Domingo 8 de septiembre de
1940, amistoso de pretemporada, Granada 7 Imperial de Murcia 0.Mesa, Guijarro, Bonet, Marqués, Valencia,
Cepillo, Liz, Bachiller, Gárate, Millán y González
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Buen comienzo
La liga 1940-41
empieza bien para el Granada. En su primer partido, en el último domingo de
septiembre, se trae los dos puntos de su visita a Jerez (2-3). En el estadio
Domecq, sin una brizna de hierba, jugaron: Floro; González, Benítez; Maside,
Bonet, Fernández; Mesa, Trompi, Marqués, Bachiller y Liz. Trompi, recién licenciado
del ejército, había vuelto a Granada tan sólo dos días antes del viaje a Jerez,
por lo que no había hecho pretemporada de ninguna clase ni había entrenado
junto a sus compañeros, pero eso no fue inconveniente para ser alineado y
conseguir uno de los tres goles granadinistas. Marqués y Mesa anotaron los
otros dos. De esta primera alineación pronto Benítez dará paso a Millán en la
defensa, Cepillo y después Sosa sustituirán a Fernández en la media, y en la delantera
Guijarro y Gárate sustituirán a Mesa, y Cholín, que se incorporará en dos meses,
será el relevo de Marqués.
No
tuvo continuidad esta primera victoria y en el debut en Los Cármenes, al
domingo siguiente, el Cartagena se llevó un empate a un gol en un pésimo
partido rojiblanco en el que el árbitro Laso enervó a la numerosa parroquia con
sus errores, provocando incidentes de la hinchada. El Granada fue multado con
1.000 ptas. por el Comité de Competición por el comportamiento agresivo del
público hacia árbitro y jugadores contrarios, insultados y apedreados, y el
delegado de campo, Luis Sánchez Urrutia, quedó inhabilitado para el desempeño
de su cargo.
José Zubeldia en el centro de la fotografía junto a sus compañeros de la
redacción de Patria
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Agresión a Zubeldia
La vendetta por lo del año pasado en
Córdoba, campo donde se perdió toda posibilidad de ascenso, llega en la jornada
tres. En el campo de Las Américas el Granada se impone 1-3 al Racing de Córdoba
y queda estupendamente clasificado de forma que en todo lo que falta de liga
nunca va a estar por debajo del tercer puesto que pasa a ocupar a raíz de esta
victoria.
Igual que en la
temporada anterior, nuevamente en Córdoba fue la expedición granadinista objeto
de todo tipo de hostilidades. El más perjudicado resultó el redactor del diario
Patria, José Zubeldia, agredido por un energúmeno en las gradas del campo
cordobés y detenido junto a su agresor por defenderse de éste.
Floro recibe de González la cartera regalo de un aficionado. Maside contempla
la escena
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Floro agraciado
La temporada
pasada se caracterizó por la estrecha lucha por el liderato entre el Granada
(el Recreativo) y el Cádiz. Este año, al menos al comienzo de la competición,
lleva visos de ser una segunda edición de lo mismo, y así, cuando en la jornada
seis nos visita el Cádiz marcha éste como líder del grupo segundo y sus cinco
partidos ya disputados han sido otras tantas victorias. Pero con Los Cármenes a
reventar, igual que el año anterior, el Granada acabó con la imbatibilidad gaditana
y venció por igual tanteo que en la 39-40, 2-1.
La anécdota
vino de un aficionado taurino de nombre Blas Monsalve que, según propia
confesión, era el primer partido de fútbol que veía en su vida. Entusiasmado
por el gran espectáculo que pudo presenciar compró una cara cartera de piel
sobre la que encargó un dibujo al óleo en el que se veía un toro cabeceando un
balón y con la leyenda “No es incompatible” (ambos espectáculos, toros y
fútbol); acto seguido la remitió al club para premiar al jugador granadinista
al que correspondiera por suerte. Efectuado el sorteo días después, la
estupenda cartera fue a parar a manos de Floro.
Maside, González, Trompi,
Gárate, Cholín, Bachiller y Liz; con Cepillo, Bonet, Vidal y Millán, vestidos
de blanco se impusieron en Los Cármenes 1-0 al Gerona, gol del debutante Cholín
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Debut de Cholín
En la jornada
ocho el Granada vestido de blanco entero, salvo el negro de las medias, derrota
al Gerona en Los Cármenes en un partido en el que se produce un doble debut.
