EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



lunes, 29 de noviembre de 2021

MEJORA CON CHOLÍN

La defensa que más veces se alineó en la 47-48: Millán, Lemes y Rey

 

El Ferrol de Juanito Alonso sirve para abandonar el farolillo

La siguiente jornada, ya la 18, 1 de febrero, San Cecilio, con romería matutina al Sacromonte, tocaba jugar nuevamente en casa, ahora con la visita del Ferrol. Los gallegos llegaron a Granada la víspera y en entrevista para Ideal, su entrenador, Hilario, dijo que no podía exigirles grandes cosas a sus pupilos después del larguísimo y penoso viaje hasta llegar a nuestra tierra. Habían salido el jueves por la mañana de tierras gallegas y les había pillado por el camino todo el terrible temporal de lluvias torrenciales que azotaba la Península y que había dejado incomunicada a Granada más de un día y sin agua para beber. Los gallegos llegaron el sábado muy a última hora después de haber tenido que hacer transbordo en Moreda debido a los desprendimientos que habían cortado la línea de ferrocarril.

Luego, en el campo, parecía que el Granada no iba a tener problema alguno para vencer e incluso golear a unos cansados ferrolanos que a la media hora iban por debajo en el marcador 3-0, con dos goles de Morales y uno de Fraga, pero antes del descanso los visitantes consiguieron poner el resultado en 3-2 con algo de suerte, ya que el primero de sus goles fue en propia meta de Millán y al minuto siguiente llegó el segundo gol gallego en un córner. En la segunda parte un nuevo gol de Fraga puso el marcador en 4-2 y los dos puntos se quedaron en casa y sirvieron para abandonar el farolillo rojo, traspasado al Baracaldo, aunque con los mismos puntos que los rojiblancos.

El Granada, nuevamente concentrado en el hotel Alhambra Palace desde el viernes anterior, abandonó su enclaustramiento sólo para jugar su partido frente al Ferrol. Según las crónicas fue un partido emocionante y bonito, jugado por los dos contendientes con mucho ímpetu y ganas, y el Granada fue mucho mejor y justo vencedor exhibiendo otra vez la WM a pleno funcionamiento. Sólo hubo un cambio en la alineación, obligado por la lesión de Arencibia que supuso que Rey dejara la cobertura para alinearse de medio mientras que su puesto en la defensa lo ocupó González. Desde la primera jornada, cuando lo de Gojenuri frente al Castellón, no se había podido ver a la eterna línea defensiva del Granada de los cuarenta, Millán-González, sin duda la más famosa pareja del Granada de aquella época. Pero González evidenció que todavía no estaba en condiciones para volver a ser el que fue y Millán tuvo una tarde gris y encima marcó en propia puerta.

Tras el partido Fernández de Burgos para Ideal entrevistó al míster ferrolano, el canario Hilario, medio internacional en su día, antes de la Guerra Civil, del R. Madrid y que también jugó en el Barcelona, y dice que «quien me ha perdido el partido es el portero, Alonso, ya que no ha hecho nada por detener ni tan sólo intervenir en las jugadas de los cuatro tantos encajados.» A lo que replicó Fernández de Burgos que a él y a la afición granadina le había parecido que Alonso había tenido una buena actuación, pero Hilario insistía diciendo que «ha llegado a creérselo demasiado y que ésa es su equivocación». Resulta curioso que un entrenador hable así de alguno de sus futbolistas, y más si tenemos en cuenta que el tal Alonso no es otro que el gran Juanito Alonso, que dos temporadas después, al acabar su servicio militar en El Ferrol, fichará por el Madrid, del que será titular durante casi una década, conquistando cinco copas de Europa y siendo el portero de la selección española en numerosas ocasiones.


Formación del Granada en el campo de Vallejo, del Levante. Millán, Lesmes, Valero, Mas, Morales y Rey; con: Sosa, Trompi, Galvany, Sierra y Fraga


En Vallejo volvemos a linterna

La mejoría experimentada por el equipo desde el cambio de técnico pareció diluirse en la siguiente jornada, la 19, en la que nuestro equipo salió goleado del campo del Levante por 5-2 y volvió a ocupar el farolillo rojo de segunda, aunque esto en realidad no constituía una tragedia porque los equipos que iban por delante en la clasificación estaban a sólo un punto y era tanta la igualdad en la categoría que nada más que tres puntos separaban al Granada de la zona media de la tabla.

