EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



martes, 31 de mayo de 2011

LA TELEVISIÓN Y EL ELCHE






La última vez que el Elche jugó en Granada lo hizo en la jornada sexta del calendario del grupo IV de Segunda B de la temporada 1995-96, que es la única de sus veinte visitas en que vino militando en la tercera categoría. Aquel partido, jugado el 8 de octubre de 1995 en el nuevo Los Cármenes, acabó en empate a un gol gracias a que el buen defensa que era Antonio consiguiera de cabeza empatar el tempranero gol de los visitantes, cuyo banquillo lo ocupaba Mesones. Todas sus demás visitas a nuestra tierra son de Primera (nueve), Segunda (ocho) o Copa (dos), y de ellas sólo en una ocasión consiguió una victoria (en la 87-88) y en otras seis empató.


Los Granada-Elche de la historia empiezan muy pronto, tanto que sería más correcto hablar de Recreativo-Elche ya que las dos primeras visitas ilicitanas a Granada fueron en tiempos de la República,34-35 y 35-36, las dos primeras de nuestro equipo en segunda categoría.



En la 58-59, recién terminada la liga de Primera, comenzaba la Copa. El primer rival que deparó el bombo fue el Elche, que acababa de completar la mejor temporada de su historia hasta ese momento y que con el gran César a punto de cumplir los cuarenta y como jugador-entrenador se había proclamado campeón del grupo Sur de Segunda y debutaría al año siguiente en máxima categoría. La ida fue en Los Cármenes el 26 de abril de 1959 y el Granada, muy superior y con Benavídez de maestro, encasquetó a los franjiverdes un concluyente 8-1, una de las más grandes goleadas de la historia en Los Cármenes, cuyo marcador, nuevo de un año atrás, estrenó aquella tarde los cartones del siete y el ocho. Curiosamente todos los delanteros granadinos marcaron dos goles (Benavídez, Loren, Mauri y Arsenio), el único que no marcó fue Carranza, que era precisamente el de más poder goleador de aquel gran Granada, aunque sí que intervino directamente en al menos tres de los goles. Todo parecía más que resuelto para la vuelta en Altabix, pero el pase a la siguiente ronda se consiguió no sin algún apuro puesto que el Elche venció 5-1 a los nuestros. Era el primer capítulo de lo mejor de la historia rojiblanca, que llegaría dos meses después con el subcampeonato de Copa.


También merece destacarse el duelo granadino-ilicitano de la temporada 1966-67, jugado en la jornada 28 de Primera, a falta de sólo tres para concluir la liga. Este partido se jugó el domingo 9 de abril de 1967 a la muy inusual hora -para la época- de las 19,30, porque fue retransmitido en directo para toda España por TVE. Es por tanto el primer partido televisado desde Los Cármenes de toda su historia, no así el primero que se le televisaba al Granada CF pues existía el antecedente de cuatro años atrás, en partido de Copa en el Bernabéu frente al Madrid, que acabó 3-0. El Granada y su afición dieron bien ante las cámaras y en un Los Cármenes abarrotado derrotó 2-1 al Elche en un partido muy emocionante. Marcó al filo del descanso Rafa Almagro y a poco de iniciarse la segunda parte Miguel puso el 2-0, pero a falta de menos de diez minutos el goleador ilicitano Vavá acortó distancias dando aún más emoción a los minutos finales. El Granada, con -5 y en puesto de promoción, necesitaba apremiantemente los puntos para no descolgarse y la victoria hizo renacer las esperanzas. Lo malo fue que en la siguiente salida, al Pasarón pontevedrés, no se pudo pescar nada, y en la última jornada, en Los Cármenes, un Español muy superior derrotó a los nuestros 0-3. Después el Betis en la promoción se encargaría de poner fin a la más efímera de las estancias granadinas entre la élite del fútbol español.



