Derrota en Badalona
La siguiente
jornada de la 48-49, la once, llevó al Granada a Badalona, equipo de la zona
baja y que acabó descendiendo, pero que el domingo 21 de noviembre de 1948, el
mismo día en que la democracia orgánica
había convocado a las urnas para la elección de concejales por el tercio
familiar, derrotó 2-0 al Granada. Según las crónicas el Granada es un claro
aspirante al ascenso y jugó un partido bueno y dominó, pero como en otras
muchas ocasiones anteriores, fue nulo en ataque. La incorporación de Millán a la
delantera no surtió efecto en esta ocasión. Fue novedad en la alineación Toñín,
que debutaba en sustitución de Arencibia, lesionado y que ya no volverá a jugar
hasta el último partido de la temporada, de Copa del Generalísimo. También
Luiqui, ausente desde la segunda jornada por lesión. El resultado adverso hizo
al Granada perder un puesto en la clasificación y pasar al cuarto.
Mientras el Granada
caía derrotado en Badalona, en Los Cármenes el filial goleaba 4-0 al Esperanza
de Jaén en la jornada quinta y última de la primera vuelta y se reafirmaba en
el liderato de su grupo. Según las crónicas, a pesar del resultado, fue un
partido anodino.
Las peñas quieren fichar jugadores
La derrota en
Murcia de dos jornadas antes, la 9, y la constatación de la mala actuación de
la línea delantera, como en tantos anteriores choques, movió a algunos
aficionados a buscar una solución, y así en la prensa del 10 de noviembre
apareció una carta abierta firmada por “un grupo de aficionados” en la que
dicen que, en vista de las deficientes actuaciones que tarde tras tarde vienen
dando determinados elementos de la delantera y teniendo en cuenta las grandes
posibilidades de ascenso que existen y la falta de monetario del Granada,
proponen abrir una cuestación popular para recaudar fondos con los que adquirir
tres o cuatro jugadores de valía.
Una semana después
una peña, la del bar Andalucía, fue la primera en responder a la llamada y
abrió la suscripción con 500 pesetas recaudadas entre sus peñistas. La segunda
lista de donantes aparecida en la prensa la encabeza Manuel Torres Molina con
50 pesetas. Tras esa segunda lista se alcanzó la cantidad de 1.140. En días
sucesivos y durante todo el mes de noviembre los diarios granadinos incluyeron
listas en las que figuraban nombres y apellidos de los donantes y las
cantidades aportadas por cada uno. Hubo muchísimos modestos donativos de diez
pesetas, pero tampoco faltaron otros más generosos, de tres cifras, y gran
parte del comercio y la hostelería local aportaron sus cantidades.
Las peñas
granadinistas, tan activas la temporada pasada, en ésta sin embargo parecían
adormecidas hasta que se puso en marcha esta iniciativa. Los presidentes de
todas las peñas fueron reunidos por el diario Patria y de esa reunión salió una
comisión comandada por el periodista de Patria Daniel Saucedo Aranda,
que quedó encargada de intervenir en la aplicación de las cantidades recaudadas
y asesorar sobre los jugadores a fichar. Sólo la peña de empleados de Banca y
Bolsa se opuso a lo tratado.
La respuesta del
club no se hizo esperar y tan solo un día después apareció en los diarios una
nota oficial de la directiva en la que se lee que en modo alguno puede permitir
que se constituyan comisiones al margen del club para adquirir jugadores ya que
esta misión corresponde en exclusiva a sus órganos rectores. En la misma nota
el club también hace saber que admitirá de muy buen grado cuantos donativos les
ofrezcan aficionados a título particular o comisiones de los mismos, pero que
la elección de jugadores para fichar de ninguna manera la delegará en terceros.
Ya no se habló más de la cuestión y desconocemos si las cantidades recaudadas
fueron finalmente a parar a poder del club o se procedió a devolver lo aportado
por cada cual.
Ficha Megino y debuta en la victoria sobre el Levante
Sin guardar
relación alguna con esa colecta de generosos aportadores para fichajes del
Granada y pese a que reiteradamente venían apareciendo en la prensa comentarios
acerca de la imposibilidad de que el club fichara nuevos futbolistas por ser
muy precaria su situación económica, a principios de noviembre comentan los
diarios que el Granada está en negociaciones con el Jaén, de tercera, para
fichar al extremo blanco Megino, nombre que ya sonó la temporada anterior pero
fue descartado porque desde el club vecino se descolgaron pidiendo una cantidad
exagerada. En primera instancia el Granada ofreció al Jaén el trueque de su
jugador por los granadinistas Díaz y Toñín, y ambos jugaron un amistoso en las
filas del Jaén, pero no convencieron. A pesar de todas las dificultades
crematísticas, a finales de noviembre y después de la jornada once en la que el
Granada cayó derrotado en Badalona, fichó Megino por cuatro temporadas por
65.000 pesetas y un partido amistoso en Jaén.