En el campo de Vallejo el Granada actuó sin dirección técnica desde la banda ya que Cholín no acompañó al equipo por una enfermedad repentina que le obligó a guardar cama. Según las crónicas nuestro equipo jugó una buena primera mitad, en la que dispuso de hasta tres ocasiones claras malogradas, pero un penalti en contra en la segunda parte causó el efecto de la desmoralización de los rojiblancos y su desmoronamiento. Otra vez no pudo jugar González, quien no acababa de recuperarse, pero en cambio volvió Sierra, que llevaba tres meses ausente por lesión.

Simultáneamente en Los Cármenes se disputó la final provincial de la Copa de Aficionados entre el Recreativo y el Albaicín. Ganó el filial, muy superior, por el tanteo de 6-1 y así se clasificó para la fase andaluza de este trofeo.

 

El farolillo rojo endosado al Baracaldo

Los jugadores del Granada nuevamente bajaron del hotel Alhambra Palace, donde estaban recluidos desde el viernes, para jugar el domingo 15 de febrero de 1948 el partido correspondiente a la jornada 20, que traía a Granada al Baracaldo, otro rival directo en la lucha por escapar de los últimos puestos. El partido acabó con victoria rojiblanca 3-0, los tres antes del descanso, pero las crónicas del evento dicen que el Granada no convenció y sólo ofreció de buen juego la primera media hora.

El Baracaldo también presentó un posicionamiento en WM, pero con muchos defectos y fallos en la cobertura que fueron aprovechados por los nuestros para golear, dedicándose después a sestear y sin aprovechar que casi toda la segunda parte la jugaron los forasteros con uno menos por lesión. González volvió a la alineación titular, que ya no abandonará hasta final de la temporada, y también reapareció Arencibia, mientras que Rey y Sierra descansaron esta jornada. Con los dos puntos el Granada dio un salto de dos puestos en la clasificación, al 12º, dejando atrás, aunque empatado a puntos, al Baracaldo y al Córdoba, éste con uno menos.

El Recreativo jugó la ida de su primera eliminatoria de Copa Aficionados, en Torre del Mar frente al Azucarera Larios, de donde se trajo una derrota por la mínima (1-0) que dejaba las cosas no demasiado mal con vistas al pase a la siguiente ronda.

 

Un empate en Córdoba con polémica

La liga llegaba ya a la jornada 21, a falta de sólo seis para terminar, y al Granada le tocaba jugar en Córdoba, que después de caer goleado en Mallorca era el nuevo colista, un punto por debajo del Granada y del Baracaldo. Pero dos días antes del partido en El Arcángel llegaba la noticia de que el cuadro cordobés no había podido regresar a su sede y estaba todavía en Mallorca con pasajes para el día siguiente, sábado y víspera del encuentro, por lo que no se podía jugar el partido el domingo. El Córdoba solicitaba su aplazamiento hasta el 19 de marzo, San José y fiesta nacional, pero el Granada se opuso y exigió que se jugase 48 horas después, como prevé el Reglamento, esgrimiendo varias razones, la principal, que para el 19 de marzo tenía ya contratado un amistoso en Ceuta (aunque este partido finalmente no se jugó), pero también que atravesaba un buen momento de juego y de moral y que ya había numerosos aficionados organizados en peñas que tenían previsto desplazarse con el equipo. 