Otra visita ilicitana destacable es la de la 74-75, jornada siete, jugado el 3 de noviembre de 1974. Era el Granada de la primera vuelta de aquel campeonato, caracterizado por la irregularidad de nuestro equipo y por la enome igualdad que se dio al final en Primera división. Este Granada de la primera mitad del campeonato no tuvo problemas para golear 5-0 (Lorenzo dos, Parits, Castellanos y Grande) al Elche de Néstor Rossi, arropado por más de dos mil hinchas. Fue un partidazo de los rojiblancos entre los que sobresalió un hombre que no se prodigaba demasiado, el austriaco Parits. La primera vuelta granadinista de esta temporada fue bastante buena, pero la segunda fue muy deficiente y sólo el golaveraje favorable frente al Málaga evitó el descenso de categoría.
Más arriba he dicho que el El Elche ha jugado en Granada en veinte ocasiones, pero no es del todo cierta tal aseveración. Son en realidad diecinueve las veces que en Granada los alicantinos han disputado un partido oficial, pero tendrían que haber sido veinte porque el de liga de Segunda de la 83-84 no se jugó en Los Cármenes, clausurado por dos partidos por los incidentes frente al Cartagena en Copa. Por entonces no bastaba eso que hoy es usual de llevarse los partidos de clausura a un término municipal distinto; entonces había que alejarse al menos cien kilómetros. Por esa razón este Granada-Elche hubo de jugarse en El Maulí, de Antequera, aunque tampoco por entonces existía en toda la provincia un campo, aparte de Los Cármenes que resultara apto para un partido de estas características . No se dio mal el casi flamante estadio antequerano ya que el Granada se vino de allí con los dos puntos (2-1) gracias a la magnífica actuación de aquel fino futbolista que era Kostic, un ex ilicitano, que marcó los dos goles rojiblancos, el segundo de penalti y el primero al recoger un rechace a tiro de golpe franco de López que se estrelló en el larguero. Unos cinco mil granadinos nos desplazamos a Antequera y vimos a nuestro equipo imponerse al gallito Elche (que ascendió a Primera esa misma temporada) a pesar de jugar casi toda la segunda parte con uno menos por expulsión de Peruena.

PRIMER PASO






Granada 8 Elche 1


26 de abril de 1959


Estadio Los Cármenes, casi lleno, quince mil espectadores con presencia de un millar de ilicitanos en tarde soleada. Partido correspondiente a la ida de XVI de Copa del Generalísimo


Granada CF: Piris; Vicente, Cata, Larrabeiti; Pellejero, Vílchez; Arsenio, Carranza, Loren, Benavídez y Mauri


Elche CF: Navarro (Isidro 77’); Gómez, González, Quirant; Riquelme, Rodri; Guerrero, Sánchez, César, Outeruelo y Pahuet


Goles: 1-0, min. 2, Arsenio; 1-1, min. 23, Pahuet; 2-1, min. 26, Benavídez; 3-1, min. 44, Loren; 4-1, min. 47, Arsenio; 5-1, min. 68, Mauri; 6-1, min. 76, Mauri; 7-1, min. 86 Loren; 8-1, min. 82 Benavídez


Árbitro: Azón. Con errores por seguir el juego de lejos




En la última jornada de la liga 58-59 sospechosamente el Betis (con destitución fulminante de su entrenador Antonio Barrios) perdía en su campo con la R. Sociedad, rival directo rojiblanco, y el Sevilla, otro rival directo,-también con sospechas- ganaba en Vigo en el último suspiro a la vez que los rojiblancos eran derrotados en Pamplona. La consecuencia era que el Granada tendría que intentar salvar la categoría en la promoción a pesar de su buen papel en la recta final del campeonato, cuando Kalmar con su sapiencia y Carranza con su pelea dieron un aire muy mejorado al equipo.


Pero antes había que jugar la copa, que se iniciaba para los primerdivisionistas una semana después de concluir la liga. El Elche, que de la mano del ex rojiblanco César y con el granadino Guerrero acababa de ascender a Primera como campeón del grupo Sur, era el primer rival. El presidente Rivas no las tenía consigo y prefería una eliminación rápida para centrarse en la promoción. No sabía que este equipo estaba dando los primeros pasos de lo que concluirá dos meses después con el mayor logro del club: subcampeón de España.


Hasta cinco titulares faltaban en la alineación del Granada, pero el Elche sólo dio batalla en la primera parte, en la que se llegaron a escuchar palmas de tango en las gradas y algunos abucheos hacia los rojiblancos. La segunda mitad fue sin embargo un monólogo rojiblanco y con Benavídez de catedrático del balón y Carranza abriendo espacios (no marcó pero dio al menos tres goles) el Granada dio toda una exhibición y dejó sentenciada la eliminatoria.


El gran César Rodríguez a sus casi cuarenta, con el 9 a la espalda pero actuando de cerebro de su equipo y ocupando la posición de medio centro, fue el mejor de los franjiverdes. Como jugador-entrenador, en sólo dos años consiguió que el Elche pasara de Tercera a Primera. En declaraciones pospartido dijo que le habían emocionado las muchísimas muestras de cariño recibidas de los granadinos y achacó la excesiva derrota a los festejos del ascenso, que le habían ocupado toda la semana descuidando la preparación. Algo de razón debía de llevar porque aunque el 8-1 parecía definitivo, en el partido de devolución de visita por poco nos elimina un Elche mucho más centrado que derrotó a los rojiblancos por 5-1.

jueves, 26 de mayo de 2011

EL TERCER INÉDITO: VILLARREAL B





El tercero y último de los tres inéditos frente al Granada es el siguiente rival, el club más joven de la categoría, el filial villarrealense, que junto a Huesca y Numancia nunca hasta esta misma temporada había jugado un partido oficial frente al Granada. No hay por tanto más precedente que el del partido de la primera vuelta en el que el Granada sucumbió en tierras castellonenses.