Un jueves fichó
Megino y el domingo siguiente ya se enfundaba la zamarra rojiblanca para ser
alineado en el puesto de extremo derecho en el partido de la jornada 12 en el
que el Granada derrotó 3-0 al Levante, equipo de la zona media que entrenaba el
ex granadinista Antonio Bonet. Según la prensa granadina, nuestro equipo jugó
un gran partido de entrega y pundonor y derrotó con toda justicia a los
valencianos, cuajando una buena actuación el debutante Megino. Y eso que en
principio la alineación rojiblanca hubo que recomponerla por lesiones,
enfermedad o circunstancias familiares de varios integrantes de su equipo
titular. En la portería se mantuvo Candi, pero en la defensa Toñín acompañó a
Lesmes y Rey sustituyó a Millán, quien a su vez se alineó de delantero centro
(y consiguió dos de los goles) en lugar del lesionado ariete Morales. La línea
media fue por completo novedosa porque la lesión del veterano Arencibia hizo
debutar al canterano Montilla, quien venía dando grandes actuaciones en las
filas del filial, y para el otro puesto, ante la ausencia de Sosa, que viajó a
su tierra natal por estar su padre grave, Almagro retrasó su posición y actuó
en el volante izquierdo. En la delantera también hubo novedades con el debut de
Megino y la vuelta de Millán al puesto de delantero centro, completando el
quinteto Trompi, Fraga y Mas (que marcó el otro gol). Con la victoria el
Granada recuperó la tercera plaza, ya a sólo dos puntos del líder Málaga.
El filial Granada B
descansó esta semana al no poder jugarse el partido que debía enfrentarle al
nuevo Recreativo de Granada, ya la jornada seis y primera de la segunda vuelta.
Esta circunstancia fue aprovechada por el Bailén, su más directo rival, para
arrebatarle temporalmente el liderato.
En ascenso directo al ganar en Gerona
En la jornada 13 y
última de la primera vuelta al Granada le tocaba jugar en Gerona, pero como la
siguiente, la 14 y primera de la segunda ronda, suponía un nuevo
desplazamiento, a Castellón, la expedición rojiblanca, formada por catorce
futbolistas más el entrenador Cholín, el directivo delegado y el masajista,
salió para tierras catalanas el jueves antes del partido, despidiéndose hasta
diez días después, como era habitual en aquellos años de infraestructuras
ferroviarias en precario. Para ayudar económicamente en el doble desplazamiento
se cerró un acuerdo para la disputa entre semana de un amistoso en Les Corts
frente al Barcelona.
En Gerona el
Granada, apoyado desde la grada por un gran número de quintos granadinos
haciendo la mili en aquellas tierras, aumentó a cuatro su cuenta de positivos
consiguiendo su primera victoria a domicilio por 0-1 ante el once local, equipo
de la zona baja. El gol de la victoria lo consiguió Morales, que volvía aún sin
estar plenamente recuperado, aprovechando un magnífico pase del recién fichado
Megino y, según las crónicas, el Granada fue mejor y ganó con justicia.
Para el diario
gerundense Los Sitios, el Granada es
sin duda el mejor equipo que esta temporada ha pasado por el campo de Vista Alegre,
formado por once atletas duros, fuertes y tenaces y que además saben jugar al
fútbol y practicar los modernos sistemas de juego (la WM). Destaca la cerrada
defensa de cuatro que dispuso Cholín en toda la segunda parte para conservar la
ventaja en el marcador, y también la buena actuación del canterano Montilla, de
nuevo en el once titular. También merece comentario favorable la actuación de
Candi, cada vez más afianzado en la titularidad; el guardameta se lesionó en un
brazo, pero aguantó los noventa minutos. Gracias a la victoria, por primera vez
esta temporada el Granada se situó en puesto de ascenso directo, el segundo, a
dos puntos del líder Málaga y empatado con el tercero, el Hércules.
Mientras tanto en
Los Cármenes el filial Granada B, reforzado con los profesionales de la primera
plantilla Laureano Martín, Luiqui y Díaz, derrotó 4-1 al Baeza, otro de los
gallitos. Dos horas antes de la celebración del encuentro del Granada B y en el
mismo escenario, el nuevo Recreativo de Granada consiguió su primera victoria
de la liga al derrotar al Español de Santiago, de Córdoba, por 6-4. La noticia
de la fundación de este tercer Recreativo fue recibida en su día con recelo en
el seno del club rojiblanco, pero en estos momentos sus relaciones con el
Granada habían cambiado a positivo y por esa razón había obtenido autorización
de la directiva rojiblanca para jugar como local en Los Cármenes, abandonando
el estadio de la Juventud, que venía siendo el escenario de sus partidos
caseros, y además había obtenido la cesión de algún elemento del Granada B que
no venía siendo utilizado por el míster Manolo Ibáñez.
