A pesar de ser el Rayo Vallecano un club de solera sólo se ha enfrentado al Granada en trece ocasiones, incluyendo la de la primera vuelta de esta misma temporada. El Granada sólo ha visitado Vallecas (el viejo y el nuevo) en seis ocasiones, todas de Segunda división menos una, que fue de Copa, y de esas seis sólo pescamos dos veces, con un empate y una victoria.
La primera visita granadina a Vallecas no fue para jugar contra el Rayo, sino contra el Atlético Aviación, que en los primeros años de la posguerra lo usaba como local porque su estadio, el Metropolitano, había sufrido los estragos de la guerra y necesitaba de grandes reparaciones. Para medirse ya al equipo de la franja diagonal viajó el Granada a Madrid por primera vez en la jornada nueve de la 65-66, el 14 de noviembre de 1965. Era el Granada de Kalmar en su segunda etapa, un Granada líder del grupo Sur de Segunda gracias a que de los ocho partidos ya disputados siete habían sido victorias rojiblancas mientras que sólo uno había acabado en derrota, justo el de la anterior salida dos semanas antes al Vallejo del Levante, donde hubo que sufrir el nefasto arbitraje del murciano Bañón, que pitó dos penaltis en contra, anuló un gol y encima expulsó a Miguel y a Rafa Almagro, que fueron sancionados el primero con tres encuentros y el segundo con nada menos que diez.
Con la importante ausencia de esos dos jugadores compareció el Granada en Vallecas, donde aguantó bien la primera parte para en la segunda perder a otros dos titulares, en este caso por lesión, y acabar sufriendo su segunda derrota (2-0) que de momento no le hizo perder el liderato. A poco de iniciarse la segunda parte se lesionó González, el hijo del mítico futbolista del mismo nombre de los años cuarenta, y pasó a ocupar un puesto en la delantera donde fue lo que se conocía como “figura decorativa”, ya que faltaban algunos años para que se permitieran los cambios de jugadores de campo. Poco después era otro defensa, Barrenechea, el que caía lesionado, y en este caso se retiraba para no reaparecer. Con sólo nueve jugadores aprovechables y varios jugando en puestos que no eran los suyos, poco pudieron hacer los rojiblancos, que no encajaron más goles gracias a que Otero realizó un sensacional partido. La plantilla era corta y con tantas ausencias el Granada fue perdiendo fuelle hasta verse relegado a la cuarta posición, pero en un magnífico sprint final alcanzó el segundo puesto y con él la promoción que dio el tercer ascenso a Primera de la historia, el de Málaga.
Ya no jugó el Granada en Vallecas hasta el 10 de mayo de 1970 cuando, recién terminada la liga de Primera 69-70, la Copa del Generalísimo deparó al Rayo como rival en XVI. Los madrileños, en Segunda, aspiraban todavía al ascenso pues su liga no había terminado. En la ida, jugada en Los Cármenes una semana antes, habíamos ganado con un solitario gol de Barrios, y en Vallecas el empate a uno con gol nuevamente de Barrios dio el pase a la siguiente ronda, donde caímos a pies del Valencia. La permanencia en Primera se había conseguido de forma angustiosa en una temporada atípica en la que, con Rossi en el banquillo, la primera vuelta fue magnífica (gracias a ella no se descendió) pero la segunda fue horrorosa. Así que Candi ya planificaba la siguiente temporada, en laque iban a llegar a nuestro club nombres muy importantes en su historia. Así, para esta eliminatoria de Copa ya jugó su primer fichaje, Fontenla, mientras que estaban cerrados los de Jaén, De la Cruz y Lasa, más el entrenador, Joseíto, que volvía y que incluso relevó a Pipo Rossi en la eliminatoria frente al Valencia, aunque con el carnet de Manolo Ibáñez.
También es destacable la última visita a Vallecas, que data de 1 de noviembre de 1987 y es la única victoria granadinista en ese terreno. El domingo anterior en Granada habíamos quedado todos maravillados por el partidazo en el que los rojiblancos le endosaron un 5-0 al Coruña en el debut de Lalo Maradona, que pasó con sobresaliente su estreno en el fútbol español. En Vallecas el nombre del hermano del “Pelusa” convocó a varios miles de personas que volvieron a quedar impresionados por el juego del que parecía un crack. El primer gol llegaba mediada la primera parte y era la culminación de una jugada de Lalo Maradona con gran pase a la subida del defensa canterano Castillo para que éste marcara. El segundo lo conseguía Miguel aprovechando un fallo de la defensa rayista. A poco del final acortaron distancias los locales. Con esta victoria el Granada era segundo en la clasificación, con cinco positivos, y ya se empezaba a hablar de ascenso a Primera a pesar de que sólo se habían disputado nueve jornadas. Pero precisamente después de Vallecas se le agotaron las pilas al mediano de la saga Maradona y también al equipo, que empezó la pesadilla en forma de seis derrotas consecutivas que de la segunda plaza nos llevaría a la mitad baja de la tabla para más adelante despedir a Peiró y acabar de cumplirse el dicho de ser peor el remedio que la enfermedad. Después de este partido en Vallecas ya sólo fue el Granada capaz de ganar tres partidos más en toda la liga, convirtiéndose así esta 87-88 en la segunda peor temporada histórica del Granada, sólo por delante de la 60-61.
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