Al recibir un telegrama del Comité de Competición confirmando el aplazamiento del partido, la directiva de Martín Campos protestó oficialmente alegando que la causa no podía catalogarse como de fuerza mayor porque toda la semana habían circulado barcos y aviones, y si los cordobeses no habían podido viajar se debía a una falta de previsión porque todos los clubes planificaban ese desplazamiento a Baleares con al menos un mes de antelación, precisamente para asegurarse la ida y la vuelta. Para la directiva del Granada, se trataba de una estratagema del Córdoba, que en esos momentos atravesaba una difícil situación, último en la clasificación y con varios lesionados. Asimismo, la directiva, respaldada por los presidentes de todas las peñas, comunicaba que, de no cumplirse su petición, esto es, jugar el domingo o como mucho el martes, todos dimitirían. El Comité de Competición decidió, ya por la noche del mismo domingo en que en principio se debía de haber jugado el Córdoba-Granada, que el partido se disputaría el martes 24 de febrero.


El Granada que empató en el campo del Córdoba. De pie: Rey, Valero, Morales, Mas, Sosa, Millán, Fraga y Arencibia; agachados: González, Trompi y Sierra

Ese domingo, en Los Cármenes, hubo partido del filial, devolución de visita de la eliminatoria de Copa de Aficionados, octavos de final. El Recreativo superó el 1-0 en contra que traía de la ida en Torre del Mar y derrotó al Azucarera Larios por 2-0. Esperaba el siguiente rival, el Iberia de Algeciras, en una eliminatoria que sería a partido único y se disputaría en Los Cármenes.

Por fin llegó el martes 24 de febrero y el partido en Córdoba, fijado para las 15,15 horas, se disputó bajo una lluvia persistente y sobre un terreno encharcado y muy embarrado. El Granada se trajo un empate a un gol que se entendió como un gran resultado por obtenerse frente a un rival directo al que además se le ganó el golaveraje, aunque la situación en la tabla poco varió y el Granada siguió tercero por la cola, reduciendo su cuenta negativa a -3.

El redactor de Ideal, Fernández de Burgos, viajó con el equipo y en su crónica dice que el Granada mereció el empate y que incluso pudo haber ganado, aunque las crónicas cordobesas dicen que el árbitro Asensi dejó sin señalar dos penaltis de Millán. Dice también De Burgos que no se vio buen fútbol porque lo impedía lo encharcado del terreno de juego, pero a cambio el partido fue jugado por ambos equipos con entusiasmo y entrega y resultó muy emocionante. El mejor fue el portero Valero, que lo paró casi todo, seguido de Arencibia en su puesto de volante organizador. Millán actuó de defensa central en ausencia de Lesmes, lesionado, y fue otro de los destacados. Se adelantó el Granada con un gol de Fraga antes del descanso, pero los locales fueron mejores y empataron en la segunda parte. Según Fernández de Burgos, al encuentro había acudido muy poca gente, dado lo desapacible del clima, pero a los cinco minutos se abrieron las puertas dejando entrar gratis a todo el mundo y el campo acabó llenándose. También cuenta que, en el descanso, el área que debían defender los de casa fue abundantemente rociada con serrín para evitar el barro, mientras que en la otra área nada echaron. Los rojiblancos se embolsaron las 1.500 de prima por barba que tenían señalada. El Córdoba acabó descendiendo como colista.


El ex internacional Arencibia en una foto de antes de la guerra

Importante victoria ante el Hércules que aleja algo el peligro

La jornada siguiente, la 22, el 29 de febrero de este año bisiesto de 1948, traía a Los Cármenes a otro de los destacados por arriba y aspirante al ascenso, el Hércules, entrenado por el viejo conocido Gaspar Rubio, que estuvo toda la liga luchando por un ascenso que finalmente no consiguió. La directiva dispuso designar el partido como día del club.

El Granada, en otro partido en el que derrochó ganas de agradar y entusiasmo, consiguió quedarse con los dos puntos al vencer 2-1 al gallito Hércules. Con esta importantísima victoria subió un puesto en la clasificación (al 11º), aunque sin poder todavía respirar muy a fondo porque el primero de descenso (el 13º) sólo estaba a dos puntos a falta de disputarse cuatro jornadas.

Desde que Cholín se hizo cargo del equipo, si bien el Granada no había mejorado mucho en su juego, sí que había subido bastante en su rendimiento y además con la WM se había conseguido el trío defensivo perfecto, el que formaban Millán-Lesmes-González, dificilísimos de batir, a lo que había que unir el acierto en la contratación del meta Valero, que daba gran seguridad atrás, y el haber otorgado por fin confianza al delantero Morales y éste responder con lo suyo, el gol (con el que le hizo al Hércules llevaba ya diez). El partido volvió a ser muy emocionante, saliendo muy contentos los hinchas que casi llenaron Los Cármenes. 