Amistoso en Les Corts y derrota en Castellón
Tras jugar y ganar
en Gerona, la expedición rojiblanca acudió al campo barcelonés de Les Corts
para la disputa de un amistoso frente al equipo blaugrana, el miércoles 8 de
diciembre de 1948, fiesta en toda España. El Barcelona fue el campeón de la
liga 48-49, pero en esos momentos marchaba tercero clasificado, por detrás de
Madrid y Atlético de Madrid. Los catalanes jugaron los primeros cuarenta y
cinco minutos con su equipo titular, introduciendo cambios en la segunda mitad,
entre ellos el del futuro granadinista Manchón, de 18 años, que era la primera
vez que disputaba un partido con el primer equipo azulgrana. Y el Granada
presentó la misma alineación que en Gerona excepto la reaparición de Sosa, en
detrimento del granadino Montilla, y la de Fraga en punta de ataque en
sustitución de un tocado Morales. Vencieron los locales 2-1 y las crónicas
alaban el buen juego del Granada, en especial en la primera mitad. Mundo
Deportivo dice que el Granada desplegó, a ratos, un gran juego.
La expedición del
Granada permaneció en Barcelona hasta el sábado, día en el que partió hacia
Castellón para disputar el primer partido de la segunda vuelta, jornada 14. En El
Sequiol un Granada nuevamente con alineación de circunstancias perdió 1-0
en un partido en el que, según los plumillas levantinos, tuvo mala suerte y fue
a encajar ese único gol (marcado por Mamblona, uno de los fallecidos en el
accidente del Melilla en Loja tres años después) faltando menos de cinco
minutos para el final y por culpa del fuerte viento que hacía en La Plana. A
última hora se le presentó al Granada la importantísima baja de Lesmes y esto
obligó a recomponer la defensa, actuando Rey de central y Sosa de defensa
izquierdo, con Millán por la derecha, y en la delantera la nueva ausencia de
Morales hizo jugar a Fraga de 9, como ya lo había hecho en el amistoso de
Barcelona. El ventarrón reinante impidió que se viera un juego mínimamente
trenzado. La derrota relegó al Granada a la cuarta plaza, aunque sin aumentar
su distancia de dos puntos respecto del líder Málaga, que tropezó en esta
jornada.
Mientras el Granada
era derrotado en Castellón, en Los Cármenes el filial, sin el concurso de
ningún profesional, consiguió una nueva victoria por paliza, esta vez frente al
Español de Santiago cordobés. El resultado fue de 0-6 porque, aunque el
encuentro tuvo como escenario el estadio granadino, en realidad el Granada B
actuaba en calidad de visitante porque su rival, que había sido filial del
Córdoba, al desligarse de la tutela de éste se había quedado sin campo donde
jugar sus encuentros locales, de manera que toda la liga actuó en los campos de
sus rivales, tanto como visitante como en calidad de local. Previamente tenía
que haberse jugado el partido de la misma categoría entre el Recreativo y el
Esperanza de Jaén, pero éste se presentó tarde cuando el encuentro ya había
sido suspendido. Simultáneamente a la disputa del partido del filial, en la
finca lindera a Los Cármenes el arzobispo Santos Oliveras inauguraba
solemnemente las nuevas escuelas del Ave María.
Homenaje a Cholín
Después del partido
en Castellón toda la plantilla tomó las vacaciones navideñas y la liga quedó
aplazada hasta dos semanas después. El parón fue aprovechado para tributar un
homenaje al entrenador de la primera plantilla, Ignacio Alcorta, Cholín,
celebrando una cena en el restaurante Los Leones a la que por el precio de 39
pesetas por cubierto asistieron ciento treinta comensales de toda clase y
condición social, muchos de ellos sin ninguna vinculación con el deporte. Pepe
Millán a los brindis obsequió al homenajeado con un juego de cartera, billetera
y petaca en cuero repujado por artesanos granadinos. Cholín agradeció el
homenaje y los regalos y dijo que desde la primera vez que vino a nuestra
tierra se quedó enamorado de ella y se formó el propósito de quedarse aquí a
vivir, y que puesto que sus hijos han nacido en Granada él se consideraba un
granadino más. La cena fue no obstante sólo una primera entrega de un homenaje
más amplio que estaba previsto y que consistiría en un partido amistoso a
celebrar ya en enero y para el cual todavía no se había encontrado adversario.