Con el primer equipo amarillo sí que hay antecedentes históricos, pero son bien escasos, tan solo tres, dos de liga de Segunda B, de cuando el llamado “submarino amarillo” era no ya un segundón sino menos que eso, un club a caballo de la tercera y la cuarta división nacionales, en la 88-89; y un tercer partido, de Copa, de cuando empezaba a convertirse en un club puntero del fútbol español, en la 2000-01.


La primera vez que los amarillos aparecieron por Granada fue en la jornada 33 de la malísima temporada 1988-89, a falta de seis partidos para concluir la liga, hace exactamente veintidós años menos un día, puesto que la visita castellonense ocurrió el 21 de mayo de 1989. Aquel menos que mediocre Granada regido desde hacía poco por Murado, después del desfile de técnicos había vuelto tres jornadas atrás a las manos del mismo que empezó la temporada, el maestro Eduardo Gómez, Lalo, que se enfrentó a la dificilísima papeleta de intentar evitar que un Granada vicecolista del Grupo IV de 2ª B diera con sus huesos y toda su historia en Tercera. La mano de Lalo pese al poco tiempo transcurrido ya había empezado a cambiar el rumbo y al menos se había conseguido subir algún peldaño aunque sin salir todavía de los puestos de descenso. Ante menos de dos mil espectadores en el viejo Los Cármenes, el Granada se impuso 2-0 con goles de Kike de penalti y de Merayo, ambos en la primera mitad. En el Villarreal jugaba aquel delantero granadino de Bogarre, Adriano, que a la temporada siguiente llegó a ser fichado por Murado pero que finalmente no vino por desacuerdos monetarios de última hora. Con esa victoria pudo al menos el Granada escalar hasta el quinto puesto por la cola, el mismo que ocuparía al finalizar esta horrible temporada y con el que se pudo salvar la categoría, tras la feria del penalti (“muradí”) de la última jornada en Marbella.


Y la otra aparición amarilla por Granada tiene la particularidad de ser el primer partido rojiblanco del siglo XXI y del milenio. Se jugó el día 2 de enero de 2001, en XVI de final de Copa, disputado a partido único en el nuevo Los Cármenes. Otra particularidad que ofrece es que el técnico que ocupaba el banquillo rojiblanco era el mismo de la otra visita villarrealense, Lalo, en su partido de debut tras la destitución de Manuel Torres Molina, que a su vez había sido el relevo del defenestrado Ismael Díaz.


Este Villarreal tiene muy poco que ver con el otro. Era un recién ascendido pero sus dirigentes tenían claro que no iba a ser un comparsa de la máxima categoría, como dos temporadas atrás, cuando en su debut en Primera descendió en promoción. Así que se había reforzado con grandes fichajes de jugadores muy cotizados. El Villarreal formó con: López Vallejo; Galván, Unai, Medina, Arrubarrena; Jorge López (Jaime 74’), Xabi Gracia, Cagna, Escoda; Moisés (Marioni 62’) y Craioveanu (Gaitán 68), es decir, su equipo titular con el que en Primera marchaba cerca de los puestos de UEFA. El Granada opuso a: Pindado; Garrido, Tabuenka, Moya, Cervián; Torres, Pascual, Gonzalo (Óscar Fernández 80’), Pedro Vega (Puntas 67’); Róber (Nacho Sierra 70’) y Huegún. Debutaban como rojiblancos los pretendidos refuerzos invernales Gonzalo y Puntas. Desde luego no estamos ni de lejos ante uno de los mejores equipos rojiblancos de sus largos años en 2ª B, pero lo cierto es que el Villarreal no pareció el equipo revelación que tan buen papel hizo en liga de primera y el Granada supo jugarle y eliminarlo del torneo del KO. Se adelantaron los amarillos con gol del argentino Diego Cagna a falta de diez minutos para el final, pero empató Nacho Sierra casi sobre la campana. La correspondiente prórroga dio paso a los penaltis de los que sólo hubo necesidad de lanzar cuatro porque Pindado paró los de los villarrealenses Gracia y Gaitán, mientras que los rojiblancos no fallaron ni uno.


