Así llegamos a la jornada once de la Liga de reservas. La visita del Córdoba se tradujo en otra nueva victoria por paliza rojiblanca, 5-0. El partido se disputó el jueves 10 de febrero. A pesar del horario, a media tarde cuando muchos trabajan, y de que no paró de llover y del frío reinante, Los Cármenes registró una entrada por encima de los quince mil espectadores, porque el triunfo final ya se intuía como bastante probable y sobre todo porque en este partido se presentaba Echecopar. Jugaron: Moncaleán; González, Barrenechea, Lorenzo; Martos, Manolín; Gruart, Chirri, Juárez (Santos), Echecopar (Gregorio) y Garre. Echecopar no defraudó y tuvo una actuación sobresaliente junto al meta Moncaleán y al defensa Martos. El argentino dejó a todos maravillados con sus fintas, jugando muy bien entre líneas y creando muchísimo peligro ante la meta cordobesa, y además marcó un golazo con bajada de balón, driblin y remate de sombrero; era el 2-0, que llegaba al filo del descanso. Antes se había adelantado el Granada con un gran gol de Juárez. La segunda parte sólo tuvo color local y en ella llegaron tres goles más, obra de Chirri, Manolín y Gruart. El Córdoba pudo hacer algún gol, pero sus buenas ocasiones fueron siempre desbaratadas por Moncaleán, que estuvo sensacional.
José Ramón Moncaleán era un joven portero cántabro que perteneció al Granada cuatro temporadas y siempre pareció que tenía grandes facultades, pero sólo fue alineado en un partido oficial con la primera plantilla, esta misma temporada en Copa, cuando tuvo que sustituir a Izcoa lesionado en Tenerife, interviniendo apenas diez minutos, esa es toda su participación como granadinista. Al año siguiente se marchó a hacer la mili y finalmente acabó jugando en el filial Granada B.
El siguiente compromiso en el campeonato andaluz, el de la jornada doce, tuvo lugar en el Benito Villamarín, ya el 24 de febrero, de donde el Granada se trajo un empate a uno con la siguiente alineación: Ñito; González, Martos, Lorenzo; Santos, Manolín; Chirri, Marino, Gruart, Esteban (Lolo) y Garre (José Luis). Como se ve, la alineación granadinista se puede decir que fue de circunstancias ante la gran plaga de lesiones por la que atravesaba en esos momentos la primera plantilla. Se alinearon del filial: González, Marino, Esteban, Lolo y José Luis, además Martos actuó de improvisado defensa central y en la delantera el hombre más en punta fue Gruart, un extremo. Pero a pesar de eso el Granada planteó un gran partido defensivo y pudo puntuar, en lo cual tuvo gran importancia el partidazo de Ñito, relegado a la suplencia en la segunda vuelta en beneficio de Izcoa. El Granada se adelantó con un golazo desde treinta metros de Garre, pero pronto empató el Betis pero se supo aguantar el resultado. A falta de tres jornadas y con el balance de ocho victorias, dos empates y sólo una derrota (veintiocho goles a favor y ocho en contra), al Granada le bastaba un solo punto para ser matemáticamente campeón de esta primera edición de la Liga Andaluza de Reservas.
martes, 9 de febrero de 2010
MÁS CERCA DE LA VICTORIA FINAL
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