Tras interminables gestiones fue contratado finalmente el At. Madrid, y el día
señalado fue el de San Cecilio, o sea, el 1 de febrero, fiesta local.
El Granada B, campeón, asciende a Regional Preferente
La primera
plantilla se había ido de vacaciones a mediados de diciembre, pero la
competición de 1ª Regional no se detuvo. Así el filial el 19 de diciembre se
enfrentó al único rival que podía disputarle el campeonato de su grupo, el
Bailén, que marchaba un punto por delante, pero con un partido más. En Los
Cármenes el Granada B no tuvo demasiados problemas para imponerse a su rival
por el tanteo de 2-0, con lo que el campeonato del grupo quedó virtualmente
asegurado porque el filial recuperó el liderato y distanció a su rival en un
punto más el golaveraje, teniendo en cuenta que al Bailén sólo le quedaba por
jugar un último partido mientras que el Granada B todavía tenía que disputar
dos encuentros al tener aplazado su enfrentamiento con el Recreativo.
Al domingo
siguiente, 26 de diciembre de 1948, en la décima jornada y última del
calendario, en La Victoria ante el Esperanza, equipo filial del R. Jaén que
actuó reforzado con algún elemento de la primera plantilla, el Granada B se
impuso 2-3, consiguiendo así ya matemáticamente el campeonato en solitario del
grupo y con él el ascenso a Regional Preferente. La crónica, escrita por un
periodista local, dice que el Granada B fue netamente superior y mereció ganar
por más amplio margen, pero se le anularon tres goles y además Mas falló un
penalti (también reforzaron al filial los integrantes de la primera plantilla
Díaz y Luiqui).
Doble palizón del filial al tercer Recreativo
El partido aplazado
de la jornada sexta o primera de la segunda vuelta, entre el Granada B y el nuevo
Recreativo, ya sin ninguna trascendencia para la clasificación, se jugó por fin
el sábado 1 de enero de 1949 en Los Cármenes, actuando el filial como
visitante. Este partido tiene la particularidad histórica de que en él se
estrenaron las porterías de Los Cármenes ya con sus postes redondeados, tal
como dispuso la Federación a principio de temporada. Con arbitraje del ex del Once Fantasma Eloy Díaz, acabó con el
resultado de 1-7 ante poquísimo público en una tarde fría y lluviosa y con el
terreno en pésimas condiciones. En el Granada B se alinearon Toñín y Megino,
éste por no poder actuar en Copa dado que esta misma temporada ya lo había
hecho en las filas del Jaén. Como interior, pero en el otro equipo, salió Almagro
II, hermano del jugador de la primera plantilla, que actuaba cedido por el
Granada en este tercer Recreativo de efímera vida puesto que sólo existió la
temporada que se narra. De esta brillante manera terminaba la segunda liga del
equipo filial del Granada, en la que sólo perdió un partido siendo capaz de
conseguir 47 goles por 13 encajados.
Los dos mismos
contendientes, Granada B y Recreativo, volvieron a verse las caras en el mismo
escenario cinco días después, pero ahora para dilucidar el campeón provincial
de la Copa de Aficionados. Para llegar a este choque ambos previamente habían
eliminado a distintos cuadros de la provincia. El resultado fue una nueva
paliza de los blanquiazules, que jugaron sin ningún refuerzo del primer equipo
ya que en esta competición, como su nombre indica, sólo podían alinearse
jugadores amateur; 9-0 fue el resultado, que muestra bien a las claras la
potencialidad del filial rojiblanco así como la debilidad de su oponente. Tres
de los goles los encajó el recreativista Vicente (Vicente Díaz), que tuvo que
ocupar la puerta ante la expulsión del portero Quinito. De esta manera el
Granada B se clasificó para la fase regional de este trofeo que había de
enfrentarle con los campeones de otras provincias andaluzas.
Victoria en Tomelloso y pase a la siguiente ronda de Copa
Durante las
vacaciones de Navidad se sorteó la cuarta eliminatoria de Copa del Generalísimo
en la que al Granada le correspondió como rival el Tomelloso, de tercera. Este
año la copa tuvo varias eliminatorias previas que disputaron los equipos de los
seis grupos de tercera, estando establecido que a partir de la cuarta entraran
en juego los equipos de primera y segunda, y se haría a partido único,
repartiéndose por mitades la taquilla ambos contendientes. Hasta cuartos de
final se mantendría la fórmula de eliminatoria a partido único. La suerte
decretó que ese único choque se disputara en tierras manchegas, y ante lo
exiguo de la recaudación que se preveía, la directiva inició gestiones para que
el partido se jugara en Los Cármenes o en un campo neutral, pero no se llegó a
acuerdo dado que el club ciudarrealeño pedía la muy exagerada cantidad de
50.000 pesetas libres de todo gasto además del coste del desplazamiento y
manutención en Granada para que el partido se celebrara en Los Cármenes (el
Granada ofrecía 35.000).