 Miranda en Ideal sobre la gran demanda de coches para viajar a La Rosaleda

Un puntillo en La Rosaleda para seguir escalando

La siguiente jornada, ya la 23 (de un total de 26), era en casa del eterno rival, el Málaga, otro de los favoritos de la categoría, que marchaba tercero y tenía todavía muchas posibilidades de alcanzar la segunda plaza, de ascenso directo (la primera era inalcanzable pues el Valladolid se había distanciado ya mucho). En la jornada anterior se había desplazado el Málaga hasta Valencia para desde allí tomar al barco a Mallorca, pero la expedición no pudo viajar a Baleares, quedando su partido aplazado y por esa razón aparecía en la clasificación a tres puntos del Coruña, que era el segundo, pero con un partido menos. Finalmente, este Málaga entrenado por Campanal perdió comba en estos últimos partidos del calendario y sin ascenso se quedó.

En Granada después de los últimos buenos resultados había vuelto el ambientillo futbolero y empezaron a organizarse viajes a la capital vecina a precios muy populares gracias a la iniciativa de las peñas, y se estableció, por iniciativa de la peña del Americano, que todos los autobuses que se desplazaran a Málaga se concentrarían en la avenida de Calvo Sotelo y partirían a la misma hora formando una gran caravana, estimándose en más de 2.000 los desplazados.

En Málaga, en la mañana del domingo 7 de marzo, centenares de granadinos animaron bastante las calles, entre ellos un grupo ciclista con la figura del momento, “Tolínez”, al frente, desplazados a la Costa del Sol a golpe de pedal, y por la tarde en La Rosaleda, lleno a reventar, el Granada, con la única modificación de Trompi por Rey, dejó reducida su cuenta de negativos a sólo dos al alcanzar un empate a dos goles que lo mantuvo en el puesto 11º, a tres puntos del nuevo colista, el Mallorca, y a dos del Córdoba, que ocupaba la otra plaza de descenso.

Se adelantaron los rojiblancos con gol de Morales pero antes del descanso empataron los de casa. El segundo tiempo fue de claro dominio granadinista, según las crónicas de plumillas granadinos, que viajaron esta vez con el equipo, y otro gol de Morales volvió a poner por delante al Granada, pero volvieron a empatar los malagueños con gol de Bazán y ya no se movió el marcador. Fue un buen partido defensivo de los rojiblancos que pudieron incluso ganar en un ambiente de gran pasión.

La cosa acabó en trifulca y Bazán agredió a Lesmes cuando se retiraban a vestuarios al finalizar el encuentro, lo que provocó una invasión del terreno de juego por aficionados locales y en medio del bochinche cobró también Millán. Los ánimos estaban que ardían, así que, tras una larga espera, los muchos autocares y coches granadinos tuvieron que ser escoltados por la policía hasta diez kilómetros de la salida de la ciudad por la Cuesta de la Reina, siempre según el relato de los periodistas granadinos. En los días siguientes hubo una protesta de la directiva malacitanista ante la Federación por la actuación del árbitro Rivero, quien anuló un gol a los locales, pidiendo que se abriera una investigación, pero la prensa granadina dice que el gol estuvo bien anulado y al mismo tiempo recuerda el partido entre los mismos rivales de la primera vuelta, en Los Cármenes, cuando el árbitro Asensi anuló injustamente, no uno sino dos goles al Granada.


Una acción del Málaga-Granada


El Recreativo subcampeón andaluz de la Copa Aficionados

A la misma hora vespertina, pero en Los Cármenes, el Recreativo se deshizo con facilidad de su siguiente rival en Copa de Aficionados en su fase andaluza, el Iberia de Algeciras, al que goleó 6-0 (1-0 al descanso) clasificándose así para la semifinal. El partido tenía que haberse jugado una semana antes, pero quedó aplazado para no coincidir con la visita del Hércules al primer equipo y dado que la semana previa fue muy lluviosa y se temía por el estado del terreno de juego.