Curiosamente los dos nuevos son paisanos, Gárate y Cholín, ambos guipuzcoanos
de Tolosa. Gárate, fichado a principio de temporada, no había podido ser
alineado hasta ese momento, al ser por fin perdonado por su pasado “rojo”, y se
hizo con la titularidad en el extremo derecho reemplazando a Pirulo, pero fue un fichaje que no cuajó
y posteriormente Guijarro recuperó su puesto. Por su parte, Cholín debuta de la
mejor manera, marcando de sensacional cabezazo el único gol por el que los
puntos se quedan en Granada y aúpan al equipo al segundo puesto. A partir de
ese momento sólo se perderá Cholín los partidos en que no pueda alinearse por
problemas físicos, y sus quince goles lo convertirán en el máximo anotador de
la temporada y pieza clave para el ascenso de categoría.
La nota negativa de este partido fue la
grave lesión del canterano Cepillo, que venía actuando con regularidad y a gran
nivel en la media. A los veinte minutos tuvo que retirarse y ya no pudo volver
a ser utilizado en todo lo que quedaba de temporada, y tendrá que pasar algo
más de un año para volver a verlo de rojiblanco, aunque ya sólo se
alineará en algún amistoso de la temporada siguiente. El menisco hecho trizas
de Cepillo seguramente tuvo la culpa de que se frustrara una prometedora
carrera como la de este granadino.
Cromo de la colección de Almacenes Losada sobre el Granada 1 Gerona 0
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El Granada líder
efímero
El viaje a
Badalona de la jornada diez dejó la anécdota que cuenta “A.” en la sección Mundillo Deportivo del diario Patria.
Resulta que en la estación madrileña y por un despiste o una negligencia, el
equipaje granadinista con las
equipaciones se quedaba en el andén mientras el tren con toda la expedición
rojiblanca echaba a andar camino de Barcelona. Menos mal que Manolo Ibáñez, a
la sazón masajista y encargado de material del equipo, se percató y se bajó del
tren en marcha para hacerse cargo de los bultos. Manolo Ibáñez tuvo que viajar
en otro tren solo y al fiado, y la llegada a su destino se produjo faltando
escasamente una hora para el partido. Aparte de esa anécdota, fue un viaje
triunfal porque el Granada se trajo los dos puntos de tierras catalanas y
además accedió por primera vez esta temporada al liderato, aunque compartido
con el Castellón y a dos puntos del tercero, el Cádiz.
La victoria en
Badalona pudo ser seguida por la hinchada granadinista gracias a un sistema de
altavoces patrocinado por Patria e instalado en los locales de la agencia de
publicidad Alas Azules, ubicada en la
casa donde estuvo hasta hace pocos años la confitería La Bernina. A partir de este primero de diciembre ya cada vez que
el Granada actúe como visitante serán habituales los grupos más o menos grandes
de hinchas granadinistas concentrados las tardes de domingo en la plaza del
Carmen a la espera de noticias sobre el once de sus amores.
La agencia de publicidad Alas
Azules por megafonía y pizarras escritas a mano informa de la
victoria granadinista en Badalona que
coloca líder al equipo
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Fielatos
En la crónica ciudadana hay que referirse una vez más a las privaciones características de aquellos terribles años que tuvo que padecer la población, y también al estraperlo, consecuencia directa de la escasez. En Granada de comer hay muy poco cuando está empezando la década de los cuarenta. En los pueblos no se sufren tanto las hambres porque el que más y el que menos se defiende autoabasteciéndose cultivando un marjalillo (2ª entrada del DRAE para la palabra marjal: «(Del ár. hisp. márǧa’, medida agraria). 1. m. Medida agraria equivalente a 100 estadales granadinos o 5 áreas y 25 centiáreas.»), recogiendo lo que la tierra produce –decíamos- o criando unas gallinas u otros ganados, o bien con la escopeta y lo que la naturaleza ofrezca. También poniendo en práctica el ancestral comercio del trueque.
En la crónica ciudadana hay que referirse una vez más a las privaciones características de aquellos terribles años que tuvo que padecer la población, y también al estraperlo, consecuencia directa de la escasez. En Granada de comer hay muy poco cuando está empezando la década de los cuarenta. En los pueblos no se sufren tanto las hambres porque el que más y el que menos se defiende autoabasteciéndose cultivando un marjalillo (2ª entrada del DRAE para la palabra marjal: «(Del ár. hisp. márǧa’, medida agraria). 1. m. Medida agraria equivalente a 100 estadales granadinos o 5 áreas y 25 centiáreas.»), recogiendo lo que la tierra produce –decíamos- o criando unas gallinas u otros ganados, o bien con la escopeta y lo que la naturaleza ofrezca. También poniendo en práctica el ancestral comercio del trueque.
En
la capital ya es otro cantar… de tripas. Y el tránsito de mercancías de los
pueblos a la misma Graná da también
lugar a otro tipo de estraperlo a menor escala y bastante menos lucrativo.