Así el domingo 2 de
enero de 1949 compareció en Tomelloso por primera vez en su historia el
Granada, que alineó a todos sus titulares y logró pasar a la siguiente ronda al
derrotar a los locales por 0-1, gol de Fraga en un partido malo de solemnidad.
Unos días después,
el jueves 6 de enero, compareció el equipo rojiblanco en La Victoria de Jaén
para disputar un amistoso con el cuadro local, partido que formaba parte del
pago por el traspaso de Megino. Ganó el Granada 2-5 con arbitraje de Morales,
otro ex del Once Fantasma de los años
treinta. Lo más positivo fue constatar la recuperación del guardameta Valero,
ausente por lesión desde hacía más de dos meses.
Victoria ante el Baracaldo con arbitraje de Eloy
Por fin y tras casi
un mes de parón, desde el 12 de diciembre, volvió la liga a disputarse el
domingo 9 de enero, ya de 1949, con la jornada 15, segunda de la segunda
vuelta. El Granada recibía en Los Cármenes al Baracaldo, que esta temporada era
filial del Bilbao y estuvo toda la liga en los primeros puestos, así que a
priori era temible. Pero ante este cualificado rival el Granada consiguió una
victoria por 3-1 que se fraguó en la primera parte, que fue cuando se
consiguieron los cuatro goles, en un partido bien jugado por ambos
contendientes mientras el terreno de Los Cármenes aguantó, ya que como no paró
de llover el estado del césped fue paulatinamente impidiendo trenzar jugadas.
La anécdota estuvo
en que el partido comenzó con casi media hora de retraso porque a la hora
fijada para el comienzo, cuatro menos cuarto de la tarde, el árbitro designado,
el santanderino Celestino Rodríguez Mato, veterano con amplísimo recorrido en
primera y segunda, no había comparecido debido a las varias horas de retraso
acumuladas por el tren que lo traía a Granada; por esa razón se decidió que el
partido fuera arbitrado por un colegiado local, Eloy Díaz, granadino y ex
portero del Once Fantasma de los años treinta, tal como prevén las
normas reglamentarias y para evitar que una prolongada espera motivara que la
noche se cerniera sobre el campo imposibilitando la visión pues en Los Cármenes
no había iluminación. La directiva desplazó un coche hasta Iznalloz para
recoger en esa estación al árbitro con objeto de ganar tiempo, pero a pesar de
todo, cuando llegó por fin el trencilla a Los Cármenes, casi una hora después
de lo previsto, su papel fue el de mero espectador y los noventa minutos fueron
dirigidos por Eloy, quien no influyó nada en el resultado según las crónicas
locales y corroboró el esa tarde espectador Celestino Rodríguez.
Las crónicas
destacan por encima de todos al granadino Manolo Almagro, superior en varios
codos (dice Fernández de Burgos en Ideal) al resto de jugadores. Con la
victoria subió el Granada a la tercera plaza, empatado a puntos con el Málaga,
pero uno por debajo de la Real Sociedad.
CALLEJEANDO
La democracia orgánica
Que
España desde el final de la Guerra Civil y hasta la muerte de Franco estuvo
regida por una dictadura no es precisamente un secreto. El parlamentarismo y
los partidos políticos fueron abolidos en todo ese periodo, treinta y seis años
largos. No obstante, buscando siempre la aprobación del exterior y para dar la
imagen de que en España no imperaba un régimen autocrático feroz, también hubo
algunos momentos, muy pocos, en que los españoles fueron llamados a las urnas.
Así se hacía ver a quienes mantenían aislada a España y fuera de los organismos
internacionales nacidos tras la II GM que el régimen de Franco era en realidad
una democracia.
Democracia sí, pero ¿qué tipo de
democracia? ¿La liberal propia de la España de finales del XIX y principios del
XX? De ninguna manera podría tolerar el general la vuelta a aquello que, según
los ideólogos del franquismo, trajo la ruina y la decadencia a estos predios.