Antes que el Villarreal había caído en copa el Huelva. Después tocó eliminar al Guadix, de 2ª B, que se había deshecho de todo un Valencia, con lo del famoso penalti Cervián en el partido de vuelta en Los Cármenes. Y ya en cuartos el rival fue el At. Madrid, por entonces en Segunda, que acabó con nuestras ilusiones. En casi todos los partidos el granadinista más destacado fue el portero Pindado, lo que le valió su traspaso al At. Madrid al finalizar esta temporada.

martes, 24 de mayo de 2011

MARÍN, TROMPI, CÉSAR, BACHILLER Y LIZ






Granada 6 Barcelona 0


15 de febrero de 1942


Estadio Los Cármenes, lleno, doce mil espectadores en tarde soleada y de buena temperatura. Partido correspondiente a la jornada veinte de liga de Primera división 1941-42


Granada CF: Alberty; Millán, Alejandro; Sosa, Bonet, Sierra; Marín, César, Conde, Bachiller y Liz


FC Barcelona: Miró; Anguera, Benito; Franco, Rosalench, Llácer; Valle, Gracia, Martín, Balmaña y Bravo


Goles: 1-0, min. 2, Bachiller; 2-0, min. 25, Bonet; 3-0, min. 48, Alejandro; 4-0, min. 58, Marín; 5-0, min. 64, Marín; 6-0, min. 86, Liz


Árbitro: Tamarit. Falto de autoridad para cortar el juego excesivamente duro visitante



Sólo faltaban siete jornadas para terminar la liga y el debutante en la categoría Granada no podía permitirse ceder más puntos en su terreno si no quería que su paso por división de honor fuera fugaz. Los rojiblancos ocupaban puesto de promoción y tenían la ocasión de abrir brecha porque el rival, quién lo diría, era de su liga, el Barcelona, justo el que marchaba un puesto por debajo y ocupando la primera de las dos plazas de descenso. Es un Barcelona en horas bajas, pero Paco Bru dispuso que los rojiblancos quedaran concentrados en el hotel Suizo desde dos días antes. El míster nuevamente no podía contar con Trompi, lesionado, pero tenía a Conde, recién perdonado de sus veleidades “rojas”, y al mismo tiempo recuperaba a Marín.


En el mundo en esos momentos las gentes se están matando, pero en Granada, aunque con cartillas de racionamiento y “piojo verde”, el personal, que ya tuvo lo suyo hace bien poco, piensa más en desquitarse de lo sufrido. Para comer no hay mucho en abundancia ni variedad, pero en Granada tenemos fútbol de primera. Y además del bueno.


Esa tarde faltó Trompi, por lo que no se puede recitar la delantera famosa granadinista de la 41-42 (ya saben: Marín, Trompi, César, Bachiller y Liz), que en veintiséis partidos de liga consiguió 64 goles y que en Los Cármenes goleó ampliamente a Coruña, Oviedo, Hércules, Barcelona, Castellón, Español y otra vez al Oviedo (en Copa), y lejos de su terreno hizo lo propio con Coruña y Málaga.


El Barcelona siempre es el Barcelona, y aunque éste sea el peor de su historia en Liga, este mismo equipo será el próximo campeón de Copa pocos meses después, así que no hay que quitarle importancia a la gran victoria rojiblanca. No obstante, la cosa resultó bastante más fácil de lo que estaba previsto y desde los primeros compases se impuso este gran equipo rojiblanco, el de mayor poder goleador de sus diecisiete temporadas en Primera división, que, ya pagado el peaje de los novatos en máxima categoría, sólo perderá un partido más de los seis que quedan y conseguirá la permanencia de forma holgada. Así el Barça se llevó de su primera aparición por Granada un saco de goles, similar al que de naranjas llevaba Alberty (que cojeaba) bajo el brazo al terminar el partido.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¡QUÉ BIEN SUENA ALCORCÓN!






El tercer club más joven de Segunda, la Agrupación Deportiva Alcorcón, es el único debutante en la categoría de plata de los veintidós clubs que la forman. Le doblamos la edad ya que acaba de cumplir los cuarenta. Con este club sucede lo mismo que con nuestro anterior rival, que está en estos precisos momentos escribiendo las mejores páginas de su historia, porque en esos cuarenta años, a excepción de la década anterior, que la pasó entera en Segunda B, siempre se movió entre tercera y categoría regional, y ésa es la razón fundamental de que sólo haya un precedente histórico que llevarse al teclado en lo que se refiere a enfrentamientos con el Granada. Por primera vez en sus ochenta años de existencia compareció nuestro equipo en Alcorcón en esa fecha mágica guardada para siempre en el mejor recuerdo del granadinismo, la de 23 de mayo de 2010, con la devolución de visita de una semana antes en el nuevo Los Cármenes y que supuso el último (por ahora) ascenso.


