EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



jueves, 26 de octubre de 2017

VUELVE EL REY MAGO GASPAR RUBIO

Vapuleo en Les Corts, Barcelona 5 Granada 2, el 27/12/1942. Leal, Martí, Aparicio, Bonet, Millán, Conde y Marín; con Nicola, Sierra, González y Trompi

Trompi como Triana

El año 1942 y la primera vuelta de la liga 42-43 terminan para nuestro equipo visitando al Barcelona en Les Corts. Una paliza (5-2) fue el resultado. Y tras parón en el calendario toca un nuevo desplazamiento, ahora a La Coruña, donde inicia el Granada la segunda vuelta el 10 de enero y consigue un empate a dos goles. En el partido en tierras gallegas debutó esta temporada Floro, que tuvo una buena actuación y se hizo con la titularidad durante las cinco jornadas siguientes, hasta que se lesionó en Vigo. También fue novedad que Bru prefirió alinear a Nicola no de ariete sino de medio derecha, encomendándole funciones defensivas. Las probaturas en la portería y en el eje del ataque se sucedieron incansablemente a lo largo de toda la temporada.      
En el campo coruñés, según la prensa gallega, el Granada se mostró como un conjunto destructor, dando una imagen no tan buena como la de la temporada pasada, cuando ganó 1-4. Lo más curioso es que el cronista de Hoja del Lunes de La Coruña, al que le gustó mucho la delantera granadina, destaca a ¡¡¡César!!!, del que dice que es un gran tirador. Qué más hubieran querido los hinchas granadinistas que contar de nuevo  esta temporada con el gran César en la punta de ataque, pero el Barcelona se negó a volver a cederlo y en el equipo culé fue titular, anotando un total de 13 goles. Seguramente a quien se refería el plumilla coruñés era a Leal, que fue el improvisado delantero centro del Granada en Riazor, y que en nada se parecía al Pelucas, ni en el físico ni mucho menos en virtudes futboleras.
Pero quien llegó a entusiasmar al cronista gallego fue Trompi, de quien dice que es un interior de gran movilidad y de espléndido regate que recuerda al mismísimo Monchín Triana, un fino interior internacional que jugó en el At. Madrid y después en el Madrid de antes de la guerra, y que fue conocido en su tiempo como “el rey del regate”. Triana fue un futbolista doblemente (o triplemente) de leyenda que llegó a ser considerado uno de los mejores si no el mejor de todas las épocas, hasta tal punto que los diarios del Movimiento Marca y Arriba instituyeron en 1953 (y hasta 1968) el trofeo anual Monchín Triana, de casi la misma importancia que el Pichichi pero para premiar al futbolista que hubiera destacado a lo largo de su carrera por su espíritu deportivo y por su fidelidad a unos colores. Al margen del fútbol, también se recuerda a Triana porque fue una de las víctimas de las indiscriminadas sacas de presos de la cárcel Modelo de Madrid en noviembre de 1936 y murió fusilado en Pacaruellos del Jarama. En cualquier caso, comparar a Trompi con Monchín Triana son palabras mayores. Y es que la popularidad y el reconocimiento al magnífico fútbol de un Trompi en lo mejor de su carrera no paraba de crecer por toda la geografía española, y se puede decir que fue el futbolista más destacado, al menos desde el punto de vista mediático, de aquel Granada de los primeros años cuarenta.

Trompi en cromos

Puntos ante los colistas
El Zaragoza se llevó de Los Cármenes un empate a un gol en la siguiente jornada y este resultado sentó muy mal porque eran los maños los inmediatamente clasificados en el puesto 13º (acabaron descendiendo junto al Betis), el primero de los dos que descendían automáticamente, aunque con tres puntos menos que el Granada. Se acusó a los rojiblancos de actuar sin poner todo de su parte para derrotar a los vicecolistas y los jugadores Alejandro, Leal y Sierra fueron sancionados por bajo rendimiento, decretando también la directiva que a partir de ese momento los partidos en casa serían precedidos de concentración para evitar las escapadas nocturnas de los futbolistas.
La siguiente jornada, visita al colista Betis, fue la segunda y última de las victorias a domicilio de toda la liga, 0-1 con gol de Nicola, que volvió al eje del ataque tras jugar frente a Coruña y Zaragoza en labores de contención. La alegría por la victoria hizo que se olvidaran las sanciones impuestas a los futbolistas, aunque el defensa Alejandro ya no volvió a alinearse con el Granada y fue dado de baja al terminar la temporada.