Los españolitos, eternos menores de edad para el franquismo, no habrían sabido
discernir con criterio propio y usar su voto en el sentido correcto si volvían
las trasnochadas retóricas de las peleas políticas y las marrullerías del viejo
caciquismo decimonónico. Democracia sí, era lo que necesitábamos, pero con
sifón, esto es, siempre dentro de un orden, o sea, la democracia orgánica, la
verdadera y real democracia, ya lo dijo el mismísimo Franco. Nada de partidos
políticos como en las funestas democracias liberales -las democracias
inorgánicas, plaga espantosa per se-,
organizaciones artificiales a fin de cuentas. Los órganos naturales de
asociación son la familia, el municipio y el sindicato, o sea, donde se nace,
se vive y se trabaja, y los españoles podrían participar en la vida política
por medio de esas organizaciones naturales. Nada de sufragio universal individualista
y fuente de incesantes conflictos y de desunión entre los españoles, en la
nueva España corporativista se participaba en política a través de esos órganos
naturales y jerarquizados.
Ya lo decía en 1934 el punto 6 de los 27 de
que constaba el programa fundacional de Falange Española de las JONS: «Nuestro
Estado, será un instrumento totalitario al servicio de la integridad de la
patria. Todos los españoles participarán en él al través de su función
familiar, municipal y sindical. Nadie participará al través de los partidos
políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los partidos políticos, con
todas sus consecuencias…».
Así, en 1942 nacieron las Cortes, el
supuesto órgano superior de participación del pueblo en las tareas del Estado,
cuyos miembros serían designados en teoría por los españoles a través
precisamente de la familia, el municipio y el sindicato. Pero las Cortes de
Franco fueron en realidad un simulacro de parlamento. Nacieron presuntamente
para limitar el poder absoluto del dictador, que a partir de ese momento
tendría que someter a consulta a este órgano todas las leyes antes de ser
sancionadas, luego nacía este organismo como un poder legislativo que debatía
los proyectos de ley y los aprobaba o rechazaba por el mecanismo de las
mayorías. Pero en la práctica su labor se limitaba a decir ¡si señor, sí señor! a cuanto se le
presentaba, la mayor parte de las veces elaborado de espaldas por completo a
este seudo Congreso, y además Franco seguía conservando intacta la decisión
última de dar validez o no a cualquier disposición legislativa.
Los miembros de esta cámara, los
procuradores, fueron en su totalidad designados a dedo desde la creación del
organismo, de ellos, unos cincuenta directamente nombrados por el jefe del
Estado. Hasta 1967, con la Ley Orgánica del Estado (la última de las Leyes
Fundamentales o seudo Constitución franquista), los pretendidos representantes
de las familias españolas, uno de esos pretendidos órganos naturales que
pretendidamente encauzaban la democracia orgánica, estuvieron ausentes de los
escaños del palacio de la Carrera de San Jerónimo. En una fecha ya tan lejana a
la instauración de la dictadura como 1967 se dispuso por fin que los
procuradores por el tercio familiar serían elegidos directamente por el pueblo
mediante sufragio universal, directo y secreto, lo más parecido a unas
elecciones libres en una democracia de verdad. Pero las dos veces que se
desempolvaron las urnas para que los españolitos votaran a quienes iban a ser
sus representantes por el tercio familiar, las dos celebradas con un índice de
abstencionismo cercano al 50%, no pasó aquello de otro paripé más y los elegidos
fueron siempre personas del Régimen, sin cuyo requisito no se podía siquiera
aspirar a presentarse a la elección.
Elecciones municipales
La democracia orgánica también debía regir
en los ayuntamientos franquistas y estar éstos compuestos por representantes de
los llamados tres órganos naturales de participación de la ciudadanía en
política a nivel doméstico: familia, sindicatos y entidades económicas,
culturales y profesionales. En 1945 el Fuero de los Españoles y la Ley de Bases
de Régimen Local establecieron el marco legislativo para la renovación de los
ayuntamientos. Se quiso empezar por el tercio familiar, que sería el único en
el que se diera la palabra al pueblo, pero sólo a los cabezas de familia,
fijando la cita con las urnas para el domingo 21 de noviembre de 1948. Los
otros dos tercios también serían renovados, pero se haría con designaciones
corporativas, es decir, sin tener que recurrir a votaciones populares, a las
que tan alérgicos fueron siempre los aparatos del franquismo. Los alcaldes
siguieron siendo nombrados directamente por los gobernadores civiles o por el
ministro de la Gobernación.
La elección de concejales por el tercio
familiar en Granada, por su población (unos 170.000 habitantes) se traducía en
que los nombres de siete personas, la tercera parte del total de ediles,
saldrían de las urnas designados por los cabezas de familia granadinos. El
procedimiento para la votación consistía en que el elector escribía
directamente en la papeleta de votación el nombre de los siete candidatos
seleccionados entre un total de dieciocho proclamados. Ni que decir tiene que
cualquiera no podía aspirar sin más a munícipe. Los candidatos a morar en la
plaza del Carmen tenían que ser obligatoriamente personas de orden y de probada
adhesión al Régimen, de lo contrario –obviamente- no podrían superar el filtro
previo de la Jefatura Provincial del Movimiento, el Gobierno Civil, que era
quien proclamaba a los futuribles.