Eliminado el Iberia, la Federación Sur estableció que la semifinal también se jugara en Los Cármenes a partido único, pero el rival, el Bailén, pidió para desplazarse a Granada 20.000 pesetas pagaderas por el Recreativo, una cantidad muy exagerada para la época, así que la eliminatoria estuvo en el aire durante la semana previa. Una considerable rebaja en las pretensiones de los jienenses posibilitó que el partido quedara fijado para el domingo 14 de marzo en Los Cármenes, dado que la liga de primera y segunda se paralizaba para la disputa de un internacional España-Portugal.

El Recreativo, en un momento magnífico de juego y poder goleador, volvió a apabullar a su rival al que endosó otro 6-0 en un Los Cármenes casi lleno, y se convirtió así en finalista de la Copa de Aficionados en su fase andaluza. Espinosa; Delgado, Jaime; Ros, Méndez, Atanasio; Hansa, Cea, Requena, Díaz Cara y Pareja, fue su once de gala en la recta final de la liga y también en este torneo. Cinco de ellos llegaron a jugar en el primer equipo. Ya al Recreativo quedaba solamente redondear su buena temporada inaugural con el título de campeón andaluz.

El otro finalista resultó ser el Sevilla. El Granada hizo las gestiones pertinentes para que el partido de la final se jugara nuevamente en Los Cármenes, pero la Federación falló estableciendo que se jugara en Sevilla, en el campo de la Federación, y fijando la fecha del viernes 19 de marzo, día de San José y fiesta nacional, por la mañana.

En Sevilla los recreativistas terminaron los noventa minutos con empate a un gol, pero en la prórroga encajaron un nuevo tanto, de modo que el Sevilla amateur fue el campeón andaluz. De todas formas, es muy meritorio que en su primer año de vida el Recreativo llegara a la final de un campeonato en el que participaban equipos de toda la región, casi todos de superior categoría a la de nuestro filial.  


El Recreativo 47-48. De pie: Almagro, Delgado, Jaime, Cea, Requena, Méndez, Atanasio; agachados: Pareja, Díaz Cara, Espinosa y Ros

Victoria ante el Badalona que deja casi asegurada la permanencia

El Granada-Badalona de la jornada 24 estaba previsto que se jugara el domingo 28 de marzo, porque el parón liguero para que la selección se enfrentara a Portugal era de dos semanas, pero la directiva rojiblanca alcanzó un acuerdo con la catalana para adelantar el partido al domingo anterior, 21 de marzo, porque el 28 estaba anunciada una corrida de toros con Juanito Bienvenida, Diamante Negro y Moreno Reina. Ese día, el 21, en Los Cármenes, el Granada en un partido muy flojo consiguió una nueva victoria (2-0) a la vez que la selección española vencía en Madrid a la portuguesa por el mismo tanteo. Los dos puntos suponían un importante salto en la clasificación y ponían la permanencia muy de cara, al menos de forma provisional hasta que los demás rivales directos disputaran sus respectivos partidos el siguiente domingo.

El recién ascendido Badalona fue toda la liga un equipo de la zona media de la tabla, pero la gran igualdad de la categoría hacía que no pudiera respirar a salvo. De todas maneras, apenas dio problemas a los rojiblancos, que hicieron lo justo para vencer, resultando un aburrido encuentro en el que el Granada, con Trompi vuelto al once en detrimento de Rey, desperdició una buena ocasión de golear ampliamente. Los dos goles, de Morales y Fraga, se marcaron en la primera parte, y la segunda resultó soporífera y se jugó entre las palmas de tango de los pocos aficionados presentes porque la tarde era primaveral y se ve que la parroquia mayoritariamente prefirió salir al campo. Después del partido frente al Badalona gran parte de la plantilla emprendió unas mini vacaciones hasta el 5 de abril, en Valencia contra el Mestalla.

