Tras perder injustamente en el Vicente Calderón en la antepenútima jornada de la liga 72-73 volvía el Granada a enfrascarse en la competición no oficial andaluza. Recordemos que en el último choque disputado en Granada los nuestros no habían podido superar a su más directo rival por el campeonato, el Betis, que con el empate arrancado nos había dejado igualados a puntos pero dependiendo de resultados ajenos por tener el golaveraje perdido con los béticos.
Pero las circunstancias volvían a presentarse favorables para el Granada y volvíamos a depender de nosotros mismos porque el Betis en su siguiente compromiso, jugado la semana anterior a nuestra visita a Madrid, sólo había sido capaz de empatar en el campo del Sevilla, así que sólo un punto separaba al Granada del Betis al cual le faltaba ya sólo un partido por disputar mientras que a los rojiblancos les faltaban todavía dos encuentros. Sólo era cuestión de ganar ambos y de esa forma quedaría renovado el título de campeón andaluz.
Los dos partidos pendientes eran a domicilio: el correspondiente a la jornada 16, en Huelva, y el de la 18 y última, en Cádiz. El partido de Huelva, aplazado en su día, seguía sin tener fecha señalada para su disputa, así que a Cádiz viajamos con la clara intención de traernos los dos puntos tres días después de la derrota en casa del At. Madrid, el 9 de mayo de 1973.
Pero Ñito; Martos, Aguilera, Santos; Castellanos, Pla; Gruart (Gregorio), Santi, Quiles, Echecopar y Garre, cosecharon la segunda derrota (1-0) en esta competición y sirvieron en bandeja el campeonato al Betis, que no falló en Sevilla ante el tercera Huelva. El partido entre granadinos y gaditanos fue bastante bueno por ambos contendientes, según las crónicas, y sólo las grandes actuaciones de ambos guardametas, Ñito y el cadista Bocoya (futuro granadinista), impidieron que se vieran más goles. El único gol llegó muy al final, pero con él se acababan todas las posibilidades para el Granada de renovar este título regional andaluz pues el Betis, con todo su calendario ya disputado, se había distanciado a tres puntos. La segunda Copa de Andalucía de reservas la ganó el Betis, que completó las dieciocho jornadas del calendario sin perder ni un solo encuentro. Si en la liga andaluza realizaron los béticos una gran campaña y se proclamaron campeones con todo merecimiento, ni mucho menos le fueron las cosas medianamente bien en la liga oficial de Primera división, y en una recta final desastrosa acabaron descendiendo a Segunda.
El mismo día en que los granadinistas conocíamos que el Granada no volvería a ser campeón de Andalucía, 10 de mayo de 1973, nos sorprendía la prensa con un notición. El Granada acababa de cerrar el fichaje de un auténtico crack, el delantero internacional argentino Carlos Bianchi. Éste sí que era un fichaje bomba. Se trataba de un delantero joven (24) pero ya consagrado, y muy goleador, que militaba en el Vélez Sarfield. Según la noticia que en Ideal firma José Luis Piñero, el Anderlecht y el Barcelona andaban detrás del futbolista, pero ante la falta de una oferta en firme de los catalanes y dado que el argentino prefería jugar en España, el Granada se había hecho con sus servicios. Para poder jugar en el Granada es necesario que previamente sean admitidos los extranjeros en el fútbol español, pero se da por hecho que en la próxima reunión federativa se acordará levantar la prohibición. La contratación es por tres años y ya ha dado el Granada una cantidad a cuenta, aunque del coste de la operación no quiere hablar Candi, que manifiesta a la prensa que también podían haber fichado Ayala (que después jugará en el At. Madrid) y Mas (que lo hará en el R. Madrid), pero no los ha querido porque «no son hombres de área». En la misma entrevista también adelanta un Candi feliz que los días 22. 23 y 24 de agosto se disputará en Los Cármenes un trofeo veraniego con el Granada, el Málaga y el Millonarios.
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