De Granada íbamos con una ventaja de 2-0 que hacía que pareciera que disfrutaríamos de un viaje de placer. Pero nada de eso. Nada más empezar, en la primera jugada, un muy inoportuno resbalón de Máinz en la frontal del área por poco nos cuesta un gol si no llega a ser por la chepa de alguno que pasaba por allí. El córner que vino a continuación acabó con un tiro al poste de los locales. Y todo esto en el primer minuto de partido. Y es que los alcorconeros impusieron desde el principio un ritmo infernal y el Granada prácticamente no podía hacer otra cosa que defenderse. Así vivimos unos primeros cuarenta y cinco minutos con el corazón en la boca y el balón rondando una y otra vez nuestra puerta, hasta que el gol de cabeza del hoy granadinista Íñigo López, casi al final, a algunos nos produjo un amago de infarto. Ese ritmo trepidante no pudieron los locales mantenerlo los noventa minutos y así la segunda parte fue algo menos agobiante, acabando el partido tras seis eternos minutos de añadido con el único insuficiente gol del Alcorcón y con el Granada, sufriendo sí, como parece norma, pero ascendido a Segunda después de veintidós años.


Casi al año justo de la proeza rojiblanca en Alcorcón toca volver por el mismo escenario. Hace un año menos ocho días en el campo de Santo Domingo el Granada salió derrotado pero ascendido. Esta vez confiamos en que no se repita el resultado, pero al mismo tiempo queremos que vuelva el Granada en ese estadio a escribir otra brillante página de su historia y nos volvamos de Alcorcón con la clasificación matemática para play off de ascenso.

viernes, 13 de mayo de 2011

MATANDO GIGANTES






Granada 5 At. Bilbao 1


26 de marzo de 1972


Estadio Los Cármenes, lleno, veinte mil espectadores en tarde primaveral. Partido correspondiente a la jornada veintisiete de liga de Primera división 1971-72. Vicente recibió la insignia de oro del club Vandalia que le impuso su presidente Antonio Bailón


Granada CF: Izcoa; De la Cruz, Barrenechea, Falito; Jaén, Fernández; Porta, Chirri, Barrios (Garre 80’), Fontenla (Manolín 67’) y Vicente


Athletic Bilbao: Iríbar; Sáez, Astrain, Aranguren; Betzuen (Argoitia 75’), Larrauri; Arieta, Villar, Carlos, Rojo II y Rojo I


Goles: 1-0, min. 34, Chirri; 2-0, min. 52, Vicente de penalti; 2-1, min. 58, Arieta; 3-1, min. 72, Vicente; 4-1, min. 85, Porta; 5-1, min. 89, Porta


Árbitro: Martínez Banegas. Mostró cartulina blanca al granadinista Jaén y a los bilbaínos Rojo II, Rojo I, Aranguren y Larrauri



El viejo Los Cármenes debe ser el único campo donde -en una época- la alineación del equipo visitante leída por megafonía también era coreada por la concurrencia. Sólo que ese coro general no era para celebrar al forastero, sino para darle a entender que pese a que en sus filas formaran varios internacionales no se sentía la parroquia anonadada y confiaba en los suyos, cuyos nombres saludaba con el correspondiente «¡bien!» reservando para los visitantes aquel castizo y hoy olvidado grito de «¡oha!», por entonces tan popular. Así fue el prólogo de este inolvidable partido jugado en una radiante tarde de marzo, Domingo de Ramos, con presencia de algún penitente-hincha de hábito y capirote en las gradas.


De los “gigantes” de la liga ya habían caído en nuestro terreno esa misma temporada el Valencia y el At. Madrid. Y todavía tendrían que humillar la cerviz el Barcelona y el Madrid. El Bilbao, aunque ya no era el que fue, formó con cuatro internacionales (y dos más que lo serían en breve), con el gran Iríbar, “el Chopo”, muchos años el portero titular de la Roja. Pero tampoco iba a pescar nada en el coliseo de la carretera de Jaén, recibiendo encima un correctivo de los que escuecen.


A pesar del resultado final no fue la cosa fácil. En el primer tiempo sólo vimos el gol de Chirri resolviendo un barullo. Después el extraordinario Vicente, en un partido de sombreros, marcaría de penalti y volvería a hacerlo con un gol de antología (el 3-1), para ya en los últimos minutos y en jugadas calcadas de contragolpe por la derecha, con De la Cruz (4-1) y Garre (5-1) como asistentes, el gran Porta haría lo que sabía hacer mejor que nadie, llevar el balón a la red, marcar por partida doble sus goles quince y dieciséis que lo destacaban aún más al frente del Pichichi que acabaría ganando. Fue una tarde redonda, una fiesta futbolera en la que los dos goles postreros colaboraron a que la hinchada saliera eufórica de Los Cármenes.