Una vez completada la jornada 24, el Granada quedó clasificado 9º cuando quedaban por jugarse dos partidos más, pero todavía no estaba nada hecho puesto que sólo dos puntos lo separaban del 13º, el primero de los dos puestos de descenso.


Novedad de novedades fue la que ofreció el Badalona, en el que todos sus jugadores lucían dorsales. A partir de la temporada siguiente será obligatorio en el fútbol español

 

 

 

CALLEJEANDO


 

Zapatos de racionamiento

España, en la actualidad, está en peores condiciones que nunca antes en su historia. Es una frase más o menos literal atribuida a Sir Samuel Hoare, embajador británico en Madrid. Ocho años después de ser pronunciada, en 1948, la afirmación seguía siendo de plena actualidad. Para entonces no había apenas diplomáticos extranjeros en nuestro país que pudieran corroborarlo o pronunciar para la historia una frase más o menos sonora que sirviera para resumir las calamidades padecidas por el pueblo llano, pues casi todos los embajadores y encargados de negocios foráneos se habían vuelto a su tierra siguiendo las recomendaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero las penurias de la población, lejos de haber mejorado, no hacían sino empeorar, sufriendo las consecuencias de la autarquía y del bloqueo internacional en repudio al régimen dictatorial de Franco.

            En ese contexto, destacamos la noticia de la primera página de Ideal del sábado 21 de febrero de 1948 en grandes titulares: «14.313 pares de zapatos de tipo nacional se pondrán a la venta el lunes». Debajo, en caracteres algo más pequeños: «Se destinan a cartillas de tercera, mediante el corte del cupón de varios número 96». Más abajo: «Zapatos de caballero, 63,95 pesetas y de niño hasta 44». No, no se trata de un anuncio publicitario de una zapatería granadina, es realmente una noticia de auténtico alcance social.  

            La guerra acabó hace ya casi nueve años, pero al negro túnel no se le ve el final ni a la de tres, y quienes más oscuro lo tienen son, no hace falta jurarlo, las clases más populares, los de alpargata, esos mismos que portan en su bolsillo la cartilla de racionamiento de tercera clase. Para adquirir los zapatos baratos, tendrán que presentarse en los establecimientos: La Cordobesa, Bazar Novedades, Calzados Apolo, Blanco y Negro, Calzados San Luis, Calzados Hidalgo, El Ocaso, Almacenes Álvarez Castilla, Almacenes La Unión o Calzados Minerva, a su elección, y entregar el cupón 96 que viene en la sección “Varios” de las cartillas de tercera. Con eso y el pago de algo más de doce duros podrán sustituir sus abarcas por unos recios y comprimecallos Segarra (sobre el modelo no se dice nada), orgullo de la industria zapateril nacional, pero los que se acerquen a esos comercios tendrán que salir de la tienda como niños con zapatos nuevos, es decir, con ellos puestos, no más de un par por barba, con lo que se quiere evitar que los aprovechados hagan negocio. Ocho días permanecerán a la venta y, de no agotarse la mercancía, el sobrante se pondrá a disposición de los poseedores de cartillas de segunda categoría.

            El lunes en que comenzó la venta llovía a cántaros, pero ante la puerta de cada uno de los comercios nombrados se agolpaban cientos de personas desde horas antes de su apertura a las nueve de la mañana. No faltaron los inevitables listillos que querían saltarse la cola ni los enfrentamientos con quienes esperaban, algunos desde las primeras horas de la madrugada, sin que en ningún caso -que sepamos- llegara la sangre al río. Ideal refiere como “graciosa” la ocurrencia de un pescadero caradura de uno de los puestos del mercado de abastos, quien se presentó en un comercio cercano en el que la cola daba la vuelta a la manzana, con su chaquetilla blanca y llevando una bandeja y sobre ella un café; sin respetar turno se coló en la tienda diciendo que se lo habían pedido y al poco tiempo salió calzando unos flamantes borceguíes entre los abucheos de los pacienzudos, a los que no les había pasado desapercibida la jugada.

