EL ONCE FANTASMA

Pedro Escartín bautizó al Granada CF (el Recreativo Granada) con el apodo de "Once Fantasma" cuando este club era un recién llegado a la competición pero ya andaba codeándose con equipos de solera y aspiraba a lo máximo.
En este libro se narran las vicisitudes por las que atravesó el Recreativo en sus cinco primeros años de existencia y también se recogen los sucedidos ciudadanos más impactantes de aquella época revuelta que fue la de la II República.
En la foto de cabecera se ve al Recreativo que se enfrentó al Gimnástico de Valencia en el campo madrileño de El Parral, 21 de febrero de 1934. De pie: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; agachados: Gomar, Morales y Herranz.
Para adquirir un ejemplar firmado y dedicado por el autor (20 €), dirigirse a
jlramostorres@gmail.com


Historia del Granada CF



domingo, 30 de octubre de 2011

EL MEJOR GRANADA





Granada 2 Barcelona 0
9 de abril de 1972
Estadio Los Cármenes, lleno, veintidós mil espectadores en tarde soleada y a ratos cubierta y con alguna ligera llovizna. Terreno en buen estado. Partido correspondiente a la jornada veintinueve del Campeonato de Liga de Primera División 1971-72
Granada CF: Izcoa; De la Cruz, Barrenechea, Falito; Jaén (Santos 85’), Fernández; Lasa, Porta Barrios, Manolín y Vicente
FC Barcelona: Reina; Rifé, Gallego, Costas; Torres, Zabalza; Juanito, Juan Carlos (Dueñas 46’), Marcial, Asensi y Pérez
Goles: 1-0, min. 6, Porta; 2-0, min. 47 Porta
Árbitro: Urrestarazu, navarro. Sin amonestados. Los forasteros le protestaron la anulación de un gol presuntamente legal en el que habría ignorado la ley de la ventaja
Venía el Barça a Granada después de completar una vuelta y un partido (dieciocho jornadas) sin conocer la derrota, racha que de un mal inicio de liga y la consecuente desventaja con el Madrid, le había llevado a acercarse a éste, al cual había derrotado en la jornada anterior, y a tener claras opciones de volver a anotarse un campeonato de liga, cosa que llevaba ya sin lograr desde hacía once años.
El ambiente pre partido estaba enrarecido a raíz de unas declaraciones del inefable Santiago Bernabéu en las que sugería que el Granada podría no emplearse a fondo frente a los culés como parte del pago del traspaso al Barcelona ya cerrado con vistas a la temporada siguiente del gran lateral De la Cruz. Más aún se enrarecería la víspera después de que José María García desde su popularísimo Hora 25 volviera a incidir sobre la cuestión.
Pero el gran Granada 71-72 pronto alejó toda sospecha. A poco de comenzar el encuentro, un córner por la izquierda del ataque rojiblanco contra la portería del marcador lo ponía Vicente en la frontal del área para que el cabezazo de Barrios fuera aprovechado desde cerca por Porta (muy destacado en esos momentos en la clasificación del Pichichi) para que de magnífica bolea cercana estableciera el 1-0, su gol dieciocho en la 71-72, el que con más cariño recuerda el propio Enrique Porta. Y nada más comenzar la segunda parte nuevamente Porta aprovechaba un fallo de la cobertura culé para de magnífico tiro cruzado hacer el 2-0 que resultaría definitivo. Entre uno y otro gol los blaugranas habían dominado por momentos e incluso habían reclamado la presunta anulación de un gol, pero sin crear excesivos problemas a Izcoa. A partir del segundo gol se puede hablar de un único equipo merecedor de la victoria, el Granada de Joseíto.





