ya rozaba los 175.000 habitantes, en la primavera de 1950 recibió la visita de distintas personalidades además de decenas de miles de viajeros, casi todos venidos sólo para ver nuestros monumentos. Los hoteles estuvieron a rebosar de turistas de calzón corto de todas las nacionalidades.

Por cierto que contra las pilosidades al aire de los guiris es frecuente leer en los diarios diatribas de condena y escándalo, algunas con buena pluma y con una sorna que uno diría que podría inscribirse por derecho propio en una antología de esa cosa tan genuinamente granadina, de la malafollá, ¡vamos!, como “Z” en Ideal. El “tarzanismo” no es español, dicen indignados los guardianes de una moral puritana que nada tiene que ver con la que es propia de la gente de la calle, aun en pleno nacionalcatolicismo. Mientras, el gobernador Fernández-Victorio, ha dictado un bando, fijado en los hoteles para que lo lean los visitantes en su idioma, en el que se prohíbe el descoco de los foráneos, que no podrán pasear por la ciudad en calzones cortos ni las mujeres en “pantalones masculinos”, prohibiciones que nos consta nunca fueron plenamente observadas. Al mismo tiempo la máxima autoridad provincial mediante otro bando, ha mandado retirar de las calles y poner a disposición del Tribunal de Vagos y Maleantes a los muchísimos pordioseros y pedigüeños que pululan por toda Graná, sobre todo por los alrededores de los monumentos y los hoteles.

A primeros de abril llegaba un ilustre visitante, el último y breve rey que tuvo Italia, Humberto II de Saboya (Re di Maggio), errante por la Europa de finales de los cuarenta. Venía de riguroso incógnito, dice Ideal, y el motivo de su visita era presenciar las procesiones granadinas de Semana Santa, cosa que hizo en compañía de su hija, la princesa María Pía Sarre, y de la señorita Paladichino, se lee en la prensa. Estuvo sólo el Domingo de Ramos y continuó viaje a Sevilla con el mismo fin de ver los desfiles de allí.

 Una semana más tarde vino el novelista, poeta y dramaturgo británico Cecil Roberts, acompañado de su esposa. En su tiempo fue un aclamado escritor, pero en la actualidad está más bien olvidado. No debió dejarse ver demasiado y tampoco era alguien conocido en España, por eso los periódicos sólo informaron de su llegada.

Mucho más popular fue la visita en las mismas fechas de Carmen Sevilla en plena y rozagante juventud, por entonces ennoviada con el torero mejicano Carlos Arruza. El rodaje de los exteriores de su película “Cuentos de la Alhambra”, basada en dos de esos cuentos de Washington Irving, era lo que la había traído hasta aquí. El director de la película, Florián Rey, fue entrevistado para Ideal aprovechando la suspensión temporal del rodaje por causa de la lluvia, y manifestó que de su filmografía, la película de la que más orgulloso se sentía era “La Aldea Perdida”. Se trata de un error de transcripción ya que el nombre correcto es “La Aldea Maldita”. Con argumento y dirección de Florián Rey, existe una primera versión de La Aldea Maldita, muda, estrenada en 1930, un melodrama rural con cierta carga de denuncia social, para muchos la obra maestra del cine español mudo; y en 1942, también con guion y dirección de Florián Rey se estrenó con el mismo título una segunda versión, un remake, ahora ya sonora, pero, según las muchas webs de cinematografía, la censura desfiguró bastante la historia y quitó hierro a cualquier planteamiento de denuncia, dando como resultado un film que, aunque le falta la fuerza de la primera versión, sigue ocupando un lugar destacado entre las buenas producciones hispanas del séptimo arte. Algún premio internacional obtuvo.  

Una semana más tarde un futuro premio Nobel de Medicina (en 1952) vino a Granada, el doctor Waksman, descubridor de la estreptomicina, el segundo antibiótico tras la penicilina. Llegó en el coche oficial del gobernador civil de Sevilla, de donde provenía, acompañado del también doctor Florencio Bustinza y de sus respectivas esposas. En el Alhambra Palace lo esperaban el alcalde y el rector, más un grupo de profesores universitarios. Visitó la Alhambra y el Generalife y al día siguiente la Real Academia de Medicina, del distrito de Granada, lo nombró académico de honor después de que el sabio pronunciara una conferencia -en francés- en el aula magna de la Facultad de Medicina, a la que asistieron las primeras autoridades provinciales, bajo el lema «La investigación orientada al descubrimiento de nuevos agentes antibióticos». Al día siguiente hizo una excursión a la Silla del Moro y el Llano de la Perdiz, y por la noche fue homenajeado por la Universidad con una cena en la Escuela de Estudios Árabes de la Cuesta del Chapiz, rematada con la asistencia a una zambra del Sacromonte. Otro día más estuvo Waksman, en el que su acompañante, doctor Bustinza, pronunció asimismo una conferencia en Medicina, y después partieron todos camino de Madrid.