Derrota récord en Vigo. Ficha Neira
Fueron tres partidos seguidos sin perder (Coruña, Zaragoza y Betis), pero no sirvieron para abandonar el tercer puesto por la cola y enseguida volvimos a los resultados negativos, 1-2 frente al Castellón en Los Cármenes y nada más y nada menos que 8-3 en Balaídos, agravado porque se perdió una ocasión magnífica de acercarse a la zona libre de peligro ya que el Celta también andaba cercano a los puestos de promoción. En Vigo, al descanso se llegó con un 2-1, pero en la segunda parte desaparecieron los rojiblancos. Floro se lesionó (y ya sólo jugó un partido más, el de final de temporada) cuando ya iban 5-1 y González, una vez más de improvisado portero, encajó el resto.
                Hasta la 52-53 (9-0 en Jaén) la derrota sufrida en Baláidos fue récord absoluto en toda la historia del club en cuanto a número de goles encajados, y hasta la 60-61, 8-2 en el Camp Nou, fue récord de marcador negativo jugando en Primera. Claro que, ese último récord negativo, quedó superado por el 9-1 en el Bernabéu de la 2014-15.
                Un nuevo refuerzo se vino de Vigo, el medio gallego Neira, que meses atrás estuvo probando en Granada, pero entonces no se llegó a un acuerdo.   

 Neira estuvo a prueba meses antes pero ficha tras el palizón en Balaídos          
                               
Gran victoria sobre el At. Aviación en el re-debut de Gaspar Rubio

El At. Aviación seguía siendo preparado por Zamora pero ya no era el de temporadas atrás, ahora marchaba en la zona media de la tabla muy alejado de la cabeza, y en la primera vuelta había sido colista hasta la jornada cinco. Pero seguía teniendo tirón y Los Cármenes se quedó pequeño otra vez para recibir a los aviadores madrileños, el equipo del régimen. Fue el mejor partido de la temporada de los rojiblancos, ese día con camiseta azul claro estrenando equipación (las camisetas blancas de respeto se seguían considerando gafe), que vencieron 3-1. Recordemos que en aquellos años era el local el que se cambiaba si había coincidencia de colores. Gaspar Rubio se estrenó como granadinista de Primera y fue uno de los destacados con un golazo en este su partido de re-debut, en el que lució su fútbol «fino, espléndido de precisión y ciencia» (Saucedo en Patria).
A últimos de diciembre había fichado el Rey Mago nuevamente por el club rojiblanco, donde seguía teniendo muy buen cartel desde que tres temporadas atrás liderara el Granada (todavía Recreativo) de la 39-40 y completara una sensacional liga. A sus recién cumplidos 35 años estaba sin equipo y ya casi retirado, y poco antes había mantenido conversaciones como posible entrenador con el Castellón y el Valencia, según se lee en la prensa, pero como en esos momentos -por las lesiones- no disponíamos de delanteros suplentes y no se confiaba en Uría, e incluso el ariete titular, Nicola, seguía siendo muy discutido por la afición, la directiva recordó el ofrecimiento de Rubio para fichar de principios de temporada y después de ser probado en amistosos volvió a firmar por nuestro equipo. Su re debut no pudo ser mejor en un partido histórico por tratarse de la primera vez que el Granada derrotaba al club colchonero de la capital. Fue el triunfador de la tarde, dando un magistral pase a Nicola para que éste hiciera el primero de los goles del Granada y marcando el que suponía el 2-0 con la mejor jugada del partido para Saucedo, rematando espectacularmente de volea y sin parar el cuero un buen servicio de Marín desde la línea de fondo. Parecía que el Mago volvía a serlo. Lo malo fue que  sólo se le pudo utilizar ya en los dos siguientes compromisos ligueros, en el campo del Español, donde las crónicas destacan su juego, y frente al Oviedo en Los Cármenes, partido en el que también mereció buenas críticas a pesar de jugar mermado por una dura entrada nada más comenzar el choque. Fue ese partido frente al Oviedo el último de todos los que jugó en Primera División en su carrera profesional. Su maltrecha rodilla y sus 35 tacos impidieron que esta leyenda viva del balompié patrio siguiera ofreciendo al granadinismo actuaciones magistrales. Una pena. Todavía en alguna ocasión volvería a vestirse de corto y disputar algún partido en el Levante y el Melilla,cuando ya estaba retirado y dirigía a esos equipos como entrenador.