Un portero muy seguro, primero Ñito y en la segunda vuelta Izcoa; dos laterales de largo recorrido y buenas prestaciones en la cobertura, De la Cruz y Falito; un centro de la defensa casi invulnerable, con Fernández y Aguirre Suárez, esta tarde ausente pero bien sustituido por Barrenechea; un centro del campo de calidad y brega con Jaén, después Santos, y Manolín (sin olvidar a los lesionados Fontenla y Chirri) en el que Vicente daba clases magistrales; la rapidez de Lasa, la pelea de Barrios y… Porta. Porta haciendo goles a pares uno tras otro hasta conseguir el Pichichi. Ése era el mejor Granada que hemos podido ver y que recordamos.
En la 71-72, ni el Valencia ni el At. Madrid ni el At. Bilbao (éste goleado), ni tampoco alguno más modesto pero en buena posición en la tabla, como R. Sociedad, Las Palmas o Málaga, habían conseguido llevarse de Los Cármenes un solo punto. Tampoco el poderoso y enrachado Barcelona de Rinus Michels, plagado de internacionales, se iba a llevar nada positivo de su visita a Granada. Una semana después nos visitaría el R. Madrid, ya con el camino hacia un nuevo título mucho más despejado. Pero tampoco el que acabaría ganando la liga pudo arrancar de Los Cármenes un solo punto.
Sólo unos días después de este partido, tras veintisiete años (Millán,1945), un jugador de la plantilla del Granada CF debutaba como internacional absoluto: De la Cruz, el mismo que involuntariamente había provocado las suspicacias pre partido, que aunque ya pertenecía al Barcelona, se estrenaba con la Selección en su partido amistoso en Salónica, frente a Grecia, que acabó en empate sin goles. No, no era precisamente un comparsa este gran Granada Hasta con internacionales contábamos pues este mismo jugador además de Barrios, Lasa y Jaén ya habían pasado por las selecciones inferiores esta misma temporada. El Granada completó así la única de sus ya dieciocho temporadas de Primera sin perder ni un solo partido en Los Cármenes y sólo cediendo cuatro empates, igualadas que llegaron todas ante rivales que acabaron la liga en puestos inferiores.

miércoles, 19 de octubre de 2011

EL ÚLTIMO PORTA





Granada 2 At. Madrid 1

: El partido estuvo a punto de ser suspendido debido a la enorme tromba de agua caída sobre Granada treinta minutos antes de su celebración, que convirtió Los Cármenes en una laguna. En los prolegómenos se hizo entrega a Izcoa del trofeo Hoja del Lunes al granadinista más regular en la liga recién terminada. Jugadores y árbitros lucieron brazaletes de luto por la muerte de Fernando Herrero Tejedor, ministro Secretario General del Movimiento, y del jugador internacional Tonono, del Las Palmas, motivo por el que se guardó un minuto de silencio. Por coincidencia de colores los visitantes vistieron camiseta azul y pantalón blanco

15 de junio de 1975


Estadio Los Cármenes, casi lleno, veinte mil espectadores en tarde-noche muy lluviosa y con abundante aparato eléctrico. Terreno anegado con abundantes y grandes charcos. Partido correspondiente a la vuelta de IV de final de Copa del Generalísimo 1974-75


Granada CF: Izcoa; Sierra, Castellanos (Toni 68’), Falito; Chirri, Ederra; Lorenzo, Grande, Porta, Maciel y Quiles (Dueñas 71’)


C At Madrid: Reina; Melo, Benegas, Laguna; Marcelino, Adelardo; Leal, Irureta, Gárate, Alberto y Becerra


Goles: 1-0, min. 39, Porta; 1-1, min. 76, Leal; 2-1, min. 88, Grande


Árbitro: López Samper, valenciano, sin amonestados


Incidencias




Tras concluir la liga de Primera 1974-75 no hacía ni un mes, en la que el Granada había podido salvar la categoría prácticamente en el último suspiro y sólo gracias a superar el golaveraje particular al Málaga, se iniciaba la copa para nuestro equipo directamente en VIII, con eliminación del Gijón y posterior emparejamiento en IV con el At. Madrid.