            Ya lo vemos, el calzado nacional rompesabañones para los más humildes también estaba sujeto a tasa, lo mismo que los garbanzos, las alubias o el aceite, cuya disponibilidad en las tiendas del ramo se publicaba a diario por la Comisaría de Abastos.  Un retrato muy ilustrativo de aquella España en blanco y negro de nuestros abuelos.

 

La carroza de San Ildefonso

            El 26 de mayo, miércoles, empezaban las fiestas del Corpus 1948 en Granada. La gran novedad, estreno este año, la constituía la nueva cabeza de la Tarasca, modelada por el artista Luis Molina de Haro. El nuevo rostro tarasconesco venía a sustituir al que desde los años de la República reemplazó a su vez a otro que había desfilado por las calles granadinas desde finales del siglo XIX.

Es cosa sabida que la Tarasca propiamente dicha es el dragón que aparece derrotado debajo de la figura de mujer que en otros tiempos habría representado a Santa Marta o Marta de Betania, pero de toda la vida los granadinos hemos entendido por Tarasca ese maniquí vestido normalmente con dudoso gusto que se supone que representa a la moda del momento y que ha de marcar tendencias. Bueno, lo de ir a la moda también habría que matizarlo puesto que, en los primeros años de la posguerra, de 1939 a 1947, cada año lo que lucía la Tarasca eran trajes regionales (de andaluza, de baturra, etc.).

Con otro año más sin carocas en Bib-Rambla y otro año más también de vigencia de la ley seca en forma de prohibición de que en la procesión del Corpus figuraran mujeres, se iniciaron puntualmente las fiestas mayores penibéticas con el desfile de la Pública. Siempre se llamó así, la Pública, y es ese cortejo en el que van los maceros municipales empelucados y a la federica junto con pertigueros, pajes, portaestandartes, reyes de armas, heraldos y demás, y también la Tarasca, vestida en esta ocasión con falda por los tobillos y amplio sombrero, más los gigantes y los cabezudos. Y además, como era costumbre por estos años y muchos más, también figuraban en la Pública una silla de manos y una carroza tirada por dos jamelgos, muy barrocas ambas.       

Esa carroza que en los tiempos actuales ya no desfila cada Corpus pertenece a la parroquia de San Ildefonso, donde se guarda y puede verse, y justo ese día 26 de mayo cumplía 183 años puesto que se estrenó el 26 de mayo de 1765, según un artículo aparecido en Ideal y que firma Blas de Píñar, que a su vez remite a otro artículo de junio de ese año de 1765 publicado en la Gacetilla Curiosa o Semanario Granadino que editaba el sacerdote Fr. Antonio de la Chica Benavides, donde se da noticia del estreno. Su función primera fue la de servir de vehículo para el transporte del viático a los moribundos de la parroquia, y a tal fin se le concedió a la carroza por la autoridad eclesial el privilegio de Sagrario.

El estreno de la carroza-sagrario fue en su día un gran acontecimiento en la ciudad y así lo describe De la Chica Benavides: «Llegò la hora de que salie££e aquel Sacramentado Dueño, y ya e£taban en la puerta del referido Templo, dos Compañias de Soldados, una de Caballeria, que fue££e delante haciendo camino, porque en tan dilatado Cāpo impedia el grande concur£o, y la otra de Granaderos de Milicias, que cerra£en la Proce£ion, y cu£todia££en a la Sacramentada Mage£tad.» […] «De el coche tiraban £eis mulas, cuyo gobierno tomaron por £u cuenta, el señor Don Diego de Bohorques, Coronel del Regimiento de Milicias, que tiene el nombre de e£ta Ciudad, y Hermano Mayor de la Real Mae£tranza de Granada, y el señor Don Jo£eph Valderrama, Viz-Conde de Rias, y Caballero Mae£trante, quienes de£ahogaron £u devocion manife£tando£e al Pueblo glorio£os en verle con£tituidos criados del Supremo Rey de la Gloria».