    Distintos momentos del Granada 3 At. Aviación 1 publicados en Patria

Nada en Casa Rabia y victoria sobre el Oviedo
La siguiente jornada, ya la 20 (de 26), fue una nueva derrota, ahora en Casa Rabia (o Can Rabia, cosa que sonaba a lengua vernácula y éstas estaban prohibidísimas), que era como por entonces se denominaba en la prensa al campo de la carretera de Sarriá donde actuaba como local el Español de Barcelona. El Granada, en el que debutaba el recién fichado Neira, según Ideal salió derrotado 2-1 por culpa del árbitro Álvarez Santullano, que dio validez a un gol en fuera de juego e ignoró un penalti a favor del Granada, y también por culpa del guardameta rojiblanco Martí, que falló estrepitosamente en el segundo gol españolista. Ningún periodista local viajó con el equipo, pero la reseña de Ideal la firma un granadino, José Zubeldia, el que fuera cronista deportivo de Patria hasta que en 1941 se trasladó a Barcelona como redactor-jefe del diario La Prensa, también de la cadena del Movimiento. Según Zubeldia el Granada fue mejor y mereció incluso la victoria. Se perdió así una estupenda ocasión de alcanzar a uno de los equipos que marchaban en los puestos inmediatamente anteriores.
Después de la derrota en el campo del Español nos visitaba el Oviedo, esta temporada en los puestos altos de la tabla. La víspera llegó la triste noticia de la muerte de Victoriano Santos, motivo por el que el equipo rojiblanco jugó luciendo lazos negros de luto. La gran novedad fue la vuelta a la titularidad del portero Pérez, en el ostracismo desde la jornada sexta, cuando recibió siete goles en Vallecas, así como el cambio de Neira por Sosa. Con arbitraje de Cruellas y actuación como liniers de los recreativistas del Once Fantasma, Eloy y Morales, ambos ya árbitros colegiados, y con un ventarrón que impidió el juego por momentos, ganó el Granada 3-1, pero, una vez más, también lo hicieron los que iban por delante, así que no se pudo mejorar la situación clasificatoria. La anécdota la brinda  Fernández de Burgos en Ideal, que en uno de los títulos dice que González fue el mejor del Granada, pero al cerrar la crónica, cuando relaciona las alineaciones de los dos equipos, se equivoca y omite el nombre del bravo González y dice que jugó Alejandro como defensa izquierdo.   

 Marín intenta llegar a un balón que corta Sión, portero del Oviedo

  
Equipo amateur
No se había creado todavía un equipo filial con carácter permanente y debidamente inscrito en la Federación, esto ocurriría en 1947, pero el Granada cada año organizaba un conjunto amateur para tener a su disposición jóvenes valores locales que en algún momento pudieran jugar en el primer equipo. Este año se adoptó como filial al club Alhambra, fusionado con el Granada en febrero, y para su preparación se designó a Gaspar Rubio, al que sucedió después Maside. Este club granadino amateur competía en lo que entonces se denominaba tercera categoría local, una competición en la que figuraban sólo equipos de la capital o pueblos cercanos.
Una alineación del Alhambra: Martín; Carmona, Díaz; Pedraza, Polito, Fattore; Rebollo, Juanele, Miguelín, Sierra y Antonio Carmona. De todos ellos sólo Díaz llegó a alinearse en alguna ocasión con el Granada, incluso en Primera, y Antonio Carmona, Carmona III, ya lo había hecho en temporadas anteriores, jugando en Segunda División.
En marzo el Alhambra, como campeón provincial, llegó a disputar con el Jerez la primera eliminatoria de la Copa de España de Aficionados en fase regional, de la que no pudo pasar a la siguiente ronda. Los futbolistas, a la vuelta de Jerez en el primer partido de esa eliminatoria de copa, contaron cosas como éstas: que llegaron rendidos a Jerez a las once de la noche después de un viaje en autobús a gasógeno de más de siete horas y tuvieron que ponerse a buscar alojamiento; que no pudieron acostarse hasta las cuatro de la madrugada y tuvieron que hacerlo en lo único que encontraron, “una fonda de 3 ptas” donde tenían que tenderse sobre tablas; que a las once de la mañana, sin descansar, tuvieron que jugar su partido en el que los locales lesionaron hasta a cuatro alhambristas, de modo que perdieron 3-1 (un gol con la mano y otro en offside, según cuentan); y más cosas del mismo jaez. El partido de vuelta, jugado en Los Cármenes dos semanas después, acabó en empate sin goles y con el Alhambra eliminado.