Es que el Granada 71-72 era una cosa seria y no había grande que le tosiera y todos salieron derrotados. El mejor Granada liguero sólo dejó de ganar en su fortín de Los Cármenes cuatro puntos de otros tantos empates. La victoria sobre el Athletic nos colocaba en el séptimo puesto de la clasificación, lejos de los de peligro y con la vista puesta en Europa.

miércoles, 11 de mayo de 2011

BENÍTEZ, IRÁS Y NO VOLVERÁS DE TARRAGONA





Ya sabemos que las estadísticas están para romperlas y que rara (o ninguna) vez condicionan un resultado. Afortunadamente para la salud del fútbol, cabría añadir. Viene esto a cuento porque de Tarragona el Granada nunca se ha traído una victoria de las cinco veces en que allí compareció, a razón de tres de Segunda (un empate y dos derrotas), una de Segunda B (empate) y otra de Copa (derrota). Peor es lo del Tarragona, que nunca se ha llevado ni siquiera un punto en las seis veces que por aquí vino.


Tarragona es una plaza que no visitamos desde 1981. Fue el 25 de octubre, jornada siete de la primera temporada de la historia granadinista en 2ª B, la 81-82, cuando la categoría la componían sólo dos grupos y por eso había que viajar varias veces a Cataluña e incluso salir al extranjero (Andorra). El Granada se trajo un empate sin goles e inauguró su cuenta de positivos con estos hombres: Verdejo; Alete, Blanco García, Lina, Chas; Vitoria, Polo, Antonio; Terry, Mauri (Gómez 87’) y Quiles (Rincón Rus 60’). Las crónicas catalanas hablan de grandísima suerte granadina, con hasta tres postes, y de resultado totalmente injusto pues el Gimnástico –dicen- fue superior. Era el Granada de los primeros compases en el tercer nivel del fútbol español, aún sin definir y con varios nombres que pronto desaparecerán de la escena. El primero, el míster, Lalo, al que le quedan sólo dos partidos más para ser despedido por Candi, recién vuelto a la presidencia tras el descenso y la dimisión de Anel. Igual ocurrirá con jugadores como el tal Chas, cuya presencia en el Granada es de sólo siete partidos. E igual suerte correrá Mauri, Eduardo Mauri, hijo del delantero granadinista de los cincuenta Pepe Mauri, cedido por el Español y que no llegó a cuajar a pesar de que parecía válido para este desangelado Granada. Recientemente, en un programa televisivo de españoles por el mundo, podíamos verlo ejerciendo su profesión de médico en Qatar.


El otro único resultado positivo en Tarragona es de la primera ocasión en que allí comparecieron los nuestros. Fue en la jornada seis de la temporada 1945-46, cuando la Segunda la componían sólo catorce equipos en un grupo único, el 28 de octubre de 1945. Un Granada recién descendido jugó en el desaparecido estadio de la Avenida de Cataluña con: Martí; Millán, González; Sosa, Rey, Galvany; García, Trompi, Portilla, Safont y Mas. Trompi igualó antes del descanso el gol inicial de los catalanes para en la segunda parte García y Portilla poner el 1-3 con el que todo parecía resuelto, pero de eso nada porque los catalanes cercaron la meta de Martí y consiguieron empatar a tres a poco del final. El Granada fue superior y mereció la victoria en un partido en el que destacaron Millán y González.


Esa misma temporada le tocó al Granada repetir visita a Tarragona, pero fue en Copa y ya en abril de 1946, una vez concluida la liga. Una liga en la que el Granada se quedó al final con la miel en los labios, cuarto clasificado y sin poder disputar la promoción de ascenso a pesar de terminar empatado a puntos precisamente con el Tarragona y superarlo en el averaje particular. Un triple empate (con sospecha) en el que entró también el Córdoba fue el que nos dejó fuera. El Gimnástico era un recién ascendido y tenía todavía pendiente jugar la promoción frente al Español, con el que perdió después de forzar un partido de desempate. En Tarragona los nuestros perdieron 1-0 pero en la vuelta (2-0) logró el Granada pasar a cuartos para caer a pies del Valencia. A la temporada siguiente, 46-47, el Granada perdió 3-0 ante un Tarragona que ese mismo año ascendió a Primera.


