El chiste de Soria en Ideal, 16 de junio de 1983, presenta la nota curiosa en cuanto a su publicación de aparecer entre el anuncio de la contratación como entrenador del Granada del míster Felipe Mesones para la siguiente temporada y el desmentido de dicha contratación, noticias aparecidas el día antes y el día después respectivamente al momento en que el dibujo ve la luz. La confirmación del fichaje del técnico argentino para la 83-84 se publicará ya el día 18 y hasta final de mes aparecerán los primeros fichajes de cara a la nueva campaña en segunda.
En lo futbolero se vivía un buen momento por entonces. El club estaba recién ascendido a Segunda División después de acabar campeón del grupo II de 2ª B. Sólo dos años se había tardado en recuperar la categoría de plata y se pensaba que la peor época histórica del Granada CF -hasta ese momento- había sido afortunadamente muy pasajera y podíamos darla definitivamente por zanjada.
Así podía haber sido pero -no hace falta decirlo-, en el fútbol, si a lo deportivo no acompaña lo económico es difícil que las buenas perspectivas puedan durar demasiado. Y es que en el Granada recién retornado a segunda soplaban aires de gran crisis a pesar del logro deportivo.
El año 1983 empezó con la venta del estadio de Los Cármenes a la empresa Inonsa por 425 millones con los que acabar con las deudas del club, cercanas a los 300, que tanto venían lastrando su marcha (noticia que se publicaba casi simultáneamente a la del incendio del palacio Arzobispal y a la de la muerte en Méjico del “mago” Gaspar Rubio, ex granadinista como jugador y entrenador). Inonsa se encargaría inmediatamente de la construcción del nuevo estadio, en la carretera de Málaga, que llevaría el nombre del, a la sazón, presidente del Granada CF, Cándido Gómez Álvarez. Pero antes de una semana la operación -ya cerrada- quedó sin efecto porque el nuevo plan de urbanismo de la ciudad reducía bastante la edificabilidad del solar del viejo campo y su valor por esa razón era mucho menor. Empezó así una larga polémica en prensa que enfrentó a Candi con el alcalde Antonio Jara y en la que se posicionaron determinadas fuerzas vivas del granadinismo, como se refleja en el segundo chiste de Soria que, aunque se publicó dos años después, puede ilustrar muy bien lo que se vivía en el Granada en este convulso 1983.
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