Gaspar Rubio con boinilla en sus tiempos de jugador del Valencia, entrenador del amateur
    
La directiva acordó que cada domingo en el que el primer equipo actuara de visitante, se enfrentaran en amistosos los reservas y los amateurs frente a otros conjuntos locales. Así mientras el Granada se traía los dos puntos del Villamarín, en Los Cármenes un equipo mixto de reservas y amateurs se imponía 9-0 a una selección de modestos locales. Otros partidos que pudieron verse fueron un 10-0 al Alhambra (con 4 de Uría), 7-1 al Calasancia, 9-0 al Numancia. El invento funcionó bastante bien y se registraron buenas entradas.

El parador de Educación y Descanso
El 10 de febrero de 1943 el camarada Joaquín Aguilera Alonso, jefe nacional de la Obra Sindical de Educación y Descanso, inauguró en el collado de las Sabinas de Sierra Nevada, a 2.300 metros de altitud, el albergue de titularidad pública que se conoció con ese nombre, Educación y Descanso. El nuevo parador se convirtió en esos momentos en lo más moderno de la Penibética, dotado de mueblario (según Patria) de estilo típico alpujarreño, como el resto de objetos ornamentales, y con un amplio comedor además de cinco dormitorios de literas con capacidad total para unas cincuenta personas (productores en la terminología nacionalsindicalista).
En realidad lo inaugurado solemnemente no era una obra nueva sino que se trataba de la restauración y ampliación de este mismo refugio que ya funcionó como tal desde finales de los años veinte y se le conocía como albergue de Obras Públicas pues su función era dar alojamiento a los obreros que construían la carretera hacia el Veleta.
No sólo se convirtió en esos momentos en lo más moderno en cuestión de alberques de toda Sierra Nevada, sino también en el único utilizable. Otros refugios serranos existían ya: el Universitario y el Militar, situados ambos en la Hoya de la Mora, y aparte también estaban el de Elorrieta, en la zona del pico del Caballo, así como el albergue que construyó la Sociedad Sierra Nevada en los llanos de Otero, en el barranco de San Juan, bajo los Peñones de San Francisco, el primero que se levantó en nuestra Sierra. Pero todos ellos se hallaban muy deteriorados en estas fechas de los primeros cuarenta al haber sufrido los estragos de los tres años de guerra ya que estas zonas fueron escenario de numerosas escaramuzas. 

 Albergue de Educación y Descanso en el collado de las Sabinas de Sierra Nevada

La afición a los deportes de montaña era en aquellos años muy reducida en Granada en comparación con lo que lo es en la actualidad, pero la apertura de este parador de Educación y Descanso y la organización cada domingo de temporada de excursiones a la sierra por el mismo organismo sindical de tiempo libre contribuyeron grandemente al fomento del penibetismo en cualquiera de sus variedades, dando desde entonces alojamiento y comida a precios muy económicos a varias generaciones de montañeros y esquiadores granadinos, cada vez más numerosos con el transcurso de los años, y ésa fue una función que cumplió muy satisfactoriamente hasta los 80. Su característica bóveda esquifada y alquitranada, que asemeja la quilla invertida de un barco, sigue siendo hoy parte del paisaje serrano aunque  ya no se dedica a los menesteres  hosteleros para los que fue creado. En la actualidad ya no se le conoce como albergue José María Collantes, montañero granadino que le dio nombre muchos años, ahora responde al de General Oñate y su destino es servir de refugio en operaciones militares de adiestramiento.
Tiempos heroicos para el penibetismo seguían siendo aquellos primeros años cuarenta. Heroicos los tiempos y heroicos los aficionados al montañismo o al esquí, sobre todo estos últimos. La carretera hasta el Veleta, sin asfaltar, estaba ya abierta desde 1935 (Carretera de Granada a la de Laujar a Órgiva por el pico de Veleta, ése era su nombre), pero todo aquel que no dispusiera de transporte privado (la inmensa mayoría) únicamente tenía como alternativa el añorado tranvía de la Sierra, que por aquel entonces sólo llegaba hasta el Maitena. Desde allí, esquíes al hombro además de todo el equipo e impedimenta necesaria para echar el día, (que se dice), había que emprender una caminata cuesta arriba de al menos sus dos horas largas hasta encontrar nieve apta para deslizarse. Nada que ver con la masificación actual en la sierra cualquier fin de semana de temporada. Los primeros (y muy rústicos) remontes no aparecieron en Sierra Nevada hasta bien entrados los años 50, y fue a partir de la década de los 60 cuando se creó la moderna estación de esquí, gestionada por Cetursa, y surgió la urbanización de Pradollano y con ella numerosos establecimientos hoteleros, una estación que no ha parado de crecer desde entonces hasta convertirse en una de las mejores y más concurridas de toda Europa y en uno de los más importantes pilares económicos granadinos.