La que queda es de la 79-80, la del invento de los sub-20, que se dio en la jornada 31, 13 de abril, y en la que el Granada de Ben Barek, mal clasificado y con un negativo, no supo conservar la ventaja de 1-2 (Róbert y Serrano) para acabar perdiendo 3-2 ante los locales, que ese mismo año descendieron a 2ª B. Y es digno de recordar este partido porque fue el último en el Granada de aquel gran centrocampista y defensa que fue Gustavo Benítez. Sólo unos días antes el Tribunal Supremo había confirmado la sentencia que en primera instancia falló la Audiencia Provincial de Granada y que condenaba a Benítez junto con Fernández, Escobar y Denis Milar a penas de entre cuatro y siete años por un oscuro asunto de abuso de menores ocurrido cuatro años atrás. Para no cumplir la condena Benítez se fugó a su Paraguay desde Tarragona, y Fernández, por entonces entrenador del Recreativo, le siguió desde Granada. Los otros dos implicados hacía ya años que habían dejado España. Con la huida de Benítez se frustró un más que posible traspaso al At. Madrid (se dijo) que hubiera aportado unos buenos millones a las paupérrimas arcas rojiblancas.

miércoles, 4 de mayo de 2011

SIN BRILLO






Granada 3 Tenerife 0



5 de octubre de 1954


Estadio Los Cármenes, buena entrada, doce mil espectadores en tarde de temperatura templada. Partido correspondiente a la jornada cuatro de liga de Segunda grupo Sur 1954-55


Granada CF: Candi; Vicente, Millán, Escámez; Valle, Padilla; Guerrero, Cea, Rafa, Rius y Rodríguez


CD Tenerife: Cuco (Padilla 37’); Chicho, Isal, Perla; Óscar, Ventolrá; Julito, Tomás, Munné, Arroyo y Albiol


Goles: 1-0, min. 37, Cea; 2-0, min. 65, Cea; 3-0, min. 85, Rodríguez


Árbitro: Gómez Arribas




El Granada 54-55 hizo una más que aceptable temporada en el grupo II de Segunda. Toda la liga ocupó puestos altos en la clasificación para terminar tercero y luchar por el ascenso a Primera en liguilla. Además, con Candi en la portería, que jugó la totalidad de los cuarenta partidos disputados, consiguió la copa Duward al equipo menos goleado de segunda, aunque en realidad fue el equipo menos goleado de las dos primeras categorías.


Sin embargo a pesar de los triunfos deportivos es frecuente encontrar crónicas de los partidos en los que se habla de poca vistosidad en el juego y de apuros para vencer. Ésa fue la tónica de toda la temporada en la que a pesar de que el equipo era prácticamente el mismo de la anterior, con las únicas variaciones del medio Valle y el extremo Rodríguez (“Biscúter”), el míster Lelé acabó con el juego alegre y de gran poder goleador que caracterizó al técnico anterior, Bracero, e impuso un fútbol práctico pero rocoso y muy poco atractivo para el espectador.


El partido que nos ocupa supuso una rotunda victoria, pero fue uno de esos encuentros toscos y muy trabados que tanto abundan este año. Cuando el Tenerife nos visitaba se habían disputado ya tres jornadas que habían supuesto otras tantas victorias rojiblancas, por lo que el Granada era líder, aunque empatado con el At. Tetuán. El partido fue “de feo matiz” según la crónica de Ideal, y estuvo plagado de incidentes, lesiones, interrupciones e incluso hubo invasión por un energúmeno que agredió a algún visitante, indignado por la excesiva dureza del trío defensivo canario.


El primer gol lo consiguió Cea casi de forma involuntaria, al mandar un centro al área que provocó el choque del guardameta tinerfeño, Cuco, con Rius, resultando ambos lesionados mientras el balón mansamente se colaba en la portería. Nuevamente Cea marcó el segundo en una buena jugada individual. Y cerró la cuenta Rodríguez de cabeza a centro de Guerrero.


En toda la liga (30 partidos) sólo recibió Candi 25 goles, pero la liguilla fue otro cantar y en sólo diez partidos fueron 28 los goles encajados. Sólo se ganaron dos encuentros, así que no hubo ascenso. ¡El Granada y las malditas liguillas!




TRADICIÓN VICTORIOSA ANTE EL TENERIFE






El Tenerife es otro de los rivales clásicos para un Granada de Segunda. Treinta y tres son los enfrentamientos entre granadinos y tinerfeños de la historia y dieciséis las veces que los canarios han jugado en nuestra tierra (siempre en el viejo Los Cármenes), todas de Segunda menos una que lo fue de Segunda B y otra de Copa. El balance de esos dieciséis choques es clarísimamente favorable a los rojiblancos, con catorce victorias y sólo un empate y una derrota.