Que sepamos, sólo una suerte de candidatura
oficial hizo algo parecido a una campaña electoral, que se limitó a que los
siete nombres de quienes la integraban aparecieran en las páginas de los
diarios locales en un recuadro en el que se pedía el voto para esa lista. La
encabezaba Juan Ossorio Morales, decano de la facultad de Derecho en nuestra
Universidad, futuro alcalde de Granada y futuro presidente del Granada CF; y le
acompañaban en la lista de siete otros como el también catedrático (decano de
Medicina) Miguel Guirao Gea, que fue quien más votos recibió; también el
propietario e industrial, caballero mutilado por la patria, José María Dávila
Valverde, quien ya había sido directivo del Granada en la corta presidencia del
marqués de las Torres de Orán y también en la de su sucesor, Manuel López Font,
en 1945, y que en los cincuenta llegará a presidente del Granada CF; otro era
Santiago González Sola, en esos momentos presidente de la Cámara Urbana, quien
ya había sido alcalde accidental de Granada durante tres meses en 1919; y
también iba en la lista el comerciante Moisés Linares Martín, otro ex directivo
del Granada CF cuando el presidente era Juan Diego Pérez de Haro, en la
temporada 1944-45. Un procurador de los tribunales, Benito Alguacil González, y
un maestro nacional, Andrés Gómez Castaño, completaban la lista. Esos siete
fueron los que finalmente resultaron elegidos e ingresaron en la corporación
municipal.
En Granada y provincia no hubo el menor
incidente durante la jornada electoral y, según datos oficiales, participó el
74% del censo. En trece municipios no hubo votación porque el número de
candidatos presentados no superaba el de plazas a cubrir, por lo cual aquéllos
quedaban automáticamente proclamados concejales. No obstante, esos datos
oficiales deben ser puestos en cuarentena porque fue práctica común en todas
las consultas del franquismo en las que hubo que votar algo la de la alteración
de los porcentajes de participación dado que todas ellas fueron entendidas
desde el poder como un plebiscito sobre el propio Régimen, por lo cual se
necesitaban cifras elevadas de participación y reducir al mínimo el número de
abstenciones, interpretadas como voto de oposición o descontento. Además, si
todos los rígidos mecanismos de control sobre el proceso en sí, los candidatos
o los electores, fallaban o los resultados no eran satisfactorios, no había
pudor alguno en directamente recurrir al pucherazo y dar oficialidad a unos
datos totalmente falseados. Ya lo dijo José Antonio Primo de Rivera: lo mejor
que se puede hacer con las urnas es
romperlas de un garrotazo.
En Granada todo parece indicar que los
votantes fueron poco más de la mitad del censo, y es que la inmensa mayoría de
la población consideraba estos simulacros de democracia como una simple
pantomima y daba por descontado que los resultados serían siempre los que de
antemano hubieran planeado los paniaguados del Régimen.
La retórica oficial a través de los
periódicos locales se encargó de resaltar que España había demostrado al mundo
cómo, «sin alharacas ni pirotecnia, remozaba sus organismos administrativos por
cauces de verdadera democracia (¿?),
en un ambiente de orden y decencia, como corresponde a la era feliz que abrió
el 18 de julio de 1936.»
Los concejales del tercio sindical, también
siete, fueron proclamados una semana más tarde, el 28 de noviembre, entre ellos
alguien más con significación en la historia del GCF: del sindicato de la
construcción, José Serrano Moleón, quien fue el contratista que se encargó de levantar
Los Cármenes en 1934. Luis Rivas Gálvez, otro futuro presidente del Granada CF,
sólo obtuvo once votos y no llegó a salir elegido pese a que era uno de los que
estaban en las listas. En la elección de estos siete concejales del tercio
sindical no participaba nadie ajeno a la organización de los sindicatos
verticales franquistas, sino que se verificaba por medio de compromisarios. Por
esta vía, andando los años, personas de ideología izquierdista lograron
infiltrarse en el esqueleto mismo del Régimen y erosionarlo desde dentro.
Dos semanas más tarde respecto de la
primera votación, 5 de diciembre, los concejales elegidos por el tercio
familiar y los del tercio sindical, se reunieron y eligieron a su vez a los
otros siete del tercio restante, el de representantes de entidades económicas,
culturales y profesionales no integradas en la organización sindical, también
llamado tercio corporativo. Así quedó totalmente renovado el Ayuntamiento de
Granada, al cual dejó de pertenecer como concejal el presidente del Granada CF
en esos momentos, Ricardo Martín Campos. El mandato de los nuevos ayuntamientos
era por el periodo de tres años.