    La reja que cierra la placeta de Mediohuevo de la Capilla Real en breve será cortada y trasladada a las salidas de la calle Oficios

La Capilla Real
En Granada siguen las continuas reformas urbanas y ahora le toca el turno al entorno de la Catedral, y fruto de esos trabajos quedarán las plazas de las Pasiegas y de Alonso Cano como ahora mismo pueden verse, desapareciendo el tráfico rodado en esta última, enlosada en piedra de Sierra Elvira, y construyendo la escalinata de la fachada principal catedralicia.
                En febrero, se acomete la reforma de la entrada principal de la Capilla Real, de cuyo atrio desaparecerá la verja de estilo gótico que desde 1915 venía cerrando el acceso al sepulcro de los Reyes Católicos y al mismo tiempo entorpeciendo la plena contemplación de su fachada. Se trata de una reja de fundición sin un particular valor artístico que será troceada y reutilizada para cerrar todas las entradas a la calle Oficios, tanto por la Gran Vía como por la Alcaicería, pero también por las calles Estribo y Tinte (aunque a estas dos calles finalmente no alcanzó la verja). La calle Oficios, que quedará totalmente cortada al tráfico, se ampliará en su salida a la Gran Vía y se pavimentará con empedrado granadino y piedra de Sierra Elvira.

 Los nuevos rótulos de las calles granadinas en cerámica de Talavera

Rótulos de cerámica para las calles
                También por estas fechas acuerda la corporación municipal la nueva rotulación de todas las calles de la ciudad y para ello aprueba el modelo que va a ser fijado en las vías públicas. Lógicamente, todas las calles y plazas de Granada tenían su nombre propio con el que eran conocidas por los vecinos, pero salvo algunas placas en mármol que se conservaban del pasado en muy pocas esquinas, esas calles y plazas en su gran mayoría eran innominadas, esto es, carecían de cualquier rótulo que diera a conocer a los foráneos en qué lugar se encontraban. El alcalde Gallego Burín, empeñado en modernizar y adecentar la ciudad en todos sus aspectos, también quiso poner fin a esta deficiencia.
                El modelo de rótulo callejero aprobado por la comisión permanente municipal consistirá en unas cartelas de barro vidriado con letras y adornos en azul, en un estilo que recuerda la muy típica cerámica granadina de Fajalauza, pero no saldrán esas cartelas de ningún alfar granadino sino que vendrán de Talavera de la Reina. No sabemos la razón última de que lo que andando el tiempo se ha convertido en un símbolo tan granadino, presente en todas y cada una de sus calles y plazas, viajara desde tierras manchegas en lugar de nacer en algún horno de la tierra. Quizás fue que se encontró mejor precio en Toledo.
                Como curiosidad que atañe indirectamente a la historia del Granada CF, es de destacar que en la misma sesión municipal en la que se aprobó el modelo de rótulo callejero, también se decidió la adjudicación al camarada Jesús Díaz Cara, de la centuria Bermúdez de Castro, de la cartilla mensual de ahorros. Esto último no sabemos exactamente en qué se traducía ni cuáles eran los méritos del adjudicatario, pero sí conocemos al flecha (18 años a la sazón) al que le correspondió esa cartilla de ahorros pues se trata de Díaz Cara, extremo izquierdo al que, en 1948, le cupo el honor de ser el primer futbolista de la historia rojiblanca promocionado al primer equipo desde el recientemente creado filial Recreativo de Granada, en el que militó a lo largo de  las seis primeras temporadas de su existencia. 



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