La primera vez que el Tenerife vino a Granada es de la 53-54, 8 de noviembre, octava jornada del grupo Sur de Segunda. Fue un feo partido con incidentes en el que el Granada pudo conseguir la victoria (2-1) muy al final y gracias a un gol de Rafa aprovechando el larguísimo saque de banda de Rius, jugador que con las manos era capaz de ponerla en el segundo palo. La segunda visita, a la temporada siguiente, se pareció mucho a la anterior en el sentido de que resultó también un feo espectáculo y abundaron los incidentes, aunque la victoria rojiblanca fue clara, 3-0. Y la tercera visita, nueva victoria rojiblanca por 1-0, entra también dentro de la definición de feo partido, pero en este caso se trataba de un trámite para ambos porque era la jornada treinta y última del calendario y los dos equipos se encontraban en la mitad de la clasificación. Lo más destacable de esta tercera visita tinerfeña ocurrió en el descanso del partido, cuando le fue impuesta al pichichi de segunda, Rafa, la insignia de oro del club. Rafa acababa de ser traspasado al Atlético de Madrid y por esa razón no jugaba esa tarde. Por otra parte, algunos en este partido sintieron cómo –literalmente- las gradas se movían bajo sus pies en una de las numerosas réplicas del reciente y terrible terremoto de Albolote y Atarfe.


Porque este Granada-Tenerife se jugaba el 22 de abril, sólo tres días más tarde del último terremoto que -hasta el momento- en nuestra tierra produjo víctimas mortales. El jueves 19 de abril de 1956, a las 19,39 y con epicentro entre Albolote y Atarfe, un temblor de tierra de fuerza seis sembró el pánico en toda la Vega y en la capital y destruyó cientos de casas en esas dos poblaciones, causando siete muertos y numerosos heridos. Dos días después, la víspera del partido contra el Tenerife, cinco personas más encontraban la muerte al derrumbarse una terrera sobre la cueva que habitaban a la orilla del Río Beiro, en Casería de Montijo. Fue una tragedia de carácter nacional, y hasta Franco en persona y fajín de capitán general encontró un hueco en su apretado programa de inauguración de pantanos del Plan Badajoz para acercarse una semana después a ver los destrozos.


Los dos únicos resultados positivos para los tinerfeños en Granada son de la temporada 62-63 (0-0, con Ñito parándolo todo) y de la 63-64 (0-1).Todas las demás visitas a Granada fueron derrotas. Como en la 71-72, en la única visita copera de los canarios, por entonces en Segunda, en la que el gran Granada de aquella temporada dejó sentenciada la eliminatoria con un 4-0 (Barrios, Lasa, Jaén y Porta). En las gradas presenció el partido el técnico del Barça, Rinus Michels, espía de jugadores de uno y otro cuadro. Se decía que había venido a ver a Porta, ya claro aspirante al Pichichi, pero sólo dos semanas después cerró los fichajes del granadinista De la Cruz y el tinerfeñista Juanito, más el de Barrios, que se produjo ya a punto de empezar la temporada siguiente.


Muy importante y muy dramática fue la victoria del Granada (2-0, Insfrán y Grande) en la 76-77, que llegó en la jornada 35, a falta de tres para el final de la liga, y que resultó fundamental para huir de los puestos de descenso.


El único enfrentamiento entre ambos equipos militando en 2ª B es de la temporada 86-87, la única temporada en la que esta categoría la ha integrado un solo grupo -de veintidós equipos-, con ascenso directo para los cuatro primeros. Fue una buena temporada para ambos puesto que los dos ascendieron a Segunda. La visita del Tenerife llegaba en la jornada 31, finales de marzo, en la que se presentaba como líder después de una larga racha de partidos sin perder. El Granada era cuarto, a cinco puntos. En un partido no muy vistoso el Granada se alzó con el triunfo merced a un solitario gol del gran Manolo, de lanzamiento de golpe franco y de esa forma saltó al segundo puesto y abrió algo de margen con Salamanca, Lérida y Burgos, que eran los otros equipos que luchaban por el ascenso.


La siguiente temporada, la 87-88, ya en Segunda, se dio el último de los Granada-Tenerife, éste en la jornada 26, y la historia se repitió porque el Granada volvió a ganar por la mínima con un solitario gol otra vez de Manolo y otra vez de golpe franco directo. Sólo tres jornadas antes había sido despedido Peiró y sustituido por Ruiz Sosa, que ya no volvió a conseguir una segunda victoria hasta la última jornada, cuando ya nada había que hacer.