Otoño de 1948
A principios
de octubre la prensa granadina publica el proyecto, recién aprobado por el
Consejo de Ministros junto con el presupuesto para su ejecución, del nuevo edificio
de Comunicaciones, Correos y Telégrafos de Granada.
Desde muchísimos años atrás estaba previsto
el traslado de Correos desde su estrecha e insuficiente sede en los bajos de
una casa de vecinos en Reyes Católicos (donde hoy se abre la Plaza de Isabel la
Católica) a otros locales más amplios y desde los que se pudiera ofrecer un
mejor servicio para una ciudad que no paraba de crecer en población. Con los
derribos de La Manigua y la apertura de la calle Ganivet, se presentó la
ocasión y se decidió que el nuevo Correos iría en un solar de Puerta Real, y en
1943 se elaboró el proyecto. Pero hete aquí que en 1948 lo único que se había
hecho era la tapia que delimitaba el terreno donde se iba a edificar, una
tapia, por cierto, asesina, porque en los muchísimos años que estuvo cerrando
aquel espacio, al menos dos personas que pasaban despreocupadamente por el
céntrico lugar encontraron la muerte al venírseles encima parte de ese muro,
vencido por los vientos y las lluvias, pero más que nada por la desidia de
quienes no acababan de rematar la obra. Todavía tendrán que pasar ¡¡¡diez años!!!,
junio de 1958, para que entrara en servicio la nueva sede granadina de Correos.
Y es que ya se sabe lo que ocurre en nuestra tierra con cualquier obra pública,
que siempre tarda cuatro veces más que en otros lugares.
Ideal
detalla los pormenores de lo que “en breve” será la casa de Correos. El
proyecto es de los arquitectos Luis Lozano y Joaquín Otamendi, el mismo que, en
unión de Antonio Palacios, diseñó el palacio de Comunicaciones de Madrid,
frente a La Cibeles, hoy sede del Ayuntamiento de la Villa y Corte. Constará de
cinco plantas, todas dedicadas al servicio, una de ellas en semisótano, y en la
planta baja se abrirá un amplísimo hall, al que se accederá por una escalinata
desde la rotonda de Puerta Real y donde irán instaladas las ventanillas de
atención al público. Los aparatos telegráficos irán en la primera planta, y el
resto se destina a oficinas, despachos y servicios interiores. Los buzones se
instalarán en los soportales de la calle Ganivet.
También en octubre, a mediados, quedaba
inaugurada la nueva Facultad de Filosofía y Letras en lo que fue Palacio de los
Condes de Luque, más conocido por Palacio de las Columnas o de los Pérez de
Herrasti, al final de la calle Puentezuelas, adquirido por el Estado dos años atrás
por dos millones de pesetas al que era su propietario, Ramón Contreras y Pérez
de Herrasti, y que ha estado en obras de reforma para adaptarlo a sus nuevas
funciones docentes. El acto fue presidido por el ministro de Educación
Nacional, José Ibáñez Martín, a quien el día de la víspera se le nombró hijo
adoptivo de Granada y se le impuso la medalla de oro de la ciudad.
El séptimo conde de Luque, Cristóbal
Fernández de Córdova y Pérez de Barradas, también sexto marqués de Algarinejo y
titular de una larguísima lista de otros títulos nobiliarios, entre ellos el de
veinticuatro y alférez mayor perpetuo de Granada, fue quien levantó este
palacio de corte clasicista para vivienda propia a principios del siglo XIX.
Por entonces esa zona constituía los arrabales de la ciudad.
El día anterior se instaló en el centro de
la Plaza de la Universidad la estatua de su fundador, el emperador Carlos V,
obra del escultor Barral hijo, copia de la que esculpiera en el siglo XVI
Pompeyo Leoni, que se encuentra en el Museo del Prado. Todo se realizó dentro
de unas jornadas dedicadas a conmemorar el cuarto centenario del nacimiento del
Padre Suárez, a las que asistieron varios académicos nacionales y extranjeros
además del ministro de Educación, José Ibáñez Martín y el de Justicia, Raimundo
Fernández Cuesta.
En noviembre vino a Granada en visita
turística la actriz mejicana María Félix, quien no hacía ni un año que había
puesto fin a su conflictiva relación con Agustín Lara, el autor de la universal
canción Granada, desde 1997 himno oficial de nuestra ciudad. Acompañada
del productor Cesáreo González, acababan de terminar el rodaje de su primera
película española, Mare Nostrum, y pronto empezaría el de Una Mujer
Cualquiera. Sólo estuvieron un día, que dedicaron a visitar Alhambra y
Generalife.
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