El rodaje de otra película, “Debla”, dice Ideal, fue el que trajo a Granada a Alfredo Mayo, en la primera semana del mes de su apellido, en unión del director del film Ramón Torrado y también Paquita Rico y Lina Yegros, protagonistas femeninas. Harka, Raza, A mí la Legión, sus tres películas preferidas, según dijo a Ideal el propio Alfredo Mayo, lo consagraron como el héroe por excelencia de lo que algún crítico calificó como el cine fascista español, característico de la primera posguerra. Como todos los famosos que pisaban nuestra tierra, se quejó del agobio padecido por los miles de pedigüeños de autógrafos que tuvo que esquivar, y también dijo que Granada le encantaba y que ahora, en los veinte días que iba a durar el rodaje, aprovecharía para conocerla a fondo. Ramón Torrado, sin embargo, era la primera vez que nos visitaba, pero dice que no sabe qué admirar más, si la Alhambra o la propia ciudad. Anteriores películas suyas, como Campeones (con Zamora, Quincoces y Gorostiza, entre otros) o Botón de Ancla, era lo que más sonaba a los paisanos. Pero la que aquí rodaba, que se estrenó ya en 1951 con el título Debla, la Virgen Gitana, seguro que no está entre sus mejores producciones (ni siquiera aparece en su filmografía en Wikipedia). Es más destacable esa película por razones técnicas que artísticas ya que se trata de una de las primeras películas españolas en color, por el sistema autóctono y casi artesanal que se llamó “cinefotocolor”, por lo demás, es un claro exponente de lo que abundaba por entonces en la cinematografía hispana, un melodrama musical folclórico a base de gitanos cantarines y danzarines quenosepuéaguantar.

A primeros de junio, comenzando las fiestas del Corpus, fue Carmen Polo quien se dejó ver en Granada. Sin su marido, pero acompañada de los marqueses de Huétor-Santillán, fue huésped de honor de Granada durante unos días que dedicó a una salve en la Virgen de las Angustias y un sarao en la Real Sociedad de Tenis, en su primera jornada. En su segundo día de estancia granadina, aun siendo quien era, no pudo salir en la procesión del Corpus porque por aquellos años, sorprendentemente no se admitían mujeres en ese desfile, ni siquiera si eran religiosas, así que tuvo que ver el cortejo desde un balcón en Reyes Católicos de la casa del Banco Español de Crédito, acompañada del alcalde y del capitán general; por la tarde estuvo en los toros, y por la noche en el Palacio de Carlos V para asistir al espectáculo de bailes españoles de Marifé Torres. En su tercera jornada se dio un garbeo por las tiendas de antigüedades y continuó con una visita a un taller de máquinas de coser para productoras y un comedor subvencionado, de la Sección Femenina, y más toros por la tarde, para terminar con una cena de gala en el Ayuntamiento y una zambra. En su cuarto día visitó las escuelas del Ave María de la Cuesta del Chapiz, también el asilo de la Divina Infantita en la Cuesta de Santa Inés, más la Catedral y la Capilla Real. Y después de almorzar volvió a Madrid.

Otros ilustres estuvieron también en estas fechas en Granada, como José María Pemán, aunque éste solía venir bastante para visitar a una hija suya, monja en un convento de clausura granadino.

Antes que todos, no en primavera ni de turismo, a finales de febrero, Pilar Primo de Rivera, eterna mandamás de la Sección Femenina de Falange, se dio una vuelta para inspeccionar el funcionamiento de la delegación granadina. Venía de Almería por la costa y hasta el Suspiro del Moro se acercó el gobernador civil a recibirla, y después, en su alojamiento del Parador de San Francisco, fue cumplimentada por el alcalde entre otras autoridades locales. Cinco o seis días permaneció en nuestra tierra y una de sus jornadas la dedicó a la entrega personal de cuatrocientos lotes de ropa de abrigo a los pobres, dentro de lo que se denominaba Campaña de Invierno, una campaña de caridad organizada por Acción Católica y con la participación de Auxilio Social en la que, mediante suscripción pública, se costeaba la entrega a los sin recursos de ropas de abrigo o el desempeño de las suyas propias, además de comedores sociales y más cosas.

¿Justicia social o caridad? El azul mahón obrerista de la Falange de primera hora hacía ya muchos años que había desteñido, y la ausencia de justicia social la suplían los de los 27 puntos con el celeste angelical de las damas de buena sociedad que practicaban la caridad. Aquello que proclamaban los puntos 9 al 16 del beligerante programa fundacional de Falange hacía mucho tiempo que los gerifaltes de boinilla roja lo habían olvidado a cambio del plato de lentejas que suponían las migajas de poder que caían de la mesa del dictador.

En el parador recibió Pilar Primo la visita para saludarla del por entonces director general de Turismo, Luis Antonio Bolín, también allí alojado, el mismo que alquiló el Dragon Rapide en el que viajó Franco desde Canarias hasta Tetuán para encabezar el golpe de estado contra la República. A su vez fue Bolín cumplimentado por las autoridades locales y manifestó a la prensa que venía de paso para Madrid después de haber estado en USA promocionando el turismo español.


 Ilustres visitantes recibió Granada en la primavera de 1950

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