El cateto que de su pueblo parte para la
capital llevando el conejo, el pollo, los huevos, el jamón, los chorizos o lo
que sea, con objeto de venderlos y hacer así algún negocio, lo primero que
procurará será introducirlos de matute, es decir, eludiendo los fielatos, esa
especie de puestos aduaneros situados a la entrada de Granada cualquiera que
sea la ruta elegida. En esas casetillas o garitas reinan los odiados consumeros, empleados del
municipio con carta blanca para introducir el arma que esgrimen, un pincho, y
hurgar en todo tipo de bultos sospechosos que transporten los viajeros que
quieren acceder a la capital ya sea andando, en caballería, en coche o en
tranvía. Al que descubren le exigen allí mismo el pago del Impuesto sobre
Consumos, una exacción municipal cuya cuantía depende del género de que se
trate y de la cantidad, y que grava los productos para el consumo
(especialmente los de alimentación) que procedentes de un municipio se llevan a otro para comerciar con
ellos, vigente en todas las ciudades y pueblos españoles desde mediados del
siglo XIX. Si no se atiende ipso facto el pago exigido, la consecuencia es la
requisa de los géneros.
Si desde la
implantación de este impuesto era una práctica cotidiana intentar colar las
mercancías sin pagar, en estos años se convierte en auténtico deporte nacional.
El chiste de Miranda, de 4 de septiembre de 1940, es ilustrativo.
Huérfanos
A mediados de septiembre de 1940 se está
preparando la salida de la Virgen de las Angustias en procesión, prevista para
el último domingo de ese mes, como es tradicional.
Este
año estrenará un manto bordado por las monjas dominicas valorado en 50.000 ptas.,
regalo de ex combatientes, en el que
se han bordado 535 estrellas de seis puntas que simbolizan los alféreces
provisionales granadinos caídos por Dios
y por España. Es una prenda llena de motivos castrenses y «símbolos del Alzamiento y del
espíritu imperial que anima a España»,
se puede leer en la prensa.
d
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Justo debajo de
la noticia anterior y en fuerte contraste con ella Ideal incluye un reportaje
en el que se da cuenta de la compra por la Asociación Granadina de Caridad de
la casa de Agreda, en la cuesta de Santa Inés, para dedicarla a orfelinato de
niñas. En Granada se calcula que hay en estos momentos cerca de mil niños
huérfanos o hijos de presos políticos que no tienen más posibilidades de
supervivencia que las que les procure la caridad pública. Son, claro está, los
hijos de los perdedores de la guerra.
La asociación que
lleva a cabo esta iniciativa, de carácter municipal y presidida por el alcalde,
se financia principalmente con el llamado “Sello de Caridad”, que viene a ser
un suplemento voluntario que se cobra sobre el precio que hay que abonar en los
espectáculos (también en el fútbol) y en los bares y cafés, y que, como el
impuesto sobre los consumos, casi todos eluden su pago.
Un titular que da qué pensar
En Granada se están organizando unos actos
del Gay Saber, informa en letras
grandes la prensa granadina.
Atónitos habíamos quedado al leer así, de
sopetón, este titular en un periódico español de 1940. De primeras habíamos
imaginado cosas muy alejadas de lo que en realidad contenía la información de
los diarios locales. Pero aparte de que por entonces la palabra gay no
significaba lo mismo que ahora, nada tenía que ver lo que se estaba organizando
con lo que Lorca llamó “el amor oscuro”, que en aquellos años de exaltación de
las recias y viriles virtudes de la raza, la sola sospecha de alguna desviación
del recto camino en la sexualidad podía costar muy caro al señalado. Además,
como no habíamos leído a Nietzsche (“La gaya scienza” o el gay saber o el
alegre saber o la alegre ciencia, todo eso), también habíamos pensado
equivocadamente que podría ser algo muy distinto lo que se organizaba.
Pero nada de banderas
arco iris ni tenidas ni misas negras o u otras hierbas disolventes, que tampoco las hubiera permitido la autoridad. En
realidad lo que se preparaba no era otra cosa que unos juegos florales, un
certamen de poesía «al estilo provenzal» usando el término gay saber (del
occitano) en otra acepción que significa arte poético y que también
desconocíamos. Se trataba de una velada con mucha flor y heraldos y trompeteros
empelucados, un acto de gente bien a celebrar en el teatro Cervantes a mediados
de octubre, organizado por la asociación de antiguos alumnos escolapios y al
que acudió lo más granado de la
sociedad granadina (lo que no deja de
ser una redundancia) en traje de etiqueta, incluidos gobernadores civil y
militar y alcalde. El triunfador fue el poeta local José Gómez Sánchez-Reina, y
en la sesión se leyeron poesías tituladas tal que: “Alcázar”, “Canto azul”,
“Bajo tu amparo” (dedicada al Caudillo) y otras por el estilo.
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