Como cuadra a una eliminatoria copera, este partido de vuelta entre granadinistas y atléticos debe comenzar por el relato de lo que ocurrió en el que con los segundos como locales se jugó una semana antes en el Vicente Calderón, partido aquel plagado de incidentes y del que salió el Granada derrotado 2-0. En el Manzanares el Granada había visto cómo el árbitro navarro Juango le anulaba injustamente el gol de Lorenzo que suponía el empate a uno para casi al final tener que soportar la expulsión de Fernández (castigado después por cuatro partidos como autor de agresión a un contrario, según el acta), que sólo chocó con Capón en la disputa de un balón dividido, pero al que su fama, más que sus acciones, condenaban de antemano. Además Izcoa tuvo que salir escoltado por la Policía Armada por haberse encarado con el público que le insultaba. Por otra parte, aunque eran tiempos de leyenda negra rojiblanca, resulta que, según las crónicas, en Madrid, si alguien dio más de la cuenta no fueron los nuestros, sino que en esa tarea los más distinguidos fueron los atléticos Panadero Díaz (que nada más empezar marcó, no a hierro pero sí a aluminio -el de sus seis tacos-, a Quiles) y Capón, a los que el míster atlético, Luis Aragonés, en su primera temporada como entrenador, prudentemente dejó en Madrid.


Con estos antecedentes es fácil imaginar que el ambiente previo al partido estaba bien caliente y predispuesto contra los colchoneros, recibidos con una atronadora pita dirigida en especial contra su portero Reina (coreado con el epíteto de “chivato”), a quien las crónicas habían señalado como inductor de la expulsión en Madrid de Fernández. Pero los ánimos se calmaron tan pronto empezó el balón a rodar, lo cual en este caso no deja de ser un eufemismo porque la impresionante gota fría que cayó sobre Granada poco antes del comienzo del partido dejó el terreno de Los Cármenes impracticable, abundando las jugadas en que el esférico quedaba detenido en cualquiera de los grandes charcos repartidos por todo el rectángulo. Fútbol, lo que se dice fútbol, hubo poquísimo, pero a cambio asistimos a un emocionante espectáculo de lucha y entrega en el que el Granada superó a su rival y a punto estuvo de ganarse el pase a semifinales a pesar de que el último cuarto de hora hubo de jugarlo con sólo diez efectivos al lesionarse Chirri tras haberse efectuado los dos cambios.



En el banquillo rojiblanco se sentaba aquel gran entrenador que fue Errazquin (con el carné de Manolo Ibáñez) porque Joseíto había sido despedido tras el angustioso final de liga. En Copa de España, según la legislación, no podían intervenir los extranjeros Parits y Montero Castillo, y esto hizo que por fin debutara esta temporada el paraguayo oriundo Maciel, futbolista a quien apenas habíamos podido ver pero que siempre evidenció su gran clase; y además volvió a aparecer en las convocatorias Porta, que sólo había intervenido algunos ratos en cinco ocasiones. Porta, en su único partido completo de toda la temporada, fue precisamente el gran protagonista de la lluviosa tarde e intervino en los dos goles rojiblancos, el segundo con asistencia a Grande y el primero realizándolo él mismo a su más puro estilo, aprovechando un balón suelto tras varios rechaces en el área. Incluso tuvo en sus pies el que hubiera significado el 3-1 y la prórroga cuando ya se jugaba el descuento, pero sin suerte.


A pesar de la eliminación el público salió contento y convencido de que en otras circunstancias climatológicas se habría dado otro resultado. Pero lo que no sabíamos era que acabábamos de asistir a la última actuación de rojiblanco del gran Enrique Porta y al último de sus 43 goles para el Granada CF. Justo al día siguiente firmaba Miguel Muñoz su muy sustancioso contrato como nuevo entrenador y una de sus primeras decisiones fue la baja del único Pichichi granadinista. No pudimos despedirnos de Porta como se merecía y de aquí se marchó emocionado y con buenas palabras para todo el mundo. Pero para el recuerdo queda la gran ovación y los gritos de ¡Pooooooorta! ¡Pooooooorta! que por última vez volvieron a sonar en Los Cármenes aquella diluviosa tarde de mediados de junio.