La carroza de San Ildefonso llevando el viático


Homenaje a Gallego Burín

            El 3 de junio de 1948 se cumplían diez años desde la primera vez que el alcalde Antonio Gallego Burín se puso al frente del ayuntamiento granadino. Con tal motivo se le rindió un homenaje consistente en un banquete en el hotel Alhambra Palace al que concurrieron más de cuatrocientos comensales y al que muchos no pudieron asistir por rebasar el aforo de los salones del hotel de Peña Partida, de manera que el número de adhesiones al acto fue también de varios cientos. El hotel estuvo a reventar. Hubo que instalar mesas en el bar-cafetería y hasta en el hall. Recientemente le había sido concedida a Gallego la medalla de oro de la Real Academia de Bellas Artes.

            También para conmemorar los diez años de gobierno galleguiano (con el paréntesis de un año entre 1941 y 1942 en el que se desempeñó como gobernador civil de la provincia) los dos diarios locales, Ideal y Patria, publican un largo artículo, redactado por el propio Antonio Gallego Burín, en el que expone todos sus logros desde que por primera vez se sentó en el sillón de la plaza del Carmen con el propósito de dejar una ciudad con alma, con garbo y con estilo, que era precisamente lo que había comenzado a perder, dice Gallego.

Este artículo-panegírico fue reproducido íntegramente por el semanario La Prensa, cinco días después. Según el mismo, el primer objetivo cumplido y el más acuciante era el de recuperar el crédito de un ayuntamiento entrampado hasta decir basta y sin tesorería, a base de racionalizar el gasto y sin imponer nuevos arbitrios, todo apoyado en la mejora paulatina de la situación económica general del país. Según el artículo, desde 1943 todos los ejercicios los ha cerrado el Ayuntamiento con superávit.

            Otra cuestión no menos importante era dotar a la ciudad por fin de una red de abastecimiento de aguas y de saneamiento y acabar así con esa nota muy negativa, presente en todas las guías de viaje, en donde se subrayaba esta vergonzosa carencia para una ciudad de la importancia turística de Granada, que hasta hacía bien poco sólo disponía de la red de aguas que dejaron los musulmanes en el siglo XV. En honor a la verdad hay que decir que en el momento de aparición de este artículo todavía no es una realidad el nuevo abastecimiento de aguas a toda la ciudad, pero es cierto que los trabajos están muy avanzados y en poco más de un año llegará el agua potable y el alcantarillado a casi toda la población, aunque en el Albaicín y el Sacromonte tendrán que esperar algunos años más.

            También se destaca la labor de pavimentación de casi trescientas calles (de las 808 que en total tenía Granada en 1948), algunas de ellas muy céntricas y que permanecían con su suelo de tierra dando muy mala imagen a los visitantes.

Y continúa el artículo enumerando los logros de la corporación municipal en los últimos diez años en materia de vivienda social (en las Eras de Cristo, Albaicín, Lancha de Cenes y otras zonas), escuelas, mercados y parques y jardines (aunque el proyecto más importante en este capítulo, el del gran parque público entre Calvo Sotelo y Camino de Ronda, en la zona de Fuentenueva, no llegó ni siquiera a iniciarse), ensanches y plan de reforma interior, en el que se enmarcaría el derribo de la Manigua y el nacimiento de nuevas calles en la zona.

            En el multitudinario homenaje del Alhambra Palace tomaron la palabra todas las autoridades presentes, incluidos gobernador civil y arzobispo, quienes flanqueaban al homenajeado en la mesa presidencial. Y cerró el turno de intervenciones habladas el propio Gallego Burín que, refiriéndose a su labor de reforma urbana en la ciudad, dijo que habían sido sus objetivos: «Redimir su abolengo, acentuar su señorío, despojarla del resabio aldeano que la miopía espiritual pudiera darle, y apartarla del ambicioso y peligroso riesgo de querer ser gran capital española olvidando que puede ser, y en realidad lo es, gran ciudad del Universo». Su parlamento fue varias veces interrumpido por fervorosos aplausos.

            Al día siguiente continuó el homenaje con una salve en la Virgen de las Angustias tras de la cual habló a los presentes el arzobispo Santos Olivera y después, en los salones del Ayuntamiento, le fue entregado a Gallego Burín un artístico pergamino, regalo de los concejales, y un álbum con la firma de todos los funcionarios municipales.


Antonio Gallego Burín

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