miércoles, 29 de diciembre de 2010

LO QUE VIDE




Estando yo en la mi grada

con otros hinchas sentado

vide lo que parescía

tierno juego de muchachos.

Vide azules y amarillos

y vide rojos y blancos,

sudorosos, jadeantes,

tras una bola trotando.

Grandes carreras se daban

por llevarla al otro campo.

Tropezaban, discutían,

y serían veintitantos.

Vide a un tipo muy canijo,

pequeñito y medio calvo,

negra figura con pito

manejando aquel cotarro

sin más arma ni artificio

que hacer sonar su silbato.

Vide algunos que arrojaban

batracios y gusarapos.

Otros, de furia encendidos,

vide al borde del infarto.

Vide vidrios, vide loscos

volar hacia el pequeñajo.

Vide viejos, vide niños,

vide gordos, vide flacos,

vide rubios y morenos,

vide bajos, vide altos.

Vide golpes y caídas,

vide goles, vide aplausos…


Mas no vide, en mi extravío,

el tremendo zapatazo

que a la bola en un escorzo

le endiñaba aquel bestiajo.

Entre un bosque de cabezas,

esquivas como un abanto,

semejante obús no vide

y aún me duele el balonazo.

Desde entonces siento voces,

tengo bascas y quebrantos,

y asakiM leo en mi jeta

cada vez que voy al baño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario